miércoles, 29 de junio de 2016

"ACERCA DE LA FAMILIA DE GUILLERMO E. HUDSON" POR J. C. CRAVIOTTO Y C. BARRERA NICHOLSON



Dedico:A todos los genuinos hudsonianos,
convencidos de la genialidad de nuestro primer escritor quilmeño”
Prosigo con el trabajo que me impuse de volcar a Internet las producciones históricas que realizó el Dr. José A. Craviotto - desconocidas la mayor parte -, en esta oportunidad con don César
Barrera Nicholson su constante y apasionado colaborador. Muchas de estas investigaciones se publicaron en periódicos y revistas de la primera mitad del siglo XX. Son difíciles de obtener. La que transcribo a continuación corresponde a una copia mecanografiada y fechada, diciembre de 1942; que incluye este título: “Algunos datos inéditos acerca de la vida de Guillermo Enrique Hudson” editado por primera vez en la revista “Argentina Libre” del 7 de mayo de 1942, y otro, más breve - que publicaré más adelante -: “De la vida de Guillermo E. Hudson” que apareció en la revista “El Hogar” del 28 de agosto de 1942. 
PRENSA ESCRITA DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX 
“Argentina Libre” fue una publicación que vio la luz el 7 de Marzo de 1940, era de corte antifascista y antiperonista, contó con la
pluma de un variado abanico de tendencias políticas: el escritor y dramaturgo Luis Barletta, el poeta Raúl González Tuñón, el pensador Gregorio Bermann, el escritor Eduardo González Lanuza, la palabra latinoamericana de dos que llegaron a presidentes: el ecuatoriano José María Velasco Ibarra y el chileno Salvador Allende; de autores como: Baldomero Fernández Moreno, Manuel Mujica Láinez, Jorge Luis Borges, el ideólogo español Julián Gorkin y el escritor francés Henri Barbusse, el poeta Pablo Neruda y el novelista ecuatoriano Jorge Icaza, etc. [1] 
“El Hogar”, revista fundada y editada en 1904, por Alberto M. Haynes, que apuntaba al gusto femenino de la clase media argentina de la época y halagaba la vanidad de la clase alta, dedicando numerosas páginas a describir fiestas, casamientos, viajes, ropas y lugares de veraneo de la oligarquía vernácula. Publicaron en ella: Eduardo González Lanuza, Mujica Láinez, José Quesada, Horacio Quiroga, Conrado Nalé Roxlo, Roberto Arlt, César Tiempo y otros, sin distinciones políticas, pero, quizá, con cierta autocensura de algunos de ellos. Borges colaboró en ella entre 1935 y 1958 y entre 1936 y 1939 tuvo a su cargo de la sección ‘Libros y autores extranjeros’. [2] 
En ambas y entre estas figuras de la intelectualidad nacional, Barrera Nicholson y Craviotto tuvieron espacios destacados. 
“ALGUNOS DATOS…”

Dr. José A. Craviotto [3] 
don César Barrera Nicholson [4]

"Era argentino y lo fue hasta el último día de su vida. Hasta en el físico conservó el tipo del gaucho; su hablar lento y su acento de la Pampa, siempre me hacían pensar que tenía ante mi un gau­cho de viejo cuño.” Así describía Robert B. Cunninghame Graham en carta al Dr. Pozzo de julio 1934, a Guillermo Enrique Hudson (citada en “Antología de Guillermo E. Hudson”, B. Aires 1941, Pag. 22)

