jueves, 28 de enero de 2010

QUILMES EN UN MAPA DEL AÑO 1756 - JUAN CARLOS BUCETA BASIGALUP

COMPILACIÓN.
Recuperar para la historia local algunas notas de algunos de nuestros más notables periodistas e investigadores es un tributo y reconocimiento a su tarea. Vale señalar para el lector desprevenido, que después de esta nota, mucha fue la bibliografía historiográfica que aportó nuevos aspectos y concepciones sobre el pueblo quilme, su situación y exterminio.
QUILMES EN UN MAPA DEL AÑO 1756
Por Juan Carlos Buceta Basigalup *

NÚMERO ESPECIAL DEL DIARIO EL SOL
Quilmes, noviembre 3 de 1945
compilación y diagramación de Chalo Agnelli

No hay nada más grato para el sentimiento del hombre encariñado con el lugar donde han nacido sus mayores y donde se cumplen las aspiraciones de toda su vida, que el encontrar inespe­radamente algún objeto o referencia ignorada que hable a su espí­ritu con la fuerza hondamente evocativa de los hechos históricos a los que ese mismo pueblo se halla tradicionalmente vinculado a través de los años de su existencia.
Tiempo atrás, cuando reunía, con el entusiasmo que siempre he sentido y siento por estas cosas del pasado, los antecedentes necesarios para hilvanar los capítulos de mi libro “Apuntes para la historia del periodismo argenti­no", tuve la fortuna de tropezar con no pocos elementos de estudio que, si bien no me eran útiles en el momento, dadas las características del trabajo a que estaba dedicado, no dejaron por eso de parecerme menos valiosos, y. dignos de ser con­siderados debidamente en más propicia oportuni­dad. Entre esos antecedentes, uno de cuantos más llamaron mi atención fue un mapa antiguo per­teneciente a la colección "Cartografía jesuítica del Río de la Plata", de Furlong, que mereció diez años atrás —si no recuerdo mal— los honores de la publicación oficial bajo los auspicios del Insti­tuto dé Investigaciones Históricas dé la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires.
Este, mapa, sumamente interesante para el investigador, fue ejecutado por el ingeniero naval Bellin en el año 1756 y publicado por el sacerdote jesuita Chalevoix. Lleva la leyenda en francés: “Carte de la Riviere de la Plata dans l’ Amerique meridionale par Mr. Bellin Ingr. De la marine 1756”
Es, precisamente, en este antiguo documento, donde nos ha sorprendido gratamente la circunstancia de hallar indicada con cuatro
signos convencionales sobre la línea demarcatoria de la costa ribereña, la antigua reducción de la Santa Cruz de los Quilmes bajo la denominación de "Village de Quillme”
El punto marcado e informado así, se halla a continuación de Buenos Aires y  del Riachuelo y precediendo a la Ensenada de Barragán. Cabe señalar, como una curiosidad, la ausencia del nom­bre del Riachuelo en el mapa a que nos referimos, no obstante estar marcado debidamente su curso; curiosidad que - careciendo de mayor importancia en su aspecto intrínseco - no deja de lla­mar la atención en un trabajo cartográfico cuya prolijidad se aprecia; dejando a un lado errores propios de la época en detalles de menor importancia.
La inclusión de Quilmes en el mapa del Ingeniero Bellin, bastaría para reafirmar - si no fueran suficientes los antecedentes históricos y tradicionales del pueblo, harto probados en múltiples formas - la antigüedad de nuestra vieja ciudad. Mas, si en dicho caso, todas las probanzas que se presenten sólo tienen un carácter confirmativo, en otro aspecto de la existencia de Quilmes, posee, el documento que motiva estas líneas, el carácter de un certificado fehaciente pues viene  a demostrar de manera indubitable que la reducción —fundada en 1666 — podía ser tomada en cuenta como lugar habitado 90 años después de ese acontecimiento.
Bien es sabido, repitámoslo para aclarar lo expuesto precedente, que el pueblo indígena formado con los vencidos por Mercado y Villacorta a raíz de la sublevación provocada por las andanzas del aventurero Bohorques, viose amenazado en la primera mitad del siglo XVIII por una despoblación que tenía miras de convertirse en total.
En sus principios, el núcleo humano que dio origen a la población estaba integrado por unas doscientas familias que constituyeron una enco­mienda real y la reducción llamada "de la Santa Cruz" y por extensión, atendiendo a los individuos nativos que la formaban, "de los quilmes". A dichas familias se unieron más tarde otros indígenas, sometidos, como los anteriores, a raíz de los des­graciados sucesos que ensangrentaron el valle Calchaquí.
Fue esta fundación la 29a; de las realizadas en el siglo XVII en lo que es hoy el territorio ar­gentino, de acuerdo al orden cronológico de las efectuadas durante la época colonial y señaladas en el mapa histórico trazado e informado por el prestigioso historiador don José Torre Revello.
¿Qué eran las reducciones? En el estudio del régimen legal y económico a que fueron sometidos los indios, expresa el historiador Ricardo Levene se impone distinguir las siguientes orga­nizaciones adoptadas: las reducciones, el servicio personal, las encomiendas y las misiones. Las reducciones eran poblaciones que si se componían de un conjunto de ochenta casas, tenían, derecho a la designación de dos alcaldes y regidores a cuyo  cargo estaba el gobierno del lugar. Los alcaldes indios estaban habilitados, inclusive, para aplicar castigos como prisión o azotes a quienes se embriagaban, faltaban a los oficios sagrados, etc. Los fondos de la contribución se destinaban a beneficio de la comunidad, pagando los indios un impuesto o tributo desde la edad de 18 años hasta los 50, consistiendo aquél en determinadas cantidades de trigo, maíz, aves, pescados,.etc. A este tipo de población perteneció, pues, nuestro Quilmes en sus orígenes.
Iniciada, como hemos dicho, con unas 200 familias que totalizaban alrededor de 2.000 individuos, el núcleo humano primitivo fue decreciendo paulatinamente en forma que hubiera sido alarmante en cualquier otro lugar que no fuera la colonia del Plata, de la. desidia y la pobreza más absoluta, en casi todos los aspectos de la vida administrativa eran cosa más que proverbial.
En realidad, fuera en razón de que la nostalgia tuviera resultados funestos sobre el ánimo de los desventurados indígenas, o los malos tratos, las epidemias o el cambio de clima los afectara radicalmente  en su físico, lo positivo es que, ateniéndonos a las estadísticas conocidas, el vecindario fue decreciendo en forma tan notable, que en 1730 sólo existían algo más de un centenar de personas.
Esta involución apenas acusa un leve mejoramiento en sen­tido progresivo unos años después. En 1745, según datos del sacer­dote Lozano, el poblado daba albergue a unas doscientas personas entre las cuales debían contarse ya algunos españoles y mestizos fugitivos de la justicia colonial o contrabandistas que, en la impu­nidad, contrariaban así los preceptos legales que prohibían la con­vivencia de los blancos con los indios de las reducciones.
Con tales antecedentes, puede calcularse, pues, que no sería mucho más importante el estado de la "Village de Quilme" una década más tarde cuando, el ingeniero Bellin la incluye en su carta de la ribera del Plata, considerándola, posiblemente, más que como lugar habitado o habitable como punto de referencia para sus tra­bajos de relevamiento.
¡1756! Si pensamos por un momento en lo que era por enton­ces la misma ciudad de Buenos Aires, no es difícil imaginar lo que sería nuestra gran ciudad de hoy, casi doscientos años atrás. Todo el poblado era paupérrimo, con sus ranchos, más que humil­des, miserables, ocupando una parte de la suerte de estancia — me­dia legua de frente y legua y media de fondo — entregada por el alcalde mayor don Juan del Pozo y Silva en cesión formal al rey para que se llenase la finalidad de albergar a los "reducidos".
Si ese era el aspecto del caserío en 1756, no era menos lamen­table el del edificio que en teoría, era el centro de las actividades religiosas. La parroquia, en efecto, tenía su asiento en una capilla, edificada en 1730 que de tal tenía más el nombre que el aspecto, pues se trataba de un rancho sin mayores pretensiones cuyo sos­tenimiento material sólo podía deberse a los esfuerzos — si es que realizaron alguno — de los mismos indios. Estos, por otra parte, no contaron al efecto con contribución económica alguna proveniente de los españoles afincados en el pago de la Magdalena, ajenos, por lo demás, en razón de la distancia, a las inquietudes espirituales que pudieran tener sus lejanos vecinos de la reducción.
Este estado de cosas, en cuanto al aspecto del pueblo y al número de sus habitantes, se mantuvo hasta comienzos del siglo XIX. Principio efectivo de la evolución lenta pero ininterrumpida de lo que podemos considerar como la segunda y definitiva etapa de la vida de la ciudad actual, debe considerarse el decreto dictado el 14 de agosto de 1812 por el cual declarose extinguida la reduc­ción y se libró a toda clase de personas el acceso y permanencia en el poblado, cuyas tierras, declaradas de propiedad estatal, fueron poco tiempo después distribuidas entre los nuevos vecinos.
Deli­neose así el pueblo del futuro que comenzó, bajo el sol de la liber­tad, una nueva era, con su firme evolución hacia un futuro que se ha cumplido sobradamente como lo señala esta moderna ciudad de que tan orgullosos nos sentimos los quilmeños.
El mapa del ingeniero Bellin, trazado en 1756, ha traído a nuestra mente estos y muchos otros episodios de nuestro pasado, de ese pasado al que todos deberíamos recordar constantemente, con afecto de hijos, como lo somos, de una Nación que guarda en cada rincón de su suelo una reliquia venerable, o evoca una tra­dición romántica o un episodio heroico. Son todos ellos jalones inamovibles colocados a lo largo de la senda que representa el engrandecimiento espiritual, social y material que todos los argentinos transitamos con una fe inmensa en el brillante devenir de un país libre, democrático y unido en la fe de sus destinos.
Pequeños episodios engrandecidos a la distancia por el tiempo que transcurre inexorablemente, pequeños, episodios como éste de aparente intrascendencia evocado en la nota periodística, integran también la historia de los pueblos. Permítame el lector la satisfacción, de haber recordado uno de ellos en estos párrafos dedicados a "EL SOL” el primer diario quilmeño, en su número especial, correspondiendo así a una amable sugerencia de su dinámico director Don José Antonio Blanco, a la cual he accedido, como no podía ser menos, con íntima satisfacción y especial aprecio hacia el distinguido colega.

