ELUCUBRACIONES
PREVIAS
Merecidamente se recordó el pasado 11 de setiembre el Día
del Maestro. EL QUILMERO, que no responde a efemérides ni “Días de” - salvo imponderables excepciones - recupera esta reseña sobre
la maestra Fausta Constancia Sáenz,
realizada por la profesora Raquel Gail en su blog (http://archivo104.blogspot.com.ar/) pues se me ocurre que todos
los días son los días del maestro.
Este pensamiento no es efecto de un brote espontáneo, me surge
ante el anuncio de reformas en la enseñanza que propician
autoridades gubernamentales, tanto en la provincia de Buenos Aires con medidas que
modifican el sistema de calificación, evaluación y promoción, como en Salta por
la continuidad de la enseñanza religiosa (católica) en las escuelas públicas (a
130 años de la ley 1420)… y vuelve a mi mente de proletario de la tiza la
cantidad – positivos o negativos o ambas - de modalidades evaluatorias, cambios
de currícula, sistemas de lecto-escritura, rectificaciones, innovaciones pedagógicas y didácticas
que a lo largo de una carrera de más de 30 años tuve que incursionar, desandar,
retomar… con entereza de ánimo y energía docente. Sí, porque solo si se ama con profunda
convicción la función de educar, puede uno mutar en laboratorista, para evitarles,
en la medida de lo posible, a nuestros educandos las secuelas de ser ejemplares
de laboratorio…
Recuerdo (con moderado rencor) cuando se legisló las penosa
ley federal de educación 24.195 (1993) y su nefasto corolario provincial, que algunos
directivos de Quilmes nos atrevimos a manifestar algunas inconveniencias que
dicha ley producía aplicada al interior del establecimiento educativo, fundamentalmente
para el educando; ante esta subversiva exteriorización “bajó” de Avellaneda (en
esa época Quilmes no era región educativa) una galonada inspectora jefe, muy oficializada
en su cargo, y a voz en cuello nos espetó: “¡El que no esté capacitado para un cambio en un sistema educativo
obsoleto como el de este país (ella se había educado en ese sistema) debe renunciar ya…!”… por supuesto que
no la conformamos y dichas leyes fracasaron estruendosa y trágicamente.
No juzgo con este argumento los cambios propuestos pues no
profundicé en ellos, tan solo me vino a la cabeza cuánto tiempo y esfuerzo se
pierde y se quita a la educación con estas cuestiones; reitero, quizá muy
positivas. Así fue que me acordé de aquellos viejos maestros, orgullosos proletarios de la tiza, que solemos
describir en estas páginas de la web. (Chalo Agnelli)
FAUSTA CONSTANCIA SÁENZ
Raquel Gail
Entre los integrantes
del primer plantel docente de la Escuela Normal de Quilmes se encuentra esta
maestra graduada en Córdoba, en la escuela que hoy lleva el nombre de Alejandro
Carbó y que fuera organizada en 1884 por una de las 65 valientes maestras
invitadas a trabajar en nuestro país por Domingo Faustino Sarmiento, Frances
Armstrong de Bessler y regida así mismo por Jeannie Howard.
Fausta Constancia Sáenz nació el 23 de setiembre de
1875. Hija de Gregorio Sáenz y de Natalia Marina de Sáenz (española), aparece
censada en La Plata (sección 2ª, urbana) en 1895, junto con su madre y dos
jóvenes que probablemente fueran sus hermanas: Florentina, de 16 años,
profesora de piano y Teléfora, de 15 años, las tres solteras. Sabemos - por el
mismo censo - que hubo dos hermanos o hermanas más.
Ya ejercía la profesión en Quilmes, cuando comenzó a
desempeñarse en nuestra escuela en julio de 1914, suplantando a Buenaventura
Pessolano, licenciado por razones del servicio militar. En 1916 reemplaza al
maestro Adolfo Bazán, que había presentado su renuncia. Seguramente su
formación llevaba la impronta estampada al normalismo argentino por aquellas
célebres maestras extranjeras que hiciera venir Sarmiento.
Anteriormente había cumplido funciones en la Escuela Nº 1 de
Quilmes y también había sido Directora desde el momento de la fundación de la
Escuela Nº 12. Sobre esta etapa nos dice Ch. Agnelli:
“La escuela N° 12,
como muchas de esas épocas, tiene una historia bastante andariega pues varios
fueron sus emplazamientos. Fue creada el 1° de octubre de 1900, en lo que en
ese entonces se denominaba el Cuartel Tercero del Partido de Quilmes,
precisamente en proximidades a la Cañada de Gaete, hoy Bernal Oeste. Era
una casa precaria que se alquilaba al vecino Pablo Benguria, por la que se
pagaban $ 70 de alquiler. Su primera directora, a cargo del único grado de 32
alumnos, fue la Sra. Fausta Sáenz, de 26 años y recibía un sueldo de $125. Al
año siguiente toma posesión la Sra. Emilia Cabrera de de la Chaux de 23 años;
ya la escuela tiene dos secciones de grado con 70 alumnos.”
De Fausta Sáenz dice el Primer Libro de Fojas de
Servicio del Archivo Histórico de la Escuela: “Argentina, de 38 años de edad, posée [sic] título de Maestra Normal,
recibida en la ciudad de Córdoba en el año 1894. Empleóse en la provincia de B.
Aires el año 1895 como Directora de la Escuela Infantil Mixta Nº 3.
En el año 1896 fue
ascendida a Directora de la Escuela Elemental Nº 2 de Varones en el mismo
pueblo. En junio de 1896 pasó á [sic] Suipacha de Directora de la
Escuela Elemental Nº 1 de varones, donde permaneció hasta junio de 1900.
Por comodidades de
familia, pasó como M. de 4º grado á [sic] la Escuela Elemental Nº 1 de varones
de Quilmes á [sic] fines del año 1900, por suprimirse la Dirección libre y
tener que ocuparse del grado el Director se hizo cargo de la Dirección de la
Escuela Nº 12 de reciente creación en este pueblo.
En 1901 (por razones
de bienestar particular) pasó á [sic] la Escuela Elemental Nº 1 donde
permaneció hasta 1911.”
Hay una firma donde se lee Fausta C. Sáenz.
Hay un sello oval donde se lee *ESCUELA NORMAL MIXTA *
DIRECCIÓN * QUILMES *
No está claro dónde prestó servicios los años 1895 y 1896,
antes de pasar a Suipacha. Por el censo de 1881 sabemos que existían por
entonces dos escuelas públicas primarias en dicho distrito y ambas funcionaban
en la cabecera, la de varones a cargo de Juan P. Rossi y la de niñas atendida
por Isabel Wain. Seguramente a esta última se refieren los servicios prestados.
De los recuerdos que sobre ella se han trasmitido de
generación en generación, nos cuenta Chalo Agnelli que acostumbraba trabajar
munida de un portafolios con sus iniciales grabadas: F.C.S., lo que le había
valido el mote de "Ferro Carril Sud".
En el año 1938 formó parte de una comisión encargada de
homenajear a profesores jubilados, labor por la que fue felicitada por el
Director del establecimiento, Juan Manuel Cotta.
Raquel Gail 2/11/11
FUENTES
Archivo Histórico de la Escuela, legajo de Fausta Sáenz. http://archivo104.blogspot.com.ar/search/label/Fausta%20S%C3%A1enz
http://www.suipacha.gba.gov.ar/datos_municipales/datos_historicos1.htm
Agnelli, Chalo. (2004) Maestros y Escuelas de Quilmes, 1º
Ed. , Jarmat.
archivo104.blogspot.com.ar - 02/11/11