lunes, 31 de octubre de 2016

LA ASOCIACIÓN COOPERADORA DE LA ESCUELA NORMAL DE QUILMES EN SUS 100 AÑOS



Como una institución nacida desde el pueblo llano, desde las bases de la comunidad quilmeña, la Escuela Normal contó con el compromiso directo de los padres y luego de las sucesivas promociones de egresados.       
La Asociación de Padres [1] nacida en 1916, realizó notables aportes a la escuela, sobre todo en los primeros años en que, conjuntamente con los docentes fundadores, fue motor sin tregua en las diligencias para obtener un edificio propio y adecuado a sus fines.
Esta Asociación se transformó luego en la Cooperadora “Atanasio Antonio Lanz”, que tuvo años de relevancia durante la gestión de las comisiones que presidió la señora Silvia Elvira Cristy de Cella durante 15 años: período máximo que según los estatutos podía permanecer en el cargo. Algunos padres varones mantuvieron como sub-comisión de la Cooperadora la Asociación de Padres, pues por sus ocupaciones no podían tener una actuación más directa y cumplir
con mayor rigor los múltiples requerimientos que surgían.
La señora de Cella había sido maestra rural, nació en Los Hornos, pueblo cercano a La Plata, una vez que recibió el título de maestra se trasladó a la localidad de Berutti donde se casó con Ángel Ernesto Cella Esnaola y luego, por cuestiones laborales de este último se radicaron en Quilmes formando una familia que tuvo una vinculación muy estrecha con su pueblo adoptivo y con la Escuela Normal Fueron los padres de alumnos y luego señeros educadores, los profesores Orlando y Celiar Cella.
      Efectivamente la señora Cristy de Cella ingresó en esta Institución en 1926. En la Comisión Directiva, predominantemente de presencia femenina, la acompañaron entre otras muchas las señoras de Collet, de Codino, Ignacia Lanz de Berbeni (hermana de Atanasio Lanz) Leticia E. C. de Dalla Via, Celia M. de Moltedo, Josefina A. de Sasse, Paulina S. de Barrios, Julia O. de Becherini,
Ángela C. de Ghislanzoni (madre de la prestigiosa docente Susana Ghislanzoni de Culebra Mason) Elena P. de Braga, Vilma C. de Gandulfo, Edith March de Bucich (esposa del que luego sería intendente Armando Bucich), Blanca Durañona de Rocca Rivarola, Josefa G de Malfatto, María Luisa C. de Fuentes, Sarah Barrabino de Elissalt, Dina Orengo de Craviotto y los señores Juan Ganza, Dr. Alberto Iacobucci.
         La Cooperadora realizó numerosas actividades culturales para reunir fondos como lo describen detalladamente los medios periodísticos de esos años, periódico “El Plata”, revista “ABC” y luego, en las últimas décadas, el diario “El Sol” y “Crónica” de Bernal.
     La labor era intensa: la adquisición de material didáctico, útiles escolares, mobiliario, reparaciones y distintas obras edilicias, era de su responsabilidad organizar las fiestas de egresados que, generalmente, se efectuaba en los salones del Círculo Universitario.
        Algunas mejoras se realizaban en conjunto con la Cooperadora del Colegio Nacional, que entre otros presidieron los señores: Martín Ibarra Figueredo, Guillermo March, Pedro Badano, etc.
        Los fondos provenían de la ínfima cuota voluntaria de los padres de los alumnos, pero principalmente mediante la realización de
múltiples y variados eventos. La señora Dora Barrera Nicholson de Ricagno, integrante de varias comisiones, con su elenco de actores noveles hizo numerosas representaciones en el Teatro Colón de la Sociedad Italiana con ese fin. También se hicieron festivales musicales a cargo del Conservatorio Williams y proyecciones cinematogáficos, como el realizado el 29 de octubre de 1943 en el Cine Rivadavia, que tuvo extraordinario éxito.
      En 1945, las Cooperadoras de la Escuela Normal y del Colegio Nacional que utilizaban el mismo edificio acordaron hacerle arreglos y acondicionarlo para el uso de ambas instituciones Los mismos se hicieron sobre un proyecto del Ing Juan Pollak.
      En 1946, después de su larga trayectoria como presidenta, la señora de Cella fue sustituida por la señora Ángela Benna de Lacunza ex alumna egresada en 1920 (madre de la docente Angélica Beatriz Lacunza, promoción 1947)
      La señora de Lacunza permaneció hasta 1956 y luego fue electo el señor Alfredo La Rocca, acompañado por las señoras: Aída Fialco de Cohen, María J Berbeni de De Muro, Ernestina Bentham de Campolo, María Elisa Améndola de Davenport, Margarita W. de Grubenmann, María H. Galli de Joghens, Ema Salas de Ciavaglia y los señores: Luis M. de Rodrigo, Alfredo Zanetti, Felipe J. Firpo (fundador de la Biblioteca Popular Manuel Estrada de Bernal), Roberto Bagú, Américo de La Fuente, Julio Demichelli, Carlos Rodiles.            
       Eran presidentes honorarios la señora Ignacia Lanz de Berbeni y el profesor Alfredo Dunet Durante esta administración se renovaron totalmente los baños mediante rifas.
       En 1958, la Cooperadora a instancias del señor de Rodrigo, formó seis subcomisiones para diversificar las actividades y que nada escape a su atención, ya que la matrícula había crecido notablemente. Las subcomisiones eran: biblioteca y publicaciones, útiles y materiales, edificio, ex alumnos, finanzas y asistencia médica. [2]
     En 1960, siguió al Sr. La Rocca la presidencia del maestro  Enrique E. Cánepa y secretario Mario Rovira. Aún la Cooperadora actuaba para toda la Unidad Académica, luego la actual Escuela Primaria Nº 84 y el Jardín 944, crearon las suyas.
    Larga, ardua y fundamental fue y es la tarea de la Asociación CooperadoraAtanasio Antonio Lanz para sostener y generalizar la educación pública  a través de la Escuela Normal y su Unidad Académica.
Investigación y compilación: Prof. Raquel Gail y Chalo Agnelli
FUENTE
EXANQUI. " Historia para un Centenario 1912 - 23 de octubre - 2012" Ed Jarmat, 2ª Edición, Bernal, 2013.

