El actual Quilmes rioplatense es la continuidad del Quilmes de los Valles
Calchaquíes, del valle del río Yocavil, si se escribe diferente se corre el
riesgo de escindir esa continuidad”
Juan Carlos Lombán (2008)
Hace 351 años llegó a la altura de la actual plaza Miserere de la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires, un
contingente de naturales provenientes de los Valles Calchaquíes, más
exactamente de la sierra de El Cajón, eran los quilmes o kilmes, según distintos autores. Los trajo desde Córdoba, donde habían hecho un alto, don Juan
del Pozo y Silva, [1] quien luego, en 1667, cedería sus
tierras en el Pago de La Magdalena para que se creara la Reducción de la Exaltación de la Cruz de los
Quilmes.
Después de casi 140 años de enfrentamientos contra el conquistador,
defendiendo su tierra, su independencia, su libertad,
fueron sometidos
definitivamente por el gobernador Alonso de Mercado y Villacorta el 26 de
octubre de 1665, allí concluyó la guerra defensiva de los Quilmes y de otros 5000 prisioneros de distintas parcialidades. Un atropello más cometido por el conquistador que necesitó la sangre de más de 10.000.000 indios para poder llevar a cabo su desmedida empresa.
EL EXTRAÑAMIENTO
Eran, según Luis E. Otamendi
- que sigue las rigurosas investigaciones de la platense Guillermina Sors - 260 familias las
que llegaron a estas costas del Plata, unos 2000 seres humanos, “extrañados”. En cambio Alfredo Turbay, el
fiscal de los quilmes, dice - ignorando absolutamente a la historiadora Sors,
pero usando sus datos - en su libro “Quilmes”, [2] que
debían ser 1300 indios a razón de 5 por familia (pero el señor Turbay y su
libro son temas para otras notas) Una cantidad u otra no hace al cruel destino de
ese pueblo desarraigado, arrancado compulsivamente de su medio natural, para
reducirlo en una geografía absolutamente ajena (Chalo Agnelli)
… un lento genocidio
NOROESTE 3348 msnm
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COSTA BONAERENSE
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CLIMA. Seco, sin lluvias durante 360 días al
año. Cálido en el día, frío en la noche…
ALIMENTOS: papa, zapallo, quinoa, maíz (sara),
yuca, aloja, algarroba (taku), de chañar, frutos de mistol; carne de llama,
cuices, suris, lechiguana, mulitas…
VESTIMENTA: lana de llamas y vicuñas, cueros de
pumas y guanacos, zorros (atoj) fibras vegetales…
ARTES EN: cerámica, piedra, cobre, plata, oro;
caja, pingollo, flauta, ocarina, cordófonos, membranófonos, ideófonos y aerófonos…
VIVIENDAS: pircas, cardón…
ORGANIZACIÓN SOCIAL. Ayllu
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CLIMA: Húmedo con lluvias durante 200 días al
año. Bajas temperaturas en invierno todo el día; veranos tórridos de la
mañana a la noche…
ALIMENTOS. Carne vacuna, caza menor,
hortalizas, trigo…
VESTIMENTAS: telas de algodón o lana de
manufactura europea.
ARTE EN: …
VIVIENDAS: adobe y paja…
ORG. SOCIAL. Familia nuclear a la usanza europea
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"Un prurito de ser
nación exclusivamente blanca
eliminó a los indios (...)
hasta de los censos".
Ricardo Rojas
Pero...
¿Cómo era la vida de este pueblo, cuáles eran sus usos y costumbres en ese
Valle norteño que se extendía de norte a sur, desde la confluencia de los ríos
Calchaquí y Yocavil, frente a Cafayate, hasta la punta de Balastro?
Es necesario mencionar, antes de desarrollar el tema que nos provoca, que la influencia de la cultura incaica en la región del noroeste es manifiesta. Esta influencia se ejerció como consecuencia, ya de una dominación guerrera, de un vasallaje voluntario o de una compenetración pacífica facilitada por el comercio entre las distintas parcialidades; esta última es la proposición más certera.
EL PATRONÍMICO
QUILMES
Es
desconocido, aún, la etimología de la palabra kilmes o quilmes. Hay dos teorías.
