IDENTIDAD - PERTENENCIA - TRADICIÓN - INSTRUMENTO DE DIVULGACIÓN HISTÓRICA DEL PARTIDO DE QUILMES Y SU ZONA DE INFLUENCIA, DESDE MÁS ALLÁ DE SUS ORÍGENES EN 1666 CON LA COMPULSIVA LLEGADA DEL PUEBLO QUE NOS DIO GENTILICIO Y TOPONIMIA, LAS TRES FUNDACIONES, FRAGMENTACION POLITICA, ORIGEN Y DESARROLLO DE SUS INSTITUCIONES, BIOGRAFÍAS, COMENTARIO DE LIBROS DE AUTORES LOCALES Y TODA LA BIBLIOGRAFÍA REFERENCIAL QUE SURJA Y SE DESCUBRA... "NO SE AMA LO QUE NO SE CONOCE". CHALO AGNELLI
IDENTIDAD - PERTENENCIA - TRADICIÓN - INSTRUMENTO DE DIVULGACIÓN HISTÓRICA DEL PARTIDO DE QUILMES Y SU ZONA DE INFLUENCIA, DESDE MÁS ALLÁ DE SUS ORÍGENES EN 1666 CON LA COMPULSIVA LLEGADA DEL PUEBLO QUE NOS DIO GENTILICIO Y TOPONIMIA, LAS TRES FUNDACIONES, FRAGMENTACION POLITICA, ORIGEN Y DESARROLLO DE SUS INSTITUCIONES, BIOGRAFÍAS, COMENTARIO DE LIBROS DE AUTORES LOCALES Y TODA LA BIBLIOGRAFÍA REFERENCIAL QUE SURJA Y SE DESCUBRA... "NO SE AMA LO QUE NO SE CONOCE". CHALO AGNELLI
"Quilmes, siempre Quilmes en la vida de Tacho por el mundo, inquieto, creador, juglaresco forjador de árboles, bajo los que se despereza y se alivia la vida de la canícula matutina y el chaparrón inesperado, donde los pájaros anidan para que él les copie la armonía que constantemente les nace allá en un río en el sur... "
El 23 de setiembre de este 2017, por la noche, Tacho Soto se fue a plantar árboles a otras dimensiones, por supuesto que llevó su guitarra, su poesía y los instrumentos necesarios para trazar en arcilla sus sueños. Tenía tan sólo 69 años y un bagaje incalculable de proyectos. Desde los inicios de la Asociación Los Quilmeros se unió con entusiasmo y fue quien puso música a la presentación de nuestro primer libro en el auditorio del Banco Credicoop, con su bonhomía, su hombría de bien y su mensaje positivo. Además fue un consecuente colaborador de la Biblioteca Popular Pedro Goyena. Los árboles de Quilmes se estremecieron y los amigos le rindieron tributo:
Un día plantó un ár boly lo hizo guitarra,se cayeron sus ho jas y las hizo poesí a,amasó cuencos belloscon sus manos de artista.Tacho se fue en milonga de su Quilmes querido. Se volvió golondrina y ahora vuela muy alto ahora sí, es una estrella. Yo me guardo su abrazo y su canto genuino: con Miguel, con Horacio, Julio y otros compinches, cómplices caprichosos
de su loca bohemia.
Alberto Iriarte, setiembre 2017
Hoy los
árboles que vamos a plantar en Alejandro Korn a las tres de la tarde están
dedicados a la memoria de Oscar "Tacho" Soto que falleció en Quilmes
en la noche de ayer. Oscar fue un gran artista: músico, plástico y fundador de
"Árboles por la Vida". Esta tarea de sembrador lo llevó a peregrinar
a distintas geografías del país junto a su guitarra y canciones. Los que lo
conocimos y lo admiramos y tuvimos el honor de compartir amistad con él estamos
muy tristes. Era una gran persona. El lugar es la Sociedad de Fomento Manuel
Belgrano (Callao al 300) a pocas cuadras de la estación de tren. Lo
recordaremos con afecto y gratitud. Oscar...te vamos a extrañar mucho.