Es conocida la búsqueda, emprendida años atrás, por el Dr. Fernando Pozzo, en procura del lugar donde estuvo ubicada la estancia de don Daniel Hudson, padre de Guillermo; guiado por la hermosa descripción del lugar que hace el viejo quilmeño en su libro Far away and long ago"; por el único dato del mismo Hudson: La casa en que yo nací en las pampas sudamericanas se llamaba Los 25 Ombúes", y su localización: “cerca de dos leguas del Río de la Plata, y compensando con un gran entusiasmo la falta casi absoluta de referencias locales, pudo, al cabo le varias excursiones por la zona en que supo­nía se hallaba la vieja estancia, acercarse al lugar exacto al que lo llevaba su afanosa investigación. Y fue así como en Noviembre de 1929, entre acacias y paraísos, tuvo ante su vista la vieja construcción descripta en la obra “Cómo encontré los 25 ombúes” publicada en el diario “La Nación” del 26 de diciembre de 1934.
Los datos que a continuación damos a conocer, si bien tienen la seca austeridad conferida por los añejos papeles de donde fueron
tomados, carecen del encanto fresco de la inves­tigación iniciada por el Dr. Pozzo con las pocas referencias contenidas en las 25 palabras empleadas por Hudson para men­cionar geográficamente el lugar de su nacimiento; su único va­lor está en la ratificación absoluta de las informaciones ob­tenidas hasta esta fecha.
De la documentación consultada [5] hemos extraído los datos siguientes: El 17 de Abril de 1837, Daniel Hudson adqui­rió a Tristán Nuño Valdez con chacra en el cuartel 2o del viejo Quilmes, hoy municipio de Florencio Varela, cuñado de Juan Ma­nuel de Rosas por su matrimonio con María Ortiz de Rosas, [6] un terreno formado por 500 va­ras de frente al este por legua y media de fondo al oeste que había sido adquirido por Valdez a Da. Florentina Gores el 27 de noviembre de 1827, siendo parte de la merced hecha en 10 de enero de 1627, por el gobernador Céspedes al capitán Antonio de Azpeitía, primer propietario blanco de aquellas tierras.
El terreno adquirido por Hudson en l837, atravesaba el viejo camino a Mar del Plata, antigua ruta a Chascomús, a pocos cen­tenares de metros al norte de la “Capilla de los Ingleses”, edificada alrededor de 20 años después, de la fecha de la com­pra de Hudson. En una mensura efectuada en el ano 1839, el agrimensor Descalzi establece que Daniel Hudson es propietario de 500 va­ras de frente por 9000 de fondo, e indica la compra hecha por Hudson a Valdez y por éste a Da. Florentina Gores. Consta tam­bién, que Hudson, entre los años 1837 y 1841, vendió parte de su campo a D. Ruperto Taylor (500 varas de frente por las 3400 de su fondo), y luego igual frente, por 2700 de fondo, a “un Señor Harris”, conservando, por lo tanto, 2900 varas de fondo, según se desprende de la mensura de Descalzi y de la “clasificación” [7] del año 1841, que se indicará más adelante. 
EXPLORACIONES DEL DR. FERNANDO POZZO
En los planos que acompañan a las mensuras consultadas, efectuados conjuntamente a aquellas, la propiedad de D. Da­niel Hudson queda situada exactamente en la zona actual del municipio de Florencio Varela, en donde el doctor Pozzo loca­lizó el viejo rancho y tres de los veinticinco ombúes.