miércoles, 19 de octubre de 2016

EL CONCEJO DELIBERANTE RINDIÓ UN HOMENAJE A 46 QUILMEÑOS DESTACADOS



El 1 de setiembre, en el marco de las celebraciones por los 350 años de la primera población de esta localidad por los pueblos quilmes y acalianos reducidos en estas costas del Plata del viejo Pago de la
Magdalena y en el Centenario en que Quilmes fue designado Ciudad por la Legislatura de la Provincia el 2 de agosto de 1916, ambos aniversarios sumados a el Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional, el Honorable Concejo Deliberante de Quilmes, en sesión extraordinaria entregó reconocimientos a 46 vecinos renombrados por sus trayectorias en las distintas áreas del quehacer local. De los 24 ediles, sólo faltó a la cita Gastón Fragueiro.
El punto de encuentro fue el Teatro Municipal de la calle Mitre, donde el Deliberante se trasladó para esta sesión especial. Primeramente, mientras iban llegado los invitados, se sirvió un sencillo ágape en el subsuelo del teatro.
Ya en la sala el intendente municipal Martiniano Molina fue invitado
por el Cuerpo Legislativo, presidido por Juan Bernasconi, a subir al estrado y hacer uso de la palabra. A renglón seguido, los ediles que propusieron a las personalidades destacadas, los invitaron al escenario y, uno a uno, les fueron entregando un diploma mientras se exponía un resumen del currículum de cada homenajeado. Pasaron en la ocasión por el Teatro Municipal, artistas de todo el espectro de las artes, ex funcionarios, deportistas, médicos, docentes, historiadores, fomentistas, hombres y mujeres militantes, empresarios, comerciantes y se realizaron homenajes póstumos a personalidades destacadas en la memoria y el afecto, que no ya están.
HOMENAJEADOS
Resultaron homenajeados los historiadores don Luis Gerardo
Barbieri y el Prof. Héctor Chalo Agnelli; el Lic. Claudio Etcheverry (director de la Técnica 5 “Reino de España”); Rodolfo Albónico (fotografo, reportero gráfio), Carlos Cebeiro (docente); gente del mundo de las artes como Oscar Rodríguez Carabelli (actor y director teatral), Héctor Magnano (artista plástico y docente), Rodolfo Malaver (fotógrafo, periodista gráfico y cineasta), Hebe Liz Schweistein (artista plástica y escritora), Juan Alberto Etcheverry (payador); Rubén Pilco (pintor, dibujante y profesor de
Bellas Artes), ‘Kapanga’ (Grupo musical); profesionales de la medicina como: Facundo Manes (neurólogo), Enrique Pastorino y José Capparelli; ex funcionarios: Rafael Verge Morera; Néstor Rojas (ex Defensor del Pueblo de Quilmes); empresarios como: Omar Grasso (comerciante), Jorge Heguilor (diseñador de veleros), y Roberto Pini (metalúrgico); militantes comunitarios y servidores de la comunidad: Américo Jorge Castillo (Bombero), Francisca Falcone (militante social), Américo Consiglio (fundador Club de Leones Ezpeleta), el padre Luis Ángel Farinello (sacerdote), María Ester D' Andrea (militante de la lucha contra la trata), Cayetano Lavalle (fomentista) Los futbolistas: Rodrigo Braña, Adrián Giampietri, Horacio Milozzi, Omar Gómez, Gabriel y Diego Milito, Daniel Bertoni; los boxeadores Jorge Ali Canejo, Abelardo Caccagui y Pedro "Ringo" Franco; los atletas Alicia Killing y don Mario Cutropia (maratonista); Orlando López (deportista), y Paredes Matías, Juan Manuel Saladino (medalla de oro olímpica en Río 2016 con el seleccionado argentino de hockey masculino)

Se hicieron además homenajes póstumos a: don Juan Manuel Ramos Delgado (futbolista) que recibió su esposa y su hija Marisa Ramos Delgado; a don Plácido Donato que partió de la vida este año (escritor, poeta, periodista, guionista, dramaturgo y ex comisario), recibió su esposa y su hijo; a la imperecedera concejal señora Cora Otamendi de Bucich (concejales MC), recibió uno de sus nietos; al inmemorial don Ángel De Pascalis (empresario de Alfajores ‘Capitán del Espacio’) y al comisario asesinado Jorge Omar Gutiérrez que recibió su esposa.
Arriba a la izquierda don Ángel de Pascalis; derecha Cora Otamendi con Claudio Etcheverry y Chalo Agnelli, debajo izquierda Juan Manuel Ramos Delgado y derecha Plácido Donato. 
No sólo fue una noche de reconocimientos, fue una noche de encuentros, de dicha plena, de afecto fraterno entre quilmeños nativos y por adopción, que dejaron sus trayectorias y sus figuras para las páginas de la historia local por otros 50 años más, hasta llegar a los cuatro siglo en que nuestros fundadores, quilmes y acalianos
llegaron a nuestras costas para darnos identidad y tradición.
Indefectiblemente faltaron nombres, pero cada uno de los reconocidos llevamos en el corazón y en la mente, a ese escenario a una personalidad que hubiera sido merecedora de este reconocimiento con más justicia que el otorgado a uno mismo.
Yo llevé al docente historiador Juan Carlos Lombán, a la docente fundadora de la APDH filial Quilmes, Lucracia Lombán, a la escritora Liliana Guaragno, al docente, historiador y bombero voluntario de Bernal Alejandro Re, al director de teatro y pediatra Dr. Manuel Amoroso; al militante de la cultura, historiador, autor y abogado don Carlos M. Eusebi; al Dr. Ricardo Angelino; al Dr. Jorge Moltedo; a la historiadora,
escritora, periodista Ana María de Mena; al fotógrafo y reportero gráfico Carlos Scott; al fotógrafo, cinematografista y docente Fernando San Martín; al cinematografista Alcides Chiessa; a la productora cinematografista Alicia Agnone (Mandioca); al cantautor y director de coros Horacio Liñan; al periodista, poeta y librero Miguel Ángel Morelli; al escritor y librero Néstor Arias; al editor Juan E. Ruffinelli (JARMAT; al ex comandante de Bomberos Voluntarios de Quilmes e historiador Claudio Schbib,  a los actores y dramaturgos Leopoldo Russo y Norberto Martín; a los cultores de la música como Haydee Trinca de Eusebi, Enrique Premoli, Carlos Enrique Renison, Ricardo Usciatti; a la difusora de cultura y artista plástica Sonia Otamendi; los artistas plásticos Ludovico Pérez, Manuel Oliveira, Norma Cistaro, María Rizzo.
Sería mucho más larga la nómina, ni el tiempo ni los conocimientos de cada uno podrían abarcarlo, pues el pueblo de Quilmes rindió un aporte incalculable a la Historia y la Cultura Nacional.
FUENTE
Perspectiva Sur
COMISIÓN ADMINISTRADORA DE
LA BIBLIOTECA POPULAR PEDRO GOGENA
AGRUPACIÓN DE HISTORIADORES LOS QUILMEROS     
Quilmes, setiembre 2016

martes, 18 de octubre de 2016

JORNADA DE HISTORIA SANMARTINIANA Y MUESTRA ALEGÓRICA


La Asociación Cultural  Sanmartiniana de Quilmes “Sable de Gloria”, realizará el próximo sábado 22 de octubre en el horario de
13 a 18 horas, la  JORNADA DE HISTORIA SANMARTINIANA Y MUESTRA ALEGÓRICA en el Museo Histórico Regional “Almirante Guillermo Brown” ubicado en la calle 25 de Mayo y Lavalle, Bernal.