Aníbal
Rubén Ravera
En mayo
de 2003, la locutora Cristina Oller y el periodista Ricardo Debeljuh lo
entrevistaron para el programa radial “Retratos en la Ciudad” que luego hicimos
libro y el martes, 9 de diciembre de
2014, lo publiqué en el sub-blog ‘RETRATOS
EN LA CIUDAD’ de EL QUILMERO con el título: “Oscar Tacho Soto - Músico y Ecologista”.
Un día me contó la historia de su bisabuelo don Francisco
Soto, un gaucho quilmeño, y el sábado, 17 de enero de 2015, escribí para EL QUILMERO, “Francisco Soto, entrevista en el pasado – 1936”Indudablemente que
de este hombre heredó el amor a este suelo.
Constantemente me consultaba sobre personas, sucesos y rincones de Quilmes, para las letras de su música y luego venía a mi casa a que juzgara sus composiciones. Yo de música no sé nada, salvo las emociones que me despierta y poco podía ofrecerle. Nuestro último diálogo fue por facebook el 13 de setiembre, 10 días antes de su partida.
¡Que
tal querido Chalo! ¿Cómo andás? Espero que bien. Una pregunta: ¿Cerca de la
estación de Quilmes, había un boliche que se llamaba PIQUÍN? Gracias querido
Chalo.
La siguiente biografía la hicimos juntos los primeros meses del 2012, se publicó en mayo de ese año y hoy la reedito en su memoria:
EL ÁRBOL DE LA BUENA SOMBRA
Cuando historiamos la biografía de don Andrés Baranda,
recordamos que por su pasión por los árboles y por Quilmes, el pueblo que
adoptó como suyo, los vecinos lo apodaron “el árbol de la buena sombra”.
Baranda murió en 1880 y pasaron muchas décadas antes de que dicho calificativo
recayera en alguien y esa persona, hoy, es Tacho Soto, a quien en algunas
semblanzas designan “poeta, cantor, conservacionista”, pero esos tres atributos
no alcanzan.
Nació el 14 de diciembre de 1947, en la esquina NE de
Sarmiento y Alsina, en el seno de una familia de lejano y hondo arraigo a este
suelo. Tacho es un auténtico “quilmero”. En la casa donde se crió, desde la
época de Rosas, estuvo el solar de don Francisco Soto y antes perteneció a Juan
de la Cruz Márquez, de origen quilme, según el plano de 1818, realizado por
agrimensor Francisco Mensura. Muchos de sus antepasados fueron protagonistas de
la historia local, durante el período de la tercera fundación de Quilmes.
Manuel Doroteo Soto fue municipal (concejal) desde 1870 hasta 1875 en que
resultó electo juez de paz. Este criollo fue uno de los municipales que en
1873, impulsados por el Dr. José Antonio Wilde, lograron suplir el alumbrado
público con velas de sebo por el querosén, iluminando el progreso del pueblito
que recién estrenaba ferrocarril (1872)
LA CASA DE LOS SOTO
En la casa de los Soto, funcionó el juzgado de paz mientras
construían el edificio de Rivadavia y Sarmiento, que fue la segunda
municipalidad - donde hoy se halla la Casa de la Cultura -. En esa esquina
estaban las caballerizas de Juan
Francisco Soto, abuelo de Tacho, hombre de a caballo, que caracoleaba por
la calles terrosas del pueblo con el fuste en ristre.
FAMILIA
Sus padres Dámaso Luciano y Mercedes Modesta Trelles eran
adictos a la lectura. Los libros en el hogar de los Soto-Trelles eran un
alimento impostergable. Ella, la literatura, Dámaso, entusiasta del
revisionismo histórico, entre cuyos promotores tenía un lugar primordial José
María Rosa.
Dámaso Soto era sanmartiniano y reunió una importante
bibliografía sobre la vida, la obra y el legado del Libertador que,
próximamente, Tacho donará, en memoria de su padre, a la Biblioteca Popular
Pedro Goyena custodia de la Biblioteca de la Asociación Cultura Sanmartiniana
de Quilmes.
