jueves, 2 de agosto de 2012

ÁNGEL LINEO DE PASCALIS, SIGUE VIVO EN EL "CAPITÁN DEL ESPACIO"


Ángel Lineo De Pascalis (foto: radiofmq.com)
  Chalo Agnelli
El miércoles 1 de agosto de 2012 a las 16 horas, murió el “Capitán del Espacio”... don Ángel Lineo De Pascalis. A fines de enero su empresa había cumplido 50 años. Cinco décadas en las que perfumó con chocolate y dulce de leche las cuadras en torno de la calles República del Líbano y Gran Canaria. La fábrica está próxima a las vías del Roca.
Niños de casi todas las escuelas de Quilmes con sus maestros, más de una vez visitamos esa fábrica. Éramos recibidos por don Ángel, quien después de un esquivo saludo se retiraba y nos dejaba con el personal. Así conocimos el sabor inmejorable de sus alfajores y una historia de “causalidades”. Siempre decía a los niños alguna breve frase refiriéndose al valor de la educación y a la paciencia de los maestros. Era parte de la dulzura que elaboraba.
PRINCIPIO
 A los 37 años, Ángel L. De Pascalis cansado de acarrear reses en un frigorífico de Piñeiro resolvió independizarse. Se enteró que un inmigrante húngaro que tenía una fábrica de galletitas en Ezpeleta la había puesto en venta. Con algunos ahorros y un acuerdo con el vendedor comenzó a producir dulzura. Durante los primeros tiempos fueron socios, luego, cuando saldó el remanente de la deuda que le había quedado de adquirir la pequeña empresa, alrededor de 1962, siguió por su cuenta y se mudó a Bernal. Poco tiempo después se trasladó al establecimiento donde permanece. Allí le dio a esa galletita húngara la forma circular típica del los alfajores criollos y le dio su gusto, su calidad, su eficiencia.
Aproximadamente 20 años atrás la fábrica “Capitán del Espacio”, dejó de recibir la visita de escolares, pero no escatimó su generosidad cuando las escuelas tenían algún acontecimiento especial como los Días del Niño.   
Nunca quiso, a pesar que tuvo múltiples ofertas, incrementar la producción y la variedad, se mantuvo con sus dos gustos de chocolate y dulce de leche. Siempre se mantuvo en sus 8000 docenas por día y sus 45 trabajadores. Había encontrado la medida de su riqueza, quizá porque antes encontró la solidez de la sabiduría. O sea que, en su medida, era un hombre exitoso, un magnate en humildad.
Don Ángel, Rubén Sada y Doris.
LA POESÍA
Muy pocos saben que una de sus pasiones era escribir. No hace mucho publicó "Entre dibujos y Letras" una colección de poemas con dibujos de su amiga Doris en Ediciones Independientes de Rubén Sada. Allí se desgranan las vivencias, los pensamientos e ideas que resumen su vida de Hombre de Bien... hoy un título más que apreciado, pero dificilmente apreciado.
CAPITÁN DEL ESPACIO
La marca originalmente era otra, cuando se dieron los acontecimientos de la llegada del hombre a la luna nació el “Capitán del Espacio” con ese rostro de niño sonriente encasquetado. En el 2006 se realizó una compulsa internacional de alfajores de todo el país y el mundo y un jurando especializado premió a “Capital del Espacio” como el mejor alfajor del mundo.
Don Ángel Lineo De Pascalis, tenía 86 años, era soltero, vivía modestamente en una casa junto a la fábrica. Era capitán en una brigada productora de dulzura y su recinto era el espacio desde donde ahora, quizá nos observa.  Le agregó al Quilmes "con sabor a malta y río", un dulce y una marca que nos representará largo tiempo como la cerveza, el fútbol y La Ribera... los quilmeños permanecerermos agradecidos a su memoria.

