viernes, 12 de octubre de 2012

MUSEO HISTÓRICO REGIONAL "ALMIRANTE GUILLERMO BROWN" por FRANCISCO JUAN DEVICENZI



 En Bernal, en la esquina de Lavalle y 25 de Mayo se halla un edificio que es parte del patrimonio histórico y cultural del partido de Quilmes, el Museo Histórico Regional “Almirante Guillermo Brown”.
Hasta el 2014, en que se reabrieron sus puertas parcialmente,  inconvenientes edilicios obligaron a las autoridades municipales del área de cultura a cerrarlo. Se hicieron tareas fundamentales, que si bien se demoraron inconvenientemente, los resultados en cuanto al edificio son óptimas. La comunidad temía que durante el largo receso, personas desconocedoras de la significación que tiene cada pieza de esa extraordinaria colección, se hubieran provocado substracciones o roturas irreparables. Es necesario que Quilmes conserve la significación de este Museo para no perder un legado que nos hicieron nuestros predecesores y que pareciera que en algunos pensamientos "lo viejo no es popular ni genera cultura" e innovan sin tener en cuenta un legado de 80 años en que se fue formando ese patrimonio histórico de Quilmes. (Chalo Agnelli)
Publicación realizada en 1960 cuando aún el Museo dependía de la Dirección de Museos de La Plata, de donde see extrajeron las fotos que aquí se reproducen.
 