Una la considera de origen quechua, “kilpe”, pero si los quilmes tenían una
lengua propia, el cacán, ajena al quechua ¿Por qué irían a llamar a su pueblo
con una palabra quechua? Los que dan esta opción se sostienen en que “kilpe”
significa “bravíos”, “exaltados”, “intrépidos”. Coincidiendo con una de las cualidades de
esta nación. Además los quilmes, si bien empleaban ocasionalmente la lengua quechua,
no eran diaguitas ni calchaquíes, solo compartían el territorio con pueblos de
ese origen. La teoría de Samuel Lafone Quevedo, le da un origen “maskoy”,
lengua de los tobas del Chaco Boreal, el Alto Paraguay. Según esa geografía es
una teoría más improbable. Coincido con la afirmación de León Benarós que es un
patronímico cacano, que puede significar “entre piedras”, “entre cerros”, “gente
de las piedras”. No es descartable considerar que durante los siglos que los
quilmes transcurrieron en esa región de los valles Calchaquíes, junto al río
Yocavil en la ladera del cerro del Cajón, hayan modificado su lengua original
mezclándola con la de las naciones que ya estaba establecidas desde mucho
antes.
CONSTITUCIÓN FÍSICA
“De grandes cuerpos y fieros”, según los jesuitas Romero y Monroy, y según el
Pbro. Lozano: “bien agestados, (sic) blancos,
altos y fornidos” [3] Según
la doctora Constanzó quien analizó varios restos humanos de estos naturales, en
cuanto al aspecto general de la cabeza dice: “posee líneas suaves, con modelado más bien femenino y sin advertirse, en
la mayoría de los casos, una diferencia sexual marcada.” [4]
Según Salvador Canals Frau “Los
Cacanos – como él denomina a las parcialidades diaguitas-calchaquíes – son el elemento étnico
más representativo de
todo el Noroeste Argentino, pertenecían al grupo de pueblo andinos y su cultura
era de las más elevadas de todo el territorio argentino.” [5] Lo de ‘Cacanos’ lo toma Canals Frau por la unidad lingüística que había
entre estas parcialidades.
VIVIENDAS
Las paredes de sus casas, cuadrangulares, eran de pirca, sin amalgama
alguna, con la altura de un hombre de mediana estatura, solo algunas eran más
bajas de lo que se infiere que sobre ese basamento de piedra adosaban “hiladas de adobe hasta que la pared
alcanzase una altura adecuada…” [6] Las
entradas estaban señaladas por piedras de mayor longitud, no se hallaron
rastros que
hubieran tenido puertas de algún tipo, quizá las cubrían con
cortinas de cueros o de lana de vicuña o llama tejidas. Los techos eran
ramadas de paja y cardones que hacían de tirantería u horcones, el madero vertical
que en las casas
rústicas sirve para
sostener vigas o aleros
de tejado.
También las había con techos de quincha (o quincho),
una trama de junco con que se afianza un techo o una pared de paja,
totora o caña.
Las poblaciones
de Paya, Tolombón y de los Quilmes, la Ciudad Sagrada, ya fueran chicas o grandes
tenían cerca su pucará o recinto fortificado de acceso difícil donde los
habitantes se refugiaban en caso de ataques enemigos.
LA FIGURA HUMANA
No
practicaban el tatuaje, se pintaban el rostro. El peinado era importante y era
un distintivo de nivel social. Se hacían trenzados
que caían a la espalda o del
que prendían pequeñas artesanía y tocados. Cortárselo era una ofensa que fue
motivo de algunos alzamientos contra el conquistador que para humillarlos era a
lo primero que recurría. También se adornaban la cabeza con discos de oro,
plata o cobre, colocados sobre la frente a manera de diadema o sobre las
sienes. Los guerreros se adornaban con coronas de plumas, brazaletes, prendedores
para el vestido y topos – a manera de los actuales strass - , aros y placas
pectorales, todo de plata o cobre.
Los
caciques portaban ‘cetros de mando’ los “tokis”,
que eran hachas decoradas de gran tamaño.
