Hay nombres que fueron alcanzados por el
olvido. Los años con su cúmulo de acontecimientos y las nuevas generaciones
criadas y formadas sin tradición van desplazando a personalidades que sin ser
grandes figurones de la historia,
marcaron huella en los años que los tuvieron como protagonistas. Luego su
imagen se fue diluyendo en recuerdos vagos de unos pocos familiares,
descendientes, vecinos o aficionados. “La historia de una vida es la historia
del medio, de la cultura predominante y las subyacentes, de una ética y sus
consecuencias”.
En 2010 en el libro “La Colonia de
Valerga – historia social del segundo barrio de Quilmes”, recuperamos parcialmente
a muchas de esas mujeres y hombres que le dieron renombre a esa región del ‘gransudbonaerense’.
Ahora los tratamos de perpetuar en este blog para que los logros de sus vidas
enriquezcan las nuestras.
Tenían apenas 5 años cuando llegó a
Quilmes con sus padres atraídos por el boom industrial que estaba cobrando la
localidad ribereña y las facilidades para adquirir una propiedad. La familia
venía de Gálvez, en la provincia de Santa Fe, donde Oreste nació el 7 de abril
de 1907. Eran de origen suizo, quizás del cantón de Valais o de Vaud,
originalmente se habían establecido en el sur de aquella provincia, en una
colonia agrícola fundada en 1858. Muchos valdenses que adherían a la reforma protestante emigraron a la
Argentina y a Uruguay buscando la tolerancia religiosa, en el país hermano
fundaron la Colonia Valdense, ciudad uruguaya del departamento de Colonia.
EL BOXEADOR
Todo comenzó cuando tenía 13 años,
regresaba a su casa cuando vio que en el Club ‘Sparta’, Francisco Fernández
Melo y Juan Binelli [2]
boxeaban en un ring improvisado sobre el pasto. Esa experiencia lo marcó para
toda la vida y a partir de ese momento fue firme su decisión de boxear. En esos
años el mejor maestro de box era el francés Gustavo Lenevé, un púgil que
realizaba exhibiciones en el ‘Buenos Aires Boxing Club’, y contaba entre sus
alumnos a los renombrados luego Victorio Campolo, Raúl Landini y Héctor Méndez.
Oreste no tenía medios económicos ni sus
ocupaciones laborales le permitían aprender con Lenevé de modo que ingresó al ‘Provincial
Boxing Club’; su profesor fue Felipe Núñez. En 1924, con Carlos D. Valerga y
otros vecinos de La Colonia participa de la fundación del Quilmes Boxing Club. [3]
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La segunda sede del Boxing Club en lo que era la Soc. Artesanos de La Colonia, esquina SO de Vicente López y Perón (ex Córdoba) Foto de la izquierda, 1926 con Carlos D. Valerga en la puerta, a la derecha vista actual. |
En 1925, era bombero voluntario bajo la
comandancia de Pedro Mesaglio. El presidente de la institución, Marcos Pereira,
preocupado porque sus hombres pasaran entretenidos los momentos de guardia en
el cuartel les procuró juegos: ajedrez, damas, barajas y sabido de los gustos
de Oreste le obsequió los que fueron sus primeros guantes de boxeo.
Oreste Huber, primero a la izquierda junto a Justo Suárez "El Torito de Mataderos"
LA ANÉCDOTA
Por esos días la ‘Sociedad de Bomberos
Voluntarios de Quilmes’ organizó en el terreno de la calle Rivadavia que se
utilizaba para actividades de entretenimiento comunitario (Luego cine Cervantes
de la Sociedad Española y hoy, en la planta baja, un comercio de equipos
electrónicos) una kermese. Oreste tuvo una discusión fútil con Valentín Pianta,
poco diestro para embocarles argollas en el cogote a unos patos que nadaban en
un fuentón. Los amigos, entre ellos Romeo Maiorano, aprovecharon la situación y
antes que se fueran a las manos allí mismo concertaron una pelea que se realizó
en el Boxing. Oreste ganó por puntos. Desde allí ya no se detuvo.
EL PROFESIONAL
Su carrera como profesional comenzó el 16
de julio de 1929, en el teatro “Coliseo” de Buenos Aires enfrentando a Alcides
Galdolfi Herrero. Ese mismo año, el diario “La República” presentaba a todo lo
ancho de la hoja este título “Oreste Huber, la inteligencia en boxeo, empató
una pelea imposible”. La pelea había sido contra el español Manuel Montes en el
teatro “Onrubia”. Fue la primera de las centenares de veces que su nombre
apareció en las páginas deportivas de los diarios de ese país. Fue campeón de
la ciudad de Quilmes con peleas en el teatro “Empire” y el club “Patria e
Unita”; en Buenos Aires también peleó en la ‘Federación Argentina de Box’; en
Montevideo derrotó a un pugilista destacado de la época, Hortensio Goularte.
Nunca fue vencido por nocaut.
Caricatura de O. Huber por Jorge Barton (1927)
BOXEADOR CERVECERO
Llegó a ser una figura relevante en el
boxeo nacional en la categoría liviano “(...) en aquellos tiempos que se
pagaban $120 por una pelea de semifondo”, pero aun como profesional, ese dinero
no alcanzaba para mantener una familia, de modo que Oreste, que de joven había
trabajado en Rigoleau, entró en la Cervecería donde el mayordomo Pedro Dreisch
- también con un hijo aficionado al box - le permitía salir más temprano cuando
tenía algún encuentro pugilístico y a veces hasta obviaba algún faltazo.