El eje temático es: “VIDA Y OBRA DEL LIBERTADOR DE AMÉRICA, DON JOSÉ DE SAN MARTÍN Y LA INDEPENDENCIA”

Participarán historiadores, investigadores, alumnos universitarios de la carrera de historia y estudiosos de temas sobre la Vida y Obra del Gral. San Martín.

OBJETIVOS: “Dar a conocer la vida y obra del Gral. San Martín y su Epopeya Americana”

PARTICIPANTES:

1.      Emilia Edda Menotti: Presidente del Instituto Nacional Browniano de Bs. As., de la Académica del Instituto Nacional Sanmartiniano y de la Academia Nacional de la Historia. “SAN MARTÍN UN HÉROE”

2.      Dr. Todaro García: SAN MARTÍN Y EL EJÉRCITO DE LOS  ANDES”

3.      Prof. Francisco Devincenzi, museólogo: “EL MONUMENTO al GRAL. SAN MARTÍN EN QUILMES y EN BUENOS AIRES.”

4.      Jorge Luis Cereseto: “EL MAR NOS UNE”

5.      Dra. Elisa Cervi: Junta de Estudios Históricos de la Pcia. de Buenos Aires. “EL FRUSTRADO REGRESO DE SAN MARTÍN A SU PATRIA Y SU DEMORADA REPATRIACIÓN”.

6.      Prof. Héctor Chalo Agnelli: “DIGO EL LLAMADO”

7.      Prof. Mario Arencibia: “SAN MARTÍN Y LA INDEPENDENCIA AMERICANA”.

8.      Prof. Julio Romay “LA FIRMA DE SAN MARTÍN EN EL PARTE DEL COMBATE DE SAN LORENZO Y OTROS HALLAZGOS.

9.      Patricio Etcheverry: “SAN MARTÍN, SUS VALORES”

10.  Lic. Roberto Negri: Presidente de la Asoc. Cultural Sanmartiniana de Quilmes “Sable de Gloria”; “EL MONUMENTO DEL GRAL. SAN MARTÍN EN FRANCIA”.

Se presentará la muestra de “Carruajes Antiguos” del miniaturista Alberto Aníbal Arán y la Muestra Alegórica Sanmartiniana con elementos utilizados en el Ejército de los Andes de Jorge Luis Cereseto.

Cada expositor contará con 30’ para presentar su tema.


 La entrada es libre y gratuita

sábado, 15 de octubre de 2016

ASOCIACIÓN AMIGOS DE HUDSON - MEMORIA DE LA COMISIÓN DIRECTIVA (1941-1943)


A continuación se transcribe textualmente una reseña de los hechos que concretó la Asociación Amigos de Hudson fundada el 4 de agosto de 1941, en su período inicial, agosto de 1943, presidida por el Dr. Fernando Pozzo [1] y su secretario era don Ian G. Dysdale.
En ‘Apéndice’ se detalla las personalidades que integraban la C.D. de la Comisión de Homenaje A Guillermo Enrique Hudson con sede en la calle Charcas 556 de Capital Federal, como dato sumatorio, se agrega el domicilio que tenían cada uno en el año 1941. Nombres, algunos, que se repetirán, a lo largo de los años, en la difusión de la obra del primer escritor quilmeño. 

MEMORIA DE LA COMISIÓN DIRECTIVA 
Al cumplirse el primer período de existencia la Comisión Directiva se complace en someter a la Asamblea de Socios una breve reseña de sus ac­tividades.
La Asociación tuvo su origen al cumplirse el centenario de la fecha
del nacimiento de Guillermo Enrique Hudson, en agosto de 1841. El día 3 de ese mes, se congregaron en la Plaza Falcón [2] de Quilmes varios centenares de personal admiradoras de la personalidad de Hudson a rendir homenaje ante el busto del escritor y naturalista. A continuación parte de la concurrencia se trasladó al Golf Club de Ranelagh donde se sirvió un almuerzo a noventa comensales. En esta reunión es donde se cristalizó la idea de fundar la presente Asociación. Luego, a la tarde del mismo día, se inauguró una placa en Berazategui en la calle Guillermo Enrique Hudson.

Homenaje en la plaza del Bicentenario, 1961
El día 31 de julio de I941, se inauguró en los salones de la casa Harrods [3] una exposición de aves, libros y documentos de Hudson y el Dr. Emiliano Mac Donagh, [4] profesor de la Universidad de La Plata, diserto sobre el tema "Hudson naturalista”. El día 4 de agosto de 1941, fecha del centenario, dio una conferencia en el mismo local el Dr. Ezequiel Martínez Estrada [5] sobre “Hudson escritor”.
El 23 de noviembre, se inauguró un monolito de piedra en los Veinticinco Ombúes” con la siguiente inscripción “Aquí nació Guillermo Enrique Hudson, el 4 de Agosto de 1841”. El monumento fue descubierto por la esposa del conse­jero de la Embajada Británica, Sra. de Hadow, y el Dr Pozzo pronunció un discurso alusivo.
La Asociación desea expresar su reconocimiento al Comi­sionado Federal de la Provincia de Buenos Aires, y a la Dirección Nacional de Vialidad, por su desinteresada cooperación en este homenaje. Concurrieron más de ochenta personas. 
El 17 de mayo de 1942, se realizó una excursión al Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes de San Antonio de Areco para entregar allí un facsímil de la marca que usaba "Don Roberto” Cunninghame Graham. Por gentileza del presidente de la Comisión de Parques Provinciales señor Enrique Udaondo, [6] y del señor Manuel Güiraldes, los asistentes fueron comensales de un espléndido
almuerzo criollo seguido de una fiesta campestre. Concurrieron más de ciento veinte personas. Con motivo de la llagada al país del vizconde Davidson, propietario del campo donde se encuentra “Los Veinticinco Ombúes”, la Comisión Directiva realizó gestiones tendientes a interesarle en el movimiento destinado a convertir ese sitio en un museo y santuario de pájaros.
Desgraciadamente durante su corta estadía no pudo concretarse nada. Al tener noticias de la impresión en el Golden Cockerel Press [7] en Londres, de una colección de cartas de Hudson a Cunninghame Graham, en una edición limitada de 250 ejemplares la Comisión Directiva pudo conseguir 10 de estos para sus asociados. Todavía quedan tres disponibles a un valor de costo, $30,oo cada uno.
Pozzo entrega réplica de la marca de Cunningham Graham al director del museo Güiraldes de San Antonio de Areco.