Pozzo inaugurando el monolito que indica el lugar donde nació el primer escritor quilmeño Guillermo Enrique Hudson. Lo acompañan su esposa Celia Rodríguez, el Ing. Pollak, entre otros.
En la citada mensura de l839, el agrimensor Descalzi describe las varias operaciones que debió llevar a cabo para el mejor desem­peño de la misión que le encomendara el Departamento Topográfico; en una de ellas, del 23 de Octubre de aquel año, situado en “la ba­rranca de Conchitas, inmediato a la posta de Magallanes" (en la ac­tualidad ángulo N. de la propiedad de la señorita Sara Pereyra Ira-ola, a la altura de la estación G. E. Hudson del F.C.Sud -hoy Roca - antes Con­chitas), demarca el plinto de arranque de la operación y, con rumbo S 30o Oeste magnético, comienza la mensura, estableciendo mojones y anotando las distancias entre ellos así como las variaciones en el rumbo; llega al “camino de la Ensenada“ (que hoy corre paralelo a las vías del ramal Villa Elisa – J. M. Gutiérrez del F.C.S.); luego al “camino de la Magdalena” (en la actualidad “Camino Centenario", prolongación de la Avenida Uriburu - hoy H. Yrigoyen - de Quilmes); cruza el arroyo Con­chitas y luego, dice Descalzi, “hicimos alto, inmediato a la casa de don Daniel Hudson, antes de don Tristán Valdes“.
De allí, con rumbo S 72° 30° 0 magnético, luego de recorrer 340 varas, llega el agrimensor a la horqueta del arroyo Conchitas, exac­tamente en el punto en el cual, ha pocas semanas, la Dirección de Vialidad construyó un pequeño puente, en el camino que une Florencio Varela con la estancia “Santo Domingo”, a 500 varas del sitio donde se alza el monolito que señala la casa natal de Hudson, camino lla­mado antiguamente “de la Casa de Teja a la orquetadura”. 
Estableciendo en un mapa actual el punto de partida de esta operación de mensura, los rumbos y las distancias anotadas meticulosa­mente por Descalzi, llegamos exactamente, no ya a la propiedad de Hudson, sino a la misma casa, identificada 12 años atrás por el médico quilmeño.
 LA HORQUETADURA 
La palabra horqueta, o la más comúnmente empleada ‘horquetadura’, se aplicaba para señalar el lugar en que dos vías de agua se unían para formar una principal; ejemplos en Quilmes: horquetadura del arroyo Conchitas o de Santo Domingo (por la estan­cia contigua), de la Cañada de Gaete, etc. Era palabra común en la zona y designaba también los terrenos adyacentes al ac­cidente hidrográfico, accidente que servía para determinar un punto de referencia, destinado a situar terrenos así, en el año 1840, el agrimensor Chiclana, del Departamento Topográfi­co, decía: “… me señalaron como mojón esquinero del ángulo Este de estos terrenos, uno que se haya en el punto donde conflu­yen los dos arroyos que de allí para abajo forman el arroyo de­nominado de las Conchitas, y este lugar es conocido con el nombre de orquetadura (sic) de Santo Domingo. En este concepto resolví tomarlo como punto de arranque, atendiendo no tan solo al consentimiento y seguridad con que se me indico, sino a la naturaleza del lugar que ocupaba, pues siendo el punto de reunión de dos arroyos, poca o ninguna alteración debían tener donde se hallaban…” 
LA VIDA DE LOS HUDSON 
En estas tierras, cuya ubicación precisada por la tensa cuanto laboriosa investigación del doctor Pozzo, hemos ratificado con la do­cumentación que acaba de leerse, se desarrolló la vida de la familia de Guillermo E. Hudson, cuando llegada del país de origen, los Esta­dos Unidos, se afincó en la zona quilmeña, echando perdurables raíces espirituales y temporales, connaturalizándose con el medio como un núcleo más de aquellos 'piooners' de sangre
anglosajona, que tanto contribuyeron a la civilización de nuestros cam­pos […] en aquel pasado duro y hostil. En la vieja zona territorial de Quilmes, anotamos a los Young, Bell, Yates, Robson, Watson, Brown, Nicholson, Taylor, Black, Buchanan, Armstrong, Clark, Austin, Robinson, Hunt, Cross, Hutchison, Brittom, etc. Las granjas y estancias de Clark y Bell se encuen­tran meticulosamente descriptas en “Viaje a caballo por las provincias argentinas” de William Mac Cann. (Trad, J. L. Busaniche, B. Aires, 1939, Pág. 5 y siguientes)
[…] De 1841, encontramos un pago por contribución directa, de 80 pesos a nombre de Daniel Uson (sic), y otro de 1845, por 38 pesos, en virtud de lo que disponía la Ley de Regulación por patentes e impuestos varios, rastros que hemos hallado de aquella época., con varios más, referen­tes a las actividades rurales y comerciales en el entonces cuartel 5o del partido de Quilmes, de la familia Hudson. Datos, estos y los siguientes, tomados de la documentación mencionada antes.
También en 1841, se solicita des­de Santos Lugares y "a la brevedad posible" al juez de paz de Quilmes Manuel Gervasio López, una “re­lación” acerca de los dueños de estancias y demás propietarios de Quilmes. En la nómina que se devuelve al gobernador don Juan
Manuel de Rosas, e incluido en la clasificación 5ª que comprendía "a todos los extranjeros europeos, brasileños y norteamericanos excepto los españoles", figura textual­mente; "Daniel Uso, Patria Nte. Aca, haber en sociedad como 300 cabesas bacuno, obejas 250, terreno 500 vs frente 18 cuadras de fondo” (textual)
