jueves, 8 de mayo de 2014

BARRIO DE TANGO - 2ª NOTA


  Por Chalo Agnelli 
“... pesadumbre de barrios que han cambiado...”
“Las ruedas embarradas del último organito
vendrán desde la tarde buscando el arrabal...”
“El último organito” de Homero Manzi
La Colonia fue un barrio de tango que nada tuvo que envidiar a los muy porteños cien del otro lado del Riachuelo.
El agringamiento, la mixtura del lenguaje, la vida laburanta, los apremios de los viejos, cierta libertad y bonanza en los jóvenes, hizo que germinaran músicos, cantantes y orquestas típicas.
Después de todo, era un arrabal. Más consustanciada con el Río de la Plata que ninguna otra ciudad bonaerense, pues allá por 1666 se apoyó en el río para sostener a ese  pueblo desarraigado de los valles Calchaquíes. Frente al río, y no a su espalda. Río abierto, puerta de inmigrantes, que dio dimensión a nuestra Argentina. Arrabal y pampa al mismo tiempo. Hoy dos condiciones extraviadas de la geografía urbana. Y desde el 2 de agoto de 1916, Ciudad… ciudad de tango, porque durante la mayor parte del apogeo de ese lenguaje urbano Quilmes estaba en ventaja pues contaba con tangueros como el dúo Sarry-Aspitia, el popular cuarteto Ibáñez-Vázquez- Molinari -Viola, Francisco Gorrindo y Sandalio Gómez, Teófilo Ibáñez, Julio César Sanders y… tantos otros.
Sin bien todo Quilmes vibró en tango, el barrio fue el campo donde germinó una secuela de cultores que marcaron época en el 2 x 4. Y los clubes fueron bancos de sangre  tanguera que hizo su apogeo en la década del 40, cuando La Colonia era esquina de tango: Francisco Abbatantuono; [1] Juan Tesei, integrante de la orquesta típica Cafiero-Tesei que tenían como vocalistas a Derrico, Juan Tito Tesei; con la musicalización de Cafiero Clementi.
 Cafiero Clementi y su esposa Vicenta Imbrognio
El punto de encuentro era la casa de Sáenz Peña 977 (a.n.) Algunos de sus temas están dedicados a clubes quilmeños como el tango “Alma los blancos”, himno del Quilmes Atlético Club que Juan Tesei compuso el 18 de enero de 1951; también compuso la marcha del Argentino de Quilmes; un paso doble llamado Centro Gallego;
los tangos Eva Perón, Llegan los inmigrantes, Nueva Orleáns; las milongas: De punta y hacha; Patria Libre, Milonga noble.
Otros tangueros del barrio fueron: el letrista, Primitivo Antonio Collavitta, autor de El matrero y el vals Yo soy el amor (letra y música), José Arrestía; Agustín Bardi; Máximo Coco Barbieri, autor de De vuelta y medio, entre una infinidad de otros tangos, milongas y valses; Teófilo Ibáñez: Viejo Portón, Gólgota, Campo afuera;  Oscar del Cerro, Vicente Dentaro de la orquesta Blanco-Dentaro; Alfredo “Fito” Mora, Roumieu, Sanders, Rubén Sívori, Héctor Tiscornia, Alfredo Torrisi; al violín José Glorioso, Juan Lorente, Salas, Ravanovec, en piano Juan Pedro “Tito” Mergasi, Francisco Schenone (tío del escritor Rodolfo Enrique Fogwill; 1941-2010), Baumgart, en guitarra: Máximo Coco Barbieri, Luis Rey, Vicente y Luis Calona y los bandoneones de Campana, Héctor Blanco, Eliseo
La orquesta típica de Francisco Abbatantuono "Francisquín"
Pressón, que inspiró a Arrestía estos versos. “Por más que hiciste gambeta / te fuiste Eliseo Presson, / dejando aquí el bandoneón / donde lucías tu carpeta... / en el París de Ezpeleta, / La Esperanza, la Armonía / allá tu fuelle se oía / al frente de tus muchachos, / y el alma de Maglio Pacho / ejecutando ponías.”  [2]
Eliseo Presson, de vieja familia cervecera y colonialeña, tuvo su quinteto que tuvo como cantor a Aurelio Ávalos que subió a la fama con el seudónimo Oscar del Cerro, una voz irrepetible del tango y de este barrio de tango. En esa orquesta, entre otros, sonaba el violín de Juan Caschu y José Glorioso, la guitarra de Sauco. 
El bandoneonista de la izquierda es Eliseo Pressón y el de bigotes en el centro el notable humorista y animador e fiestas Negro Andragñez, hermano del locutor y periodista Omar Clavelito Andragnenz. Cumpleaños número 80 de doña Vicenta Pilipi de Clementi (sentada en el centro) Los otros dos bandoneones son Cafiero y Tesei el famoso dúo. La nena detrás es Liliana Clementi (Gratitud a Norma A. Clementi)
Presson también incursionó en el folklore y fue figura protagónica en el club tadicionalista “El Rodeo” de la calle Liniers en Bernal y en el club Correntino que había en la calle Olavarría (o Humberto Primo) casi Mitre. En esos ritmos autóctonos acompañó en numerosas giras a Margarita Palacios, a Marta de los Ríos, etc. Y fue maestro de bandoneonístas aunque no era su actividad preferida muchos de los que tuvieron relevancia en el tango que resurgió después de los 80.