VESTIMENTA
Vestían
túnicas o camisetas o ‘cíngulos’,
según el Pbro. Techo, que en verdad eran ponchos de una sola pieza con una
abertura para pasar la cabeza y en los extremos ribetes de tonos pardos casi
negros que les llegaban a los tobillos; las usaban sueltas, salvo en caso de
emprender viajes o ir a la guerra que se ceñían con varias vueltas de una faja
de seis cordones trenzados; algunas alcanzaba
los tres metros; en cada extremo
tenían flecos de un metros; todo este conjunto poseía gran variedad de colores.
Para las mujeres el color de esta vestimenta determinaba su estado civil. Usaban
gorras o ‘tangas’ tejidas. Los niños portaban la misma vestimenta, pero más
corta, hasta las rodillas. Calzaban
‘ushutas’ u ojotas de doble plantilla
repujadas o pintadas de rojo. Un
elemento de considerable importancia era la ‘chupa’ o bolsa tejida donde
guardaban el “acuyico” hojas de coca
para mascar o ‘coquear’, con el objetivo evitar el apunamiento, el cansancio y
el hambre; también ayuda a la digestión. Costumbre que luego adquirieron los
conquistadores y se extiende hasta el presente en todo el noroeste, Bolivia y
Perú. La hoja de coca cumple un rol importante dentro de sus rituales
religiosos, como ofrenda a la Pachamama, pero también se la utiliza para
predecir el futuro, aplastándola contra una piedra o dejándola secarse al sol.
ARTESANÍA - LA CERÁMICA
Eran notables
artesanos. [7]
El antropólogo Eric Bonam [8]consideró
la cerámica diaguita como una de las más ricas del
mundo. Esta cerámica fue clasificada
de varias maneras según el lugar donde fue hallada. Con ella hacían urnas
funerarias y enseres domésticos. También hacía cestería, tallaban la madera y
el hueso, con que hacían sus ídolos, repujaban el cuero, hacían hilados, adornos
que completaban su ajuar y cincelaban la piedra, decorando enormes menhires, como se
ven en el valle de Tafí, Tucumán. El material lítico era muy importante; punto
crucial que colaboró para destruir sus culturas en el Río de la Plata pues en
esta región la piedra era inexistente. Intentaron sustituir este elemento con
el barro blanco de la costa con que hacían la cacharrería doméstica. [9]
ECONOMÍA
Y ALIMENTACIÓN
Eran
sedentarios. Su economía se basaba en el cultivo de la tierra. La base de su
alimentación estaba en las semillas de la algarroba, el mistol, el chañar, el
jume con los que producían harinas y bebidas; y por supuesto el maíz, que
guardaban en silos subterráneos. Con la
algarroba hacía el ‘patay’, una especie de tortilla realizada con harina de algarroba
blanca, y la ‘aloja’, bebida
alcohólica. La molienda era pública. Había en sus ciudades sitios cavados en
la roca donde de manera comunitaria molían las semillas. Tenían un sofisticado
sistema de acequias para el riego de las plantaciones; de un nivel de
perfección que algunas se siguen utilizando hasta en el presente. Practicaban
la cría y pastoreo de llamas, guanacos y vicuñas y practicaban la caza.
La actividad
metalúrgica alcanzó un alto nivel técnico. Extraían y trabajaban el mineral.
Los metales más usados eran el cobre, el bronce, la plata y el oro.
ARMAS
Sus armas eran
el arco y la flecha, jabalinas, hondas, un elemento parecido al boomerang,
usaban dardos incendiarios. En las
contiendas también intervenían las mujeres y
niños de entre 7 y 11 años.
Dice Canals Frau
que. “para levantar el espíritu combativo
de las propias tropas y a la vez, amedrentar al enemigo, antes del combate
hacían sonar cornetas y pingollos.” - también llamado pincollo, pinvollo,
pinquillo, pinchillo – En los pucaras se situaban vigías que se turnarían y si
había alguna amenaza utilizaban el pingollos que según el sonido daba distintas
advertencias. También se empleaba el silbido o chiflido con el cual se
comunicaban de pucará a pucará.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL
No tenían un gobierno único “En cada
pueblo o parcialidad residía - según Alonso de Bárcena (o Barzana) [10] - su cabeza principal” que llegaba al
poder por sucesión como una verdadera casta gobernante. La mujer también gozaba de esa prerrogativa. El juicio hecho en
reclamo de sus derechos de cacicazgo por Isabel Pallamay es prueba de ello. Influidos por la cultura Inca estaban socialmente constituidos en ayllu, una comunidad familiar extensa que se consideraba descendiente de un lejano antepasado común. El curaca o cacique era el jefe del ayllu y quien se encargaba de distribuir las tierras, organizar los trabajos colectivos e impartía justicia.