Juan Carlos Buceta Basigalup.- Quilmes, Noviembre 3 de 1945
1987 - 2010, Chalo Agnelli.
                                                                   
*La trayectoria de este periodista quilmeño se halla en el libro “Cuaderno de Identidad Nº 1” de Chalo Agnelli. 
Y en este blog: http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/05/semana-del-periodista-juan-carlos.html

lunes, 25 de enero de 2010

LA COMUNIDAD INDIA QUILMES Y EL PACTO DE HERMANDAD POR DARDO ABBATTISTA

Este blog que trabaja para recuperar nuestra historia local no puede dejar de incluir este texto donde se mencionan personas, personajes y personalidades que hacen la historia actual de Quilmes que mañana serán los protagonistas de una historia pasada.
                                        

LA UNIÓN DE LOS QUILMES

Los dos se llaman Francisco, los dos tienen la misma edad, los dos tienen una historia y un nombre en común: Quilmes. Pero no sólo cuentan con 58 años; Chaile, el cacique de la COMUNIDAD INDIA QUILMES de Tucumán, y Gutiérrez, el Intendente de Quilmes, sino que Simón, el hijo más pequeño del jefe comunal, acaba de nacer el mismo día que Chaile vino al mundo: un 24 de julio. A mi entender esta coincidencia histórica; sencilla, bien nuestra, bien de América, bien de Quilmes, cuenta, resume e ilustra en uno de sus picos más altos (un intendente y un cacique) lo que estamos vivenciando desde hace dieciséis años, quilmeños y quilmes; un poco lo que dice el título y otro poco lo que vamos a contar:

1993 – Quilmes – Tucumán. Se encuentran en el Valle, el artesano y el pintor. Diego Miño, el pintor, golpea la puerta, ella se abre y don Jesús Costilla, el artesano, escucha: Buenas, soy de Quilmes, Buenos Aires, vine en busca de los quilmes, me dijeron que viven aquí. ¿De dónde es usted, de Quilmes?, ¿Yo soy de Quilmes, yo soy Quilmes? Y agrega: Pero si usted dice que es de Quilmes, pase, debe ser pariente. Y el pariente pasó y juntos, don Jesús Costilla y Diego Miño son los señalados de abrir la puerta de esta historia. Al rato nomás cayeron más y más miembros de la Comunidad para conocer al pariente, y le hicieron una ronda, dieron unas vueltas a su alrededor, observándolo. Algo muy grande estaba sucediendo. Y el pariente al cabo de un rato y de algunas pinturas que realizó, les propuso: ¿No quieren venir a Quilmes de Buenos Aires, así cuentan sus vivencias? Sí, dijeron, pero agregaron, nosotros no contamos con fondos para poder viajar.

 1993 - Quilmes – Buenos Aires... Financiados por el flaco bolsillo del pintor, corazón grande, llegan por vez primera para el 14 de agosto, Teresa Chaile, don Jesús Costilla y Teófilo Yapura. Por su cuenta y dentro del mismo contingente de los primeros quilmes, también arriban Delfín Gerónimo y Santiago Santos. Se alojan en el Hotel Astrid de Quilmes, hoy Poland. Recuerdo aquel momento. No bien me enteré les acerqué el primer número de mi revista que acababa de salir, el 10 de junio. No sé que pensarán les dije, que alguien que vive en el asfalto les ponga el nombre de su pueblo a una revista. En ese momento como casi todo Quilmes ni enterado estaba de que ellos vivían. Se las dejé y pasé urgente al otro día para saber qué les había parecido: muy linda la revista, pero nosotros existimos, me largó Delfín. Y ahí nomás junto con Víctor Gabriel Gullotta les realizamos un reportaje que después publicamos, en el número dos de septiembre de aquel año. Lo titulamos: la historia sin fin. En algunos, la noticia, generó estupor porque tenían que barajar y dar de vuelta; en otros, mayoría, alegría por enterarse de que los quilmes estaban vivos. Y, aquella primera vez, también recuerdo, los quilmes exponen sus artesanías en el colegio Mancedo ubicado en el centro de la ciudad. Hasta allí se dirigen el Intendente de Quilmes, Aníbal Fernández, del brazo de su señora esposa, y el Secretario de Cultura, Ariel Bucich, quien mantiene el siguiente diálogo con Teófilo Yapura:  
- Dígame le dice el funcionario, uno de los mejores secretarios de cultura, sino el mejor hasta el momento,¿cómo sé yo que ustedes son quilmes? (en aquel entonces se dudaba de que fueran tales, porque la historia oficial los había pretendido sepultar)  
- Porque nosotros no mentimos señor, somos quilmes, le contestó Teo; o Grillo, para los amigos.
1995 – Quilmes - Buenos Aires. Entre Lucrecia Lombán, integrante de la Asociación Permanente por los Derechos Humanos de Quilmes, la arquitecta María Elena de Villaflor y quien escribe, organizamos la segunda venida de los quilmes financiada con nuestros magros bolsillos. Y el 24 de agosto la biblioteca Mariano Moreno que nos brindó todo el apoyo para aquella charla que dieron los propios quilmes, al igual que nuestros amigos y familiares, vio colmada sus instalaciones con alrededor de 500 personas. Más que una biblioteca, parecía una fiel tribuna de cualquier estadio de fútbol. Nunca la ví así, se sorprendió el profesor de arte, Pedro Costa, quien trabajaba en el lugar. Estuvieron presentes, Teresa Chaile, Teófilo Yapura, don Jesús Costilla, Delfín Gerónimo y Santiago Santos. También estuvo en la Moreno el profesor Quiroga de Catamarca junto con el mapuche, Marcelo Pintihueque. Ahí tuve el gusto de conectar al PAQ (Proyecto Arqueológico Quilmes) una feliz iniciativa que se plasmó, bajo el gobierno de Aníbal Fernández con los quilmes. Delfín, ese día, le largó a Mónica Cereda, integrante del Proyecto, junto con Zunilda Quatrín y Carolina Camporotondo, no queremos ser objeto de estudio de nadie. La frase venía a cuento porque las investigadoras se habían lanzado a excavar la Plaza San Martín, y manos indígenas habían pintado: no a la profanación de nuestro cementerio
El PAQ se propuso, y lo logró en gran parte, bucear en las raíces de Quilmes y, principalmente, en la de los quilmes.  Delfín intervine escuchalas son muy buenas. Él estaba un tanto cansado de que los investigadores, los arqueológos, los antropólogos, los sociólogos, los ólogos, como les dice Gerónimo, tratasen a los indígenas como objetos de estudio y no como protagonistas de la Historia. A partir de este encuentro, y antes de terminar su mandato, Aníbal Fernández, es decir, el Municipio de Quilmes ahora sí, envía al Proyecto Arqueológico Quilmes hacia el Valle para que se interioricen mejor de la situación. Quinientas personas fueron un número y ayudaron para que la Municipalidad se despabilara, tomara cartas en el asunto y, por fin, creyera en lo que le estábamos diciendo. 
 Y así, entre los quilmes, Costilla, Yapura, Gerónimo, Chaile, Santos (1993)... y los quilmeños Miño, Giallombardo y el diario El Sol (1993), Gullotta, quien escribe y la revista Los Indios Kilmes (1993), Fernández, Bucich y el Municipio de Quilmes (1993), Cereda, Quatrín, Camporotondo, Frankovic y el Proyecto Arqueológico Quilmes (1995) dimos los primeros pasos en dirección a la unión, entre los dos Quilmes, el de Tucumán y el de Buenos Aires. Nos tocó ser de los primeros oídos no los únicos, en escuchar el llamado de los quilmes, de los primeros brazos en compartir mates, asados e historias, de los primeros cuerpos no los únicos, en cultivar la amistad actual entre de los dos Quilmes, el de Tucumán y el de Buenos Aires. Entonces, mientras resta tanto por hacer, como dicen, veamos un poco el aporte en la amistad del Municipio de Quilmes, de la COMUNIDAD INDIA QUILMES de Tucumán junto con otros quilmeños, en dos palabras.
