De todo el Euskadi y de Navarra arribaron a fines del siglo XVIII numerosos colonos, entre ellos don Juan Bautista Otamendi y Goycoechea [3] originario del valle de Araiz en el obispado de Pamplona donde, un 19 de agosto de 1767 nació este araiztarra. Fueron sus padres don José de Otamendi Muguerza (circa 1729) y María de Goycochea y Otermin; hija de Joseph de Goycoechea y Goycoechea y de Ana de Otermin y Martinmocoroa. Poseían los Otamendi el señorío de la Casa de Gorostiaga. Este enlace matrimonial se realizó el 27 de enero de 1754. Hay precisión en este dato pues se conserva documentación de las dispensas solicitadas ya que eran primos hermanos. Tuvieron 8 hijos vivos. Juan Bautista fue el 6º, de modo que el señorío, por ley de mayorazgo lo heredó el primogénito varón, su hermano José (16/101759)
En poco tiempo alcanzó un notable progreso y durante las invasiones inglesas (según consta en el Archivo General de la Nación) participó de la defensa de Buenos Aires como alférez de la IV Compañía del Batallón de Urbanos del Comercio, integrado por unos 1.200 comerciantes de la ciudad distribuidos en 6 compañías; era su jefe el teniente coronel Jaime Alsina y Verjés. Este batallón constituían la reserva, para ser alistados en caso de invasión, siendo su misión la de custodiar la ciudad.
Durante la Semana de Mayo participó en el Cabildo Abierto del día 22, retirándose de la reunión antes que se dispusiera la votación de manera que no quedó consignado su voto.
Juan Bautista y María Josefa tuvieron 7 hijos: 6 varones y una única mujer: 1.- Eladio José Pastor (1797), casado luego con María del Pilar Borches; 2.- José Martiniano (3/7/1798); 3.- Juan Eusebio (14/12/1799); 4.- Fernando (1801) casado con Zoila Pombo; 5.- Pedro José (1803), que radicado en la Banda Oriental fundó la familia de este apellido en el Uruguay; 6.- María Dominga de los Ángeles (1805) y 7.- Román José (1807)
Adolfo enviudó en 1855 y vuelve a casarse con su cuñada María de las Nieves Dupuy, vuelve a enviudar en 1864 y contrae terceras nupcias con Josefa Rodríguez.
De sus sucesivos matrimonios tiene en total 9 hijos. Etelvina, María del Pilar, Elena y María Josefa del primero; del segundo nacen: Belisario, Manuel y Enrique Otamendi Dupuy y del tercero: María Josefa y Oscar Otamendi Rodríguez.
El vínculo con las Dupuy enlaza a la rama de Eladio Otamendi Borches con otras familias de Quilmes; Eduarda Dupuy se casó con Felipe Amoedo, Ana Dupuy con el boticario Agustín Matienzo, Josefa Dupuy con Francisco Labourt y María de los Ángeles Dupuy con Juan Ithuralde, todas hermanas.
Luis José Vicente Dupuy Morel, hermano de las mencionadas, casado con Leonor Ayos, estanciero y juez de paz de Balcarce en 1868, fue el padre de José María Dupuy Ayos, uno de los fundadores de Miramar (1888), de la que fue juez de paz, presidente del Consejo Escolar, agrimensor de la municipalidad de esa ciudad y propietario de su primer hotel el "Hotel Argentino". Lo había acompañado en esa fundación Fortunato de La Plaza su cuñado, casado con su hermana Leonor Dupuy Ayos.
José María Dupuy Ayos se casó con Petrona Otramendi Monroy hija de Federico Otamendi Borches, hermano del Adolfo arriba mencionado.
Según documentación existente en el Archivo General de la Nación, José Martiniano tenía chacra al oeste del pueblo entre las actuales calle Rodolfo López, Martín Rodríguez, República del Líbano y avenida La Plata. Chacra que debió comprar a don Francisco Zisneros (sic), descendiente de quilmes, pues en la distribución que hizo el agrimensor Francisco Mesura en 1818, figura este último como beneficiario. Parte de esta propiedad, Un solar en Rodolfo López y Av. La Plata, fue años después de Alberto Otamendi y allí entrenó durante en 1948 el equipo de hockey del Círculo Universitario para concurrir a las Olimpíadas en Londres [5]
José Martiniano, además, fue propietario del establecimiento de campo, conocido actualmente como “La Eufemia Vieja” para distinguirlo de la estancia “La Eufemia” situada en Mar del Sud.