Se conoce que sólo los calchaquíes tenían un cacique mayor o general.
La familia era
teóricamente polígama. Los hombres podían tener tantas esposas cuantas podían
sustentar, esto reservado a los caciques, pero la mayoría prácticamente era monógama,
dice Canals Frau; se practicaba el ‘levirato’
una práctica que consistía en que una viuda pasaba a ser esposa de uno de los
hermanos del marido difunto; y también el ‘sororato’
una práctica que consistía en la unión de un varón con un conjunto de hermanas
(poligamia sororal), o bien con una hermana como esposa principal y las otras
como concubinas, como también se practicaba en la China Imperial.
RELIGIÓN
Adoraban al sol como así también a los agentes naturales, como el trueno,
el relámpago, la lluvia, el viento y sobre todo a la madre
tierra, la ‘Pachamama’ a la cual le dedicaban en las
orillas de los caminos las ‘apachetas’
o ‘apachitas’ cúmulos de piedras que
el viajero iba depositando para que la diosa resguarde su trayecto. En sus liturgias el culto a los
felinos como el ocelote -
también conocido como gato onza -, el gato andino o el puma, tenía
preeminencia. Poseían sitios
sagrados que lo jesuitas llamaron “mochaderos”,
donde había infinidad “varillas”,
revestidas de plumas como “idolillos”.
El culto era dirigido por los ‘chamanes’
o ‘yamanes’. Establecían otros
lugares para los enterratorios. Las inhumaciones se hacían en urnas para los
niños y la clase dirigente o los considerados ‘titaquines’ o en cámaras sepulcrales en posición de decúbito, en
cuclillas, etc. El chamán dirigía el
culto, era el encargado de predecir el futuro, invocar a los espíritus,
realizar diagnósticos y curar con yuyos. [11]
LENGUA
‘Cacán’, ‘kakán’ y según
algunas versiones, también ‘kaká’, ‘cacá’
e incluso ‘chaká’, idioma hablado por
la etnia pazioca en el noroeste argentino y Norte Chico chileno hasta aproximadamente
mediados del siglo XVIII. Desde 1634, comenzó a ser obligatorio el uso
del castellano. Una ordenanza real de 1770, estableció que sólo se usase el
español, esto motivó prácticamente la desaparición absoluta de su lengua nativa.
Esta lengua del grupo
andino presenta rasgos que parecen emparentarla con el ‘mapudungun’, el ‘cunza’ y
el ‘runa simi’, aunque éstos,
generalmente de tipo lexical, pueden deberse a "préstamos"; se
desconocen mayores detalles como para precisar su ubicación lingüística. [12]
La lengua desaparece en el siglo XVII, solo quedan algunos topónimos. Pedro
Lozano afirma que todos los calchaquíes, y entre ellos los quilmes y acalianos,
usaban la lengua cacana, que según el mismo jesuita resultaba sumamente difícil
por ser gutural, “… que apenas la percibe
quien la mamó con la leche” [13]
Algunas palabras cacanas que se conocen, por ejemplo: ‘enjamisajo’ = cabeza mala; ‘huil’
o ‘vil’ = aguada; ‘titaquín’ =
cacique grande, jefe, alto personaje; ‘aho’
y ‘ao’= pueblo; ‘aba’, ‘apa’ =
hombre de pro, cacique (Ver más en: http://elquilmero.blogspot.com.ar/2009/10/la-lengua-de-los-quilmes.html/
MÚSICA
Como dijimos, anteriormente,
empleaban el ‘pingollo’ en sus
ceremonias religiosas y en la guerra. Otros instrumentos aerófonos fueron: la ‘ocarina’, construida en barro, la quena,
llamado "tubo
de aullido" -
ramas preparadas como tubos -, el siku o
zampoña, también llamada sikuri,
antara; el erkencho, el erke, etc. Ninguno de los elementos empleados para
la fabricación de estos instrumentos, existían en las costas del Plata, de
manera que el desarraigo fue un cruento atentado a su cultura milenaria.