EL BOLETÍN Nº 1 (SEGUNDA ÈPOCA) DE LA JUNTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS.
En 1983, la Junta de Estudios Históricos presidida por al profesora Palmira Sagrario Bollo Cabrios reunió unas doce investigaciones históricas referentes a Quilmes en su mayoría, que publicó la Secretaría de Gobierno y Cultura a cargo del Dr. Carlos V. Blanco Ruiz y la Subsecretaría de Cultura dirigida por la profesora Martha Sordelli de Cigliano, durante la intervención municipal del comisionado Gerardo Hipólito Valenzuela.
Uno de los trabajos es el que se transcribe a continuación es El Museo Histórico Alte. Guillermo Brown. Sus fundadores.” del museólogo profesor Francisco Juan Devicenzi, que estuvo largos años al frente de esa casa histórica.
Chalo Agnelli
EL MUSEO HISTÓRICO “ALMIRANTE BROWN” SUS FUNDADORES.
Francisco Juan Devicenzi, 
museólogo
RESEÑA HISTÓRICA 
La consideración que la creación del hoy Museo Municipal Histórico Regional "Almirante Brown", constituyó en su momento la obra más destacada y a la que indicaron sus mejores esfuerzos los miembros de la original Junta de Estudios His­tóricos de Quilmes, aconseja presentar los trámites efectuados para la puesta en marcha de tan destacada obra que exigió denodados esfuerzos de quienes, desintere­sadamente, dotaron a Quilmes de un Centro Cultural de reconocida envergadura.
FUE HACE 80 AÑOS QUE...
Allá por el año 1935 se manifiesta en Quilmes el deseo de rendir homenaje a su pasado y vecinos respetuosos de la historia local se muestran deseosos de conservar no solo la documentación, sino
todo el material que recordase la obra de quienes ha­brán cimentado su sociedad y su forma de vida de características propias. Manifies­ta también sus deseos de recordar a próceres locales o a simples ciudadanos que con su acción habían dado vida al pujante partido de Quilmes. Decidieron, en con­secuencia, aunar alientos y crear un Museo Histórico en su legendario pueblo [...] Para cumplimiento de los proyectos que abrigaban se solicitan, en carácter de donación, préstamo o custodia, material que fuese evocativo de épocas pasadas di­rectamente vinculadas al acontecer histórico de la región.
El Museo, creado con las intenciones expuestas, en un principio fue de carácter privado teniendo su sede en la Casa Parroquial, por haber cedido graciosamente par­te de sus instalaciones el señor Cura Párroco de entonces don Ángel Banfi, denomi­nándoselo “José Manuel Estrada".
Como la concreción de las aspiraciones museológicas de aquellos vecinos tuvo gran repercusión y aceptación en el pueblo, el espacio donde se alojó resultó inadaptable y hasta incómodo, pese a la buena voluntad de la autoridad eclesiástica. Ello aconsejó que el material acumulado fuese trasladado a los domicilios de los miembros de la Comisión Directiva Organizadora, hasta poder conseguir un local apropiado. Para esa oportunidad ya se denominaba "Quilmes de Antaño".
Los datos precedentes provienen de una carta que constituye la única información que hemos obtenido de ellos y que obra en nuestro poder, enviada por el se­ñor Luis E. Otamendi al Señor Intendente Municipal Comodoro don Dante Ferrero, el que se desempeñó entre los años 1966 a 1970. [1]
El 3 de Junio de 1942, ante la situación que se encontraba el valioso material acumulado, la Junta de Estudios Históricos, creada el 12 de Julio de 1940 por Decre­to Municipal № 1670, decide dotar a Quilmes, definitivamente, de un Museo que deba su nacimiento a iniciativa particular alejada de todo trámite oficial. [2]
En reunión de fecha 6 de Mayo de 1942 y por pedido del Dr. Juan Domingo Pozzo, conspicuo miembro de la Junta, se había estudiado la conveniencia y posi­bilidad de crear definitivamente un Museo de orden regional que concentrase el ma­terial histórico disperso, haciendo extensivo las funciones del Museo a las manifes­taciones artísticas locales. Como medida previa se decidió publicar en órganos de la prensa lugareña y de la Capital Federal, las consideraciones necesarias para formar un ambiente favorable a las aspiraciones de la Junta que explicasen la evidente ne­cesidad de poseer un Instituto de la jerarquía de la proyectada. [3]
La seriedad de las intenciones perseguidas, lo evidencia la designación del doc­tor Fernando Pozzo, traductor junto a su esposa Celia Rodríguez de Pozzo de la obra titulada: "Allá Lejos y hace tiempo" del escritor Guillermo Enrique Hudson y creador de la Junta de Estudios Históricos, para entrevistar al señor don Enrique Udaondo y a los miembros de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lu­gares Históricos, para concretar el ansiado proyecto. [4]
El intendente municipal doctor Manuel J. Cruz en el año 1942 presta el más franco apoyo al planteamiento que le realiza la Junta de Estudios Históricos de crear un Museo de acuerdo al proyecto surgido en el momento en que se creó la Junta. Aceptada la propuesta por la máxima autoridad municipal, nace la inquietud de honrar a una figura que estuviese ligada a Quilmes con vínculos de su vida priva­da y por otros hechos dignos de destacar. Se elige el nombre del Almirante Guiller­mo Enrique Brown, por su actuación militar frente a la escuadra que defendiera el Río de La Plata en históricos combates en la guerra con el Brasil en los años 1826 y 1827; próximo el 120 aniversario de esta gesta. Este nombre no implica que sea un 'museo naval' o que así se lo considere, no fue ese su origen ni el patrimonio que poseía no presuponía esto en absoluto.