Cuenta Máximo J. Gioffre [6] que en 1834 José Martiniano adquirió 12 leguas cuadradas al sur de la Sierra del Volcán, abarcando gran parte de lo que hoy es el partido de General Alvarado. Este emprendimiento estaba a cargo de su hijo el teniente coronel Nicanor Otamendi (5/8/1823 – 13/9/1855) que participó en la batalla del “Puesto de San Gregorio” [7] el 23 de enero de 1853 contra las tropas federales de Pedro Rosas y Belgrano, juez de paz de Azul, en la que fueron muertos su hermano Eladio Belisario y su primo Dalmiro Otamendi.
Nicanor que había sido capturado por Rosas y Belgrano, comandante del Regimiento de Caballería Número 11, con sede en Azul y al ser liberado participó en la defensa para rechazar las incursiones indígenas en San Antonio, (actual partido de Benito Juárez)
El 13 de septiembre de 1855, cerca de 2200 indios al mando del cacique Yanquetruz atacaron el fortín donde estaba refugiado Nicanor Otamendi con 130 hombres, que tras larga lucha murieron todos en el combate. Nueva documentación pone en evidencia que ciertos maltratos cometidos por Nicanor con algunos naturales motivó el malón vindicatorio. [8]
Dice la leyenda familiar que varios indios abrieron el cadáver de Nicanor y comieron su corazón “para obtener así los valores de su valentía.” Y se sabe que cuando el cacique Yanquetruz murió en una riña en Bahía Blanca, vestía la chaqueta de Otamendi. [9]
José Martiniano fue juez de paz del partido de Lobería, ubicado sobre el Mar Argentino, a pocos kilómetros de Mar del Plata, creado en 1839, durante el gobierno del Coronel Narciso del Valle,
Aún siendo federal tibio, salvó a su hermano Fernando, “salvaje unitario acérrimo”, de caer víctima de la mazorca el 23 de septiembre de 1839; al día siguiente estalló la Revolución del Sur en la que Fernando participó como capitán, fue apresado, encarcelado y cuando recuperó la libertad por la intervención de José Martiniano, emigró a Montevideo hasta la caída de Rosas.
En esos años varias familias estuvieron divididas por “militar” directa o indirectamente en uno u otro bando. Algunas con resultados irreconciliables, otras como en este caso las diferencias fueron pasajeras. Los Otamendi que habían coincidido con Rosas, después de Caseros se establecieron definitivamente en Quilmes, donde se afincaron también, otras familias de pasado Federal. Así y todo, el tiempo que todo lo allana, permitió que miembros de familias de distinto origen político se unieran en matrimonio como fue el caso de los Otamendi con los Dupuy.
Fueron hijos de José Martiniano y Juana Francisca: 1.- Juan Bautista Cipriano, casado con María del Rosario de La Llosa; 2.- José Martiniano Lucas, casado con Ana Letamendi y Segurola; [10] 3.- Juana Francisca, casada con Miguel Smith; [11] 4.- Mariano Martiniano, [12] casado con su prima María Ana Elvira Otamendi; 5.- Fernando Julián, casado con María Eufemia Matallana; 6.- Nicanor; 7.- Eladio Belisario, 8.- María Josefa Isidora Ercilia [13] casada con José A. Pinto y 9.- María Josefa Isidora.
(2.4) MARIANO MARTINIANO OTAMENDI Y PEREYRA
Hijo del anterior, se casó con su “doble prima” María Ana Elvira, hija de su tío paterno Juan Eusebio y de María Dominga Pereyra Aramburu hermana de su madre.
Vivieron en Quilmes, donde nacieron sus tres hijos. Se dedicó al comercio. Fue propietario de la quinta “Los caracoles” y de la ferretería y corralón de madera ubicado en la calle Rivadavia y San Martín. Tuvo una activa participación en la tercera fundación de Quilmes. En 1873 integró como presidente la Comisión que fundó, a instancias del Dr. Wilde, la Biblioteca Pública Municipal.