A raíz de haberse agotado la edición de Allá lejos y hace tiempo (Far Away and Long Ago) traducción del Dr. Fernando Pozzo, cuyos derecha de autor fueron cedidos en su tiempo a la Municipalidad de Quilmes, se solicité y obtuvo de esta autorización para la impresión de otra edición de dos mil ejemplares.
Por invitación de la “British Council” el Dr. Pozzo dio conferencias sobre “Amistad pampeana en Londres”, con referencia a la de Hudson y Cunningham Graham, en las ciudades de Jujuy, Salta, Tucumán y Córdoba. Se enviaron libros traducidos al castellano de los dos autores a 14 bibliotecas de Jujuy, Salta y Tucumán cuyos libros fueron donados por Sir Eugen Millington Drake de la “British Council”.
Se presentará en breve la dramatización del “Niño Diablo” adaptad
por Doña Celia Rodríguez Compamartin de Pozzo, [8] por intermedio de la compañía infantil que dirige en Quilmas Don Lucas Blanco. Se propone dar la mayor difusión posible a las representaciones, siempre gratuitamente, en escuelas, hospitales y sociedades culturales. 
En diciembre de 1941, la Comisión Directiva tuvo la sorpresa agradable de recibir de la firma Alfred A. Knopf, Inc. de Nueva York [9] una donación de cien dólares. Se trata de una firma que en el año 1916, publicó con éxito “Green Mansions”. Se le escribió agradeciendo su gesto espontáneo y comunicándole haberle designado socio vitalicio de la Asociación.
En el Banco Superville de esta plaza existe un depósito de $ 1.101,9 procedente de una colecta realizada hace años por la “Comisión Pro-Homenaje a Hudson” que ha sido puesto a la orden del Presidente y Tesorero de esta Asociación. Queda retenido para el fin mencionado.
Con mucho sentimiento da Cuenta la Comisión Directiva del fallecimiento en el mes de septiembre ppdo. del consocio señor Samuel Hagan entusiasta colaborador de nuestra obra.
En la actualidad la Asociación cuente con cinco socios honorarios, un vitalicio y cincuenta y un socios activos y la Comisión Directiva cuenta con la cooperación de estos para la consecución de nuevos adherentes.
La Asamblea deberá elegir tres miembros de la Comisión Directiva por el término de dos años en reemplazo de los señores José María Bustillo, Francis C. Scholes y Antonio Zamora. [10] 
(Firman) Secretario Ian G. Drysdale – Presidente Fernando Pozzo 
APÉNDICE
COMISIÓN DE HOMENAJE A GUILLERMO ENRIQUE HUDSON (1941-1943)
Pte. Dr. Fernando Pozzo (Alsina 271, Quilmes), vice. Dr. Jorge Casares (L. Alem
465, Cap. Fed.); tesorero Francisco G. Scholes (Av. Roque Sáenz Peña, 567, Cap.); secretario Ian G. Drysdale (Av. Roque Sáenz Peña 501 Cap.); vocales: Ing. José María Bustillo (Estancia “La Primavera”, Cañuelas, Ferrocarril Sud y T. de Alvear 3782, Cap.); contralmirante Pedro Casal (Echeverría 3498, Cap.) Dr. Santiago Celsi (Quilmes, FC.S.); Dr. Martín Doello Jurado (Chubut 450, Cap.); señora Marion W. Danieri (Pampa 3661, Cap); señora Rosalía E. Davel de Deambrosi (Quilmes, F.C.S. directora de la Escuela Nº 1); Santiago J. Deambrosi (Quilmes, F.C.S. esposo de la anterior); Patricio Dudgean (Charcas 556, Cap. Domicilio donde estaba establecida la sede de la Comisión); Dr. Carlos S. García (Quilmes F. C. S.); Alejo González Garañó (Rodríguez Peña 1820 Cap.), Ricardo Hogg (Las Heras 2425 Cap.); R. H. Hadow (Reconquista 314), Humberto Hudson ( (Sucre 3780, Cap.); Dr. José Eduardo López (Moreno y Alem, Quilmes, ex intendente); Ezequiel Martínez Estrada (Lavalle 166, Cap.); Leslie Mead ( (Charcas 556, Cap.)  Ernesto Marchese (Estibau 120, Sarandí); Antonio Parodi (Girardot 1423, Cap.); Celia Rodríguez de Pozzo (Alsina 271, Quilmes, esposa del Dr. Pozzo); Porf. Luis Ricagno (Quilmes, F.C.S.), S. R. Robertson (Montevideo 1094, Cap.); Héctor S. Gavio (Chubut 450, Cap.); María Stella (M. Castro 1315, Banfield); Antonio Zamora (Bernal F.C.S.); Ángel Rafael Zotta (Serrano 895, Cap.) y Dr. Antonio Barrera Nicholson (Sarmiento y Rivadavia, Quilmes)    





Investigación, compilación y compaginación Chalo Agnelli
FUENTES
Archivo “Hudson” del Prof. Juan Carlos Lombán
Biblioteca Popular Pedro Goyena
NOTAS

[1] Ver en EL QUILMERO del miércoles, 10 de marzo de 2010, “DR. FERNANDO POZZO Y LA HISTORIA EN QUILMES”. http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/03/dr-fernando-pozzo-y-la-historia-en.html 

[2] Circunscripta por las calles: Conesa, Moreno, Colón y Lavalle. Cambió su nombre funesto por plaza del Bicentenario. 

[3] La sede de la casa Harrods en Buenos Aires se inauguró el 31 de marzo de 1914, convirtiéndose en la primera sucursal de América de la famosa tienda londinense. Cerró sus puertas en 1998. (http://www.floridastreet.com) 

[4] El doctor Mac Donagh fue naturalista. Nacido en la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz, el 11 de setiembre de 1896, desde joven lo atrajo con vivo entusiasmo la naturaleza. Se orientó entonces por los estudios de ciencias naturales en el Instituto del Museo de la Universidad de La Plata, institución en la que se doctoró en la especialidad de zoología. En 1944, fue designado Director General de Escuelas por la intervención federal en la provincia de Buenos Aires y al año siguiente asesor de la Dirección de Bibliotecas Públicas Municipales. Durante muchos años dirigió el Departamento de Zoología del Instituto del Museo de La Plata, institución en la que se desempeñó como profesor en la especialidad vertebrados, así como en la Facultad de Agronomía de la Universidad local, donde

dictó las cátedras de zoología y entomología agrícolas. Falleció en La Plata el 2 de agosto de 1961. 
[5] Ezequiel Martínez Estrada nació en San José de la Esquina, Santa fe, el 14 de setiembre de 1895 y falleció en Bahía Blanca el 4 de noviembre de 1964. Fue escritor, poeta, ensayista, crítico literario y biógrafo. Recibió dos veces el Premio Nacional de Literatura, en 1933. por su obra poética y en 1937. por el ensayo "Radiografía de la Pampa". Fue presidente de la SADE de 1933 a 1934 y de 1942 a 1946. 
[6] Enrique Udaondo, historiador. Nació el 11 de junio de 1880 y falleció en Buenos Aires el 6 de junio de 1962. Tuvo una prolongada actividad como museólogo y dirigió durante muchos años el Museo Histórico de Luján. 
[7] El ‘gallo de oro de prensa’ fue una importante publicación inglesa que operó entre 1920 y 1961. Fue famosa por sus ediciones limitadas, hechas a mano, con hermosa de obras clásicas producidas con los más altos estándares. Se imprimió en papel hecho a mano, y algunos en vitela. Una característica importante de los libros gallo de oro era las ilustraciones originales, generalmente grabados en madera de grandes artistas. 
[8] Ver en EL QUILMERO del lunes, 29 de julio de 2013, CELIA RODRÍGUEZ DE POZZO, TRADUCTORA DE HUDSON

http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/07/celia-rodríguez-de-pozzo traductora-de.html/ 

[9] Alfred A. Knopf, (12/9/1892- 11/8/1984) Importante editor estadounidense, fundador de la editorial que llevó su nombre. Knopf se caracterizó por prestar especial atención a la calidad de la impresión, encuadernación y diseño de los libros, y alcanzó reputación como purista en aspectos como el contenido y la presentación de los libros. 