En el año 1849, no obstante estar ausente la familia por haberse radicado en un punto próximo a Chascomús, probablemente en la antigua estancia “Vitel”, figura una cuota pagada, de $ 60 sobre un capital no aclarado de $ 30.000, en una.”relación” de los ‘capitalistas’ del cuartel 5º de Quilmes, a nombre de Daniel Hudson.
De regreso a Quilmes en 1856, en un censo de “Territorios de propie­dad y poblaciones”, cuartel 3o (por modificación de cuarteles a cau­sa de la creación, con tierras de Quilmes, del nuevo partido de Barra­cas al Sud en 1852), figura en la relación pertinente: “Daniel Hudson. 150 varas de ancho, media legua de fondo. Población (habitado), 3 piezas de mate­rial”. Los diferentes planos y mensuras, anteriores y posteriores a la fecha de esta relación, asignan siempre 500 varas de frente y unas 3000 de fondo, por lo que suponemos erróneo el dato consignado acerca del frente de la propiedad.
Ya en ese año, se instaló la familia de Daniel Husdon, en forma defi­nitiva, en “Los veinticinco Ombúes”, abriendo aquél un negocio de
pulpería, co­nocido luego por “el boliche de Don Daniel”, sito en las inmediaciones de la casa familiar, probablemente en el camino que pasaba por su frente.
En agosto de 1859, figura una nota al juez de paz de Quilmes, Don Andrés Baranda, dirigida por el alcalde del cuartel 3° Don Joaquín Balbastro, remitiéndole $ 200 por derechos de “rebisasion de Pa­tentes y Demas, de cuatro casas de negosio de los Indibiduos siguien­tes Don Daniel Huzzon, Don Fco Dias, Don José Boren y Don León Cossio abiendomé presentado la Patente y pesas Balansas y Medidas marcadas de la Polisía" (textual)
Creemos oportuno consignar en esta parte que Don Francisco Díaz, hijo del nombrado en la anterior relación, interrogado por nosotros acerca del “boliche de Don Daniel”, nos declaró que no co­noció nunca “a un tal Hudson” (pronunciado como se debe), pero sí a Daniel Uzón; hacemos esta aclaración a propósito de las diferencias que aparecen en los documentos de entonces, referentes al apellido de Hudson, debidas a la singular interpretación del mismo, según el modo de pensar y de escribir de aquellos viejos criollos.
Otro pago, y ya más importante, por $ 355 encontramos efectuado en 1862, en una planilla borrador que dice así: “Propietario Daniel Hudson. Cuartel 3°. Propiedad: estancia. Área en varas cuadradas: 5.142.000, Precio por legua 800.000.- Capital $ 115.000. Pagó". Como se desprende de los títulos y mensuras, la propiedad tiene una super­ficie real cuatro veces, menor; las diferencias en este caso, tal vez tengan su causa en los errores de anotación por los alcaldes de los cuarteles, poco hechos a estas tareas, mucho más complicadas que las sencillas de policía menor, a que estaban acostumbrados hasta entonces.
Algunas guías de campaña prueban las actividades de Daniel Hudson; así, el 9 de octubre de 1858, se registra en Quilmes el pasaje de 8 arrobas de cerda y 240 cueros de lanares que “el vecino D. Daniel Hudson conduse a Buenos Ayres” (textual); abundan también las que corresponden al movimiento de ganado en pie, generalmente lanares.
Luego, en 1865, en planillas borradores que suponemos fueron,
con­feccionadas con destino al “Registro Estadístico”, aparecen los datos siguientes; “Cuartel 3º, Daniel Hudson Norteamericano. Viudo, Pulpe­ro, Chacra; montes 6 cuadras. Vacunos 3 Caballares 5. Lanar mestizo 75O. Cuadras de ternero 30. Edificio: tejas riples”; y con respecto a los demás miembros de la familia figuran: Daniel (h) de 31 años; En­rique de 24; Alberto, de 22; Luisa de 26 y Elena de 19; todos con la indicación: “Patria; Buenos Ayres”, solteros. A continuación, como formando parte de la población del mismo establecimiento: "Diego Roockwood, americano, soltero, 60 años". Y por último, en noviembre de 1876, ante el juez de paz de Quilmes don Felipe Amoedo, la “Comisión Abaluadora del impuesto de contribu­ción directa de este Partido”, se expide a propósito de los deudores morosos del año 1875, entre los cuales incluye a Guillermo Hudson, en el cuartel 1º, que comprendía el pueblo de Quilmes, con la indicación “pagó en Buenos Aires”. 
Ahora bien, Guillermo se embarcó para Inglate­rra el 1 de abril de 1874, por lo cual cabe suponer un error en la anotación, sobre todo
Cuando Daniel continuó habitando en la zona, ha­biendo tal vez sido reemplazado su nombre por el de Guillermo, o quizás como lo supone el Dr. Pozzo con mucho fundamento, se tratara de una propiedad de Guillermo, que los valuadores supusieron abandonada ig­norando su partida, pero que este, con natural previsión, antes de embarcarse, “pagó en Buenos Aires” el importe del impuesto anual que le correspondía. 
Todos los datos obtenidos de los Hudson, nos hablan de su completa argentinización, vale decir, de un profundo arraigo moral, fácil­mente comprobable por su participación en las actividades del núcleo social en donde actuaron. [8)
 EL SERVICIO MILITAR