Aníbal Fernández (1991-1995). Bajo su mandato se crea el Proyecto Arqueológico Quilmes y lo envía a Tucumán para tomar contacto con la situación del Valle. En sus pasos como político no deja de estar atento sobre lo que acontece a los quilmes. Y, cuando llegan a él, trata de brindarles soluciones, dentro de su alcance. Una vez fue en un intento de desalojo, y otra vez fue dialogar con el Banco Mundial a través del Gobierno Nacional. Es solidario y positivo, lo describe el cacique.
Federico Scarabino (1995-1999) Fue el primer intendente en invitar a los quilmes de manera oficial para lo que se conoce como el día de Quilmes o la semana de Quilmes, en los 14 de agosto.
EL PACTO DE HERMANDAD
Fernando Geronés (1999-2003) junto con Chaile firman el Pacto de Hermandad, entre el Municipio y la Comunidad India Quilmes, por el cual la Comuna se compromete a brindarle ayuda económica y permanente a los quilmes (y mucho más). En el año 2000, Gerónes, estuvo junto con su familia en la casa de don Jesús Costilla, según le confió a su amigo, Enrique Alberti. Por tanto, su visita, lo convierte en el primer intendente de Quilmes en conocer el Valle y en recorrer la Ciudad Sagrada. 
Sergio Villordo (2003-2007) Refrenda el Pacto y jamás dudó en apoyarlos. Se hizo presente en la inauguración de la Quilmes Huasi, la casa de los quilmes, en Tucumán, dejando un aporte al finalizar su gestión de más de 12 mil pesos para la Comunidad. El apersonarse en el Valle como intendente siguiendo los pasos de su par radical—, causó buena impresión. Algunos hasta lo llamaban Sergio. Es lo que le gusta a los quilmes, que los quilmeños vayan al Valle y que compartan con ellos.
Francisco Gutiérrez (2007-2011) Crea la Dirección de Pueblos Originarios y en lo que va de su mandato le ha brindado treinta mil pesos a la Comunidad India Quilmes a través de su cacique. Lo que se dice, un fenómeno. El aporte realizado por el gobierno de Gutiérrez, en apenas dos años de trabajo, abre una esperanza para fijar políticas comunes, entre ambos Quilmes. 
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Mónica Cereda. Ex integrante del Proyecto Arqueológico Quilmes y trabajadora municipal, especializada en antropología. Fue el nexo entre los quilmes y el Municipio, durante una parte del gobierno de Scarabino y casi toda la gestión de Geronés y de Villordo. Se destacó junto con María Elisa Ezquerra — funcionaria de Geronés  y miembros de la COMUNIDAD INDIA QUILMES, en la creación del Pacto de Hermandad.
Pedro Navarro periodista y miembro de TRIBU ARGENTINA, una Asociación Civil que extiende su mano amiga hacia las escuelitas del Valle, llevándoles, entre otros muchos efectos  material didáctico e indumentarias. Tribu Argentina nació en el año 2001 y es la agrupación no gubernamental en el distrito, más antigua de colaboración permanente a los quilmes.
Ruben Pierri, símbolo de la amistad, siempre con un chiste a mano, siempre colaborando con los quilmes y haciéndose querer, falleció el 9 de noviembre del año 2007, a los 56 años, víctima de un injusto paro cardíaco mientras dormía. Junto con Ángel Costilla y tantos miembros más del Rotary Club de Bernal Oeste, colaboró para la fabricación de dulces artesanales y operaciones de labios leporinos de habitantes del Valle.
El H. Concejo Deliberante de Quilmes, mantuvo una buena actitud con la Comunidad India Quilmes, profundizada a partir del Pacto de Hermandad. "Es un respaldo", afirma Chaile, quien siempre mantuvo un trato sociable con los ediles de las distintas administraciones.
El periodismo quilmeño, después de mucho batallar, acompaña hoy las noticias sobre la Comunidad, a flor de piel. Norberto Giallombardo, por ejemplo, realizó un suplemento especial para el diario "El Sol" en agosto de 1993, dando la buena nueva de la existencia de los quilmes. Pedro Navarro desde "Nuevo Horizonte", Radio Quilmes y "Quilmesadiario" es quien mantiene la información latente junto con el aporte de la revista Los Indios Kilmes (y El Suri) y kilmesblog.com.ar, más el trabajo de Sayarina, indígena revista de Juan Olarte y Gregori Sánchez. Por la misma huella — y desde otros medios de comunicación , los documentales: "Ciudad Sagrada" de Marcelo Camiletti, "Los Quilmes, Pueblo Vivo" de Alicia Agnone, "Los Quilmes, la última resistencia" de Ernesto Martinchuck y el libro "Los Quilmes contamos nuestra Historia", escrito por la propia Comunidad, son trabajos imprescindibles para conocer y entender esta proeza.
LOS QUILMES Y LOS GAUCHOS
Vale recordar también que, en aquel histórico agosto de 1993, llegaron a nuestra ciudad 35 personas de a caballo, provenientes del Quilmes de Tucumán. Aldo Boggiatto, coordinador de la cabalgata, le contó al diario El Sol que la idea, partió de la Federación Gaucha de Tucumán y de la Virgen del Santuario de la Merced para revindicar a nuestros ancestros, tomando como representativo de ellos al gaucho y su tradición, apoyándose en su fe cristiana. “Somos ricos en historia, tenemos muchas cosas para compartir”, dijo en aquella oportunidad el intendente, Aníbal Fernández.