JUEGOS RITUALES
Los
juegos de habilidad física y destrezas desarrollados por los varones, estaban vinculados
a la condición de guerreros, en cambio en las mujeres sus juegos consistían en
habilidades de orientación utilitaria que llevaba a cumplir un rol familiar.
Cierto
tipo, como un juego común de pelota, derivaban de rituales agrarios. El fin
último era, influir eficazmente en el desarrollo de los sembradíos para
asegurar la cosecha. Un juego denominado “m'botó”, cuya práctica se extendió a
las parcialidades de los Valles Calchaquíes con algunas variantes, constituye
una celebración con relación al crecimiento del maíz. El juego consistía en formar un círculo, donde
los niños se arrojaban mutuamente con la palma de las manos un objeto volante
hecho de hojas atadas de maíz, el cual tenía que ser recepcionado para evitar
que cayera al suelo. Esto debía efectuarse sin descuido del receptor y de la
buena intención del que lo arrojaba, en caso contrario el participante recibía
una pena o castigo. Se jugaba únicamente en la época en que comenzaba a madurar
el maíz.
La
simbología de este juego está claramente representada en su concepción y sus
reglas, donde el objeto volante es el sol y los jugadores constituyen las
fuerzas que pudieran influir para no dejarlo decaer y que siga “brillando”.
CONCLUSIÓN DE 351 AÑOS
¿Una estirpe extinta?... Su
cultura desterrada, sus sitios renombrados… Y quedó una nostalgia selectiva;
fueron mitologizados y romantizados bajo la apariencia de arte y literatura.
Defendieron su autodeterminación y su libertad durante 140 años. Fueron
extrañados y despojados en 1666, y nuevamente en su nuevo destino fueron
expoliados en 1812, y el arrebato de sus derechos continuó con un gobernador
tucumano que pretendía expandir “la felicidad” y, en el nuevo milenio, tras 351 años,
siguen siendo despojados por los nuevos conquistadores, los esbirros del
Capital y de los sicarios del Imperio.
por Chalo
Agnelli
Director del
blog EL QUILMER,
Pte. Asociación Historiadores Los Quilmeros. Vice de la
Bibl. Popular Pedro
Goyena
Quilmes, 1986-2016
FUENTES
Canals Faur,
Salvador. “Las poblaciones indígenas de
la Argentina” Hyspamérica Bibl. Argentina de historia y política, Bs. As.
1986.
Constanzó, María de las
Mercedes. “Antropología Calchaquí”
(Colección Zabaleta del museo de Ciencias Naturales B. Rivadavia). Publicación
Nº 292 Dto. de Investigaciones Regionales. Inst. Antropología. U.N.T. Tucumán,
1942.
Gentile, Margarita E. "Contexto prehispánicos en papeles escritos: el aso de la apachita" CONICET - Museo de La Plata/IUNA, ATF. Centro de Estudios en Ciencias Soiclaes y Naturales de Chivilcoy CECH - Miradas al pasado desde Chivilcoy 2004. Pp. 615 a 627.
Lozano, Pedro. “Historia de la conquista del Paraguay, Río de la Plata y Tucumán”.
Buenos Aires (reimpresión): Imprenta Popular, 1873-1875
Magrassi,
Guillermo E. “Los aborígenes de la Argentina _ ensayo socio histórico cultural”
Ed. Galerna, Col. Búsqueda Ayllu. Entre Ríos 1990.
Mandrini, Raúl
J. « Los pueblos originarios de la
Argentina » EUDEBA, Bs. As. 2005
Moffatt,
Alfredo. “Psicoterapia del oprimido –
ideología y técnica de la psiquiatría popular” Ed. Librería ECR S.R.L. Bs.
As. 1974.
Nieva, Felipe Jesús. "El legado de los Quilmes" - Manifestaciones y expresiones formativas en esta cultura. Ediciones del rectorado Univ. N. del Tucumá. Tucumán, 2004.
Otamendi, Luis
E. “Historia del a Reducción – 1666/1812”
Municipalidad de Quilmes, Dirección de Cultura, Biblioteca Pública Municipal
Serie Archivos y Fuentes de Información Nº 2. Quilmes, julio de 1968.