[10] Antonio Zamora (1896 – 1976) fue un editor, periodista, político y empresario nacido en España y radicado en la Argentina desde adolescente. Fundó y dirigió la Revista Claridad para difusión y análisis de las ideas socialistas, que se editó entre 1925 y 1940.


miércoles, 12 de octubre de 2016

LOS QUILMEROS CON SU LIBRO EN LA FERIA DEL LIBRO DE BERAZATEGUI

El martes 11 a las 16:30, se presentó en la 12º Feria del Libro de Berazategui el libro de la Agrupación Los Quilmeros, "Quilmes, 350 años, un Bicentenario y un Centenario, 14 autores para 3 homenajes", publicado por la Ed. Buenos Aires Books. Realizó la presentación la Lic. Mónica Cereda co-autora y miembro de la Agrupación en el espacio de la Biblioteca Popular y Centro Cultural Victoria Ocampo de Ranelagh, a cargo de la escritora Antonia Luján Vázquez. 
 De esta manera la Agrupación, que tiene su sede en la Biblioteca Popular Pedro Goyena, establece un lazo de hermandad entre dos Bibliotecas Populares de municipios vecinos.
El próximo domingo 16 a las 18 hs. en el Espacio Cervantes de la Feria, el Lic. Aníbal Rubén Ravera y el editor Roberto Tassano, tambien integrantes de Los Quilmeros disertarán sobre "El Quilmes de Guillermo Enrique Hudson: Historias no tan conocidas de su presencia en la Ciudad...", uno de los capítulos del libro mencionado. Acompañará la charla el Prof. Agnelli.
Esta será la tercera presentación de este libro aniversario que el sábado 5 de noviembre tendrá una cuarta en la Feria Industrial de Quilmes, que se realizará en el viejo predio de la empresa Bernalesa.
Primera presentación ralizada el viernes 2 de setiembre en el Colegio de Abogados de Quilmes, con la participación musical de Ricardo Soulé (primero de la izquierda)
 

sábado, 8 de octubre de 2016

ESCUELA PRIMARIA N° 37 “ROSARIO VERA PEÑALOZA” - CINCUENTENARIO

por Chalo Agnelli, 2003
Ubicada en Camino General Belgrano y Rep. del Líbano de Quilmes Oeste, la Escuela Primaria Nº 37, cumplió 50 años.
ANTECEDENTES PREVIOS
   La Escuela N° 37 inició su historia en Berazategui el 5 de abril de 1923, en las actuales calles N° 143 y 11, propiedad de Humberto Lemal, vecino pionero de esta comunidad, de origen belga, por la que se pagaba un alquiler de $ 80. Su directora-fundadora fue la Srta. Margarita Esmoris quien además de la función estaba a cargo de 58 alumnos, como pasaba con las maestras designadas para fundar escuelas. Otras directoras-maestras fueron: Gloria Guas, Emilia Maggiani, María Angélica C. de Catalá (n. 1893-ingr.1/8/25) y Ramona Vieyra de Rojas (ingr.28/5/31) mimbros de una familia de arraigo en Quilmes.
   En 1960, la Escuela pasa a ser la N° 8 del nuevo Partido de Berazategui.
HISTORIA
   Se hallaba sobre la calle Catamarca N° 4759, a pocas cuadras del Camino Gral. Belgrano. Fue fundada en 1966, pero tanto en la Dirección de Archivo de la Dirección General de Escuelas como en la misma institución - cuando se llevó a cabo esta investigación -  no
se hallaron datos fehacientes que determinen la fecha de su creación ni quiénes la llevaron a cabo.
 La escuela recibió el nombre de la educadora y pedagoga riojana Rosario Vera Peñaloza (Atiles, 25/12/1872 – La Rioja 28/5/1950)

Los constantes desbordes del arroyo San Francisco fueron deteriorando irremediablemente el edificio lo que motivó la necesidad de un nuevo emplazamiento. En mayo de 1995, se trasladó a nuevas instalaciones en la esquina del Cmo. Gral. Belgrano y  República del Líbano, sobre terrenos donados por el propietario de una importante empresa comercial productora de tanques. Esta mudanza fue otra causa de la pérdida de alguna documentación del momento fundacional.
Fueron algunos de sus directivos: Sra. de Roumieu, Delia Vicente, Nirvad Cirimelli, Beatriz Hameris, Águeda Rossi de Galán (hasta julio de 1979) Ricardo Acevedo, Rosa Andrade, Alicia Berges, Mirta Stocco, Emma Tor, Dora Sánchez, Liliana Hourcade, Josefina Vítolo (hasta 2003) y entre los docentes de mayor permanencia se recuerdan a: Griselda Giromini, con 21 años en el establecimiento, Noemí Prina, Mónica Bebilaqua, Patricia Romero y Marcela Sánchez, entre otros.
   Desde julio del 2003, asumió la dirección la Sra. Silvia Arenaga, vicedirectora Ana María Ganyitano y secretaria Patricia Aimone. En esos años, la matrícula era de 548 alumnos en 21 secciones y un servicio alimentario de 450 cupos.
   En los últimos años (2003) se vivió una situación de riesgo ambiental por la contaminación que producían algunas de las industrias de la zona como la quema de amianto que realiza una empresa a apenas 10 metros de la Escuela. A requerimiento de las autoridades intervinieron expertos en salubridad, tanto municipales como provinciales, pero no hubo respuestas esclarecedoras.
   La zona circundante a la institución manifiesta un crecimiento lento, coincidiendo con el que mantiene la ruta provincial N° 14, Camino General Manuel Belgrano  que, desde los últimos 50 años, no ha contado con la menor atención de las sucesivas autoridades gubernamentales.
Investigación Chalo Agnelli
FUENTE
Agnelli, Chalo. "Maestros y Escuelas de Quilmes". Ed Jarmat Quilmes,
2003.