La importancia de la iniciativa mereció, de parte del Intendente Municipal, al conocer éste la carencia de la Junta, la promesa de incluir en el presupuesto del año 1943 una partida mensual con la que se estima sería posible llevar a la práctica la creación proyectada.
EL LOCAL
Los primeros pasos se iniciaron con la búsqueda del local más apropiado para el funcionamiento del Museo; se estima que debería funcionar en las cercanías de la plaza Carlos Pellegrini, hoy llamada plaza San Martín, por lo céntrico del lugar.
El director del Museo Colonial e Histórico de Lujan don Enrique Udaondo pro­mete su colaboración, consistente en que "del Museo que él dirige fueran entregadas al Museo Histórico de Quilmes alguno de los objetos que poseían en donación, siem­pre que esto fuera posible y lo permitiesen sus estatutos'', tal cual lo consigna a foja 21 el Libro de Actas mencionado.
Al contraalmirante don Pedro Casal se le requiere su colaboración, en carácter de asesor, quién al aceptar el petitorio solicita un proyecto concreto para ser eleva­do a la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires.
El contraalmirante Fincatti, Ministro de Marina y las autoridades del Museo Naval ordenan una donación generosa para el Museo. [5]
Se designa Director del Museo, con carácter permanente, al doctorJuan Do­mingo Pozzo, el que es acompañado por una sub-comisión integrada por los docto­res: Fernando Pozzo, Oscar Echelini, qué pasa a desempeñarse como secretario del Museo, Carlos F. García y el señor Alfredo Vidal.
Como primera actividad la comisión organiza el Museo; por lo que dicta para ello una reglamentación a la que deben ajustarse las actividades de la Institución, la que inicia sus actividades en un local alquilado a la señora Adela D. de Llames, situado en la calle Alem Nº 306-318. En este edificio había funcionado el Colegio de varones San Luis Gonzaga y desde 1922 el Colegio Secundario de Quilmes hoy Colegio Nacional de Quilmes.
Todo esto gracias al Sr. Doroteo Yoldi, director del Co­legio San Luis Gonzaga, según fuimos informados gentilmente por la profesora Ana María Borzi de Faragó y Dr. Oscar Echelini.
El 1° dé setiembre de 1942 se toma en alquiler el inmueble por 18 meses con una mensualidad de $ 130.-, en pago por adelantado. Las mejoras necesarias del inmueble correrían a cargo de la Junta. Se designa asesores del Museo a los señores Alejo González Garaño y José Luis Busaniche. En ese año la esposa del General de División don Félix Benavidez donó recuerdos de su esposo de utilidad para evocarlo [...] El General Benavídez participó en la Campaña del Paraguay y en los últimos hechos de la época de la Organización Na­cional. [6]
En Septiembre la Cervecería Argentina Quilmes dona $ 500 en efectivo, Crista­lería Rigolleau $ 200, el señor Ángel Levanti $ 100 y la Casa Fornabaio $ 50. La donación Municipal es de $ 1.000.
En atención a los gastos que ocasiona la apertura del Museo, los miembros de la Junta resuelven contribuir con $ 10 mensuales cada uno en lo que resta del año. El ingeniero Roverano dona la inscripción "Museo His­tórico Almirante Brown", en letras de hierro a colocarse al frente del local y el se­ñor Intendente Municipal promete efectuar, por cuenta de la Municipalidad, la pintura del edificio y arreglo de los espacios verdes. También hace llegar su aporte en efectivo la
Compañía de Electricidad de la Provincia, Sección Quilmes, y la Com­pañía Ducilo consistente en $ 300 y $ 400 respectivamente. [7]
Al Señor Cura Párroco Ángel Banfi, se le interesa para que interceda ante el Arzobispado de la Diócesis, para que done al Museo la vieja araña existente en la Iglesia y los tres libros más antiguos que se conservaban desde la época de la Reduc­ción, que lamentablemente no se consiguieron.
Al Ingeniero Roverano se le pidió la colocación de artefactos eléctricos, la Mu­nicipalidad abonaría íntegramente los gastos de la corriente eléctrica del Museo.
En el año 1945 la Cristalería Rigolleau, reitera su donación y se realizan ges­tiones, que no tienen éxito, para obtener la donación de una Bandera pertenecien­te a la Escuadra del Almirante Guillermo Enrique Brown y un modelo de Discovery existentes en el Colegio San Jorge. [8]
En el año 1947 las autoridades del Club Náutico de Quilmes, solicitan sea reti­rada la falúa que fuera de la Fragata Sarmiento, ofrecida con anterioridad al Museo y que éste aceptara oportunamente; su traslado se les encargó a los Bomberos Voluntarios de Quilmes. [9] La pieza no se encuentra actualmente en el Museo.
El presupuesto se reforzaba con la cuota voluntaria de la Asociación Amigos del Museo; con las sumas recaudadas se costea el personal del Museo tales como au­xiliares, personal de maestranza, etc.

