sábado, 10 de abril de 2010

PRIMERA CONFERENCIA DEL AÑO DEL BICENTENARIO

El jueves 25 de marzo la Comisión del Bicentenario de Quilmes abrió en el Colegio de Abogados, su ciclo de conferencias con un homenaje a los "Precursores de la historia quilmeña". A continuación una breve reseña de lo expuesto.
CONSIDERACIONES PRELIMINARES
Prof. Chalo Agnelli

Abro el trabajo con un panorama global para acostumbrar la retina del lector al desgranar de las biografías escuetas que aquí se presentan.
Se armó el trabajo desde lo cronológico, la fecha de nacimiento y el transcurrir de las vidas de estos precursores de la historia quilmeña coinciden con la evolución historicista de la localidad, incluyendo Berazategui y Florencio Varela en sus debidos tiempos y espacios.
Comienza este transitar histórico con el escribano José Andrés López que con la evocación autobiográfica de “Quilmes de antaño” funda la historia local desde la oralidad y la miscelánea, tan en boga en la literatura argentina de fines del siglo XIX. Como ejemplo baste citar “Buenos Aires desde 70 años atrás” que el Dr. José Antonio Wilde publica en la imprenta de otro vecino quilmeño don Carlos Casavalle - llamado “el librero de la patria” por la cantidad de publicaciones de autores nacionales que pone al alcance del público - y da a conocer en Quilmes, el 31 de octubre de 1880 y en Buenos Aires en enero de 1881. Luego aparece “La Gran Aldea”, novela costumbrista que Lucio V. López publica en 1882; ese mismo año Vicente Quesada presenta “Memorias de un viejo”. En 1884, Miguel Cané presenta su “Juvenilia”. Le sigue Santiago Calzadilla con “Las Beldades de mi Tiempo”. Y ya entrando en el nuevo siglo otra producción referente de este género es “Aguas Abajo” del Dr. Eduardo Wilde.

Pero volviendo a López, así como él funda el Dr. José A. Craviotto da rigor heurístico al hecho histórico sin, por eso, dejar de abrevar en la oralidad, en parte por su vínculo con otros historiadores como César Barrera Nicholson, Luís Otamendi y Manuel Ales, los tres de familias de largo y hondo arraigo local, pero también por vecinos protagonistas como Higinio Palacios, doña Águeda Ponce de león de Navarro, Adrián Barreiro, etc. La envergadura temática de las investigaciones de Craviotto son incalculables: más de 160 trabajos de investigación y cerca de 600 colaboraciones en diversas publicaciones, más varios libros. Muchos de esos documentos los gestó junto a Barrera Nicholson. Explicaba el Dr. Eduardo Barrera, nieto de este último, que tenían un método de trabajo minucioso. Una vez elegido el tema sobre el cual trabajar se repartían los espacios de investigación; individualmente cada uno construía su parte; luego se reunían para intercambiar la información obtenida, la analizaban, la discutían y sacaban conclusiones; seguidamente cada uno escribía sobre lo que había investigado; en otro momento volvían a reunirse para aunar criterios y reunir los textos en uno definitivo que, indistintamente, concretaba uno u otro según la posibilidades temporales del quehacer cotidiano - ninguno de estos historiadores vivía de estos trabajos -. Este es un ejemplo de trabajo e investigación grupal digno de atender.

Así fue que la aparición de estos inquietos investigadores motivó al Dr. Fernando Pozo, siendo comisionado municipal de Quilmes, a darle institucionalidad a la historia del partido fundando la Junta de Estudios Históricos y, sobre todo, instaló, no sólo en Quilmes sino en todo el mundo de lengua hispana, la figura de Guillermo Enrique Hudson, traduciendo con su esposa Celia Rodríguez, “Allá lejos y hace tiempo”. Mas no paró allí; a caballo con el Dr. Craviotto y otros aficionados a Hudson recorrieron los campos de Florencio Varela hasta que hallaron la casa de la familia Hudson, “los veinticinco ombúes”, que puso definitivamente en el mapa de la provincia y hoy es una elocuente reserva forestal, natural, museo y biblioteca. Luego el Prof. Juan Carlos Lombán proseguirá el sondeo en la obra hudsoniana.

Si bien la Junta se disolvió, una vez concretados los objetivos fundacionales, fue la profesora Paulina Sagrario Bollo Cabrios que recogió y recuperó lo construido y promovió nuevas investigaciones motivando a muchos otros amantes de la tradición y la identidad.

