jueves, 31 de enero de 2013

CENTRO SOCIAL SIRIO-MARDIKL.



En esta pintura social que son los clubes y centros sociales y culturales de la Colonia no puede faltar El Centro Social Sirio-Mardik. [1]
Esta comunicad tuvo una sólida presencia en el barrio. Comunidad que supo adquirir los títulos de ciudadanía que en la Argentina no se le negaron nunca a nadie de “buena voluntad” desde que así lo fundó el Preámbulo de la Constitución Nacional de 1853.
Siria es uno de los estados árabes del levante independizados del colonialismo francés en 1946, después de las aguerridas luchas de por su libertad. A 1800 metros sobre el nivel del mar se halla Mardikl al SO de Alepo, donde se rememora el ayer romano de la región también rosada por el imperio otomano.
Un 9 de julio de 1939 un grupo de inmigrantes sirios-mardikl, motivados por los festejos de nuestra independencia, que ellos todavía no habían podido concretar, crearon un Centro Social para la preservación de su cultura nativa y la formación y educación en sus tradiciones. Los fundadores fueron el  Alfredo Zacarías, J. Moussalli, Dicram Tazbaz, K. Tarzibachi, Jacobo Estepo, J. Katurchi y Jamil Kalala que reunidos en el domicilio de este último, conformaron la primera comisión directiva integrada de la siguiente manera: presidente, Jamil Kalala; vice, Jorge Tarzibachi; secretario, Alfredo Zacarías; porsecretario, Dicram Tazbaz; tesorero, Jorge Katurchi y vocales, Jorge Moussalli, Jacobo Estepo, Naim Derbogosiam y Emilio Chua.
El accionar de los paisanos fue inmediato. Se llevó a cabo un amplio programa de actos,  fiestas y encuentros que nunca estuvieron circunscriptos a los miembros de su colectividad, sino que se abrieron a todo el barrio, que participó con espontáneo gesto. Las manifestaciones de cultura y entretenimiento se alcanzaron con conferencias y la creación de un ámbito de juegos de salón para que los socios se reunieran a compartir charlas intrascendentes y experiencias de vida.
Concretaron una biblioteca con 250 ejemplares con bibliografía en lengua natal y autores nacionales fundamentales a los que recurrían mensualmente poco más de un centenar de lectores. También formaron un elenco teatral  que hacía puestas en su lengua natal y en castellano para sumar una concurrencia heterogénea. Los primeros actores fueron: J. Akmardano, Elías Halak, Jorge y Farida Zacarias, Antonio Abiad.
Entre las muchas familias que tuvieron un papel protagónico por varias generaciones en la fundación y logros de la institución comunitaria se destacaron los Zacarias y los Kalala.
En 1958 conducían los destinos del Centro: Oirit E. Kalala, secundado por Jorge Ahmardacno, José Diarbaquirli, Jorge Katurchi, Basilio Bozadjie, Miguel, Anis y Jorge Zacarías, Eduardo Georges, Elian Skife, Antonio Abiad y Jorge Moussalli. Había una subcomisión de cultura y fiestas  que integraban: Jamil Kalala, Emilio Chua, Salvador Diarbaquirli, Alfredo y Ramón Zacarias, Hikmat Bozadjie, Karim Kadadhi,  Miguel Dekmak, Michel Georges, Jorge Ego, Fowzi Tazbaz y Gabriel Zourak.
Con los años alcanzaron dos logros fundacionales, el de la sede social propia en la calle Entre Ríos y la escuelita, mantenida por el Centro. El objetivo de la escuela era enseñar la lengua a los hijos argentinos de los inmigrantes sirios. Estaba a cargo del profesor Michel Georges y entre sus numerosos alumnos se destacaron Nelly Kalala, Lidia, Martha, Farida, Ramón, Alfredo y Antonio Zacarias, Jorge Kartuchi, Michel Ahmard Vacuo, Aida y Naim Abiad, Antonio, Alberto y Jorge Angelian.
El Centro Social Sirio-Mardikl tuvo más de 200 socios y superó exitosamente los 50 años de existencia. 
Investigación Ch.Agnelli
en "La Colonia de Valerga" Ed Tiempo Sur. Quilmes, 2010

[1] V. El Sol, del 19/7/1950.

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