Su abuela paterna, doña Emerenciana Vera y Aragón - apellido
que se puede remontar a los años de la colonización de estas tierras - y el tío Pancho, dejaron una impronta
distintiva en la personalidad de Tacho. Este Francisco Soto, ameno contador de
historias, fue quien le inculcó el amor por las plantas, los árboles y quien le
hizo dar, con apenas ocho años de edad, los primeros pasos por los caminos de
la forestación.
LA VOCACION VEGETAL
Luego sustentó su vocación vegetal el licenciado Antonio
Elio Brailovsky [1] cuando lanzó la propuesta de forestar
la Argentina, considerando que hacían falta en el país cinco millones de
árboles, como “un modo de recuperar la relación del hombre con la creación y un camino
para salvar la vida y el planeta amenazados”. Estos principios fueron
movilizadores para la cimentada vocación vegetal de Tacho que sigue
desarrollando con igual pasión que el primer día, en su infancia.
El principal impulsor de la actividad forestal fue Domingo
Faustino. Su prédica encontró eco treinta años después, cuando en 1900, el Consejo Nacional de Educación, en base a la iniciativa del Dr.
Estanislao Zeballos, instituyó el 29 de agosto, en celebración al "Día del
Arbol", y cuyo festejo se concretó a partir de 1901.
LOS SONIDOS DEL HOGAR
También la música era un sonido consecuente en el aire de
esa esquina histórica de Sarmiento y Alsina. Su padre era un aficionado a la
ópera y apasionado de Carlos Gardel por la armonía de su voz. Dicen los que
saben que en el quinto mes de gestación el feto empieza a reaccionar a los
estímulos sonoros y la música es un acicate capaz de formar personas inteligentes
y emocionalmente sanas. Esta teoría es lo que llaman el “efecto Mozart”, genio
que desde muy joven ocupó un espacio sustancial en el espectro auditivo de
Tacho.
Motivado por su padre estudió en el Conservatorio Williams
que estaba en la esquina de Alsina 345 casi esquina Mitre, donde tuvo como
profesor, entre otros, a Gustavo F. Rennes maestro del violín.
Cursó la primaria, ahí no más, cruzando la plaza, en la
escuela Nº 1 y terminó la secundaria en el señero Mosconi.
“TACHO”
Su apodo tiene que ver con la música. Tenía en el fondo de
su casa una higuera caída con un hueco donde el pequeño Oscar Soto había
acumulado unos cuantos recipientes de lata con los que improvisó una batería;
el barullo que producía ponía en vilo a todo el barrio, en esos años en que
Quilmes aún no había perdido la parcimonia pueblerina, y los vecinos rezongaban
“¡ahí está otra vez el pibe de los tachos!”...
y se le sobrenombre, Tacho, que cuando hizo música para programas de televisión,
debió registrar en Argentores.
Sus dos primeras guitarras, que aún conserva, fueron, la del
genial guitarrista Martín Alberro, regalo de su tío Pancho, y una que le
obsequió Jorge Cafrune cuando lo conoció en un festival que realizó la fábrica
Peugeot en el cual Tacho fue ganador.
En el programa "Silbando bajito" con Cristina Oller en la FM Quilmes
LA LABOR MUSICAL
El primer tema que compuso fue dedicado a su madre y luego
hubo una seguidilla de composiciones que nunca registró, pues según su lógica
cuando un músico compone, roba vida, de modo que la obra no le pertenece y si
alguien la llega a interpretar siente orgullo de recuperarla y reconocerla en
otra voz, en otros rasguidos.
Él concibe que un tema musical, una canción, una vez que
llegó al público, superó el ámbito de su creador, es de todos, es de quien
escucha.
Sin embargo, algunas de sus composiciones se registraron por
decisión de otros como José Larralde que le hizo registrar una serie de
milongas y chamarritas.