El 12 de diciembre de 1942 se invita en visita privada, al señor intendente mu­nicipal y a los señores asesores a visitar el Museo, para exhibir la obra realizada y justificar la ayuda recibida. El acto tendría carácter de inauguración del Museo. Se proyecta abrirlo al público a partir del día siguiente los sábados y domingos de 17,30 a 20, tiempo en que una ordenanza, al que se abonaría $ 2 por tarde, atendería al público y
sería responsable del Museo en los días establecidos. El celo de los organi­zadores de que estuviese convenientemente custodiado el local lo evidencia el peti­torio cursado a las autoridades policiales de conseguir un agente para que vigile por la noche el local del Museo y que se establezca una guardia en los días establecidos.
Con la inauguración del Museo se cumple uno de los propósitos principales de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes; con él se trataba de objetivar en forma especial el pasado de nuestra actual dudad y partido.
La comisión presidida por el Dr. José Craviotto, había decidido una inaugura­ción oficial solemne con el objeto de que el pueblo de Quilmes pudiese valorar en detalle la obra iniciada y convertirse en el mejor colaborador de la misma; se estima­ba que con ese accionar se lograría contribuciones que enriquecerían el material existente cuyo conjunto serviría para evidenciar la historia de la zona.
Se consideró que la obra efectuada constituía la base de lo que podría ser un futuro gran Museo. Se apoyaban las esperanzas en la ayuda que daría el pueblo, a quien recurre la Junta, solicitando donaciones. Invocan para materializar tan noble ambición el amor al terruño de los vecinos.
La Comisión Directiva de la Junta así como la Dirección del Museo se hicieron un deber el invitar a concurrir a su inauguración a la prensa Quilmeña en general pa­ra que, dando a conocer la obra realizada, colabore con ella, difundiendo en el ve­cindario la necesidad de conocer su pasado.
ACTO INAUGURAL
La Prensa de la época consignó que al acto inaugural asistieron el intendente municipal Dr. Manuel J. Cruz, el que había apoyado decididamente la creación de la Institución, el señor Alejo González Garaño, Director del Museo Histórico Nacional, el Dr. José Craviotto, presidente de la Junta de Estudios Históricos, Dr. Juan Do­mingo Pozzo, Director del Museo Histórico Almirante Brown, los doctores Oscar Echelini, Fernando Pozzo, Carlos F. García, profesores Antonio Iglesias y Alfredo Vidal, miembros integrantes de la Junta y los señores Andrés Cruz, Jorge Luis Barton, cronista del diario El Sol, Guillermo White, corresponsal del diario La Nación en Quilmes, Alfredo González Garaño, Ernesto Márchese, y José Echeverría entre otros.
Un libro de actas y de visitantes se abrió en la oportunidad consignando el hecho de la inauguración e indicando que fueron los primeros visitantes del Museo el señor intendente municipal de Quilmes, Dr. Manuel J. Cruz y el Señor Director del Museo Histórico Nacional señor don Alejo González Garaño, quienes con su firma iniciaron el registro de visitantes. [10]
Organizado el Museo comenzó a ponerse a disposición de la comunidad por lo que se permite la visita los días miércoles a los alumnos de las Escuelas.
El 24 de abril de 1943, el señor Eugenio Millington Drake, diplomático, Secretario de la embajada inglesa, visita el Museo y es recibido por el señor intendente. Al año siguiente el padre Velázquez, de la provincia de Catamarca, también lo visita. Cuando re­toma a su provincia manda varías piezas de alfarería calchaquí en prenda de satis­facción y agradecimiento.
LA JUNTA Y EL MUSEO
El 18 de noviembre de 1943 se aprueba el estatuto de la Junta de Estudios His­tóricos de Quilmes, en el cual 7 (siete) artículos del 3
al 46, se dedican al Museo. Por entender que de dicho articulado se desprende la firmeza con que la Junta dedi­có sus esfuerzos para dotar a Quilmes de un Museo, se transcriben textualmente co­mo un homenaje a aquellos pioneros de la Museología en Quilmes. 
IX.- DEL MUSEO
Artículo 39°: El Museo creado por la Junta, bajo la denominación de "Museo His­tórico Almirante Brown", funcionará en la sede de la Junta y se regirá en la forma siguiente:
a) Estará constituido por el material especialmente donado a la Junta y con el que pueda ser donado en adelante;
b) igualmente, con los objetivos cedidos al efecto en custodia, y por aquellos que con tal condición se incorporen en adelante;
c) igualmente con aquellos objetos adquiridos o a adquirirse en compra, por reso­lución deja Junta, y por iniciativa de la misma o por la aprobación de planes que pueda presentar el Director del Museo.
Artículo 40°: Al frente de aquel, como único encargado de cumplir las resoluciones que al respecto tome la Junta, de proponer a la misma las mejoras o modificaciones que la marcha del Museo le sugiera, así como de responsabilizarse de su funciona­miento y guarda del material, se designará a un miembro titular con carácter de Di­rector. 
Artículo 41°: Las atribuciones y deberes del Director son las siguientes:
a) Proponer a la Junta la organización interna de distribución de salas, de acuerdo al plan orgánico que estime conveniente proponer a la misma los días y horas de visita para el público y colegios o
escuelas en corporación, requiriendo, si fuese necesario, la colaboración de los miembros de la Junta para aquellos días de visita en que no pudiera concurrir personalmente; proponer a la Junta el per­sonal que se encargará del cuidado, custodia y limpieza del local del museo y de sus instalaciones.
b) Realizar el inventario de las existencias del museo y mantenerlo al día, tanto pora los materiales donados como para aquellos cedidos en custodia o adquiri­do por, la Junta, en forma de disponer permanentemente de un historial com­pleto para cada objeto que se exhiba.

