UBICACIÓN ESPACIAL
La extensa superficie de Quilmes, en 1810, nos cuenta el Dr. Craviotto era la que quedó establecida al formarse la parroquia de la Concepción cuyos límites se circunscribían al Río de la Plata, desde el arroyo del Gato en su desembocadura próxima al puerto de la Ensenada, hasta su naciente y desde allí una línea imaginaria hasta el camino a Chascomús que nace en la actual calle Pavón en Avellaneda y llega hasta Longchamps; al norte el Riachuelo desde su desembocadura hasta el paso de Zamora, y desde este una línea imaginaria hasta el camino a Chascomús o Camino de Cintura. Eran 829 km2. La reducción de los Quilmes en esa extensión ocupaba 20 km2.
PAISAJE
Quilmes era una extensa peniplanicie de altos pastos con grandes aguadas, riachos y canales profundos; campos de escasa vegetación arbórea salvo algunas especies achaparradas y espinosas como el
ñandubay, seibos, (el suiñandí nativo del litoral y no el ceibo o ceiba del norte argentino) sarandíes, grandes extensiones de cardales y pajonales, ñandúes, abundantes aves zancudas, algunos pumas y perros cimarrones, caminos peligrosos por los lodazales y las vizcacheras donde manqueaban los caballos, y sobre todo gran cantidad de ganado cimarrón expendido en libertad por toda la extensión. El clima, como hoy, templado y húmedo sin estación seca, de abundantes lluvias que formaban enormes zanjas. Así como del Riachuelo hacia el norte eran las tierras de “pan llevar” estas, del Riachuelo al sur eran de “estancia” de ganado. La primera topografía de esa amplia extensión era "Pago de la Magdalena".
EL CABILDO ABIERTO DEL 22 DE MAYO
Según las actas capitulares, fueron 21 vecinos de la campaña, que se extendía en torno al pueblo, los que asistieron al Cabildo Abierto del 22 de Mayo. Algunos tenían estancias, pulperías o almacenes de ramos generales, pero en su mayoría no residían en la zona pues también tenían casa en la Ciudad. En la asamblea de entre estos, cinco votaron por la continuidad del virrey, eran ellos: el contador del Real Tribunal de Cuentas Juan Andrés Arroyo, el comerciante Julián del Molino Torre, el coronel Francisco Pizarro, el comerciante José María Dupuy y Pérez, y el coronel de artillería José Fornaguera (cuyo hijo integraría la primera municipalidad electiva formada en 1856)
Votaron por el cese del virrey 15 vecinos: Juan Canaveri, el
escribano Mariano Echaburu, el jurisconsulto Agustín P. De Elía, el comerciante
Francisco Letamendi, el comerciante Toribio Mier, el capitán Francisco Zamudio
Chavarría, el catedrático Francisco Planes, el comerciante y terrateniente Manuel
Obligado, el abogado Joaquín Campana, los terratenientes Vicente Dupuy y José
Antonio de Echenagucía, el teniente coronel Martín Rodríguez (luego gobernador
de la provincia), Pedro Capdevila, Antonio Ballester, el comerciante Agustín J.
Donado y hubo una abstención, la de Juan Bautista Otamendi.
QUILMEÑOS EN EL 25 DE MAYO DE 1810
Luego en la petición entregada por el pueblo en la mañana
del 25 de mayo, figuran los siguientes quilmeños como firmantes; José E.
Almirón, José C. Arellano, Alejo Cabot, Manuel Canesa, Feliciano Chiclana,
Marino G. y José A. G. Echaburu, Pedro Andrés García, Antonio Giles, Juan
Gutiérrez, Amadeo Ibarrola, Roque y Pablo Illescas, Juan Madera, Juan y Lorenzo
Mier, José Montes de Oca, Francisco y Gregorio Perdriel, Hipólito Ponce
de León, José M. Pizarro, Fermín y Martín Rodríguez, Faustino, Francisco
y Roque J. Tollo, Antonio y Francisco de los Santos, Bernardo, Juan y Pedro
Ximénez, Juan Ángel Vega, Juan José Viamonte, Fray Isidoro Viera. Treinta y
cuatro asambleistas.
Dos de entre estos vecinos habitaban en la misma reducción,
eran Francisco y Antonio de los Santos, soldados del regimiento de Castas de
modo que por sus venas corría sangre quilme.
Era Alcalde de Hermandad de Quilmes, este año, Manuel
Garmendi y párroco Santiago Rivas.
TOMAS FLORES
La mayoría de estos hombres se establecieron en el pueblo, cuando
en 1812, se lo declaró pueblo libre a instancias del Pbo. Santiago Rivas, el último cura doctrinero de los quilmes, y sus familias tuvieron un papel protagónico en la organización política, económica y cultural de la localidad. Entre estos don Tomás Flores que sería el primer juez de paz y presidente de la municipalidad electo en 1856.
1 comentario:
Carlos Eduardo Diaz
Es peculiarmente grato saber en detalle los nombres y apellidos, las profesiones u oficios, los orígenes familiares y descendientes de esas personas que de algún modo estuvieron involucradas en sucesos históricos tan trascendentales para nuestro país. Toda esa información contribuye en gran medida a darle "calor y dinamismo" a una Historia que muchas veces es contada con tanta frialdad que pasa a ser un conocimiento demasiado distante y estático.
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