Durante 1982, trabajó en canal 9 con María Herminia
Avellaneda y con Diana Álvarez componiendo la música para el programa “Nosotros
y los Miedos”. [2]
En Quilmes hizo la musicalización de puestas teatrales del
Grupo de Teatro Sur - elenco desmembrado
del Luz y Sombra entre los años 1975 y 1980, que lideraba el director Leopoldo
Russo – entre otras muchas obras, resultaron renombrados éxitos: “Muertos sin sepultura” de Jean-Paul Sartre y “Panorama desde el puente” de Arthur Miller. También acompañó
musicalmente a los hermanos Karinkanta y al inmemorial coro de la familia
Capra.
Es un trabajador de la música, de la composición y en su
cancionero figura lo más granado del folklore nacional y latinoamericano como
Jacinto Piedra (Ricardo Manuel Gómez Oroná), El Dúo Salteño, Armando Tejada Gómez,
Los Trovadores, Inti-Illimani, [3] Quilapayún. Y, por supuesto, como se
mencionó antes, ocupa un lugar impostergable Mozart.
Colaboró con el padre Mujica en los recitales que se organizaban
en el Teatro Ift para la labor comunitaria que ese sacerdote realizaba para la gente
de la villa de Retiro. Esta circunstancia, como a tantos músicos que no
disfrazaron su voz, le valió que en 1977 fuera detenido en Coordinación
Federal, luego su “prontuario” apareció en Adrogué, gracias a alguien que él
supone fue su hermano, quien hasta 1975 había pertenecido a la Infantería de
Marina y había pedido la baja en desacuerdo con los acontecimientos trágicos
que se avecinaban.
QUILMES SIEMPRE
QUILMES
Siente orgullo de haber solventado ricas amistades con
personalidades quilmeñas entre las que contabiliza a “Clavelito” Andragnez,
impostegable difusor de su cancionero; a Alcibíades Rodríguez con quien había
iniciado un hermoso proyecto que se hubiera llamado “Postales de Quilmes”,
donde se unirían fotografías con canciones dedicadas a personalidades y
arquetipos locales; a la señora Lila Giordano de Campelo, que había sido su directora de la Escuela Nº
1 y luego la acompañó en la obra del Hogar San Vicente de Paul; a Lía Mancedo
de Ocampo, fundadora con Victorio Campolo de la agrupación tradicionalista
“Rinconada Pampa”, que lo apoyó en sus viajes por escuelas de interior llevando
su música forestal.
Muchas fueron las distinciones que recibió Tacho Soto, por
su trabajo, como el premio “Ateneo” del Rotary Internacional, el Candil
Quilmes, el pre-Cosquin en 1984.
LOS LIBROS
Aún conserva la biblioteca familiar, legado incalculable que
le dejaron sus padres, con poco más de 5000 libros, algunos incunables. Entre
sus consecuentes lecturas, vuelve con asiduidad a la obra del gaucho socialista
y lord inglés don Roberto B. Cunninghame Graham (1852-1936), a “Viaje al Río de
la Plata, 1534-1554” de Ulrico Schmidl, a “Primer viaje alrededor del Globo” [4] de Antonio Pigafetta; "Cada mate
un cuento", "Caballos" de Godofredo Daireaux; [5] libros
de los que aún procura antiguas ediciones en librerías de viejo durante sus
recorridas por el país.
“ÁRBOLES POR LA VIDA”
En el circuito histórico del hito fundacional de Quilmes,
las 5 ó 6 manzanas en torno a la plaza San Martín, se desenvolvieron los
primeros años de su vida, pero no lo encerraron, porque Tacho Soto fue un
incansable viajero llevando la sustancia de su poesía, los sonidos de su voz,
la guitarra, una carga de semillas y almácigos en pos de concretar su proyecto “Árboles por la vida” a
todos los rincones del país. Apoyado principalmente por Jorge Meijide,
colaborador entrañable, con su plan de vida, que fuera bombero durante 30 años
y presidente de la Sociedad Bomberos Voluntarios de Quilmes, durante 11 años.
