Por
Chalo Agnelli
Dijo la
maestra e historiadora Lila Giordano: “Constituye una verdad indiscutible
que la historia de los pueblos la escriben sus instituciones… Otra verdad difundida
y compartida es la que sostiene que la historia de los pueblos la escriben los
pueblos mismo”.
Para los
que nacimos y vivimos en Bernal, en Quilmes, en las ciudades del cono bonaerense,
cuando eran esmirriados pueblos al sur de la gran metrópoli, el libro “Historias,
mitos y relatos del Bernal de ayer” de Néstor Tony Pienso nos inspira una
dulce ternura y a su vez una irremediable congoja por la placidez con que nos
retrotrae a aquellas costumbres que se diluyeron con el correr del tiempo y nos
dieron formación e identidad.
El libro
también nos introduce en la gente del barrio, aquellos personajes peculiares
que adornan las historias del pasado para siempre, como los que nos trajo la
inmigración y, aún extranjeros, desde su llana humildad hicieron patria… y otros de más figuración los Thenné,
cargados de de ingenio y de misterios, la mano fundadora de don Luis Pedemonte...
Allí
aparece Santa Colomo un hito inevitable para el que quiera incursionar en la
historia de Bernal, de Villa Crámer y todo su entorno, barrio promotor de
leyendas que impulsan a los más curiosos hacía la historia ¡Tanto se ha escrito
sobre las invasiones británicas! Y Santa Coloma es un enclave esencial que
siempre se destaca en la historia del partido de Quilmes.
Y sigue
el libro describiendo la vida febril de un pueblito fabril donde mujeres y
hombres sostenían sus vidas y la de sus familias en las empresas que poco a
poco, con el correr de políticas liberales se fueron desmantelando y también recupera
las viejas familias: casas con apellido, donde pesan más las casas que los
apellidos y algunos de estos se los identifica tan solo por una casa, una
mansión, una residencia o petit-hotel y palacetes con su arquitectura ecléctica.
Muchos de esos hogares acomodados ya no están, pero prevalecen los suntuosos recuerdos
de lo que fue una vez ese elegante Bernal de los tiempos idos, que Pienso sabe
traernos con relevancia junto con sus habitantes de todos los estratos sociales
y los imperecederos visitantes como Guglielmo Marconi,
Ángel M. Zuloaga, Eduardo Bradley (que se casó con una quilmeña) Carlos
Gardel, el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel…
Logra
Néstor Tony Pienso abrir conciencia sobre el valor histórico, social, económico
y cultural de la ciudad de Bernal. Hay anécdotas, historias orales, en fin, nadie
en Bernal, en Quilmes en toda la extensa región que enfrenta al Plata puede
prescindir de la lectura de “Historias, mitos y relatos del Bernal de ayer”.
EL
AUTOR
Néstor Tony Pienso nació en Avellaneda el 15 de mayo de 1965. Es el sétimo hijo de los
10 que tuvieron Luisa Sonia Rodrigo y de Jesús María Pienso. Hizo sus estudios
primarios en la Escuela N°61 “John F. Kennedy”, de Villa Alcira, Bernal [1] y continuó su educación en
El Colegio Secundaria N°4 “Japón”, institución vespertina que ocupa el edificio
de la escuela primaria N°47 de Barrio Parque.
Luego
estudió periodismo, realizó cursos de radio y televisión, trabajó en los
diarios “La Razón” y “Página 12” y en “Radio del Plata”. Fue colaborador del
comedor “Virgen de Luján” de la ribera bernalense e integra un grupo de
restauración de monumentos y visibilización de espacios históricos de Bernal.
Dirigió y organizó homenajes a artistas y escultores de esa localidad. Creó la
página de Facebook “Bernal, vivo o quiero conocerlo”, un exitoso grupo público
con 19.700 miembros. Fue bloguero de puntos turísticos de interés en Bernal,
Argentina y el mundo. Está casado con Nelda Díaz y es padre de Alejobias y de
Máximo y abuelo de Bautista.