c) Crear y dirigir la sociedad “Amigos del Museo”, al único objeto de contar con fondos, de los cuales  dispondrá en la forma que lo juzgue conveniente, tanto para mantener el aseo y cuidado local y de sus instalaciones, como para efectuar en dicho local e instalaciones los arreglos y mejoras que estime convenientes
De los ingresos y egresos por este concepto, dará cuenta trimestralmente a la Junta.
d) Tratará por todos los medios a su alcance, de enriquecer constantemente y con preferencia, las colecciones destinadas a evocar el pasado de Quilmes, ya sea de por sí o por la colaboración que puedan prestar, que pueda solicitar y aún exi­gir a los miembros de la Junta.
e) Preparará un catálogo razonado de las existencias, que al tiempo de servir de guía, cumpla una tarea eficaz como instrumento de enseñanza, el cual será dis­tribuido gratuitamente o puesto en venta a beneficio de la institución en la for­ma que ésta lo estime conveniente; a los efectos de la preparación del catálogo, la sección de archivo deberá colaborar con todos los medios a su alcance para mejor documentación del mismo. 
Artículo 42°: La adquisición de materiales para su exhibición en el museo se hará requiriendo previamente la autorización de la Junta.
Articulo 43°: En el plazo de seis meses a partir de la aprobación de estos estatutos, el Director del Museo presentará a estudio de la Junta el reglamento interno del mismo.
Artículo 44°: El material en exhibición se ajustará a los artículos Io del anteproyec­to de Ley sobre Museos y Monumentos de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos, y el Art. 4° del proyecto sobre nomenclatura etc., del Archivo Histó­rico de la Provincia de Buenos Aires, es decir, que serán necesarios diez años corri­dos desde la fecha del fallecimiento de la persona o de ocurrido el suceso, para que el material que lo evoque pueda ser exhibido en el Museo.
Artículo 45º: La Junta designará personalidades que puedan ser útiles a la sección Museo en carácter de asesores. Los asesores serán elegidos por la Junta entre los elementos más caracterizados y
que se distingan por su dedicación a la Historia o que estén vinculados con hechos históricos o creaciones de la misma naturaleza, mu­seos, etc., no importando el sitio donde residan, aunque deberá ser dentro del terri­torio argentino; deberán ser, además, argentinos de nacimiento.
Artículo 46°: No debiendo quedar el Museo sin la Dirección de un titular en ningún momento, en caso de enfermedad, licencia u otra causa de alejamiento temporal del Director, será éste reemplazado automáticamente por el Presidente de la Junta, has­ta tanto ésta resuelva al respecto. 
NUEVA SEDE
Al principio de 1946 el Museo se trasladó a la calle Brown 470, a una propie­dad del Ingeniero García; se abonaba un alquiler
mensual de $ 160. Con un carác­ter más didáctico se ordenan los especímenes museológicos.
El 25 de mayo de dicho año sin ceremonia oficial el Museo reabre sus puertas en su nuevo local.
En agosto de 1946 se designa Director del Museo a don Evaristo Iglesias, el que renuncia a fin de año y asume la Dirección el presidente de la Junta Dr. Juan Do­mingo Pozzo, y se inician tratativas con el comisionado municipal Sr. Jesús Castro, sobre la conveniencia y necesidad de que el Museo contara con un edificio propio, solicitando para ese fin una donación de $ 100.000 y un aumento de la subvención municipal.
DONACIONES
A fin de ese año se aceptan nuevas donaciones consistentes en un ladrillo de la primitiva iglesia de San Nicolás, [11] y reproducciones de barcos antiguos. [12]
Una iniciativa digna de mención lo constituye el hecho de que el mes de abril de 1947 se decide trabajar conjuntamente con el reciente creado Museo de Ciencias Naturales y se resuelve destinar una sala, para esos fines.
LAS ESCUELAS EN EL MUSEO
Una inquietud importante de destacar lo es el hecho de invitar a maestros y alumnos del partido a visitar el Museo para darle al mismo un carácter didáctico, las visitas guiadas estarían a cargo del Sr. G. Cordo; al finalizar la misma se les en­tregarían a los visitantes un volante con la Historia del partido. Realizan sendas visi­tas Estudiantes Universitarios argentinos e ingleses.
A mediados del mismo año ante un pedido del Seminario de Investigaciones Sanmartinianas, se les cede la sala San Martín que queda bajo el control de la enti­dad solicitante, la cual debía hacerse cargo también de la Biblioteca Sanmartiniana, y a fin de año a la Asociación Reservista de Quilmes se les cede las instalaciones del Museo para realizar un homenaje al Almirante Brown.
En marzo de 1950se decide efectuar la restructuración del Museo, tarea que queda a cargo del Ingeniero Juan Pollack.
RODOLFO MEREDIZ
En el año 1952 se procede a nombrar Director del Museo al profesor Rodolfo Merediz. En ese año se deja de percibir, por retiro, subvención municipal con cuyo apor­te se mantenía el Museo. Considerando esa situación y los compromisos contraídos con el propietario, difíciles de cumplir, se resuelve reiterar a la Dirección de Museos Históricos de la Provincia de Buenos Aires, el ofrecimiento ya efectuado, de entre­garle las colecciones del Museo.
Se fija hasta el 30 de septiembre la fecha final para recibir una contestación definitiva de aquella Dirección. Además teniendo en cuen­ta que los fondos que se poseían permitían sólo cubrir los gastos hasta fin del año que corría, se resuelve devolver, durante el mes, en caso de no haberse recibido la esperada respuesta, los objetos reunidos.
DISOLUCIÓN DEL MUSEO
El 24 de septiembre de 1952 la presidencia comunica a la Junta que se debe convocar a una reunión especial, por haberse recibido la nota Nº 636 de fecha 16 de septiembre de 1952 de la Dirección de Museos de la Provincia de Buenos Aires, en la que se transcribe el dictamen del señor Asesor General de Gobierno el cual requiere la formalización de la donación de los objetos del Museo Histórico "Almiran­te Brown".
La donación no vulneraba el Art. 53 de los Estatutos de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, aprobados en el año 1943, que indicaba que ante el caso de disolución de la Junta los objetos del Museo Histórico “Almirante Brown" pasarían al "Museo Colonial e Histórico" de Luján, por cuanto a la fecha del dictado de los estatutos no tenía existencia la Dirección de Museos Históricos de la Provincia de Buenos Aires, única entidad que podría permitir la conservación de los objetos his­tóricos en la misma Ciudad de Quilmes.
El 29 de octubre se contempla la necesidad de proceder definitivamente a la disolución del Museo. Para tal fin se había iniciado ante la Dirección de Museos de la Provincia de Buenos Aires, un expediente donan­do sus pertenencias.
