domingo, 8 de febrero de 2015

CRONOLOGÍA - LA RIBERA DE QUILMES

por Chalo Agnelli

LA RIBERA EN LA PRIMERA FUNDACIÓN 
1536. Cuando Pedro de Mendoza funda por primera vez Buenos Aires fue hostigado por querandíes, pueblo nómade, que desplazaba a lo largo de la costa del Plata y en ambas márgenes de río Matanza-Riachuelo.
1580. Juan de Garay funda la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires. Próximo, el único grupo humano pre-existente es un asiento querandí bajo la jefatura del cacique Tubichaminí, cazadores, pescadores y recolectores nómades que se desplazaban desde el Riachuelo a Punta Indio.   
1666/7. Es muy probable que llegados que fueron quilmes y acalianos a estas costas de la provincia de Buenos Aires, arrancados violentamente de su geocultura, habrán encontrado en el Río de la Plata, en la ribera cercano a la loma donde los redujeron, en lo que hoy es el casco histórico de la ciudad, una fuente de vida que alivió su sed y su hambre. El río estaba cerca, a menor distancia que hoy hay desde la Av. Cervantes a la plaza San Martín. Ya hacia 1800 el río se había retirado dejando en el bañado que se amplio en su retroceso un canal, el arroyo del Medio, que dificultó el desembarco de las tropas inglesas en 1806. 
1756. Mapa, ejecutado por el ingeniero naval Bellin en el año 1756 y publicado por el sacerdote jesuita Chalevoix. Lleva la leyenda en francés: “Carte de la Riviere de la Plata dans l’ Amerique meridionale par Mr. Bellin Ingr. De la marine 1756”. En este antiguo documento se halla indicada con cuatro signos convencionales sobre la línea demarcatoria de la costa ribereña, la antigua reducción de la Santa Cruz de los Quilmes bajo la denominación de "Village de Quillme” 
1806. Es designado alcalde de hermandad Juan Rosa Llanos. "Quilmes es un curato con población de seis u ocho ran­chos, situados sobre la costa del río, al sur de la Capital, y a tres leguas de distancia. Su posición es un alto, plano y seguido, que domina a la Costa", Ma­riano Moreno, “Memoria sobre la Inva­sión de Buenos Aires” (Segunda mitad) 
Juan Bautista Azopardo, con su goleta "La mosca de Buenos Aires" armada en corso, combate contra cuatro navíos ingleses, entre ellos el bergantín "Protector" y vara frente a Quilmes, apresa a una de las embarcaciones enemigas, arma una batería en tierra y con la crecien­te logra regresar a salvo a Buenos Aires. 
24 de Junio. Por la tarde navega frente a Quilmes el bergantín "Encounter", de la escuadra del comodoro Popham. Al anochecer,
el sargento de las milicias de Quilmes Gerónimo To­bares, al frente de un piquete, con una pieza de artillería, patrulla por las barrancas. A las 10 de la noche llega a Quilmes Manuel Sánchez, con un pelotón de doce soldados, destinados a patrullar por el bañado. 
25 de Junio. Al amanecer fondean frente a Quilmes varios buques ingleses, que comienzan el desembarco de tropas, operación que termina por la tarde; los ingleses acampan entre los pajonales de la playa, en una zona comprendida entre el Club Náutico y el Arroyo Co­lorado. Comienzan a llegar tropas desde Buenos Aires, al mando del subinspector de milicias Arze. En la noche, una tro­pilla disparada desde las barrancas causa un desorden en la guardia avan­zada del campamento inglés, prontamente reparado por el teniente Landel. Por el antiguo Camino Real a la Ensenada continúan llegando tropas mal armadas.
 26 de Junio. Los ingleses divididos en dos columnas y una de reserva, cruzan el bañado inundado, en dirección a las barrancas; su marcha es entorpecida por el antiguo Arroyo del Medio total­mente desbordado; vadeado este, atacan la formación militar española situada en las alturas, entre las calles Nicolás Videla y el actual matadero; se produce un desorden en las filas españolas, aumentado por refuerzos mandados por el coronel Elía, que efectúa una manio­bra fuera de lugar. Varias descargas inglesas y un ataque a la bayoneta, efectuado por el regimiento 71º de escoceses, ponen en fuga a los españoles, que abandonan la posición y se retiran alrededor de una legua al Sud, en la loma detrás de la actual Cervecería; reorganizados allí, emprenden la reti­rada por el camino del bajo de Santo Domingo (actual calle Dardo Rocha); se detienen en la estanzuela de los Dominicos, frente a la capilla de Santo Domingo, en Wilde, en donde poco des­pués, son alcanzados por la vanguardia inglesa, en marcha hacia la capital. Los ingleses, luego del ataque a las barrancas, toman un descanso de dos horas en Quilmes y emprenden marcha hacia Buenos Aires. (Craviotto) 