También el cura párroco de ese momento, Roberto Zardini, desde el púlpito, invitaba a los fieles, a adquirir  artesanías de los hermanos quilmes del Tucumán, que se exponían en el atrio. Por desinteligencias entre los funcionarios de la Secretaría de Cultura del municipio que, en tiempo y forma, estaban avisadas de la segunda venida de los quilmes, no se les permitió presentar sus productos en la plaza San Martín, donde funcionaba y aún funciona la Feria Artesanal. El argumento fue que no contaban con el permiso de fiscalización correspondiente.
Cuando el Pbro. Zardini los despidió lo hizo al grito de "¡Viva Tucumán! ¡Vivan los quilmes!" Fue el imperecedero padre obispo Jorge Novak, el primero que propuso que los 14 de agosto, debiera ser una fecha aniversario de conmemoración y no de festejo
Si bien luego, un sector de la parroquia mal informada, también protagonizó una fuerte polémica con el Proyecto Arqueológico Quilmes, debido a sus excavaciones en la zona de la Catedral, los párrocos Marcelo Colombo y Daniel Moreno, acompañaron todos los 14 de septiembre, durante su ejercicio sacerdotal, las conmemoraciones florales en homenaje a la cacica Isabel Pallamay. El Pbro. Colombo respaldó una exitosa muestra de arte de los Pacha Huagua, sobre los quilmes, realizada en la entrada del templo católico.   
El primer homenaje a Isabel Pallamay tuvo lugar el 14 de agosto del año 2003 y fue llevado a cabo por las maestras de la escuela pública Nº20 de Bernal, Ana María Franceschini, Stella Maris Donati y Haydeé Domínguez, bajo la intendencia de Fernando Geronés y con apoyo de la dupla Cereda-Ezquerra (las mismas del Pacto de Hermandad). Aquel día, las docentes juntaron las manos con 50 de sus alumnos en forma de ofrenda, señalando con ello el sentido y el espíritu de la conmemoración.
El segundo acto fue en el 2004, bajo la administración de Sergio Villordo y el tercer, cuarto, quinto, sexto y séptimo homenaje fueron realizados por MAIZALES, en la fecha del 14 de septiembre de los años 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009, respectivamente, fijándose esta fecha para las futuras conmemoraciones.
El homenaje surgió de la inspiración de una novela del poeta Carlos Patiño, conocido como el monólogo de Isabel Pallamay, cacica de los quilmes, nacida en el Quilmes de Buenos Aires, alrededor del año 1680, y fallecida en 1718. Libro publicado por la editorial "El Monje" en el año 2005 y en la revista  N°26 de Los Indios Kilmes; que fue material de lectura de las mencionadas maestras lo leyeron las maestras.
El 14 de agosto de 1999 en la plaza San Martín de Quilmes se emplazó el monolito a los quilmes o la huaca sagrada, construida por Santos Mamaní y Pablo Quival, entre otros indígenas y vecinos de la localidad.  El Municipio aportó los materiales, y la artesana piedra traída de la Ciudad Sagrada que ahí se alza fue obra del quilme Teófilo Yapura. En ese lugar, por los meses de agosto y de octubre, se realizan ceremonias a la Pacha Mama y reivindicaciones de las culturas indígenas, en especial la de los quilmes. El ilustre aborigenista don Aldo Re, suele visitarla y cuando encuentra garabatos pintados en su base, que nunca faltan, con suma paciencia los quita y limpia o se encarga de tramitar la recuperación por parte del Municipio.
Chamaná. Grupo ya disuelto de fotógrafos quilmeños como Christian Brosa y Carolina Camporotondo e integrantes de los quilmes que en el 29 de junio de 2000 realizaron una muestra fotográfica en el Museo del Hombre en París, Francia, dentro del marco de la firma del Pacto de Hermandad.
Los "Pacha Huagua". Grupo de Arte de Quilmes, integrado por Yanina Cichero, Lucas Bertinat, Noemí Ramírez y Cecilia Pérez, entre otros, pintaron en el año 2007, junto con niños de la comunidad, el frente de la Quilmes Huasi, con simbología quilmes y diaguita. Obtuvieron para ello financiación de las gestiones municipales de los intendentes Villordo y Gutiérrez, más el esfuerzo propio. En el año 2005 y 2006, las mencionadas expusieron obras de arte, en la entrada a la Catedral
Los "Ecos", al igual que los Pacha, egresaron de la EMBA "Carlos Morel" y en el año 2007, viajaron por plazas de Salta, Jujuy y Tucumán, con el apoyo económico del intendente Gutiérrez, para realizar talleres de plástica en el noroeste y reunieron útiles escolares para la escuela "Martín Iquín", ubicada en la COMUNIDAD INDIA QUILMES de Tucumán. El grupo estaba formado por: Carmen Amoroso, Miguel Calia, Cecilia Díaz, Mónica Gómez, Mónica Ibaldia, Micaela Paglia, Yésica Visciconti y Romina Vilanova, entre otros.
La Asociación Civil MAIZALES creó una biblioteca temática sobre pueblos originarios en la Biblioteca Popular Don Bosco, sita en Ciudadela 2158 de esa localidad, el 12 de abril del año 2008. Yanina Cichero, Pedro Soto, Noemí Ramírez, Lucas Bertinat, Cecilia Pérez, Antonio Gerónimo, Ana María Franceschini, Stella Maris Donati, Pedro Navarro, Marina Marchegiani, Aldo y Alejandro Re, Mónica Cereda, Gabriel Peralta, Daniela Lironi y quien relata, integramos la primera comisión de MAIZALES que fundó la biblioteca, incrementó el acervo cultural de la misma y asumió la responsabilidad de su mantenimiento, aportamos ideas, tiempo y recursos económicos propios, más la colaboración de familiares, funcionarios políticos como el diputado Daniel Gurzi y numerosos amigos como Angel Costilla, el Rotary Club de Bernal Oeste, las escuelas primarias N°17 de La Colonia, la N°20 de Bernal Oeste (que lleva el nombre de los quilmes en sus aulas), Radio Quilmes y la Biblioteca Popular Pedro Goyena. 
Pancho Chaile, el cacique, elegido el 8 de noviembre de 1998 y la C.I.Q., COMUNIDAD INDIA QUILMES de Tucumán, creada el 16 de junio de 1996, remonta sus orígenes en los 1200 años de historia de este pueblo, en los nueve mil (según Mario Cigliano) de los pueblos del noroeste, reconocidos por los españoles como diaguitas; integra la Federación Indígena, Unión y Progreso, Comunidad Indígena de Quilmes y Comisión Coordinadora de Comunidades Calchaquíes, instituciones que indistintamente comenzaron a trabajar a partir de los años sesenta y son el antecedente más inmediato de la CIQ. Sin la guía de ellos y la de todos los quilmes, de todos los tiempos este sendero de amistad no se hubiese concretado y año a año engrandecido. 
CONCLUSION  
En el medio, hay tantos amigos más y hay tanto más, ya que en dieciséis años ha corrido mucha agua bajo el puente; muchos más quilmeños y quilmeñas, como la antropóloga Marina Marchegiani autora, junto con varias de sus colegas, de un trabajo importante sobre la Comunidad; Enrique Alberti, director de la revista Comunidad India Quilmes junto con el cacique, Wilfrido Franco, el utramaratonista que unió Tucumán con Quilmes, a zancadas limpias; Semilla de cambio, jóvenes quilmeños que realizan viajes solidarios. Por el mismo camino, la Universidad Nacional de Quilmes acordando nuevos proyectos, el Sanatorio Urquiza, atiende al cacique de manera gratuita, Claudio Andregiani, el doctor que operó a Pablo Ariel, habitante de Amaicha del Valle; Gustavo Cardesa y Paula Rivero, quienes acompañan desde sus partidos políticos. 
Hombres y mujeres integrantes de los pueblos originarios que habitan en el Partido de Quilmes y de sus alrededores, como don Santos Mamaní, Juan Olarte, Gregori Sánchez, la revista Sayarina, Walter Barraza, Angélica Tena, Antonio Gerónimo, Benito Espíndola, Chalo Agnelli, Pablo Quival, Eliana Rodríguez, funcionarios de cada gestión como Schiavo, Gaudio, Rizzi, etcétera que aportaron y que seguirán aportando para que la unión de los quilmes o el amor de los quilmes, como lo llama el cacique, quien  sostiene que "primero se da la unión y después, con el tiempo, el amor", se cultive con el correr de los años y perdure con el correr de los siglos.
Nació a un año de los quinientos de la invasión europea a América, en 1993, como parida por tantos sueños, por tantas voces, por tantos cuerpos y a trescientos veintisiete del destierro forzoso. Parida por el valle y por la ciudad, por la montaña y por el barrio, por el maíz y por la pluma, por Dios y la Pacha Mama. Por todo esto tiene la fuerza que tiene, fuerza de los quilmes, fuerza del mestizaje, fuerza de la América fecunda. Vigor que nada ni nadie podrá detener jamás.
El agradecimiento del cacique Chaile al Quilmes de Buenos Aires y su gente, representa un respiro, una garantía, una salvación, porque en los peores momentos de la COMUNIDAD INDIA QUILMES, el Quilmes de las costas del Plata está presente. En su intimidad, sostiene: "suerte de habernos descubierto, suerte de habernos encontrado, allá en 1993"