Don Fernando había iniciado estudios en la facultad de Derecho, pero el 23 de octubre de 1859, a los 16 años, con la misión de resguardar el vapor “Guardia Nacional” se sumó a las fuerzas de Alsina contra el Gral. Urquiza, durante la batalla de Cepeda el 23 de octubre de 1859. En 1861 volvió a las armas participando de la batalla de Pavón.
Lograda la organización nacional se dedicó a las tareas rurales en la estancia de su padre en Lobería y la chacra en Quilmes, donde instala su hogar. Luego adquirió tierras y creó las estancias. “La Eufemia” en Gral. Alvarado – que luego legó a su hija Eufemia Carolina -, “Los Eucaliptus”, “Los Cerros” y “La Anita” en Lobería, donde su padre había sido Juez de Paz. La estancia La Eufemia está ubicada en el actual Partido de General Alvarado, camino a Centinela del Mar, a 8 km de la entrada de Mar del Sud.
En 1866, por renuncia de Andrés Baranda se lo elige municipal suplente. Fue el segundo Otamendi que ocupa esta función, el primer había sido su primo Augusto Felipe y el tercero sería un hijo de este, José Augusto.
Reelecto al año siguiente, se debió excusar pues las exigencias de sus estancias que le imponían viajes frecuentes a distancia considerable, no le permitían dedicarse a la tarea pública con total entrega y en acuerdo con Andrés Baranda hicieron que el sustituto fuera José Berasategui, importante propietario del cuartel 4º de Quilmes (la mayor parte de las tierras de la localidad que hoy lleva su apellido). De todos modos Fernando Julián se comprometió en brindarle “… su concurso, colaboración y asesoramiento para el manejo de la cosa pública.”
Fue presidente de la Unión Cívica de Quilmes, agrupación que había participado de la caída del presidente Juárez Celman. En su libro “Quilmes de antaño” don José Andrés López dedica un capítulo completo al desarrollo de los acontecimientos que se dieron en Quilmes durante la revolución de 1890 y el papel protagónico que tuvo en ella don Fernando. [15]
El 1891 Fernando Julián fue electo Intendente, terminado el período entregó el cargo a su sobrino-primo José Augusto.
En 1907 fue cofundador del Banco Popular de Quilmes y el primer presidente del directorio. Integró numerosas comisiones de bien público.
Fernando y María Eufemia vivieron en Quilmes en una casa quinta en la esquina de Lavalle y Videla, con sus doce hijos: Hersilia Josefa, casada con Eduardo Giráldez (hijo de Tomás Giráldez que fuera juez de paz en Quilmes en 1870); Fernando Víctor, casado con María Massa; [16] Ernesto Lucio casado con Zulema Labourt; Eufemia Carolina (que tomaría lo hábitos religiosos, heredera de la estancia La Eufemia); Abraham, casado con Natividad Enrique [17]; Eugenio, casado con Ana Cernadas; Elina Isidora, casado con Oscar Risso; [18] Adriana Natividad, casada con su primo Diego Toribio Otamendi, hijo de Fabio Agustín) Ruth Fermina, casada con su primo Alberto Damián Otamendi y de La Llosa; María Eufemia y Diego, muertos jóvenes.
De entre estos los que permanecieron en Quilmes, Ernesto Lucio y Zulema Labourt tuvieron diez hijos (ocho mujeres y dos varones): Zulema casada con Carlos Piñero, Cora casada con Pedro Piñero, Hebe casada con Mauricio Correa, Ernestina casada con el Dr. Emilio Torre, [19] Graciela casada con Juan Badaracco, Georgina casada con Juan Gregorio Chavarri, Ernesto Olegario casado con Nani de Brelaz, [20] Alcira casada con Luis Filgueira, Hialmar casado con Celia Monclá y Mábel casada con Norberto Chavarri
Fernando Julián Otamendi llegó a reunir una considerable fortuna. Falleció el 27 de julio de 1923 a los 80 años.
Araceli Otamendi, Cora Otamendi y Sonia Otamendi.