SEGUNDA FUNDACIÓN
 1812 . Febrero 13.- Se inicia el expediente relativo a la extinción del antiguo esta­blecimiento indígena.
Agosto 14. La antigua "Reducción de la Santa Cruz" queda extinguida, origi­nándose en su lugar, el Pueblo de Quil­mes, cabeza del partido del mismo nombre. Quedan suprimidos los privile­gios que otorgaba a los indígenas el carácter de reducción, y se ordena el reparto de las tierras que la formaban.
El territorio del establecimiento antigua chacra de Quirós, abarcaba la actual planta urbana, desde las calles Ortiz de Ocampo a Saavedra, en un sentido y desde la barranca hasta el camino al Monte del Chingolo, hoy deslinde con el partido de Almirante Brown.
A la extensión indicada debe sumarse la jurisdicción de la parroquia, que pasó a ser territorio del nuevo partido: desde el Arroyo del Gato, en la Ensenada, hasta el Riachuelo, y desde la costa del Río de la Plata hasta una línea que, partiendo del Paso de Zamora, discurrie­se por el camino de cintura, para seguir, desde Llavallol hasta Empalme San Vicente y Coronel Brandsen; desde allí, el camino La Plata - Brandsen hasta el Arroyo del Gato. Formaban parte del último cabildo de naturales, el alcalde
Juan Martínez y el alguacil mayor Bernardo Velázquez. 
Setiembre 25. En La Gaceta Ministe­rial aparece publicado el decreto decla­rando a Quilmes "pueblo libre".(Craviotto) 
1818. En el mes de mayo se da cum­plimiento efectivo al decreto de 1812, sobre el reparto de las tierras que for­maron la reducción. El gobernador Oliden dispone se forme el plano del pueblo, para entregar tierras a los soli­citantes, solares, quintas y chacras. El plano, que corresponde al trazado ac­tual de la ciudad, fue levantado por el agrimensor Francisco Mesura. (Craviotto) 
1826. Entre el 29 y el 30 de julio, tiene lugar frente a las costas de Quilmes el combate naval más sangriento de la historia argentina, librado contra fuerzas brasileñas. El almirante Guillermo Brown enfrenta a la escuadra imperial del Brasil con su nave capitana, la fragata "Veinticinco de Mayo". Desde la costa
quilmeña observa la acción el joven viajero inglés J. A. B. Beaumont. (Craviotto) 
1827.  El 24 de febrero, frente a Quilmes, tiene lugar el combate entre las fuerzas navales argentinas, que vuelven vencedoras de les aguas del Juncal, y una fuerte división brasileña, a las órdenes del como­doro Pritz, que sufre una derrota. Es probable que los restos de un buque, existentes a unos 1500 metros de la costa, frente al Club Náutico, perte­nezcan a la goleta "Dous Dezembro", que se incendió y explotó en ese combate. 
El sabio y viajero francés Alcide D'Orbigny señala al pasar por Quilmes: "bonito villorrio... sobre un promontorio de escasa altura, que pro­tege sus casas de las frecuentes inunda­ciones a que están expuestas las tierras vecinas, presenta un alegre aspecto; se ve movimiento comercial, tiendas, mu­chas pulperías y muchos gauchos des­ocupados. . ." (Craviotto) 
1828. Febrero 17. La Cañonera Nº 11, al mando de Francisco Luciano Castelli combate contra naves brasileñas, enca­lla frente a Quilmes, debiendo abando­narla la tripulación. 
1847. Pasa por Quilmes el viajero inglés William Mac Cann, quien describe la po­blación en su libro “Dos mil millas a caballo por las provincias Argentinas”: Quilmes tiene "una iglesia construida de ladrillos y junto a ella un cemente­rio que en otro tiempo ha estado cerca­do por una pared, actualmente tan de­rruida que las vacas entran a pacer li­bremente y destruyen las tumbas. La villa se compone de una casa muy bo­nita y otras doce de aspecto común. En los alrededores y en pequeñas parcelas de terreno separadas unas de otras se levantan los consabidos ranchos de ca­ñas y barro". 
TERCERA FUNDACIÓN 
1852. Hasta el 8 de febrero continúa López al frente del juzgado; es destituido con motivo de la derrota del bigadier don Juan Manuel de Rosas en Ca­seros; lo remplaza Martín J. de la Serna.
El 19 de marzo, de la Serna propone la creación de un nuevo par­tido con parte de las tierras de Quil­mes; el 7 de abril se decreta la crea­ción del partido de "Barracas al Sud” (Avellaneda); de la Serna ocupa su juz­gado y en Quilmes lo reemplaza An­drés Baranda (Craviotto) que se lanza en una gesta de progreso que será el definitivo establecimiento del partido de Quilmes como el
Tomás Flores
primero en la región al sur de la ciudad de Buenos Aires. 