“Árboles por la vida” consiste en la concientización y educación de los niños en la plantación de árboles. Entre otros
muchos lugares, en noviembre del 2010, lo hizo en Entre Ríos, en el municipio
de Santa Anita. En abril del 2011 con motivo del Día de la Tierra coordinó la plantación
de más de 20 árboles, arbustos y florales en la plaza central de La Matera en
Quilmes, con alumnos de la EPB Nº 87 y el jardín de infantes Nº 962 en esta
oportunidad se plantaron álamos piramidales, fresnos, arbustivas como corona de
novia y laureles de jardín y tuyas. En
mayo de 2011 junto a la Secretaría de Medio Ambiente, Higiene Urbana y Turismo
del municipio de Quilmes, a través del Programa “El niño y el árbol”, realizó
por cuarto año consecutivo, una jornada de plantaciones esta vez en La Casa del
Niño de la Fundación Farinello.
En la Universidad Nacional de Chile, ante públicos de de
distintos niveles sociales de ese país hermano, tuvo un inesperado éxito y fue
retribuido merecidamente en el orden económico, pero su generosidad lo movió a
utilizar el dinero en un equipo transmisor de radio para una “callanta” - como
llaman en el país trasandino a las barriadas pobres - donde se había presentado
con su canción y esa gente necesitaba ese instrumento de difusión para llegar
con sus reclamos a los gobernantes quienes generalmente están muy lejos de los
que menos tienen.Además pertenecía a la Asociación Historiadores Los Quilmeros.
COMPROMISO AMBIENTAL
El reciente temporal del 4 de abril que dejó una triste
secuela en vidas y habitacional en muchos pobladores de Quilmes, también
produjo una pérdida considerable en los árboles de ciertos sectores del
Partido. Esta situación conmovió y moviliza el ánimo de Tacho, lo tiene
alerta para poner en la palestra la necesidad de superar el perjucio sufrido. Hoy trabaja en el proyecto “Compromiso Ambiental” de la
Municipalidad de Quilmes, recorre escuelas de todos los niveles con su música y
su mensaje de vida, los árboles, que en nuestro castigado planeta son fuentes
de vida.
Guillermo Enrique
Hudson percibió las formas artísticas de la tierra, escuchó su expresión sonora y expansiva, la
musicalidad de los pájaros, las voces primarias del mundo como son el agua y el
viento y descubrió que entrar al mundo de los árboles es ingresar a un mundo de
misteriosa belleza. Así lo entiende Oscar Tacho Soto poeta y cantor
conservacionista y ecologista.
No se puede olvidar otra de sus habilidades que es la
cerámica, que también es otro de sus medios de vida, un severo creador y
generoso, pues ha obsequiado mucho de sus creaciones con total soltura.
Con el interprete Horacio Liñan en la plaza San Martín (Foto de Cristina Oller)
LA TIERRA
La música, la canción, los árboles... no podía faltar la
tierra. Crear, con la materia madre del hombre, objetos que recrean el universo
interior y exterior. Tacho Soto es un esmerado ceramista desde la
mucha observación y la intuición natural con que está dotado para todo lo
que tenga que ver con el arte. El barro cobra vuelo en su labor. Este año se lo
puede ver todos los sábados en la plaza San Martín con su alfarería, su acervo
creador.
BALANCE DE VIDA
Dicen los diccionarios que la música es el arte de organizar
sensible y lógicamente una conexión congruente de sonidos y silencios empleando
los fundamentos de la armonía, la melodía y el ritmo, mediante complejos
procedimientos psico-anímicos. Estos procedimientos hicieron en este
músico-conservacionista una amalgama característica e irrepetible. Y aunque él
considera que cuanto llegó a ser y a hacer en su vida lo debe a lo mamado en el
hogar paterno, nosotros sabemos que puso un cuartel de honor en tan profusa
heráldica. Y en su blasón hay un árbol, una guitarra y un visaje de altruismo.
Próximamente muchos de sus recuerdos y misceláneas se leerán
en “Apuntes
desprolijos de mi infancia”, libro editado por Tiempo Sur, un aporte
más para enriquecer la abundante bibliografía quilmeña. Proyecto que le motivó
la periodista y locutora Cristina Oller, “porque
los ecos de la infancia suenan toda la vida del hombre”, decía Borges.