En una conferencia leída por el señor Jorge Casares en la Facul­tad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales el 14 de noviembre de 1929, sobre “Hudson y su amor a los pajaros”, nos da noticias el con­ferenciante a propósito de los hábitos completamente “criollos” del gran ornitólogo, de quien dice: “Fue un gaucho vagabundo que entre gauchos vivió y con quienes tenía afinidades; como ellos también enrola­ndo en la Guardia Nacional., rindió tributo a la tierra en donde naciera” Efectivamente, como consecuencia de una circular firmada por el entonces Ministro de Guerra del Estado de Buenos Aires, coronel Bar­tolomé Mitre, con miras a la reorganización de la Guardia Nacional de la campaña, los hermanos Daniel y Guillermo Hudson, como otros veci­nos del cuartel 3º, aparecen citados con ese objeto para concurrir a San Vicente y enrolarse en el regimiento N° 13 de Guardias Naciona­les, como lo hicieron, recibiendo “la papeleta” el 8 de junio de 1859. El citado regimiento comprendía las milicias de San Vicente, Quilmes y Barracas al Sud, agregándosele poco después, las de Lomas de Zamora. En listas de 1864 y 1865, Daniel Hudson figura como soldado Nº 35 del primer escuadrón, segunda compañía, de la milicia activa del regimien­to; en cambio Guillermo, por su condición de enfermo, aparece en el mismo año, como soldado Nº 76 de la pasiva. En el año siguiente pasa a la activa con el N° 22, en el mismo escuadrón y compañía que Da­niel, por poco tiempo, para volver luego a la pasiva. Algunos “pases de resguardo” prueban, además, el cumplimiento de las disposiciones vigentes en aquellos años, respecto al traslado de los enrolados, desde el lugar de su residencia a otros diferentes. Va­rios de ellos hacen mención del soldado Daniel Hudson, que pasa al Azul en cambio, no hemos tenido a la vista igual documentación referente a Guillermo; la causa de ello está explicada en una nota del jefe del re­gimiento N° 13 al juez de paz Don Andrés Baranda, en la que le comuni­ca “que cree innecesario que los Pasivos que solicitan lisensia ocurran aesta comandancia” (textual)
ACTUACIÓN COMUNITARIA 
Destacase en la actuación que conocemos de los Hudson, un amplio espíritu de solidaridad para con la patria, evidenciada como dijimos, en sus relaciones con el medio social, al cual no escatimaron su apoyo leal y decidido. No obstante ser de religión protestante, no vacilan en dar su apoyo moral y pecuniario al pensamiento católico imperante, figurando en 1857, en una lista de suscripción a beneficio de las obras de reparación del viejo templo parroquial, con una donación de $ 50. En 1859, contribuye Daniel Hudson (h),
con $ 20 a la limosna popular re­colectada para la función religiosa en el día de la Patrona, el 8 de diciembre; en 1861, para las ceremonias de Semana Santa, el mismo donante aparece con una contribución de $ 10 y posteriormente, en 1867, con­trae matrimonio en la iglesia parroquial de Quilmes, con Doña Bibiana Barragán, según consta en la documentación existente en poder del Dr. Fernando Pozzo.
En 1865, se realiza una suscripción, a la cual contribuye Guillermo E. Hudson con $ 100, para le reconstrucción del camino Puente Chico - Quilmes, hoy Avenida Mitre - Dardo Rocha. El viejo quilmeño que debía conocer las dificultades del tránsito por aquellos caminos primitivos, objeto de las preocupaciones de Moreno, poco después de los días de Mayo de 1810, caminos por donde su padre conducía frutos de su estancia hasta Buenos Aires, contribuyó con una de las sumas mayores recolecta­das en aquella oportunidad.
LA HEREDAD 
El 14 de Enero de 1868, falleció Daniel Hudson, fue sepultado en el
