Retrato de Adela García Salaberry realizado por Emilia Bertolé. |
Adela García Salaberry, notoria militante de la dignificación de su sexo y de la cultura, nació en Buenos Aires el 4 de octubre de 1889, hija de Federico García y Encarnación Salaberry, padre marino que devino en educador, su madre pertenecía a una familia de posición social acomodada. Vivían frente a la iglesia de San Ignacio, en el barrio de Montserrat. En algunos documentos su apellido aparece con dos "L".
Fallecido su padre ambas mujeres comenzaron a sufris apremios económicos. En poco tiempo la viuda su Adela hija en la calle perdieron su casa y en 1920 se afincaron en Bernal donde conservaban casa de fin de semana y parientes residentes.
En 1910, egresó de la Escuela Normal de Profesores de La Plata como profesora en Letras.
Ejerció la dirección de una escuela del Tigre. Fue profesora de castellano y educación estética de la Escuela Normal "Dolores Lavalle de Lavalle", y en las escuelas de Comercio Nº 2 de Mujeres y Superior de Comercio de La Plata y Avellaneda y en la Escuela Nacional de Comercio "Dr. Antonio Bermejo" desde 1940. Ocupó cargos en la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires y en el Banco de La Nación.
Entre 1920 y 1924 fue inspectora de la Escuela de Madres Lactantes de Avellaneda y, entre 1928 y 1935, directora de la biblioteca del colegio nacional "Mariano Moreno" de la Capital Federal.
Fue profesora de declamación en el Conservatorio Williams de Bernal, ubicado en la calle Belgrano 699 esquina Ramella, que dirigía la señora Amelia Piaggio. Esa extraordinaria institución fundada en la ciudad de Buenos Aires el 23 de noviembre de 1862 (ver trayectoria en este blog) por el maestro Alberto Williams que formó tantos músicos en Quilmes y el país.
Fue parte del trío de mujeres del Centro Feminista que formó una Comisión de Sufragistas presidida por Alicia Moreau de Justo, secundada por Elvira Sáenz Hayes y la misma Adela García Salaberry. Tres pioneras que luego fundaron la Unión Feminista Nacional en 1918 con el fin de unificar las distintas organizaciones feministas que existían en ese entonces, como el Centro Socialista Femenino, la Agrupación Socialista Femenina, y el Consejo Nacional de Mujeres. Adela fue secretaria de la organización y junto a ella militaron: Julia García Games, Ángela Costa, Elsa Bachofen, Berta de Gerchunoff, Consuelo G. de García, Clotilde Rossi, Josefina L. de Mantecón, Julieta Lantieri [2] y Alfonsina Storni que solía participar de los actos de la U.F.N y visitar la casa de Adela en Bernal.
Esta organización tenía como fin nuclear a las mujeres en centros distribuidos por todo el país, dignificar las condiciones del trabajo femenino y alcanzar la igualdad de derechos con el hombre. Su accionar político fue decisivo en la sanción de leyes imprescindibles para el reconocimiento de esos derechos. Además, la U.F.N. publicaba “Nuestra Causa”, una revista mensual especializada en política, aunque también incluyó secciones de sociología, literatura, arte y educación. Durante su primer año y hasta el número 11, estuvo dirigida por Petrona Eyle, que fue sucedida por Adela durante dos números, a partir de lo cual se inició, hasta junio de 1921, una dirección colegiada compuesta Lola S. De Bourguet, Adelia Di Carlo y Elisa Bachofen, entre otras. También perteneció a la Agrupación de Mujeres de Artes y Letras y fue presidenta-fundadora del Centro de Arte Kultur, que tuvo mucha convocatoria en su tiempo; allí concurrían entre otros: Angelina Augusta Civani Pagano de Duchase, Enrique de Gandia, Marcos Victoria, José María Moner Sans y Juan José de Soiza Reilli.
Además de la docencia, las colaboraciones en revistas y su obra propia, Adela fue redactora de numerosos petitorios masivos dirigidos a legisladores; como también participó en acciones de lobby y movilizaciones que las mujeres realizaban previas a los actos electorales para reafirmar su presencia.
