El 10 de marzo de 2017, a los 69 años falleció el director Alcides Chiesa, autor de documentales y ficciones. Alcides había nacido en Quilmes el 16 de enero de 1948, en el seno de una familia comprometida con la vida pública y la educación.
Después de permanecer detenido desaparecido en el denominado “Pozo de Quilmes”, y luego a disposición del Poder Ejecutivo Nacional desde julio de 1978 a enero de 1982, marchó al exilio y continuó su labor como cineasta documental en Alemania.
De regreso en la Argentina dirigió “Desembarcos” (1989, inédita), “Apuntes de un viaje al Iberá” (1991, inédita), "Amigomío" (1994), que compartió con Jeanine Meerapfeel, de quien había sido asistente en “La amiga” (1988), "Tito, el navegante" (2010) y “Dixit” (2012)
Estudió en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), pero por motivos de su exilio, recién pudo recibir su título cuando la Escuela festejó su 50 aniversario en 2015.
Fue presidente del Consejo Asesor del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) en 2014, y hasta enero último se desempeñó como prosecretario general de la comisión directiva de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC).
En 2008, fue galardonado con el premio “Sol de Oro” que otorga el matutino quilmeño “El Sol” a personalidades destacadas. En esa oportunidad manifestó: "Para mí es una gran emoción porque me lo entrega un medio periodístico y, en este momento, me siento orgulloso de haber sido periodista".
Esta intempestiva partida de Alcides sucumbe en un profundo dolor y tristeza a Sabrina su pareja, sus hijos, familiares, amigos y a todos los quilmeños que tuvimos trato con él y lo conocimos como un hombre íntegro, lleno de comprensión y com-pasión por y hacia el otro.
EL SECUESTRO
Alcides era estudiante de cine en el 1977, quedó secuestrado el sábado 15 de octubre de ese año después de que le arrebataron su primera película. Fue uno de los sobrevivientes del llamado circuito Camps. Así lo expuso frente al Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que juzgó a los represores de ese aberrante “Circuito Camps”. Los criminales del denominado ’proceso’ habían asesinado ya, a uno de sus mejores amigos, fotógrafo y sindicalista, militante de Montoneros.
Él también había tenido una militancia en el peronismo. Contó en una nota a “Página 12”: “Yo milité en la JP y trabajaba en los
barrios carenciados. Porque antes de mi primer trabajo en mi vida como inspector en la municipalidad, trabajaba en las villas.
Conocía muchísimo las villas, la gente, y creo que fue lo que me llevó a militar. Y bueno, él entra a militar en Montoneros. Nosotros discutíamos bastante en ese momento porque yo no compartía algunas ideas, por ejemplo enfrentar a los militares directamente, me parecía una forma suicida de actuar. Me parecía que había que hacer una resistencia política. Pero he sido un tipo de mucha actividad política, más allá de mis películas, en las que uno transmite lo que piensa. Cuando militaba más que nada militaba en política cultural, hablaba con la gente de cómo hacer películas, enseñábamos teatro en las villas.”
Todos los testimonios son valiosos. Pero hubo uno que de resultó conmocionante como católico: las declaraciones de Monseñor Victorio Bonamín cuando la Comisión Internacional de Derechos Humanos visitó nuestro país en 1979 defendiendo la dictadura y justificando los excesos con un lenguaje más aberrante que el usado por el propio asesino y jefe de los asesinos, el General Videla.
la vida se fue postergando, pero siempre estaba en nuestras cabezas y era tema de algún que otro encuentro casual o en reuniones que hemos compartido. Hablaba con mucho orgullo de la valentía y la decisión obcecada de su padre por obtener su libertad. Su abuela, la maestra Margarita Bellone era otro de sus personajes admirados. Fue un regalo de la vida haber conocido, no sólo a la persona, sino también al genio de Alcides Chiesa que dejó valiosos patrimonios a Quilmes, el de su filmografía, que perdurará en el tiempo, en la memoria... retomo la frase de Saramago: “El tiempo no es una cuerda que se puede medir nudo a nudo, el tiempo es una superficie oblicua y ondulante que sólo la memoria es capaz de hacer que se mueva y aproxime.”
1 comentario:
Tuve oportunidad de conocer a Alcides entre 1974 y1975 mientras eramos alumnos del entones CEC (Centro Experimental Cinematográfico). Yo estudiaba además magisterio y compartíamos el amor por la educación. El militaba en las villas alfabetizando con el método y filosofía freireana. Su compromiso, bondad y solidaridad ya eran parte de su ser en esos años.. Mi mejor recuerdo a su memoria.
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