antiguo cementerio de disidentes de la calle Victoria esquina Pasco el día 16; su esposa había fallecido en l859, siendo sepultada en el mismo cementerio. La propiedad adquirida en 1837, reducida a 1670 varas de fondo, por venta de una parte, probablemente a la vuelta de la familia Hudson desde Chascomús, fue deslindada por el agrimensor Don Justino Lynch el 19 de Junio de 1874, y repartida entre sus hijos en la forma siguiente: el frente sobre el actual camino a Florencio Varela., con un fondo de 470 varas, a Daniel; el resto, en total 1200 varas de fon­do, excepto un cuadrado de 216 varas de lado, en el ángulo sur vendido anteriormente, a los hermanos Alberto, Edwino, Luisa, Elena y Guiller­mo, conjunto de 40 hectáreas que encierra el viejo rancho y que, en nuestros días subsiste con pocas modificaciones como en el año 1874.
En mayo de 1892, la fracción se conservaba aún a nombre de los here­deros mencionados según lo prueba un plano de Quilmes, confeccio­nado por el Departamento de Ingenieros de la provincia. En cambio, el 10 de diciembre de 1877, Daniel (h), vendió su fracción, situada “en el paraje denominado Arroyo de las Conchitas, a inmediaciones de la Casa de Teja”, a don Juan Davidson, quien la incorporó a su estancia “Santo Domingo”. 
Todavía en el año 1894, estas tierras se designaban como “de Hudson”, según lo prueban algunas constancias vecinales de la zona, anotadas en la Municipalidad de Quilmes.
Nos cabe así el haber podido ratificar en forma documentada el ha­llazgo del doctor Fernando Pozzo y con ello damos fin a la pre­sente recopilación de datos precisos y comprobatorios del lugar en que se radicara la familia de Guillermo E. Hudson, y de algu­nos hechos personales relacionados con el lugar en que habitaran.
Estimamos que nuestro breve trabajo constituye una contribución a manera de homenaje, al generoso y desinteresado tesón que el doctor Fernando Pozzo puso en su empeñosa búsqueda del lugar de nacimiento de aquel argentino ilustre, que al través del tiempo y del espacio, dedicara al ambiente de su patria, las mas senti­das e intensas de las emociones de su espíritu superior. (De la Junta de Estudios Históricos de Quilmes) 
Concluyen los autores, que este trabajo fue llevado a cabo con los datos tomados de la documentación relativa al pasado de Quilmes, reunida por ellos desde hace algunos años, así como de la que existía cla­sificada en el archivo de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes; para esa fecha recientemente fundada.
Compilación, investigación y compaginación Chalo Agnelli 
hudsoniano
Pte. Agrupación de Historiadores Los Quilmeros
Miembro de la C.A. de la Bibl. P. Pedro Goyena 
y de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes 
NOTAS

[1] Argentina Libre y …Antinazi, con la pluma y la palabra http://pulperiaquilapan.com/argentina-libre-y-antinazi-con-la-pluma-y-la-palabra

[2] El Buenos Aires que se fue http://blogs.monografias.com/el-buenos-aires-que-se-fue/2011/03/16/la-revista-el-hogar/

[3] Ver biografía en EL QUILMERO del domingo, 24 de noviembre de 2013, “Dr. José Alcides Craviotto - Las Puertas de Nuestra Historia”

[4] Ver biografía en EL QUILMERO del

lunes, 27 de junio de 2016, “César Barrera Nicholson - 1º de julio Día del Historiador”

[5] Duplicados de Quilmes y Florencio Varela en el Archivo de la Dirección de Geodesia y Catastro de la provincia de B. Aires.- 
[6] Lu­cio Mansilla, en "Mis Memorias" (Paris s/f), se refiere varias veces a su "tata Tristán". 
[7] Se refiere a los informes que los jueces de paz debían remitir periódicamente al gobernador don Juan Manuel de Rosas, sobre las actividades, bienes y orientación ideológica de los principales habitantes de cada localidad de la provincia. 
[8] Muy a propósito del criterio en contra de esta afirmación de la escritora Alicia Jurado.