Y llegó la etapa y la figura de la divulgación, fue el profesor Guillermo C. Maier que como director de la Biblioteca Pública Municipal Domingo Faustino Sarmiento lanzó la serie de “Medallones” que no volvió a repetirse con ninguna otra administración; por el contrario, el presupuesto para cultura, tanto en años de dictadura domo de democracia, se fue achicando, reduciendo, esfumando en forma alarmante. En esos “Medallones” todos los historiadores mencionados y otros más publicaron varias de sus producciones que hoy tienen un valor bibliográfico fundamental para cualquier cultor de la historia quilmeña.

Pero un rato antes una platense, mujer de gran cultura, la profesora Guillermina Sors de Tricerri realizó el primer trabajo de rigor documental sobre el pueblo originario de los quilmes, su evolución, su odisea y su definitivo desarraigo y exterminio, sobre cuyos huesos transita esta ciudad. Pueblo que tanto Luís Otamendi como Manuel Ales circundan en nuevos aportes, aunándose en la recuperación de la tradición santamariana.

Intuitiva, pero intensamente, José Andrés López, Los Goldar, padre e hijo, Manuel Ales, Felipe Firpo, en su Bernal y Luís Gerardo Barbieri en su San Francisco Solano avanzan sobre su época incorporando la historia social a la otra, la escolarizada, la broncínea de los grandes nombres. Visión histórica que se asoma con los primeros revisionistas y se expande inexorable con los revisionistas que intentan no caer en ismos a partir de la segunda mitad del siglo XX.

En las últimas décadas, es el Prof. Juan Carlos Lombán que le da sazón académico al hecho histórico, vinculando lo vivido y transcurrido en el ámbito local con los procesos históricos nacionales y universales. “Imponiendo el método de la contextualización, es decir, de la permanente vinculación de temas, hechos, ideas y consideraciones en general, con los grandes panoramas de la historia nacional e incluso mundial.” [1]
Y otro de los precisos aportes del Prof. Lombán es la teoría temporal de considerar  que la historia del actual municipio de Quilmes comienzo hace poco más de 1000 años atrás cuando los quilmes se asentaron en los Valles Calchaquíes, es decir al origen de ese pueblo que nos dio toponimia y gentilicio.

Luís Gerardo Barbieri se incorpora en este digesto de la misma manera que López, “fue protagonista” fue pionero y a su producción sobre la breve historia del pueblo de Solano agregó al hecho oral y de la propia experiencia que siempre está ligada y difuminada por los sentimientos con documentación. El trabajo de Barbieri como pionero historiador ubicó a esa localidad en el mapa histórico local, como lo hizo Felipe Jorge Firpo con Bernal y Atanasio Lanz con Berazategui.

Estos son los precursores, luego en distinta medida otros incrementaron el proceso, adquiriendo Quilmes una bibliografía de su historia poco alcanzada por otras localidades bonaerenses, y hasta de atrevería a decir del país.

Presentar esa bibliografía es en este documento un aporte a todos los estudiantes, los docentes y los cultores de nuestra identidad que quieran ampliar conocimientos y conceptos

Dicen que uno se define por la gente que admira y a mí también me califica la admiración y el reconocimiento que siento por todos estos historiadores, y otros que no figuran en este trabajo por espacio y tiempo, que dejaron una espabilante impronta profesional y humana.

Chalo Agnelli
Quilmes 25 de marzo de 2010, Año del Bicentenario


[1] Ver del Prof. Lombán “Nueva Historia de Quilmes, “Consideraciones preliminares” pág. 16.

 El público presente, al frente el Sr. Leonardo Grasso vicepresidente de la Asociación Sanmartiniana, detrás la Prof. Trgovcie y tras ella el Dr. César Barrera, 
nieto del historiador César Barrera Nicholson.
 La Lic. Castagnini abriendo el acto

Los miembros de la Comisión rinden un homanaje al Prof. Lombán. De izquierda a derecha. Lic. María del Carmen Distefano, Dr. Guillermo Arbert, el Prof Lombán, Lic. Nancy Castagnini y el disertante Chalo Agnelli.
Con Alicia Otamendi Etchevertz hija del historiador don Luís Otamendi.
Con Armando Ales, hijo del historiador Prof. Manuel Ales
Con la Prof. Julieta Firpo hija del historiador Felipe J. Firpo.
Con Sara Amarena Goldar, esposa del historiador José Abel Goldar.

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