Piossek Prebisch, Teresa.
“Los Quilmes – legendarios pobladores de
los Valles Calchaquíes” (texto bilingüe, castellano - inglés) Edición de
autor. Tucumán, 2004
Turbay, Alfredo. “Quilmes poblado ritual incaico, el “Machu
Pichu” del Valle Calchaquí” 2ª Ed. corregida de “La fortaleza-templo del Valle Calchaquí” Ensayo. Editorial-Distribuidora
Castelar. San Miguel de Tucumán, 1993.
Ver en EL QUILMERO del
jueves, 8 de octubre de 2009, LA LENGUA DE LOS
QUILMES - EL CACAN LA LENGUA DE LOS QUILMES http://elquilmero.blogspot.com.ar/2009/10/la-lengua-de-los-quilmes.html/
NOTAS
[1] Ver en EL QUILMERO del domingo,
26 de julio de 2015, JUAN DEL POZO Y SILVA, EL
TRAJINANTE http://elquilmero.blogspot.com.ar/2015/07/juan-del-pozo-y-silva-el-trajinante.html
[2] Turbay, Alfredo, Pág.
37 y 38
[3] Historia el a Campaña etc. tomo II Pág. 432
[4] Antropología calchaquí, Pág. 261.
[5] Canals Frau, Pág. 478
[6] Seguimos el
libro de Otamendi.
[7] Boman, Eric. Antiquites
de la region andine de la Republique Argentine et du desert d'Atacama".
París, 1908
[8]
Nació en Falum, Suecia el 5 de junio de 1867. En 1887, llega a la Argentina,
luego de realizar estudios de antropología y trabajar en el Museo de París. Se
desempeño como docente secundario en Buenos Aires y Catamarca, donde también
fue Juez de Paz, para lo que se naturalizó argentino. En 1903, participó de la
expedición sueca dirigida por el barón Erland Nordenskiöld. Llegó a Salta,
estudió el valle de Lerma, la quebrada del Toro, la quebrada de Las Cuevas, la
puna jujeña, la quebrada de Humahuaca y concluyó en la ciudad de Jujuy.
Presentó un trabajo etnogeográfico, reconstructivo de la antigua cultura
calchaquí y sus relaciones con la civilización incaica.
En 1904,
participa en la expedición francesa de Créqui-Monfort y Sénéchal de la Grange,
que incluían los territorios de Argentina, Bolivia y Chile. De esta última
publicaría una obra que obtuvo un premio de la Academia Francesa donde no solo
da cuenta de hallazgos sino que realiza análisis y cronologías. El material
extraído está actualmente en el Museo del Hombre de París. En los años
siguientes se dedicará a la arqueología de La Rioja; publica resultados de
trabajos en el Pucará de los Sauces, El Fuerte de los Pantanos, Sierra de
Famatina, y una obra de síntesis "Estudios
arqueológicos riojanos" trabajo pionero en la provincia y
aporte muy valioso al conocimiento de la arqueología regional. Es a él, la
arqueología riojana, debe sus aportes más valiosos. Su mérito es el de haber
realizado muchísimos trabajos de campo.
Ocupó
diferentes cargos en el Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires, su
obra sigue siendo considerada de gran valor.
Murió
pobre en 1924, sus colegas se encargaron de enterrarlo en el cementerio alemán
de la ciudad de Buenos Aires, posteriormente sus restos fueron trasladados al
monumento en honor a los arqueólogos del Pucará de Tilcara junto a los de
Salvador Debenedetti.
[9]
Ver más en http://www.comechingonia.com/
Comechingonia Virtual:
año 2011, Vol V Nº
2 “Análisis preliminar de la cerámica indígena de la Reducción de la Exaltación
de la Santa Cruz de los indios quilmes” de Florencia Vázquez y Verónica Marti -
Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Quilmes.
[10] "Relaciones geográficas de Indias"
(Madrid, 1885), Tomo II, apéndice 30, III. Recién en 1893, en La Plata, se
publica "Arte de la lengua toba", escrito por Alonzo de Barcena a
mediados del siglo XVI.
[11] Moffatt,
Alfredo, Pp.182 a 185
[12] Ver: http://paisdelosquilmes.blogspot.com
[13] Lozano, Pág.
423