viernes, 7 de octubre de 2016

ITINERARIO DE HUDSON EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

por Justo P Sáenz (hijo)
La Nación, 14/11/1963
Compilación y Transcripción Chalo Agnelli
Que yo sepa, a nadie que haya escrito sobre Guillermo Enrique Hudson se le ha ocurrido seguir geográficamente sus andanzas por tierras de la provincia de Buenos Aires. Estamos enterados de que, además de Quilmes y de Chascomús, vivió en Car­men de Patagones y sus alrededores, quizá en 1871, por su afamado libro Días de ocio en la Patagonia", y que hasta allá se trasladó a bordo de un vaporcito de mala muerte, que naufragó, por encalla­dura, en la barra del río Negro. Cómo regresó a Buenos Aires para embarcarse con destino a Inglaterra, dos o tres años después, no nos lo dice el gran escritor. 
MARTA RIQUELME 
Alguien, sin probarlo al menos docu­mentalmente, afirma que viajó por Salta y a Jujuy. Su cuentoMarta Riquelme” se desarrolla en esas regiones. También de una posible permanencia suya en el Uruguay nos podría hacer creer su hermosa y pésimamente traducida obraLa tierra purpúrea”. No sólo la riqueza del detalle topográfico y la tipicidad de sus perso­najes autorizarían semejante suposición, sino la clase de aventuras que corre el principal protagonista, en el que muchos que hayan oído de boca de don Roberto Cunninghame Graham la atracción que Hudson despertaba en las mujeres lo identificaron con Richard Lamb.
Hasta que Su Excelencia el doctor Matsao Tsuda, reciente ex embajador del Ja­pón en nuestro país, practicara unas no­tables averiguaciones, hace poco publica­das [1] la permanencia de Hudson en el país hermano quedaba totalmente descartada en virtud de una carta dirigida por él al citado don Roberto Cunningha­me Graham, en la que le confiesa, con cierta socarronería, no haber estado nun­ca en la Banda Oriental.
El doctor Tsuda, sin embargo, ha descubierto que el gran escritor pasó largas temporadas en ese país, parando en dos o tres estancias uruguayas, una de las cuales fue 'La Virgen de los Dolores' en el departamento de Soriano, propiedad de don George Keen, ciudadano inglés que llegó a Buenos Aires en 1820, poblando pocos años después la estancia “Pedernales”, en el partido de 25 de Mayo, sobre el río Salado, que hoy pertenece a varios pro­pietarios, el primero de los cuales fue el escribano don Horacio J. Ferrari, que adquirió su casco y una considerable área a su alrededor, en 1918. 
CHIMA LAUQUEN 
También S. E. el Dr. Tsuda señala que Hudson estuvo en “Chima Lauquen”, hoy partido de Juárez, que en el mapa catastral compuesta por el Departamento Nacional de Ingenieros en 1890, aparece como una gran estancia, propiedad del referido don George Keen.
Finalmente sabemos por el Dr. Tsuda que fue Hudson “enganchado” para el servicio militar de fronteras en el Azul, seguramente - y esto va por cuenta mía - por “vago y mal entretenido”, como rezaban los
decretos gubernamentales de aquellas épocas, lo mismo que el lugar donde fuera destinado se llamaba “Re­conquista”. Quédame por investigar si es­te punto era un fortín o simplemente un paraje y esto he de descubrirlo con el auxilio de los mapas de aquel entonces.

En El naturalista en el Plata, obra que yo vertí al castellano y anoté para Emecé Editores en 1953, surge claramen­te - léase el artículo “El chajá” - que estuvo en el lugar denominado entonces Fuerte Esperanza, donde hoy se levanta el pueblo de General Alvear, cabeza del partido del mismo nombre. Para llegar allí pasó por El Gualicho, visto que men­ciona dicho punto, correspondiente al nombre de un arroyo que corre junto al límite sudeste del partido de Las Flores, separando éste del de Kauch, cuyo arroyo es continuación del arroyo Azul, que nace en el partido del mismo nombre, en campo de los herederos - muy amigos míos - de don Fortunato Gómez. El Gua­licho cambia su nombre por el de El To­ro, al recibir las aguas de éste, cerca de los deslindes de Rauch, Pila y Las Flores. 
Para alcanzar Fuerte Esperanza, es de­cir, General Alvear - línea
extrema de fronteras hasta 1867 - , y dejando atrás al sudeste El Gualicho, debió cruzar u orillar el partido de Saladillo, que nom­bra en la página 62 del citado “El natu­ralista en el Plata” como paraje muy abundante en leones y tigres.
En el referido artículo “El chajá” na­rra un episodio que le ocurriera en El Gualicho con una inmensa y mansísima bandada de estas aves, en oportunidad de haber hecho noche en un puesto de estancia allí situado y al ir, después de comer, a cambiarle la estaca a su ca­ballo. 
SALADILLO 
En su viaje a General Alvear pasó - lo puntualiza - por la estancia “Mangrullos”, que logré identificar e historiar brevemente en mi nota 1, puesta al pie de la página 201 de la obra citada. Este establecimiento, a la sazón - (1860/63) - propiedad de Roque Carranza, fallecido el 15 de diciembre de 1867, y quien lo poblara allá por 1849, quedaba a legua y pico de la margen sur de la laguna El Potrillo, que figura en cualquier mapa de 1864 a la fecha. La superficie de “Mangrullos” superaba tal vez a las diez mil hectáreas y estaba enclavada dentro del partido de Saladillo (hoy en su Cuar­tel Octavo), próximo al deslinde del de 25 de Mayo, a sólo dos leguas al sudeste de la actual estación Pueblitos, F.G.R.
 Saladillo

Hudson debe haber frecuentado asi­mismo los pagos de San Vicente, pues su mención de un desertor del ejército de Rosas, llamado Santa Ana, [2] así lo hace suponer. Este Santa Ana o Santana (en esta forma se escribía su apellido) era “compadre” de un bisabuelo de mi amigo Julio Cásares, gozando de gran estima en su familia. Dice Casares - en comunicación que me ha enviado y que no pude incluir como nota de pie de página en mi traducción de ‘‘El natura­lista en el Plata” por haberme llegado cuando el libro estaba en prensa - que el tal Santana, Esteban era su nombre, tenía campo en el partido de San Vicente, que el caballo que velaba por él y lo despertaba cuándo sus enemigos se le aproximaban era de pelo tordillo sa­bino y los juncales donde se internaba para evitar su captura son precisamente los que rodeaban en esa época la laguna de San Vicente. Casares conserva una fotografía de Esteban Santana en traje de ciudad, obtenida en 1870, y un pa­ñuelo golilla de seda, confección inglesa, de su uso, profusamente estampado. 
GENERAL GUIDO 
También en sus vagabundeos de bohe­mio ecuestre o en sus “reseñadas”, que bien pudo ayudarse a vivir ejerciendo este oficio dado que en algunas de sus páginas así lo hace presumir, debió conocer Dolores y la cañada de El Ve­cino, pues cita estos puntos en “El Ombú”, donde un despreocupado tra­ductor escribe “el río Vecino”, porque en su original inglés Hudson textual­mente dice the Vecino river”. Sin embargo, poca gente qué conozca nuestra provincia de Buenos Aires ignora que tal río no existe ni existió nunca. Saben si, que "El Vecino" es una extensa cañada originada por los derrames de los arroyos Langueyú y El Perdido, del partido de Ayacucho, hoy en día convertido en campo útil a raíz de su drenaje practicado por el canal de desagüe Nº 1 a tres mil metros del cual y dentro del Cuartel 7º del partido de General Guido (ex Vecino; el 25 de diciembre de 1839, el partido originariamente 'del Vecino' se
crea por decreto ley 441 del gobernador Rosas, producto de la división del Partido de Tandil") estoy escribiendo estas lí­neas. Dicho canal corre de Oeste a Este y cruzando este partido y los de Dolo­res y Conesa desemboca en el Atlánti­co, catorce leguas al Noroeste del Cabo San Antonio.
Conviene insertar aquí, antes de se­guir más adelante, que lo que podría­mos llamar “zona de Langueyú” figura así nombrada en su insuperable cuento “El niño diablo” y que no resulta aven­turado imaginar que ese caballo de su propiedad que aparece en otro de sus trabajos y que según Hudson formaba parte de las últimas bagualadas erran­tes por las pampas de esta provincia, hubiese sido boleado en los fachinales justamente de la cañada de 'El Vecino' o costa del arroyo Langueyú.
Que igualmente conoció los campos de Mar del Plata, [3] adquiridos en 1855 por José Coelho de Meirelles a don Jo­sé Gregorio Lezama [4] y los del partido de Balcarce, resulta evidente al leer su trabajo “El puma o león de América[5] y otro referente a las tucuras, [6] que integran la misma obra, donde se refiere netamente al Cabo Corrien­tes y “The cape Corriente sierras”, que son otras cosa que la prolongación del sistema orográfico de Balcarce, terminado en las denominadas lomas Norte y Sur, hoy en día abarcadas íntegramente por la ciudad de Mar del Plata. 
EL NIÑO PERDIDO

