lunes, 3 de febrero de 2014

ALICIA TERESITA OTAMENDI ETCHEVERTZ - 1935/2014



Este tipo de notas son las más difíciles de encarar. Sobre todo cuando encierran un sentimiento personal.

Esa contingencia inevitable y traicionera que nos asedia a todos nos arrebató el miércoles 22 de enero próximo pasado a Alicia Teresita Otamendi Etchevertz, una colaboradora consecuente, silenciosa y eficaz de EL QUILMERO.
Acompañó esta página con sincero entusiasmo desde hace 5 años. Pero además era una querida amiga con la que solía compartir largas tardes de charlas sobre la historia de Quilmes, el pasado cercano, un presente confuso y un futuro escurridizo, tardes acompañadas de té que culminaban en un oportuno whisky.
Docente concienzuda y acertada me llamaba para corregirme errores y confusiones en la que incurría, con su decir afable y espabilado. Fue motor de muchos trabajos de EL QUILMERO, pues se había empapado de Quilmes y los quilmes con su padre el imperecedero don Luis Eduardo Otamendi, a quien en la adolescencia tuve el honor de tratar en el cenáculo que nucleaba el profesor Francisco Míguez en la filiar Quilmes de la Sociedad de Escritores de la Provincia donde se reunían personalidades como don Manuel Morales Gorleri, don Tomás Giráldez, Ilda Penzi, Juan Francisco Marty, Isaías Grosman, Juan Arrestía, Efraín I. Chávez… y, entre otros militantes de la cultura local, Alicita – como le llamábamos, no como diminutivo, sino como apodo -. En ese ambiente se configuró mi pasión de cronista.
Alicia era hija de don Luis Eduardo Otamendi, autor de varios libros de historia local y de Alicia V. E. Etchevertz Amoedo, una notable pianistas; el padre de esta última fue don Pedro Etchevertz, quien entre otras muchas obras, fue constructor del actual edificio de la escuela Nº 1 (1910), casado con doña Eduarda Amoedo Dupuy, hija del intendente don Felipe Amoedo y por lo tanto Alicia era tataranieta de doña Indalecia Morel de Dupuy, generatriz de una abundosa descendencia que se extendió por todo Quilmes; hermana del precursor de las artes plásticas argentinas, Carlos Morel.
En los últimos tiempos EL QUILMERO tuvo en Alicia una de los principales cooperantes para difundir: la historia de la Escuela Nº 1, biografías de prohombres quilmeños, el Museo Alte. Brown, del cual su padre fue fundador como miembro de la Junta de Estudios Históricos. 
Alicia Teresita Otamendi Etchevertz era profesora de francés, perteneció a la Junta de Estudios Históricos y al Instituto Sarmiento de Sociología e Historia, Filial Quilmes, fue autora, entre otros trabajos, de “Sarmiento en sus escritos: sus inquietudes educacionales y progresistas a través de sus obras completas”, conjuntamente a Palmira S. Bollo Cabrios y Hebe Mancedo de Seguí. (1990) Tenía 78 años.
Afortunadamente fue partícipe directa del homenaje que la Comisión del Bicentanario Quilmes (1810-2010) le realizó a su padre, entre otros precursores de la historia local, en el 2010; en dos oportunidades: el 25 de marzo en el Colegio de Abogados de Quilmes y el 18 de junio de ese mismo año en el Museo Municipal Regional Almirante Guillermo Brown de Bernal. 
El QUILMERO saluda en su pesar al hermano de Alicia, Sr. Pedro Luis Otamendi Etchevertz, a su cuñada Sra. Victoria Maes, sobrinos, primos, amigos y demás deudos. 
Y cierro con una frase de don Martín Cristoforetti, otro amigo colaborador de esta página, que vale reproducir porque involucra a Alicia, escribió don Martín: “Bienaventurados y sabios aquellos  que se esmeran en el conocimiento de sus orígenes, valorando la tierra que pisan y aprendiendo a venerar la historia y los símbolos de su estirpe, ya que sólo así, conociendo los errores y acierto de los antepasados, podrán cimentar con hidalguía su bienestar, dando bases firmes a las generaciones venideras.”
En el homenaje a don Luis Eduardo Otamendi, realizado en el Colegio de Abogados por la Comisión del Bicentenario Quilmes (de Izq. a Der.): Alicia Otamendi Etcheverz, el profesor Juan Carlos Lombán, presidente honorario de la Comisión, la Lic. Nancy Castagnini, presidenta de la misma y el Prof. Chalo Agnelli, disertante en la ocasión y autor del trabajo biográfico.

 Chalo Agnelli

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dice Jorge Eduardo Acosta Etchevertz. Estimado Chalo, muchas gracias por la nota sobre nuestra querida Alicita. Fuimos tomados de sorpresa por este desenlace y nos cuesta adaptarnos a la idea de su ausencia. Si bien mi contacto con ella no era constante, inmersos como estamos en nuestros propios ruidos, Alicita representaba mi lazo con Quilmes, su historia, nuestras comunes raices, los imborrables recuerdos de Luis y Alicia, tios entrañables, en fin tantas cosas y acontecimientos felices y dolorosos donde Alicita fue incondicional. La última oportunudad que hablamos fue a raiz de haberle enviado una publicación que hallé en internet sobre el linaje Marichalar y el entronque directo hasta la madre de nuestro abuelo Etchevertz, Dña. Vicenta Gorrindo, hija de Francisco Gorrindo y Marichalar. Ella estaba encantada y me hizo una caricia enorme al decirme ocupás el lugar de mi tatita en la familia... Palabras que por ahora me humedecen los ojos. Bueno Chalo, te reitero muchas gracias, recibe un fuerte abrazo y se que compartimos la pena de la ausencia. Afectuosamente. Estimado Chalo, muchas gracias por la nota sobre nuestra querida Alicita. Fuimos tomados de sorpresa por este desenlace y nos cuesta adaptarnos a la idea de su ausencia. Si bien mi contacto con ella no era constante, inmersos como estamos en nuestros propios ruidos, Alicita representaba mi lazo con Quilmes, su historia, nuestras comunes raices, los imborrables recuerdos de Luis y Alicia, tios entrañables, en fin tantas cosas y acontecimientos felices y dolorosos donde Alicita fue incondicional. La última oportunudad que hablamos fue a raiz de haberle enviado una publicación que hallé en internet sobre el linaje Marichalar y el entronque directo hasta la madre de nuestro abuelo Etchevertz, Dña. Vicenta Gorrindo, hija de Francisco Gorrindo y Marichalar. Ella estaba encantada y me hizo una caricia enorme al decirme ocupás el lugar de mi tatita en la familia... Palabras que por ahora me humedecen los ojos. Bueno Chalo, te reitero muchas gracias, recibe un fuerte abrazo y se que compartimos la pena de la ausencia. Afectuosamente. Jorge Eduardo Acosta Etchevertz