1855. Juez de paz Tomás Flores. En febrero se inaugura el nuevo cementerio en la calle de la Concordia (hoy Hos­pital); queda clausurado el antiguo. El maestro Robustiano Pérez sucede a don Félix Meals al frente de la escuela quilmeña.
Marzo. Se realiza la primera elec­ción municipal de acuerdo a la ley del 15 de octubre de 1854 y del decreto del 9 de febrero de
1855. Presidió la elección el juez de paz y fueron escru­tadores Mariano Sella, Juan López, Robustiano Pérez y Tomás Sánchez. Votaron 102 ciudadanos y la elección se aprobó por decreto del 11 de abril. 
1856. Por la ley que determina la creación de las municipalidades, los designados para ello en las elecciones del 11 de marzo de 1855, se reúnen el domingo 27 de enero a las 11 de la mañana, en el antiguo local del juzgado de paz (parte del viejo edificio de la munici­palidad) Tomás Flores ocupa el cargo de juez de paz y presidente de la Municipalidad; Rufino Fornaguera, Dr. José A. Wilde, Juan López, Patricio Vázquez y Juan Clark, son designados
"municipales" (hoy conce­jales); la secretaría la ocupa Robustiano Pérez, preceptor de la escue­la. Desde octubre se halla al frente de la parroquia el Pbro. Carlos Vadoni, quien tendrá frecuentes entredichos con la municipalidad, debido al nuevo estado de cosas determinado por la re­glamentación entre los gobiernos mu­nicipales y los curas de campaña que modifica completamente el antiguo de­sempeño de los párrocos. Comienza la quita de prebendas de que gozaba la iglesia católica, sustracción que luego se incrementará con la ley de educación común 1420 y la ley del matrimonio civil
1866. Para llegar a él había sólo sendas de herradura, practicables durante el verano e inaccesibles el resto del año; era menester acercarlo, ponerlo en contacto con el pueblo por medio de un buen camino de acceso. 
El juez de paz Augusto Otamendi manda a construir el camino a la Ribera. Avenida que hoy lleva su nombre. 
"La costa era agreste, inculta, sin otra vegetación que la enmarañada y selvática de los matorrales, ni más árbol que el ceibo, cuyas semillas arrastraran las corrientes del delta. Era menester abatir el
malezal y en su sitio plantar árboles que crecerían lozanos en aquella tierra de aluvión, formada con los detritus que las aguas habían estratificado durante largos años, ayudando así a la naturaleza. Y para ayudarla, el hombre hizo lo menos que podía hacer y en la forma más primitiva y antiestética, plantó estacas de sauces, no con ánimo de hacer un parque, ni un bosque, sino al acaso, a lo que saliera."
1871. La Municipalidad otorga a la sociedad formada por George Battle, Melville S. Bagley (el de la Hesperidina), Frank Livingstone y Francisco Younger la concesión para instalar un tranvía tirado por caballos que iría desde la futura estación – el