Generosa colaboración del periodista Dardo Abbattista/2012 
Visitar: www.kilmesblog.com.ar 

EL BALNEARIO RIOPLATENSE DE QUILMES Y EL BALNEARIO RIOPLATENSE DE CARMELO


Para las fiestas de fin del año 2009, como hago todos los años para estas festividades familiares en que solo regalo libros, les obsequié a mi nuera Ester y a mi hijo Mauricio, El tiempo libre en la Argentina – El Balneario de Quilmes” con el subtítulo “Primer balneario popular del río, 1915-1960” de la escritora quilmeña, nacida en Bernal, la licenciada Matilde Salustio, de notable apellido de educadores. Trabajo socio-histórico que editó Piro ediciones en marzo de 2009. Libro del que me hizo comentarios Néstor Arias, el librero de El Monje y que leí arrebatadamente en pocas semanas pues nada, hasta ahora, hubo sobre la temática de nuestra Ribera.
Elegí este libro como regalo, primero porque especialmente elijo autores locales, y fundamentalmente, porque ellos, mi nuera, mi hijo con mi nieto Camilo, se están haciendo una casa allí y es bueno que conozcan ampliamente el lugar donde vivirán; se ama lo que se conoce.
Mi hijo siempre sintió una atracción especial por ese hito fundamental de nuestro Quilmes, motivado por tradición familiar, también en parte, por mi trabajo durante casi una década en la escuela 79 “Río de la Plata”, que en su primera época estuvo donde hoy está el Centro Complementario 801, construida de madera sobre palafitos según la usanza de esa época en las zonas ribereñas para sortear las sudestadas de la mejor manera posible,  y hoy en un edificio del plan Sarmiento II en la esquina de Alsina y Marinero López (calle de una sola cuadra que casi nadie sabe que es la continuación de la avenida Cervantes desde Otamendi hasta Alsina, donde está la entrada al Club Náutico) Pero de eso informo mucho en mi libro Maestros y Escuelas de Quilmes, del que pronto saldrá una nueva edición.

Antes de obsequiarles el libro con la correspondiente dedicatoria, por supuesto le di una nueva ojeada, y nuevamente me acometió la profunda pena que sentí en mi primera leída al comprobar el nivel que llegó a tener nuestro Balneario y la caída precipitosa que sufrió por las inclemencias del tiempo y sobre todo por el olvido y la inercia de tantos, tantos funcionarios municipales, provinciales y nacionales y empresarios. Relego que, quizá tuvo mucho que ver, la condición social del público que elegía ese lugar para esparcimiento y uso de su tiempo libre, ya que muchos gobiernos, mal habidos y de los otros, optaron por dar relevancia a los balnearios que elegían la clase alta y la clase dirigente.