Crónica Chalo Agnelli / 2012
 Ver más en:
http://edicionesindependientesrubensada.blogspot.com.ar/2011/05/entre-dibujos-y-letras-el-libro-de.html



EVOLUCIÓN HISTORIOGRÁFICA DE QUILMES DESDE SUS COMIENZOS A NUESTROS DÍAS (colaboración)


Esta historia se inicia allá por el año 1580 cuando Juan de Garay luego de fundar la ciudad de Buenos Aires (segunda fundación), organizar su traza y ordenar el destino de estas tierras, procedió a repartir las primeras catorce suertes de estancia (tierras destinadas a la cría de ganado) ubicadas al sur del Riachuelo y sobre la costa del Río de la Plata, se define de esta manera la primera intervención del hombre sobre el medio natural. En una de estas suertes de estancia comienza a escribirse nuestra historia.
ESPACIO GEOGRÁFICO

El sitio elegido, un lugar alto frente al Río de la Plata sobre una barranca que sirve de límite natural entre el bañado y una llanura con suaves lomadas, un punto estratégico a 20 m sobre el nivel medio del río dominando el paisaje circundante. La componente humana, un grupo de 200 familias de indios Quilmes y Acalianos procedentes de los Valles Calchaquíes. Esta mixtura dará inicio a la transformación del paisaje natural, estableciéndose en 1666 el primer poblado al sur del Riachuelo: la Reducción de la Santa Cruz de los Indios Quilmes. Toda Encomienda Real debía tener una iglesia y un cura, de esta forma se construye la capilla como testimonio del primer asentamiento poblacional. Pronto el clima, el desarraigo, las enfermedades, hacen que la población vaya disminuyendo contando para 1726 con sólo 141 indios.
La llegada de los otros pobladores, criollos y españoles dedicados al comercio y contrabando de cueros vacunos, dará origen al establecimiento de las estancias generando el desarrollo económico de la zona.
Por decreto del 14 de agosto de 1812 se da por extinguida la Reducción y se ordena el trazado del pueblo de Quilmes, sobre las tierras de la suerte de estancia que ocupaba la extinguida Reducción (Av. Zapiola en Bernal, calle Guido en Quilmes, hacia el este la barranca y al oeste un poco más allá del arroyo Las Piedras), tarea que se concreta recién en 1818 con la confección de los planos del mismo por el agrimensor Francisco Mesura.
La planta urbana que contaba con cuatro plazas respetaba como centro la plaza y la iglesia de la antigua Reducción y se extendía desde la barranca hasta la actual Av. Hipólito
Yrigoyen y desde la Av. Alberdi hasta Av. Brandzen. Estas dos últimas avenidas definían el límite con las doce quintas de cuatro manzanas cada una que flanqueaban la planta urbana y desde la Av. Hipólito Yrigoyen hasta el arroyo Las Piedras se extendían las setenta y dos chacras de dieciséis manzanas respectivamente, luego se procedió al reparto de tierras y también la construcción de un templo, es así como en 1828 se levanta la primera iglesia de adobes cocidos convirtiéndose en la expresión y el símbolo del pueblo libre de Quilmes.
Para mediados del siglo XIX el pueblo contaba con iglesia y cementerio contiguo a la misma, una casa de altos frente a ella (esquina Mitre y Rivadavia), otras doce casas de aspecto común y algunos ranchos de caña y paja. Recién a partir de 1856 con la preocupación e intervención de los municipales y otros hechos que se irán sucediendo se comenzarán a ver los adelantos.
En 1872 llega a Quilmes el ferrocarril de Buenos aires a Ensenada, sus vías corren casi paralelas al viejo Camino de la Arena o de la Media Luna por donde circulaban las carretas y las diligencias, este elemento nuevo en el paisaje urbano definirá el límite o borde entre el pueblo y el campo, permitirá la llegada de nuevos pobladores oriundos de Buenos Aires que huyen de las epidemias de cólera y fiebre amarilla, facilitará también la llegada de visitantes a nuestra costa, quienes junto con el tranvía a caballo recorrerán las calles para llegar a nuestra ribera para luego elegir a este pueblo como lugar de reposo y veraneo construyendo posteriormente sus quintas de fin de semana.
Los inmigrantes italianos en su mayoría serán los que le darán identidad a la vivienda urbana (arquitectura italianizante). Quilmes en 1880 se postula como candidata para ser la capital de la provincia de Buenos Aires, compitiendo con otras ciudades, el progreso era evidente, el ferrocarril es el medio de comunicación más seguro tanto para el transporte de pasajeros como para el de carga, facilitando el establecimiento de fábricas a la vera de sus vías, siempre del otro lado del pueblo. Este no sólo será el caso de la Cervecería en Quilmes sino también de Rigolleau en Berazategui, de la Maltería en Hudson y de la papelera en Bernal, convirtiéndose en hitos o puntos de referencia para el viajero, brindándole identidad a cada pueblo y convirtiéndose en símbolos de prosperidad y progreso.