La posición adoptada es drástica y es así como se resuelve que, si en un término de 15 días no se tenía una respuesta favorable, se declararía disuelto el Museo, dado que el expediente se encontraba a la firma del Gobernador, desde un tiempo prudencial y no había resolución.
Se autoriza al Director del Museo a efec­tuar las publicaciones respectivas y al señor Presidente de la Junta a comunicar a la Dirección de Museos las disposiciones tomadas. En el diario El Sol, por haber trans­currido el plazo fijado, se publica la noticia de la disolución del Museo y se invita a los donantes y depositarios de los objetos para que los retirasen en los días a fijar.
Con posterioridad se decide dar un plazo al Gobernador para que firme la aceptación del patrimonio del Museo indicando que si al 31 de diciembre no se había logrado la firma se tomaría resolución definitiva al respecto. Se espera hasta fin de año, pues hasta esa fecha con los fondos disponibles se podrían afrontar los gastos ocasionados para su mantenimiento.
En el mes de enero de 1953, ante la falta de resolución del Gobierno Provincial, se entrega el local y los objetos del Museo en custodia al dueño de la casa ingeniero Ricardo García el que recibe ambos el 14 de enero, y se decide entrar en receso has­ta que fuera recibido y reorganizado el Museo "Almirante Guillermo E. Brown", por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
La Dirección de Museos Históricos de la Provincia, representada por su direc­tor escribano Tomás Diego Bernard (h), se hace cargo a fines del año 1953, de los objetos del Museo donados oportunamente por la Junta de Estudios Históricos de Quilmes al Gobierno de la Provincia.
Se labra el acta respectiva, se efectúa el inven­tario de los objetos entregados, concluyendo así en aquel año la obra cumbre efec­tuada por la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, nacida al calor de un grupo de auténticos estudiosos que con sentido de patria e ingentes sacrificios habían da­do ala comunidad una Institución orgullo del pueblo de Quilmes.
Tiempo después, el Ministerio de Educación se hace cargo del Museo donado por la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, expediente Nº 13.227/1952 F. 1.
Dicha donación se perfeccionó al dictarse el 15 de diciembre de 1952 el decreto Nº 4.613, aceptándola y colocando su acervo, bajo custodia de la Dirección de Museos y Reservas Históricas, conforme al inventario de Bienes del Estado el 6 de abril de 1953.
La tarea de instalación se inició sobre la base de 955 piezas. En el lapso com­prendido entre el 1º de diciembre de 1953 y el 20 de enero de 1954, se logró elevar a 1715 piezas, obtenidas unas de la rectificación del Inventario y otras numerosas donaciones, estas últimas alcanzan a cubrir más de 300 piezas, sin incluirse las no re­gistradas por razones técnicas.
Recién en diciembre de 1953, tal cual se expresó el escribano Tomás Diego Bernard (h), se logra conseguir un lugar apropiado en Lavalle 481 de la localidad de Bernal para montar el Museo y es así que el 28 de ese mismo mes, se designa direc­tor interino al señor Hebert B. Smith, encomendándole la labor de montaje, orga­nización técnica y administración del Museo. [13]
REINAUGURACIÓN
El 29 de julio de 1954, víspera del aniversario del Combate de Quilmes se inaugura el Museo en una casa propiedad de la señora Paula Merengone de Pasinotti declarada, por fallecimiento de dicha señora, "Sucesión Vacante".
En el año 1967, el bien de referencia es inscripto a favor de la provincia de Buenos Aires por matrícula 10.009 del partido de Quilmes. [14]
En la oficina de Catastro de la provincia de Buenos Aires, encontramos que en 1910, la señora Paula Merengone de Pasinotti, compra la propiedad al señor Casimi­ro Ainaby; en la puerta cancel de vidrios biselados se encuentran sus iniciales.
En 1930 figura una Declaratoria de Herederos por la sucesión de Juan Manuel Pasinotti; por estar empadronado el predio como terreno baldío en la Guía de Contribuyentes, en esta repartición que ya estaba registrado como edificio, lamentablemente no se puede saber la fecha de construcción del inmueble citado.
Figura en la ficha catas­tral que el Museo se encuentra en la Circunscripción 11 L, Manzana B, Parcela 19, lotes 8 y parte del 9. [15] La casa es una construcción de neta filiación italianizante, construida según inscripción en la pared que da a la calle Lavalle
Instalaciones inauguradas en 2014
por D. Scotto. Es conocida como 'casa chorizo'. Recibe esta califica­ción por la disposición, según un eje, de sus habitaciones; el mencionado eje estaba dado por la galería y el ahora patio cubierto o semi-patio.
Es un ejemplo de arquitectura italiana posterior a la época esplendorosa de la misma (1850-1880), ya que según informe de vecinos de la zona, la construcción es de 1882 ó 1883, pero no deja de ser en ningún momento un fiel y digno ejemplo de lo que se dio en llamar “La Buenos Aires Italiana”, en la que trabajaban técnicos y albañiles italianos que llegan al país con la inmigración promovidas por Sarmiento, por eso también se llamó a esta arquitectura "Sarmientina".
Nuevas instalaciones
Las habitaciones muy espaciosas, aquí como en todas las 'casas chorizos', presen­tan puertas de dos hojas con postigo y banderola de madera que dan al patio-galería y otras ciegas con banderolas también que comunican a las habitaciones internamente, mientras que las ventanas que dan a la calle poseen persianas de madera para el oscurecimiento y rejas para seguridad. En la casa las rejas que dan sobre la calle Lavalle denotan la influencia española en la punta de lanza que tienen como termi­nación. Mientras que las ventanas que dan a la calle 25 de Mayo presentan una reja balcón de influencia francesa, volada y muy trabajada.
La variante que presenta la ex 'casa chorizo' y actual Museo, es que su esquema comprende un primer patio y un segundo patio con jardín y un aljibe en éste.
Busto del Dr. José Antonio Wilde, prócer quilmeño, que originalmente se hallaba en la plaza homónima.
DEVOLUCIÓN DEL MUSEO
Este Museo perteneció a la Provincia de Buenos Aires, hasta que en el año 1979 fue entregado a las autoridades de la Municipalidad de Quilmes, por lo cual actualmente es una entidad municipal. [16]
El Museo continuó cumpliendo sus funciones de preservación de los testimo­nios del pasado, pero quedan en él vestigios de la labor de un grupo de vecinos que abrigaron amor a la patria y que desinteresadamente realizaron una obra de servicio comunitario.
El Museo sufrió los lógicos avatares de los largos años transcurridos desde su inauguración, pero sin dejar de cumplir una acción educadora.
Directores y empleados, con remuneración o sin ella, brindaron durante casi medio siglo sus esfuerzos, para que no decayese una institución que se mantuvo gra­cias al espíritu generoso de sus creadores. 
Pre-inauguración de las nuevas instalaciones, 2014