La pena se me estrujó después de 15 días en la ciudad de Carmelo, Uruguay, donde fui otros veranos; pueblito frente a las costas del Río de la Plata. Un pueblo que ama su tradición de ser la única ciudad uruguaya fundado por el más grande federal, don José Gervasio de Artigas y donde nacieron los hermanos mayores del General José de San Martín (en su museo están las partidas de nacimiento) Ciudad de aproximadamente 18.000 habitantes, con una importante producción vitivinícola, que conserva la estructura de sus viejas casas  por una ordenanza donde no se puede modificar los frentes de las propiedades más tradicionales y ya se están haciendo obras arquitectónicas respetuosas de esta pauta preservativa del patrimonio histórico. Tarea que cuenta con la ayuda de la UNESCO. Están sacando al aire los viejos adoquines que fueron tapados con brea y no se pueden remover los existentes. Adoquines hechos con piedras de una cantera cercana que incluso proveyó de esas piedras para calles de Buenos Aires e incluso de Quilmes.

Pero lo magnífico es el cuidado que tienen por su costa, por su ribera, por su porción del Río de la Plata, la limpieza, la protección a la vegetación, las constantes obras de embellecimiento, conservación y restauración; el control permanente por las autoridades de la conducta de la gente, la calidad de restaurantes y los pocos comercios de comida existentes.
Sí, pensé mucho en el libro de Matilde Salustio: revelador; esclarecedor de la historia ribereña de Quilmes; que ubica las responsabilidades del auge y la decadencia debidamente documentadas; abarcativo de todas las circunstancias que tienen que ver no sólo con lo edilicio sino con el transcurrir social de 45 años.

El tiempo libre en la Argentina – El Balneario de Quilmes, la lectura y la relectura que hice para obsequiarlo a mi hijo futuro habitante de La Ribera, mis vacaciones en  Carmelo, si bien me producen la pena de todos los nativos que amamos esta ciudad y su historia, enriquecen mi entendimiento y agradezco a su autora la oportunidad.

 CHALO AGNELLI



 
Se agradece la colaboración de Leonardo Grasso por algunas de estas fotos

martes, 12 de enero de 2010

LA FIRMA DE OTTO BEMBERG - 1894

FACSÍMIL DE UNA NOTA DE OTTO BEMBERG A LA MUNICIPALIDAD SOLICITANDO AMPLIAR LA FÁBRICA CUATRO AÑOS DESPUÉS DE ABRIRSE EN QUILMES