Comienza el siglo XX con la construcción de nuevos edificios públicos marcados por el eclecticismo: Escuela Nº 1, Palacio Municipal, Biblioteca, Registro Civil y Comisaría, la ciudad se prepara para estar a la altura de los festejos del primer centenario (1810-1910).
Finalizando este período se inaugura en 1915 La Rambla sobre la ribera, un complejo que cuenta con piletas, hotel, restaurante, confiterías y cine al aire libre, definiendo a Quilmes como centro turístico (el diario La Prensa lo compara con la Rambla Bristol de Inglaterra).
El 2 de agosto de 1916 por ley, Quilmes obtiene la jerarquía de ciudad debido a sus cuatrocientas cuadras pavimentadas (adoquinado), al Palacio Municipal, a los bancos de la Provincia de Buenos Aires y Popular de Quilmes, a la Escuela Normal, a sus industrias, su población, el ferrocarril y el complejo de La Rambla en la Ribera.
Este progreso facilitará el establecimiento de nuevas industrias, ya no a la vera de las vías de ferrocarril sino cerca de los caminos (1920) o del recorrido del tranvía eléctrico, generando la creación de barrios obreros en las cercanías de las plantas fabriles extendiendo de esta manera la trama urbana hacia la periferia, así es como comienza a poblarse La Colonia (Quilmes oeste) y Bernal oeste.
Con el mejoramiento de los caminos, obras de desague y fuerza motriz sumadas a ciertas franquicias impositivas para fortalecer la radicación de industrias se instalan en el partido a partir de 1930: Textilia S.A., La Bernalesa, Rhodia, Ducilo, etc.
Los dueños de dichas industrias construirán sus residencias en esta ciudad ocupando la zona de la barranca que poco a poco se irá caracterizando por su arquitectura predominantemente pintoresquista. Para 1946 Quilmes cuenta con setecientos cinco establecimientos industriales continuando en forma creciente el asentamiento de industrias en el partido y sus respectivos barrios obreros, principalmente sobre las avenidas 12 de Octubre, Av. La Plata, Calchaquí y Camino Gral. Belgrano. El comercio se afianza sobre las calles y avenidas principales de acceso a la ciudad y en el centro Rivadavia es la calle que nuclea la actividad comercial cotidiana.

La migración interna en busca de trabajo provoca una demanda de vivienda muy importante, que a pesar de los planes implementados por el gobierno no se logra cubrir y comienzan a generarse los asentamientos espontáneos en lugares marginales; aprovechando esta situación comienzan a lotearse sin planificación grandes extensiones de tierra, entre ellas las de San Francisco Solano, La Florida y Barrio Parque Calchaquí.
El evidente aumento de población en estas últimas décadas y los grandes loteos sin planificación de importantes sectores, determinan un crecimiento caótico del suburbio, así como también la especulación inmobiliaria y el auge de la propiedad horizontal, generan la densificación del área centro comercial con la construcción de edificios en altura (arquitectura de las inmobiliarias y empresas constructoras) provocando la demolición indiscriminada de edificios de valor patrimonial por especulación económica debido al valor del metro cuadrado.
El cierre de las grandes fábricas provoca el abandono de sus instalaciones con el consecuente deterioro de las mismas, influyendo por ende en su entorno; posteriormente estos grandes predios son adquiridos y ocupados por las cadenas de Hipermercados.
Las pocas grandes extensiones de campo a lo largo de las autopistas son ocupadas por barrios privados provocando la migración de muchos habitantes de las zonas urbanas, que abandonan la ciudad en busca de seguridad y una mejor calidad de vida, dejando sus residencias urbanas en manos de las inmobiliarias.
Nuestra ciudad es un relato ininterrumpido de más de trescientos años de historia, donde cada generación ha dejado su testimonio como legado para las generaciones futuras; conocerla, respetarla y conservarla requiere del esfuerzo y compromiso de todos nosotros "los quilmeños".

 
Textos y gráficos: Arq. Marta Oliva Echelini

Colegio de Arquitectos de Quilmes