ferrocarril llegó el 18 de abril de 1872 – hasta la Ribera. Las vías se colocaron en la calle Rivadavia hasta Ceballos donde estaba la terminal y desde Ceballos vereda norte de la avenida Otamendi hasta el actual bulevar Cervantes. Tuvieron que construir un puente pequeño en el Arroyo del Medio, que cortaba Otamendi a la altura de la actual calle Doroteo Yoldi. Pero vino el año 1872; con él también el ferrocarril y con este una racha de vida llena de ansias no sentidas y refinamientos no sospechados que barrió la vieja reducción y saturó el ambiente con el oxígeno social que traía de los centros de su procedencia. La ribera fue puesta de moda por los que llegaban, que no sabían pasarse sin ella, ni creían fuera posible, y lo de casa encontraron que era de buen tono imitar a los de afuera.
Con el ferrocarril vino también el tranvía a la ribera y allí hubo de trasladarse la acción edilicia del gobierno municipal, que si tuvo poco de variada, original y novedosa, tuvo mucho de constante. 
1873. El primer tranvía a caballo sale de la estación rumbo a la Ribera el 1º de enero, “La posibilidad de contar con un medio de transporte más veloz y económico produjo el arribo masiva de visitantes de la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores." [1]
 1879. El Juez de Paz don Manuel Amoroso, encomendó al boticario don José A. Matienzo la plantación de un nuevo bosque en el costado SE del camino, obra que no pudo encomendarse a mejor ejecutor. El señor Matienzo dirigió el arbolado de mil metros de frente por cien o más de fondo, del que aún hoy quedan vestigios. 
1876. El juez de Paz y presidente de la municipalidad don Felipe Amoedo hace plantar nuevos sauces en la Ribera.
1878. El periódico “El Quilmero” destaca la notable cantidad de público visitante que concurría los fines de semana y resaltaba la importancia del río en nuestra Ribera como factor de progreso para Quilmes. 
1880. Se instala el Tiro Federal de Quilmes, fue la primera institución deportiva en la Ribera. En 1914 se solicitó al HCD el concurso de la Municipalidad la fundación del establecimiento. 
1885. la Ribera se había convertido en el paseo de moda de numerosas familias de distinta extracción social de Quilmes y provenientes de la Capital Federal y alrededores. 
1888. El Sr. Parry que había comprado terrenos en la zona realiza mejoras como el canalizados del bañado, la limpieza de juncales y
pajonales Existen en la zona 800.000 plantas de mimbre, sauces y álamos carolina, 200.000 casuarinas, 76.000 en macetas y 300.000 plantas de frutas. El bañado proporciona paja y madera y su suelo de tierra blanca era útil para la alfarería. Construye una casona importante que se denomina el “Chateau Parry”. 
1889, julio 26. Se otorga una nueva concesión de tranvías a Roberto Bradley y Carlos Pizarro Lastra, quienes luego lo transfieren a Martínez de Hoz y M. Gutiérrez. Estos a su vez, hicieron lo mismo a favor de la firma Fiorito Hnos. quienes le dieron un gran impulso mediante el reemplazo de la tracción a sangre por la eléctrica y la construcción de nuevos ramales por la avenida Brandsen y el balneario hasta los muelles donde funcionó la draga de arena.
1905, enero 22. El tranvía inició su recorrido. 
1907.- La firma Fiorito Hnos. se instala en Quilmes como empresa inmobiliaria. 
1909, febrero 8.- Fiorito Hnos. adquiere la Cía de Tranvía de tracción a sangre denominada “River Plate”. 