Efectivamente estos bandoneones hicieron gala luego en la figura de Rubén Sívori junto con otros dos músicos, Vázquez y Ortega, integraban un trío que hacía milongas, música nativa y tangos. Y ya cerca de la época actual cuando el tango después de un duro repliegue resurge espléndido, surgen las figuras de Daniel Binelli, el director de la orquesta municipal de tango de la Municipalidad de Quilmes el maestro Carlos Alberto Corrales y su hijo homónimo - dinastía de bandoneones - Oscar Pometti con las letras de Carlos Ceretti.
Nelly Omar, que vivía en una casona ubicada en la calle Rodolfo López entre Larrea y Urquiza, fue la cantante popular de toda esa generación que prevaleció en la actuación hasta avanzada edad.
Los recitales de tango y los bailables contaban, para el descanso de los músicos, con animadores o números vivos entre los más destacados estaban Héctor Wilde Bolazo, Carlos Yori “Virola”, el Negro Andragnez y por supuesto el dúo cómico Buono-Striano.
Julio César Sanders vivía en Bernal, pero era habitué del café Nacional donde se reunía con los tangueros más representativos de Quilmes. Quizá fue allí entre ginebra y café que compuso “Luna de arrabal”, “Adios muchachos” (1927) “Mi castigo”, “Yo tan sólo veinte años tenía” (1930) y con Cadícamo, “Gorrión de mi barrio" y… tantos otros.
Festejo en el Boxing Club (Vicente López y Córdoba, actual calle P. Perón) con bandoneonistas locales, en el centro de pelo cano el fundador y presidente de la institución don Carlos Valerga.
Las orquestas e intérpretes porteños tenían en los clubes quilmeño hitos imprescindible de convocatoria. El 10 de octubre de 1932 Carlos Gardel actúa en el teatro Regina de Bernal y el 9 de julio de 1933, en el teatro Cristoforo Colombo de la Sociedad Italiana. También llegaron a Quilmes por esos años a animar los bailes de la municipalidad, de los clubes y salas de espectáculos las orquestas típicas de: Francisco Canaro con sus vocalistas Ernesto Fama; Nicolás D´Alesandro, el “chanssonier” Abel San Martín y la cancionista Dorita Requena y sus veinte profesores; la típica Lucho y su vocalista Mario Torres; la cancionista Chola Luna; Oscar Alonso y sus conjuntos de guitarras; Los zorros grises; Los Rítmicos; la orquesta
de Feliciano Brunelli que tenía como vocalista a Valeta y Radamé; el conjunto Justo Pastor Trivelli; también el reconocido fotógrafo Carlos Scott fue en su juventud vocalista, acompañado en guitarra por los hermanos Calona.
Entre los años `78 y `90, en la casa de los Tiscornia-Yori Bazterrica en al calle Int. Oliveri, don Héctor y su mujer Haydee, recreaban aquellos años donde el tango era liturgia. De esa casa, una vez al mes, salían desde el domingo al mediodía hasta avanzada la medianoche, los sones del bandoneón de Francisquín, de Roberto Rumi, las guitarras de Rey, de los hermanos Calona, de Coco Barbieri y Pedro Storni, el violín de Walter Chaptmann; surgía el recitado de Arrestía, de Vicente Zoccolo, de Puciarelli y Colavita; la armónica de Enrique Bas Monet; por supuesto con la voz de Tiscornia, de Torrado, de doña Haydee; hasta Carlos Scott, a veces, dejaba la cámara de fotos y entonaba algunas estrofas; y no faltaban los pasos rasgados de Cristina Santobuono y su marido Jorge Polizzotto. Muchos de estos músicos formaron el conjunto Los Quilmes, integrado por antiguos músicos del grupo Francisquín; que fue la orquesta oficial del centro de jubilados “Algo por qué vivir”. Fue la última peña de tango y folklore - porque Tiscornia y su hijo Alberto eran tradicionalistas - que se escuchó en La Colonia.
Fueron numerosas la orquestas de jazz que acompañaron a las típicas: Sebastopol; Sans Souci, Williams jazz; American Jazz; Alabama Jazz, dirigida por Eddie Kay, la Félix Melody Jazz….
Juan Arrestía
“Yo soy quilmeño del treinta, / de cuando Pancho Gorrindo / se deschavó de lo lindo / en su tango ‘Las Cuarenta’. / Años floridos, polentas, / de la vieja serenata, / donde sus almas desatan / Sandalio y Teófilo Ibáñez / inspirados, no se extrañen, / vaya a saber en qué ñata.” [3]
por Chalo Agnelli
1992 - Abril, 2002
FUENTE
Agnelli, Chalo. “La Colonia de Valerga – Historia social del segudno barrio de Quilmes" / (1874 – 1974) Ed. Tiempo Sur. Quilmes 2012. Cap. 13 “Del Arcón de la Abuela”, Pp 254 a 255

Ver en EL QUILMERO del miércoles, 10 de agosto de 2011, HÉCTOR ALEJANDRO TISCORNIA (1920 - 2008) - BARRIO DE TANGO

Ver en EL QUILMERO del lunes, 25 de octubre de 2010, BARRIO DE TANGO

NOTAS

[1] Ver "Por aquí pasaron"
[2] Ver Bibl. Arrestía, J. pág. 79 
[3] Ibn ant.  pág. 12

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