NOMENCLATURA Y CONTENIDO DE LAS SALAS (a la fecha de la redacción de esta reseña, 1983) 
Las salas que comprenden la exposición permanente del Museo, se denominan: “Almirante Brown”, en cumplimiento del objetivo
principal del Museo que es el de recordar la figura de nuestro primer Almirante, teniendo en cuenta que son las pla­yas quilmeñas del Río de la Plata, lugar histórico por haberse llevado a cabo en ellas el Combate de Quilmes en 1826-1827.
La sala indigenista “Cacique Pallamay”, cacique que figura en los padrones de la reducción de la Santa Cruz, que diera origen a la Ciudad, que se dividen en dos: indígenas americanos y de nuestro territorio.
Sala “Carlos Morel”, que recuerda al primer pintor argentino que vivió y mu­rió en Quilmes en el año 1894.
Sala de “Historia Regional”, para destacar los aspectos históricos del lugar.
Sala “Almirante Brown", se desarrolla en una vitrina aspectos biográficos del Almirante Guillermo Brown. Comenzando por mostrar el lugar de su pueblo natal (Foxford) Irlanda, fo­tografías de la casa donde nació, la copia de un daguerrotipo donde se lo ve acom­pañado de su esposa, copia del acta matrimonial, una bandera irlandesa (réplica) como las utilizadas en la época, la réplica de su sable, la fotografía de su casa de Ba­rracas, donde murió y una serie de iconografías y fotografías. Un audiorama consistente en un mapa del Río de la Plata en el cual se pueden visualizar las campañas navales del Almirante Brown.
En un panel figuran reproducciones de la iconografía de los hechos históricos en las que participó el Almirante.
Además para completar esta sala se han colocado tres bustos, de Brown, obra del escultor Luis Perlotti y de sus compañeros de armas Leonardo Rosales y Tomás Espora, obras del escultor Julio César Vergotini. También se encuentran los restos, carronada y seis balas de la nave 25 de Ma­yo.
SALA “CACIQUE PALLAMAY” 
Esta sala indigenista lleva este nombre por ser este cacique el primero que apa­rece en el primer padrón de indios Quilmes del año 1680. [17] 
Cacique Pallamay, Cacique de los quilmes (1672-1686) era nieto del cacique Martín Iquín, primer cacique que llega con su pueblo, extrañado a las costas del Río de la Plata y que hoy es laciudad de Quilmes. [18]
En su primera sección y a manera de introducción, se observan utensilios del neolítico americano, objetos de las esculturas preincaicas. En tres vitrinas se mues­tran objetos de la zona guaranítica, noroeste (puna y quebrada) y araucana.
La segunda sección está dedicada a la cultura diaguita-calchaquí, de la que for­maron parte los indios Quilmes, antes de ser trasladados a la Reducción de la Exal­tación de la Santa Cruz de los Quilmes. Urnas funerarias, utensilios líticos, pucos, una falsa momia de niño, son los elementos que se destacan en esta sala. 
SALA “CARLOS MOREL”
En esta sala se exhiben reproducciones y fotográficas de sus principales obras. Un cuadro al óleo de la Sagrada Familia, atribuida al pintor Carlos Morel, junto a las cajas de pintura de madera con marquetería, con plumas de caoba y filetes en bronce, la paleta que utilizó para sus pinturas y objetos pertenecientes a su familia la completan.
La sala se inicia con donaciones efectuadas por la señora Isabel Salas Matienzo de Aspiroz.
SALA DE "HISTORIA REGIONAL"
Para una mejor comprensión de los objetos que se reúnen en esta sala, se ha re­currido a la técnica museográfica de la sectorización. Para ello se destacan los sec­tores: Guardias Nacionales; Comercio e Industria; Casa de Santa Coloma; Ferroca­rril; Educación; Historia Municipal; Precursores del Confort; y una ambientación de una sala de familia, de fines del siglo pasado, momento en que Quilmes consoli­dó su destino de gran ciudad, y se produjo el afincamiento de las familias que die­ron su propia fisonomía.
OTRAS ACTIVIDADES:
Tareas culturales de singular nivel se han llevado a cabo en las dependencias del Museo. Una nueva estructura funcional, destinada a establecer un nexo entre los ideales de la educación y las actividades museológicas, se establece durante la direc­ción del señor Ovidio Tomatti con lo que se eleva el nivel cultural y educacional de la Institución.
Se logró también integrar al Museo con la comunidad acorde a lo aconsejado por UNESCO en París en el año 1960.
Clases referentes al servicio educativo, cursillos sobre Historia Argentina y Americana e Historia del Arte Argentino y Americano se dictan con notable asidui­dad. Exposiciones temporarias de indudable valor, audiovisuales de variada y valio­sa temática se organizan en el salón de actos construido en 1973 e inaugurado en presencia de altas autoridades nacionales y provinciales, civiles y militares.
No puede dejar de recordarse que el Museo debe su permanencia y vigencia a la obra conciente y responsable de sus autoridades Hebert B. Smith, Fernández Bested, Delia Fernández Aparicio, Rogelio Colet, Rodolfo Gunther Kush, Néstor Délfor Gallo, Ovidio Tomatti, José Abel Goldar, entre otros dedicaron sus mejores esfuerzos, al correr de los años, para conservar los ideales de los fundadores.
La dedicación que le brindaron otros funcionarios debe sumarse a las inquietu­des de sus autoridades: Olga Fabio, Belisario Roldan (h), Enrique Escape, Fernán­dez de la Fuente, Teresa del Mármol, Renate Drechsel, Susana E. Speroni y Lía M. de Moras Mon, y muchos más pasaron por el Museo dejando el recuerdo de su ca­pacidad y entrega total a sus funciones. Imposible olvidar al señor Ciríaco Laureano González, el querido y respetado casero que con eficiencia inobjetable cuidó a lo largo de más de dos décadas el patrimonio puesto bajo su responsabilidad.
Vitral realizado por la artista Hebe Liz Schweistein en ocasión de la inauguración de las obras de refacción del Museo en el 2014. Reproducción de una obra de uno de los máximos artistas plásticos del país Aldo Severi.
La Asociación Amigos del Museo merece el sincero homenaje de los amantes de la ilustración por su permanente preocupación por el progreso del Museo. Su desin­teresada y constante obra permitió la continuidad de una institución cabal expre­sión de la cultura de un pueblo.
Por el Museólogo Francisco Juan Devicenzi ex Director de Museos de la Municipalidad de Quilmes (colaboración)
Las fotografías de las salas son anteriores a la remodelación y restauración del edificio y pertenecen a: Jorge Blanco C.A.F.Q.
Chalo Agnelli, compilador y compaginador
NOTAS