1910, julio 27. Otorga la concesión del tranvía a la empresa de los Fiorito por el término de 20 años. La Sociedad Rural adquiere la totalidad de los edificios e instalaciones del “stand” perteneciente al Reino de Italia, utilizado en la Exposición de la Feria del Centenario de la República Argentina para instalar esos edificios en la Rambla. 
1911.- Antonio y Pedo Fiorito comienzan a concretar el proyecto del balneario y la rambla de Quilmes según el expediente municipal Nº 10.188. 
1914, noviembre 1. La Cía Anglo-Argentina Ltda inició el servicio de pasajeros entre Plaza de Mayo y Quilmes con la línea Nº 22. 
1914.- Se inician las obras, el edificio se levantó totalmente sobre el lecho del río y se conviertó en el primero y el más importante ejemplo de arquitectura lacustre del país. En noviembre los Fiorito piden autorización para construir una pileta de natación.
- 1915 - 
Se inaugura parcialmente la obra habilitándose una amplia pileta de natación única en el país dado que solo existía la famosa pileta “Balcarce" en la ciudad de Buenos Aires. La pileta permite una intensa vida deportiva desconocida en la zona/ Torneos de natación atraen a público de Ouilmes, sus alrededores y de la Capital Federal; ello permite dar un enfoque diferente a la vida veraniega. (Bollo Cabrios/Levoratti)
Febrero 3. La Municipalidad envía un proyecto para la construcción de una explanada en el paseo de la Ribera.
Noviembre 15. Se inauguran los servicios de tranvía eléctrico a la Ribera, cuyo recorrido se iniciaba en al estación del ferrocarril por la calle Alem. 
1916. Se extiende el espigón de la rambla en más de 300 metros. Con la intención de llegar al pequeño canal para establecer un servicio de vapores entre Buenos Aires y la Ribera.
Su característica construcción, el terreno que se ganó al río, la utilización del hormigón y la instalación de bombas para extracción de agua constituyeron el signo evidente del Quilmes moderno donde una avanzada y moderna tecno­logía puso fin al Quilmes de antaño. Su importancia debe apreciarse como pieza significativa de la nueva condición administrativa que Quilmes adquiere al ser declarada Ciudad en el año 1916, en que se reconoce su cambio cualitativo. En él la Rambla cumple prioritario papel conocido por el diario La Prensa que la compara  con la Rambla Bristol de Inglaterra
1918. se inaugura cine al aire libre con pantalla asentada en la playa hecho único en zonas fluviales. El espectáculo es frecuentado por una población ávida de  entretenimiento.
La instalación de cuatro confiterías: “La Perla”, “Miramar”, “Teatro Café” y “Munich” permiten que el eje de la vida social quilmeña gire desde la segunda década del siglo en torno a la avanza de construcción ribereña. Una glorieta de madera de depurado es­tila permitió que se realizaran durante años conciertos de bandas (anteriormente realizados en la actual plaza San Martín), orquestas típicas y de jazz, con músicos de la zona y partidos vecinos. Los fuegos de artificio, los bailes de disfraz, las soirée de primavera y de verano, las expresiones de danzas folklóricas, incentivaron la vida socio-cultural de la época. La presencia de los quilmeños de varias generaciones convirtió a la rambla en el lugar obligado del tejido social. Una “Broadcasting” completó el panorama. (Bollo Cabrios/Levoratti)