JUAN POLLAK - DEL IMPERIO AUSTRO-HÚNGARO A QUILMES

Prof. Chalo Agnelli
Adentrarse en el origen del caudal inmigratorio de Quilmes es recorrer Europa y muchos otras naciones del mundo. Las guerras, durante fines del siglo XIX y las dos grandes del XX dispararon hacia América un flujo que mujeres y hombres que pretendían un lugar en el mundo donde fuera posible desarrollarse y fundar familias sin los imprevisibles caprichos de los poderosos del turno.
Esa fue la motivación del ingeniero Juan Pollak cuando eligió la Argentina y Quilmes como su lugar en el mundo.
Juan Pollak nació el condado de Gorizia; que comprende la actual Región de Friuli-Venezia Giulia. Trentino-Alto Adige es una región autónoma en el norte de Italia, que comprende dos áreas, el Trentino, de habla italiana, con capital en Trento, y el Alto Adige de habla mayoritariamente alemana, con capital en Bolzano. Trento y Bolzano son las dos provincias que conforman la región. Esta región formó parte de Austria hasta su anexión por Italia en 1919.
De modo que Juan Pollak nació súbdito del imperio Austro-Húngaro el 8 de agosto de 1891. Creció en un hogar donde todos eran amantes de la música. Pretendía estudiar ingeniería, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial interrumpió sus aspiraciones. Aunque era muy joven debió ingresar a la Guardia Imperial de los Habsburgo. El 3 de noviembre de 1918, Austria firma un armisticio y la derrota de las armas es el fin del imperio Austro-Húngaro. El joven combatiente, que afortunadamente poco había estado en frentes de batalla, es internado en un campo de prisioneros. Pero no se dejó alcanzar por el desánimo, pues supo contagiar su buen ánimo a sus compañeros creando con los pocos instrumentos que hallaron, bastante destartalados por cierto, una orquesta que él dirigió.
Incorporada Gorizia a Italia hace estudios de ingeniería en La Universidad de Estudios de Trieste. A poco de diplomarse emigra a la Argentina en 1922, tenía 31 años, y se establece en Quilmes. Se casó con Josefina Yaben, también maestra, con cargo en una escuela de La Boca y de tradicional familia quilmeña de educadores. En 1935 revalida su título de ingeniero. Los primeros años la pareja vive en una propiedad ubicada en la calle Moreno entre Rivadavia y Alem y luego Pollak construye en Rivadavia 540 una hermosa casona de un estilo ecléctico donde se amalgama lo morisco con lo clásico.
Con la finalidad de contribuir al progreso urbanísticos de Quilmes, el 21 de octubre de 1934, fue cofundador y primer presidente de la Sociedad de Ingenieros, Arquitectos y Constructores de Obras y Anexos del Partido de Quilmes, lo acompañaba en la vicepresidencia los constructores Alfredo Fosatti y Marcelo Traversa – el autor del libro de misceláneas quilmeñas “Estampas de antaño” - como secretario, el Ing. Alfredo Bernasconi, etc. y además de ingenieros también integran la Sociedad egresados de la Escuela Técnica Otto Krause como don Armando Agnelli, director de la Fábrica de Tapas Corona (SAFAC) subsidiaria de la Cervecería Argentina Quilmes.
Pollak en un acto de los Bomberos
Pollak fue un comprometido y constante colaborador de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Quilmes hasta los últimos años de su vida.
En 1932, año de la inauguración del cuartel de los Bomberos de la calle Garibaldi 318, intentó sustituir los disparos de granadas, con que alertaban a los bomberos de un incendio muy molestos para la vecindad, por una sirena, se probaron varias, pero recién el 17 de agosto de 1950 a las 15 hs. con motivo del centenario de la muerte del Libertador se inauguró el primer toque de sirena. El 31 de agosto de 1934 propone invitar a todas las Sociedades de Bomberos Voluntarios de la República a agruparse en federación, idea que reitera en 1940 y se consigue, ya sin su presencia en este mundo, el 27 de enero de 1973. 
 E. Carro, M. Elesgaray, J. Oliveri, J. Sánchez, S. Fernández, Juan Pollak (sentado con las piernas cruzadas) C. Costa y otros.
Presidió la Sociedad desde 1935 hasta 1951. Durante su ejercicio jerarquizó, unificó y dio elementos para combatir el fuego al Cuerpo Activo, mediante la construcción de unidades con los camiones aguateros que regaban las calles de tierra en verano desechados por la municipalidad; Pollak los diseñaba y metía mano en un trabajo artesanal junto con un carpintero, un herrero y un mecánico.
Por disposición de la sesión del H.C.D.
del 29 de abril del año 2000 y a solicitud del subcomandante Claudio Schbib elevada por Jefatura se declaró "Patrimonio Histórico Institucional" a la autobomba-grúa Ford diseñada por el ex presidente Ing. Juan Pollak, prohibiéndose su venta.
LA BANDA DE MÚSICA
Además su administración fundó, el 4 de junio de 1937 la banda de música que una vez al mes actuaba en la plaza San Martín según la costumbre europea, Pollak era un ferviente melómano.
En 1938, creó el boletín “Fuego y Agua” que dirigía el escritor y periodista Juan José Cornaglia, publicación que perduró hasta 1946; en 1941, el “Campo de Cultura Física” destinado a los socios y los hijos de los socios de cuatro a quince años.
Estaba en una propiedad municipal, cedida por espacio de veinte años por el decreto Nº1296, ubicada en la calle Cevallos entre San Lorenzo y Paso (luego villa del monte). En la revista “Fuego y Agua” del 31 de octubre de 1961, en festejo por el cincuentenario dice. “Cuanto de vibración señorial es posible desear en el trato humano estaba en este hombre que alguna vez llegó al lado de los bomberos voluntarios y ya nunca más pudo dejarlos…” Y se lee en la Memoria de 1954 del Hospital de Quilmes: “La intrincada ecuación matemática, la destreza notable en el dibujo, la artística inspiración de su pincel y las serias interpretaciones en el campo de la música, a todo se adaptó su personalidad con la capacitación de un experto.”. Porque el Hospital de Quilmes fue la otra institución quilmeña a la que Pollak entregó su genio, su tiempo y su capacidad; integró la Comisión Directiva de la Sociedad Hospital de Quilmes desde 1933 a 1939.
En 1936, realizó los planos para construir un edificio donde instalar un sala sanitaria en la Ribera; obra que se realizó mediante un donativo de doce mil pesos que hizo la Cervecería a través de otras dos figuras altruistas de la comunidad local, Carlos Hillner Decoud y Werner A. Baeninnger.
Fueron otras obras del Ing. Pollak: la ampliación del pabellón de administración, la construcción del pabellón para personal y garaje; en 1942, instalación de la central térmica y las cámaras frigoríficos; en 1943, apertura de las galerías subterráneas que unen los pabellones 1 y 2; construcción de locales para las cocinas con sus dependencias; el departamento para las monjas, baños; ampliación de la sala de cirugía y del espacio para servicio de los niños; pavimentación de los caminos interiores, suministro de agua para la sala de primeros auxilios, etc. Junto con los ingenieros Alfredo Bernasconi y el señor Abraham A. Barraco
Convocado por el intendente Bond integró la Comisión de Cultura desde la cual trajo a Quilmes, músicos de trayectoria internacional, conferencistas laureados y organizó exposiciones con obras de artistas nacionales y locales. 
 El Ing. Pollak dirigiendo unas palabras en un anivesario de la Soc. de Bomberos Voluntarios de Quilmes.
Dirigió la Orquesta Sinfónica de la Sociedad Española a la muerte de su fundador el maestro Leonardo J. Gay donde dejó recuerdos sustanciosos entre sus integrantes, uno de los cuales, el Ing. Juan José González nos dio amena cuenta. Su vocación de servicio era extrema. El Ing. Remigio González fue uno de sus amigos más cercanos junto con el Ing. Casabona y el Prof. Guido Girotto. 
El Ing. Juan Pollak falleció el 10 de setiembre de 1952 a los 61 años.
Las tres cuadras de la calle 63 bis entre French y Alfonsina Storni, lleva su nombre.
 El 27 de octubre de 1974, comprendido en los actos del 63° aniversario de la fundación de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Quilmes, se rindió un homenaje al Ing. Juan Pollak, ex presidente de la institución, en la intersección de la calle que lleva su nombre con Dorrego, Quilmes Este. donde se descubrió una placa alusiva a tal denominación de esa arteria por la Ordenanza N°3840/73 del H.C.D., promulgada por el Decreto N°233 del 24 de agosto de 1974 por el intendente José Rivela.
El Sol, lunes 4 de noviembre de 1974.
Caricatura del Ing. Juan Pollak, realizada por don Luis Otamendi, eximio caricaturista e historiador quilmeño (gentileza Claudio Schbib) 

OTRAS OBRAS REALIZADAS POR EL ING. POLLAK
Calle Alem 279, residencia del Dr. Emilio Caset. 

Residencia del escultor Juan Francisco Marty y su esposa Hilda Morelli concertista de piano. El escultor Marty realizó el monumento a la memoria del precursor del arte social argentino Carlos Morel. Estilo Art-Decó


Para “Quién fue quién, en Quilmes

Entrevistas e investigación Chalo Agnelli
2002 - 2010