Lo apodaban “la inteligencia en boxeo” y
boxeando recorrió toda la Argentina. Era riguroso y exigente en su propio
entrenamiento que realizaba con aficionados amigos como: Ángel Camarero, Raúl
Carranza, Ángel Dellagiovanna, Fioravanti Pierobón, Eduardo Granada, Maximino
Hernández, Carlos Herrera, José Iliali, Elías Scarabotti, Alberto Varela,
Salvador Zaccone, los hermanos Sofía, los hermanos Ronconi y Romeo y José
Maiorano. [4]
“El 18 de febrero de 1932,
hubo un resonante encuentro entre el estilista del ring Raúl Landini y Oreste
Huber que reunió en Quilmes centenares de personas de todo el Gran Buenos
Aires, La Plata y la Capital Federal. Algunos hombres se habían instalado en el
hotel 'Moderno' y en el Hotel-Pensión 'París' de la calle Pringles 695 (6), en
algunas pensiones y a las puertas del Boxing desde el día anterior para ser los
primeros en ingresar.”[5]
Tuvo alrededor de 45 encuentros como
amateur. Realizó cuarenta peleas, siendo algunos de sus contrincantes extranjeros:
Clearcy Jones, Ceolín Olano y Luis Rayo y los argentinos: Juan Aldovrandi,
Germán Ballarino, Alfredo Buscaglia, Emilio Escudé, Julio Mocoroa, Juan B.
Pathenay, Gogliardo Purcaro, Justo Suárez, Alcides Gandolfi Herrero, Raúl
Landini y Sabino Bilanzone, habiendo sido derrotado tan solo por los tres
últimos. Fue entrenador por $ 5 al día; entre sus múltiples pupilos, preparó a
Julio Mocoroa.
Oreste Huber se jubiló como obrero
cervecero pasados largos los 60 años de edad y murió octogenario en su casa de
La Colonia, Sáenz Peña y Rodolfo A. López (ex Santa Fe)
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Periódico 'El Plata', 1926 (Gentileza Mora Camarero) |
HUMBERTO
BOZZO
Humberto Bozzo, de origen genovés, fue un
apasionado deportista, fundador del Boxing Club y de larga trayectoria en esa institución, durante
casi 35 años cubrió distintos cargos en la comisión directiva; la mayor parte
como tesorero. En 1958, a pesar de haber sido reelecto para dicha función,
resolvió retirarse permaneciendo como un socio activo más. Bozzo y Elías Scarabotti
eran, concluyendo la década del ’50, los únicos fundadores, testigos vivos de
la extensa y rica historia de esta entidad donde tantos jóvenes se formaron
física y espiritualmente con los fundamentos de conducta e integridad que son
inherentes al deporte, cualquiera sea.
El sábado 10 de mayo de 1958, todos los socios del Boxing, presidido por
don Eugenio Calzetta realizaron una demostración en honor de Humberto Bozzo.
Este
noble vecino de La Colonia estaba casado con Catalina Valerga, hija de don
Santiago. La pareja tuvo ocho hijos: Florinda Justina, Rosa Matilde, Catalina,
Amelia, Fortunata, Ángela, Manuel y Humberto Pedro (Tito) Florinda Justina se
casó con Horacio Balacini; Rosa Matilde, con Domingo Araujo, hijo del homónimo
que fue el primer comisario de Quilmes (1881); Amelia se casó con el educador
Antonio Iglesias, que fue director del colegio San Jorge, hermano de otro
benemérito educador, el profesor Evaristo Iglesias; Ángela, con Pedro Lampi.
Humberto Bozzo Valerga, quien también descolló como un notable atleta y entusiasta
deportista de La Colonia,
de excelente actuación en varias carreras de 300 y 800 metros llanos como
representante del Boxing Club. [6]
Primera Comisión Directiva del Boxing Club. De Izq. a Der.: sentados: Humberto Bozzo, Carlos D. Valerga, el Ing. Castro, Raúl Carranza y M. Bozzo. Detrás de pié: J. Núñez, J. Bracco y E. Scarabotti.
Investigación
y compilación Chalo Agnelli
Colaboración
Julio César Valerga, Domingo Araujo
FUENTES
Archivo Biblioteca Popular Pedro Goyena y Museo
Bibliográfico-Documental
Box
Rex. Registro oficial del boxeo.
Diario
“El Sol”
NOTAS
[1] Revista del cincuentenario de “El
Sol”, 1/11/1977
[2] El Club ‘Sparta’ fue el antecesor del Boxing. Fernández
Melo fue un destacado paisajista, pintor y deportista quilmeño: ver en EL
QUILMERO del domingo, 1 de febrero de 2015, “LA PLAZA ARISTÓBULO
DEL VALLE O PLACITA DE LA COLONIA”. Juan Binelli, padre del pediatra
y ajedrecista.
[3] Ver en EL QUILMERO del domingo, 4 de febrero de 2018, “EL
QUILMES BOXING CLUB”.
[4] Ver en EL QUILMERO del sábado, 5 de junio de 2010, “ENCUENTRO
PUGILÍSTICO BARRIAL – ‘DEL ARCÓN DE LA ABUELA’ - Salman Sale Andah versus Odilón Vicentela”.
[5] Párrafo tomado de la nota sobre el “Quilmes
Boxing Club”.
[6] Del libro La Colonia
de Valerga Cap. I