También en “A little boy lost (London, Duckworth, 1934), Hudson conduce a su pequeño protagonista en un imaginario viaje a través de extensas lla­nuras que terminan en sierras pedregosas, altos acantilados y un inmenso mar azul donde el sol todas las maña­nas surge de entre sus aguas. Aparecen en esta novela chajaes, lechuzones, in­dios, avestruces, una caballada y ha­cienda cimarrona, un hurón, un venado, un tigre y lobos marinos, todo lo cual concuerda con la fauna y topografía y demás de la zona de Mar del Plata en aquel entonces. A lo que cabría agregar que unos montes sumamente espinosos a través de los cuales marcha el “niñito perdido” podrían ser los caracterís­ticos matorrales de curru-mamuel, pro­pios de esos parajes.
Otra probanza que hace a este viajé la tenemos cuando nombra la laguna de Kakel, [7] que con sus tres mil hec­táreas de superficie abarca parte del partidos de Maipú y General Guido. En esos años de 1860, formaba parte de la estancia del mismo nombre, propiedad de los señores de Elía, descendientes de don Francisco Ramos Mejía, su primer poblador, instalado en esas tierras (60 leguas) ya en 1816.
Precisamente uno de los caminos que llevaban al Cabo Corrientes, como Hud­son escribe, o lo que es lo mismo, al puer­to de la Laguna de los Padres (hoy ciudad de Mar del Plata) seguía de acuerdo con mapas consultados, y en su línea general, la actual vía del F. G. Roca, que en 1865, alcanzó Chascomús, en 1878, Dolores y en 1883, el pueblo de Maipú. La recordada laguna de Kakei se sitúa sobre este camino, a pocos cen­tenares de metros de su borde oriental.
Según conversación mantenida con doña Celia Rodríguez de Pozzo, viuda de mi inolvidable amigo el Dr. Fernando Pozzo, el hombre que más sabía sobre Hudson y a quien podemos calificar de su descubridor entre nosotros, los viajes de Hudson por las pampas del Sur debieron iniciarse entre 1860 y 1861, a los 19 ó 20 años de edad, cuando a la muer­te de su madre, ocurrida el 4 de octubre de 1859, se sintiera tan solo y triste. 
EL VECINO 
Si para entonces conoció las sierras  del cabo Corrientes” y la cañada de El Vecino, debió tomar para aproximarse a las sierra de Balcarce el camino que corría por donde ahora va la vía del F. G. Roca, al que me he referido an­teriormente o el que da al casco de esta estancia, donde escribo, señalado ya en mapas de 1861, como “Camino general de Ranchos a Tandil”, porque aun no se había fundado el pueblo de Ayacucho y que viene casi recto de Norte a Sur, pasando muy próximo al punto que en se­guida voy a señalar.
Justamente a tres leguas cortas de aquí hacia el Sur, subsiste un hito todo de hierro, dentro del campo “Navas” de los señores Pereyra Iraola, en cuyas dos chapas rectangulares indicativas se lee claramente “Camino general de Ranchos a Balcarce” en la que apunta en esa dirección y en la otra “Camino ge­neral de Ranchos a Ayacucho”, esta úl­tima orientada hacia el Sudoeste que es adonde demora hoy - a unas dieciséis leguas de allí - esta última y próspera ciudad.
Dicho hito - o mojón como lo llaman ahora - , que pertenece a la serie que colocó el gobierno de la provincia de Buenos Aires, entiendo que en 1882, dista unos doscientos metros del camino alambrado actual. Antes, por su­puesto, en tiempos de los campos abier­tos, estaría ubicado al borde del mismo, cuyo curso, modificado por la voluntad de algún propietario, se extendería co­mo ondulante cinta para eludir lagunas y fachinales sobre la planicie sin fin, apenas alterada en su uniformidad por los oscuros perfiles de tres o cuatro montecitos de acacia y mostacilla, es­parcidos a gran distancia unos de otros a lo largo del horizonte. 
DOLORES 
Contemporáneo de este camino era otro, hoy interrumpido por el Canal Uno y utilizado por mensajerías y carretas (figura en un plano existente en el Museo Histórico de Chascomús del año 1857), que de Dolores pasaba por las postas de Palenque Chico" (próximo a la estación Parravicini, F.G.R.), hoy es­tancia de la señora Althaparro de Mosotegui; “San Francisco” (aún existe su vetusta casa de material sin revocar que fuera “esquina”) y “San Miguel”, de la que quedan vestigios de foseado (campo de don Bernardo Miguel, según catastro de 1939), arrendado hasta hace poco por la familia de Mulleady. Allí puede decirse que comenzaba la célebre cañada del Vecino por lo que sólo se cubrían tres leguas hasta la otra posta, siempre en rumbo sur, que era una co­nocida por “Batalla”, posiblemente el apellido de algún puestero, de fijo santiagueño, de la enorme estancia “La Quinua”, [8]dentro de cuyos límites que­daba. De "Batalla”, que debe ser el lu­gar hoy conocido por “Loma de la Ca­rreta”, se llegaba a “Navas”, donde si no se tomaba para Balcarce, rumbo sur clavado, seguíase de posta en posta en dirección sudoeste hasta el pueblo del Tandil.
Dolores "Primer pueblo patrio", 1903