[1] Gentileza del Sr. Luis E. Otamendi al autor de este trabajo.
[2] El Museo creado no tenia, según un articuló publicado en el diario El Sol del 2 de diciembre de 1942, firmado por la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, relación actual o an­terior con ninguna otra entidad similar que pudiese haber existido en la ciudad de Quilmes. Agrega el artículo que algunos ex-miembros del extinguido Museo "Quilmes de Antaño", depo­sitarios del material donado en su oportunidad hicieron entrega del material al Museo creado en el año 1942. El resto del material donado para el extinguido Museo, se devolvió a su pedido a los dueños. "Aclaración Necesaria" - Diario El Sol - 2 De Diciembre de 1942 - № 3867.
[3] Datos consignados en el Libro de Actas original de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, abierto el 15 de septiembre de 1940 por el doctor José A. Craviotto y que obra en nuestro poder por gentileza de su señora esposa e hijas.
[4] Agrega el articulo citado en referencia Nº 2, que: "Si bien la idea de fundar un Museo que guarde los recuerdos del pasado de Quilmes, ha existido desde ya hace mucho tiempo, la misma ha sido llevado a la practica por la Junta de Estudios Históricos en fecha 6 de mayo de 1942, en la cual se tomaron las primeras providencias
que habían de llevar el fin propuesto". Con la afirmación de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes de aquellos años y a la cual se debe la autoría de la afirmación que se expone, dejamos perfectamente aclarado a quienes se debe la creación del actual Museo Histórico "Almirante Brown ",
[5] Según información del diario El Sol, número extraordinario, noviembre de 1944, el capitán de fragata don Héctor Ratto, director del Museo Naval, entrega en donación un cañón de época, enriqueciendo con él el acervo del Museo.
[6] Junta de Estudios Históricos de Quilmes - Centenario del nacimiento del General de División Don Félix Benavídez. En el diario El Sol, N* 3857 del 20/11/1942.
[7] Diario El Sol, nota de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, 2 de diciembre de 1942, Nº 3867.
[8] Libro de Actas de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, foja 81.
[9] Ídem, foja 104,
[10] “Fue inaugurado el Museo Histórico de Quilmes Alte. Guillermo Brown” En diario El Sol, 13 de diciembre de 1942. Nº  3877
[11] Donación del Sr. Raúl Ricardo Medrana,
[12] Donación del Sr. Roberto López,
[13] Datos obtenidos de una carta elevada al Sr. Director de Museos, Monumentos y Luga­res Históricos de la Pcia. D. Manuel Bejarano, el 12 de febrero de 1968. Copia se encuentra en el archivo del Museo “Almirante Guillermo Brown”.
[14] Municipalidad de Quilmes, Dto. Catastro Nº 86. Numeración catastral. Inscripción 88.510, folia 2006. Serie A.
[15] Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires. Dirección Pcial. De Catastro. Zona VIII. La Plata.
[16] Expediente 4091-7014/79. Contaduría, Municipalidad de Quilmes.
[17] Los Quilmes 1666-196 7. Municipalidad de Quilmes. Dirección de Cultura,
[18] Datos extraídos de Guillermina Sors de Tricerri, "Quilmes Colonial".

3 comentarios:

franco dijo...

sos un master estamos haciendo un proyecto de bernal en el colegio y proximamente va a estar publicado en la moreno por si te interesa. nos vemos locuraaaa

franco dijo...

capoooo terrible cosoco me estoy vasando en esto para algo del colegio pronto va estar en la moreno saludosssss

Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes dijo...

Felicitaciones por difundir tan minuciosamente la genealogía de nuestro Museo Histórico, probablemente desconocida por la mayor parte de la comunidad como por mí misma. Sería juicioso que los medios de prensa oral e impresa también reprodujeran esta nota para su más amplio alcance, que los educadores quilmeños tomaran conocimiento y que las sucesivas autoridades del Municipio responsables del área de Cultura impulsen la continuidad y superación de tan valiosa iniciativa.

A la espera de las buenas noticias, recibe un cordial saludo,

Prof. Raquel Gail
Coordinadora (ad-honorem)
del Archivo Histórico de la
Escuela Normal de Quilmes
"Silvia Manuela Gorleri"

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