Actuó como periodista desde 1911 en "El Día" de La Plata; colaboró con las revistas: "El Hogar", “Fray Mocho”, "Caras y Caretas" y los periódicos: "La Razón", “La Prensa, y “Crónica” de Bernal. Fue secretaria de redacción de “La revista de Instrucción Pública”, órgano oficial del Ministerio de Educación de la Nación. Encontramos en la “Revista Nativa” una poesía suya que describe lo que significa "el pericón" para el gaucho: el baile, la dispersión, la alegría, la china (enero, 1924, Año I Nº 1) En la revista quilmeña “La Urraca” del periodista Mordy Strugo, escribió en diciembre de 1938 un sentido obituario sobre Alfonsina Storni, recientemente fallecida, que trasunta la admiración y la amistad que las unía.
Pasó por todos los géneros literarios: escribió poesías, algunas en francés, cuento, novela y ensayo literario y biográfico. Algunas de sus obras publicadas son: Luz y sombra (1924); La gloria del corazón (1924); El momento (1930, reeditado en 1949); "Vidas" (cuatro tomos, 1938, 1940, 1943 y 1950); “Florencio Parravicini íntimo” (1947) con este actor y su esposa la unía una sincera amistad; “Angelito Vélez, sus danzas y su vida” (1950); "Por televisión argentina: primer cuaderno " (1958); “Don José J. Podestá” (1858-1958).
Ver en el blog "El Quilmero en la Goyena" |
Entre los numerosos premios y reconocimientos recibió un homenaje de la Escuela de Bellas Artes Carlos Morel, en 1961 obtuvo la medalla de plata de la Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires y por sus antecedentes, fue nombrada miembro de mérito por la Academia Hispano Americana de Heredia, Costa Rica, y los gobiernos de Hispano América, España y Portugal.
Su apoyo a la ley del voto femenino en 1947 la estigmatizaron entre los “contras”, motejándola de “peronista”, tendencia que no hizo suya, tan sólo supo ver los hechos positivos que se concretaron en el primer gobierno del Gral. Perón a favor de la mujer y de los menos privilegiados.
Si bien la mayor parte de sus días transcurría en la Capital Federal y en la ciudad de La Plata, su casa de Bernal era un “Salón” que competía con el de Raquel Adler, aunque se tenían una distante amistad. Allí se encontraban algunos intelectuales de Bernal, Quilmes, La Plata y heterogéneas visitas de la Capital Federal, como el matrimonio Justo, José León Pagano, Angelina Pagano, Margarita Abella Caprile, Enrique Larreta, Ramón Gómez de la Serna, Alfonsina, Angelita Vélez, entre otros, y muchos niños de los alrededores a los que invitaba a pasar, les convidaba golosinas y les leía poemas que escuchaban azorados.
Entre los vecinos locales eran asiduos los profesores: Ana María Borzi de Faragó, Juan Manuel Cotta, Mercedes Ayala de Hutchinson,los hermanos Piaggio, Ema, Elsa, Amelia y Celestino, don Jorge Felipe Firpo - que la recuerda con tanto afecto en su historia de Bernal - Nelly Lombardo Cichero de Tumini, el Dr. Fernando Pozzo y su esposa Celia Rodríguez Compmartin, el Dr. José A. Craviotto, la señorita Ana Hutchison, la obstetra Catalina Navarro, el escultor Luis Perlotti, que dejó tantas obras en Quilmes y Bernal, que le obsequió un perfil en sobrerrelieve de Alfonsina Storni que luego Adela donó a la Escuela de Bellas Artes “Carlos Morel”; también la visitó la cantante lírica Luisa Bertana, fallecida tan tempranamente en medio de una carrera exitosa.
Adela murió en Bernal, el 21 de noviembre de 1965. Fiel, hasta último momento, con sus convicciones sociales y políticas, legó su casa y su inmensa biblioteca a la Municipalidad de Quilmes para que las destinaran a obras sociales.
La escritora quilmeña Stella Bertinelli de Ingolotti escribió una precisa biografía novelada de esta olvidada mujer, que se presentará próximamente. El título es "Roca 635", el domicilio de Adela en Villa Crámer, Bernal, desde la década del veinte hasta su muerte; allí hoy funciona la Guardería Municipal Salaberry.
El 5 de abril de 2007 al inaugurase la sala permanente “Vida y Homenaje a la Mujer” en el Museo Histórico Regional Almirante Brown, la Subsecretaría de Cultura de Municipalidad de Quilmes realizó una muestra de fotografías de Adela García Salaberry, 75 fotografías encabezadas por el titulo “Adela García Salaberry, su vida a través de las imágenes”.