VISTOS Y PERDIDOS 
Calculo yo, sin hacer muchas conce­siones a la imaginación, que por uno de esos dos caminos pasó Hudson en su viaje o viajes a los campos del Cabo Corrientes. Por lo menos en uno iba, según parece, de capataz arreando una majada. Lo expresa en su artículo “Vis­tos y perdidos”, [9] oportunidad en que encuentra el primer cerro que viera en su vida, el cual trepa a pie para delei­tarse con la contemplación de unas ra­ras langostitas que halla en su cima y que no eran otra cosa que las actual­mente temidas tucuras. No debe ser muy difícil ubicar ese cerrillo para uno que disponga de tiempo y permiso para en­trar en campos ajenos, siguiendo la vieja huella a Balcarce. 
INDUMENTARIA Y PERTRECHOS 
¿Cómo viajaría Hudson? Descuento que usara tropilla, por su escasez de recursos y también porque no lo men­ciona en ninguno de sus escritos... ¿Iría con caballo de tiro? Tampoco ano­ta este sistema de viajar en sus nume­rosos trabajos. Lo más probable es que anduviera en el montado, bien aviado, eso sí, con sus maletas de lona, infladas con la muda de ropa y “vicios", anteo­jos de larga vista para observar mejor los pájaros y por lo menos dos ponchos. Uno redondo de paño azul, de confec­ción europea, forrado con bayeta colo­rada y alto cuello. Otro ordinario de pura lana, tejido en el país, lo portaría entre las dos caronas de su recado - que es también su cama y su ropero -. Ade­más un “hijar” [10] blandito como una badana oficiaría de impermeable. ¿Ar­mas? Por lo menos el cuchillo y quizá alguna pistola a fulminante o un revól­ver Lefaucheux de los de piquito en el cartucho. Si su indumentaria ha de co­rresponder a la que se conoce a través de diarios y fotografías de esa época en individuos de su condición social, [11] llevaría el amplio pantalón a la francesa embutido en botas de vaqueta ("fuertes” las llamaban para diferen­ciarlas de las de potro). Que habrá usado chiripá en numerosas oportunida­des, no lo dudo, pero lo veo de pantalón, chapona o saco, chaleco cruzado tipo fantasía, pañuelo de seda al cuello y chambergo de ala más o menos ancha. Espuelas no le faltarían, lo mismo que el lazo de los llamados “chilenos” para oficiar de “atador” si carecía de esta guasca, amén de algún chifle abajo de los cojinillos. 
'FIELD NATURALIST' 
Y así, bajo aplastante solazo de estío, seguido viento abajo por nubes de jejenes, marcharía al tranco tras algún arreo del que fuera capataz o peón o simplemente al azar, siguiendo sus inclinaciones de errante “field naturalist”,  sobre la inmensa llanura, en mangas de camisa, con el saco doblado sobreara cabecera anterior del apero y el sudor corriéndole sobre su tostada cara de pájaro. Véolo también galopando para entrar en calor, derecho hacia un montecito, promisor, en aquel atroz desam­paro, de comida y albergue, con un glacial pampero en contra, calado el barbijo y el poncho tironeándole para atrás los hombros y mostrando al em­puje de cada racha la púrpura de su revés. Por momentos afianzará con la mano del rebenque su ajetreado sombre­ro, arrimando las rodajas a los flancos del caballo, cuya larga cola se alarga al viento como un gallardete, porque el sol entre cárdenos nubarrones se está acercando demasiado al confín del Noroeste. Es pleno invierno y si se hace calma, como ha de ocurrir al iniciarse el crepúsculo, todo el campo amanecerá escarchado. Debe llegar a esa estancia que él no conoce pero si percibe, como un borrón verde y alargado, allá donde el abayado pastizal del desierto parece juntarse con el cielo.
LLEGADA
A esa estancia arribará casi a boca de noche, para junto al palenque “de afuera”, sobre el borde exterior de la zanja que la enmarca, lanzar en medio del furioso ladrar de los perros el clási­co ¡Ave María Purísima!, mientras, terciando el poncho, cambia de posición en el recado y el acelerado resollar del caballo imprime a su cuerpo un acom­pasado vaivén.
Y ya asomará en alguno de los grandes ranchos de “pared francesa” y piso en­ladrillado, recostándose en el vano de la puerta enrojecida por el fulgor de la lumbre, la silueta de una mujer joven y bonita, de cabeza y hombros protegidos por un rebozo de merino que, entre ¡Juera! ¡Juera! ¡Camine pal galpón! ¡Juera!, contestará sonriente y en voz alta, después de contemplarlo un ins­tante con disimulado interés, — ¡Sin pecado concebida! ...¡Tardes! Bájese no más, señor, y desensille... 
Luego, agachándose un poco para dis­tinguirlo mejor contra el incómodo y postrer resplandor del ocaso, agregará, en tanto se yergue con un voluptuoso contoneo que le hace crujir el amplio miriñaque: - ¡Y arrímese pal' fuego, pues que pronto va a entar a helar!
 Justo P. Sáenz [12
Compilación y Transcripción Chalo Agnelli

NOTAS

[1] "Las huellas de Guillermo Enrique Hudson”. Americalee, Edit. e Impresora 1963. 
[2] "El naturalista en el Plata". Buenos Aires, Emecé. 1953. p. 298 y 299. 
[3] Mar del Plata se fundó en 1874, es decir, unos catorce años después de la vi­sita de Hudson a esos parajes. El plano ofi­cial del trazado de ese pueblo es de esa fecha 
[4] Eran cincuenta y dos y media leguas cuadradas de campo, con ciento quince mil cabezas vacunas entre mansas y alzadas, que se vendieron en treinta mil onzas de oro ("El Nacional”, número del 4 de agosto de 1856). 
[5] "El naturalista en el Plata”. Op. cit., p. 53.
[6] “El naturalista en el Plata". Op. cit., p. 34, 311 y 312. 
[7] “El naturalista en el Plata”. Op. cit., p. 197. 
[8] “La Quinua” fue propiedad de don Marcelino Rodríguez desde quizá 1820, hasta su fallecimiento, ocurrido en 1875. Años des­pués de esa fecha la adquirió don Pedro Luro, quien la transfirió a su hijo Santiago en 1885, y en la actualidad y desde 1928, está dividida entre varios propietarios. 
[9] “El naturalista en el Plata”. Op. cit., p. 311 y 312. 
[10] Hijar. Cuero de potro, sin sus ga­rras, bien sobado, que se llevaba en el recado antiguamente como /protección con­tra la intemperie. 
[11] “...habiendo sido asesinado en el par­tido de Pila, estancia de Micaela Marin, un individuo cuyo nombre y procedencia se ig­nora. El finado era de estatura regular, delgado, edad como de 30 años, parecía ex­tranjero y se expresaba en castellano, pelo negro lacio. Vestía pantalón de casimir color café con cuadros morados, bota fuerte, cha­pona de paño azul, forro de tartán mordoré a cuadros, una faja inglesa de regular uso y un sombrero de ala ancha color plomo... Buenos Aires, César Méndez. Comisario de Ordeñes”. (“El Nacional”, número del 23 de mayo de 1856) 
[12] Ver en Escritor Costumbrista del lunes, 20 de agosto de 2012 “DON JUSTO P. SÁENZ (h), ese gaucho" carlosraulrisso-escritor.blogspot.com.ar/