Foto Moyano. Colección Fernando San Martín
1926. El ministerio de Obras Públicas de la Nación, la Comisión Pro. Balneario y Defensa de la Ribera, y autoridades municipales visitan las obras de defensa de la Ribera, que constaban en un espigón de cemento armado de 300.000 m. con 6 gradas. A lo largo de la defensa se fijaron columnas de cemento para focos de iluminación. Se construyó una rotonda sobre la Av. Otamendi de
176 m de diámetro y sobre esta se dispuso una pérgola de 70 m. de largo que contó con 86 columnas de cemento armando, entrelazadas por vigas de cemento y cubiertas de enredaderas. En la parte central de la pérgola se fijaron guías para la luz eléctrica. Las obras culminaron en 1929.
 1927. Se inaugura oficialmente la construcción de cemento, sobre el Río de la Plata, de las piletas con agua salada con más de cuatrocientos (400) vestuarios individuales, sector damas y sector caballeros. El constructor fue el Ing. Otto Gottschalk. (Ver detalles en este Blog EL QUILMERO del jueves, 3 de marzo de 2016. “Ingeniero Otto Gottschalk y las piletas del Pejerrey”)  
 
1938. Se funda el Pejerrey Club de Quilmes, alquilando un sector de la Rambla.

1942. El 21, por los decretos N° 120411 y 120412 a pedido de la Comisión Nacional de Monumentos y lugares históricos de la provincia de Buenos Aires se designa “Lugar Histórico” el espacio de la Ribera de Quilmes, desde el Club Náutico hasta el arroyo Colorado, donde desembarcaron las tropas inglesas que después fueron derrotadas en Buenos Aires el 25 de junio de 1806. En el río y frente a ese mismo lugar se libró el combate naval en que la escuadra argentina al mando del Almirante Guillermo Brown venció a la escuadra brasileña el 24 de febrero de 1827

1957. Se inaugura el primer tramo de ciento cinco (105) metros del muelle de pesca. 

1961. Se crea la Junta Popular Pro Puente Quilmes Colonia cuyo presidente fue Segundo Otero. La Junta contó con el apoyo de numerosas instituciones quilmeñas.  (Ver Salustio, Pp. 155/156) 

1967. Se amplía el muelle de pesca con otro tramo de ciento cinco (105) metros.

2014. Por el Expediente Nº 12.175/12 de la entonces Secretaria de Cultura de la Presidencia de la Nación luego, Ministerio de Cultura, el 22 de julio es declarado Monumento Histórico Nacional y Bien de Interés Histórico-Artístico por el Decreto Nacional N°1163. En su artículo 2° decreta: "Declárase bien de interés histórico artístico al edificio del Club Pejerrey, ubicado en la avenida Cervantes y Avenida Isidoro G. Iriarte, sobre las playas de Quilmes, de la ciudad de Quilmes…"

Además de constituir el sello de una época, que abarcó a varias generaciones de quilmeños, la Ribera es parte indiscutible de nuestra identidad.

 
Compilación Prof. Chalo Agnelli / 2015
Fotos Colecciones Alcibíades Rodríguez,
Fernando San Martín y
Rodolfo Malaver. 

BIBLIOGRAFÍA
Bollo Cabrios, Palmira - Levoratti, Jorge "La Rambla, reserva histórica y cultural de Quilmes - Su valor y su historia" Junta de Estudios Históricos de Quilmes. (Nota dirigida al Intendente Municipal de Quilmes)
Salustio, Matilde, “El tiempo libre en la Argentina – El Balneario de Quilmes – Primer balneario popular del río, 1915 – 1960”. Ed. Piro. Marzo, 2009
https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/decreto-1163-2014-232823/texto
 Ver en EL QUILMERO del jueves, 3 de marzo de 2016, Ingeniero Otto Gottschalk y las piletas del Pejerrey
 REFERENCIAS

[1] “El Balneario de Quilmes” Pag. 59

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