Tacho tuvo dos hijos que también transitan el camino de las
artes: Federico Javier y Rocío. Fede es un músico impecable con un conocimiento
sobre musicalización que asombra, y Rocío es una consumada “artista de las
manos”. Tacho la consultaba en todo su trabajo. Y no sólo los amó, sino que
insistía en que lo asustan con el don de gente que los caracteriza. Con ellos y
su compañera, Fernanda, seguía en la fervorosa tarea de vivir dando de sí lo
mejor, sosegado, sin contradicciones resonantes ni dejándose arrebatar por
negativas que desmoronen sus más profundas convicciones al primer intento.
El artista, músico y ecologista
quilmeño Oscar “Tacho” Soto murió el 23 de septiembre de 2017, a los 69 años. Sufrió un paro cardiorespiratorio
mientras dormía, como mueren los buenos y generosos con la vida.
Ese era Tacho Soto.
Tacho Soto, con Graciela Skilton, su madre Blanca Cotta y el Prof. Juan Carlos Lombán en una nota para el Clarín Zonal.
Trabajo del CD de música y voces creado por Tacho Soto con señeras voces del Capitla Social quilmeño.
Entrevista e
investigación Prof. Chalo Agnelli
Agradecemos las colaboración de Cristina Oller y Alejandro Re Quilmes 29 de mayo de 2012
NOTAS
[1] Lic. Antonio Elio Brailovsky es licenciado en
Economía Política de la Universidad de Buenos Aires. Ha sido funcionario de la
Subsecretaría de Ordenamiento Ambiental (1980 - 83), director Adjunto de
Política y Planes (1984 - 89) y de Programas Zonales (1990 - 91) en la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires; director nacional de Desarrollo
Urbano y Calidad Ambiental, del Ministerio de Salud y Acción Social de la
Nación (1991). Es autor de los textos básicos del capítulo ambiental de la
Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y fue director de la Comisión de
Ecología de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires (1997 - 98). Ex
defensor del Pueblo adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, actualmente es
profesor de Grado y Posgrado en distintas universidades nacionales y privadas.
Además, es autor de numerosos artículos de su especialidad.
(http://www.noticiasmercedinas.com)
[2] Ciclo de unitarios televisivo creado por Diana
Álvarez, que se estrenó el 2 de abril de 1982 y rápidamente se instaló en el
tope del rating con una propuesta que desafiaba la censura y las convenciones
de la Argentina en los últimos tiempos de la dictadura militar. El ciclo era
protagonizado por un elenco rotativo del que formaron parte, entre otros,
Rodolfo Ranni, Ricardo Darín, Miguel Angel Solá, Olga Zubarry, Ana María
Picchio, Víctor Laplace, Graciela Dufau y Aldo Barbero. (http://www.lanacion.com.ar)
[3] Inti-Illimani es un
conjunto musical chileno, formado en 1967. Es, junto con Quilapayún, uno de los
grupos más conocidos internacionalmente pertenecientes al movimiento de la
Nueva Canción Chilena. Su nombre se compone del término "Inti", que
significa "Sol" en quechua, e "Illimani" palabra aimara es
el nombre de la montaña ubicada en la ciudad de La Paz, Bolivia. (Wilkipedia)
[4] Schmidl, Ulrico. Viaje al
Río de la Plata, 1534-1554. Notas bibliográficas y biográficas por Bartolomé
Mitre. Prólogo, traducción y anotaciones por Samuel A. Lafone Quevedo. Buenos
Aires. Cabaut y Cia., editores. Buenos Aires: Librería del Colegio, 1903.
[5] Godofredo Daireaux nació el 1839 en Francia y
falleció en Buenos Aires en 1916.
LA MUSICA DE TACHO SOTO
El autor y cantante Oscar Tacho
Soto interpreta el tema "El cautivo a Til Til", en un espectáculo denominado
"Barajar y Dar de Nuevo", Quilmes. Video grabado por Alejandro Re.