DR. JOSÉ ANTONIO WILDE, HUMANISTA, HOMBRE DE PROGRESO, PRÓCER QUILMEÑO
LA TERCERA FUNDACIÓN DE QUILMES
Presentado en el Duodécimo Congreso de Historia de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires – Abril 2009
TEMA: Fundación y desarrollo de pueblos y ciudades.
Prof. Chalo Agnelli
Próximo el Bicentenario del nacimiento del Dr. José Antonio Wilde, recuperamos esta cronología publicada el 28 de setiembre de 2009, para traer a esta figura consular de la historia de Quilmes a la memoria actual. Por su sapiencia, su pasión por el progreso y la dignidad de las personas, su bonhomía y don de gentes, por la higiene, en momentos que enfermedades como el cólera, la rabia, el escorbuto y la fiebre amarilla hacían estragos, Quilmes dejó atrás la aldea nacida en 1812 cuando se derogó la Reducción, y junto con otros hombres y mujeres movidos por un mismo propósito trazó el perfil de un pueblo pujante.
SITUACION POLÍTICA-CULTURAL
Después de 1851 los acontecimientos políticos determinaron y favorecieron en la provincia de Buenos Aires y el litoral un crecimiento demográfico acompañado de nuevas variables económicas, un determinante progreso urbano, social y educativo y los primeros trazos para diseñar el perfil de un país multicultural, multirracial y multilingüístico. A fines del siglo XIX el cambio se había diseminado por todo el país.
En el mástil de la transformación se izó la palabra “Progreso”, todo giraba hacia ese objetivo y en ese pivote se hacían todos los movimientos. Incluso periódicos, almacenes, tiendas, fondas, hoteles, calles, villorrios, se bautizaban con ese sustantivo. Historiadores llamarán a este período el de la Organización Nacional.
Los organizadores fueron algunos hombres y mujeres que en ciudades, pueblos y aldeas, imbuidos del espíritu y la ideología de un progreso liberal, encendieron motor de cambio en procura de una vida mejor.
Quilmes tuvo a partir de estos años su tercera fundación promovida por la pasión progresista de algunos de sus vecinos: [1] Andrés Baranda, José Agustín Matienzo, Carlos Morel, Augusto, Fernando y Mariano Otamendi, Sabiniano Kier, Juana Gauna, José Andrés López, Honorio Martel, Francis Younger, Julio Fernández Villanueva, los Clark, los Labourt, los Ithuralde, los Amoedo, los Valerga, etc… y entre ellos y sobre todos el Dr. José Antonio Wilde.
En 1666 trajeron al pueblo originario que le dará nombre a la localidad, los Quilmes arrancados violentamente de su tierra natal, los Valle Calchaquíes. Esta Reducción se acabará el 14 de agosto de 1812 cuando por un decreto del gobierno patrio se la declara “pueblo libre” lo que determina que en 1818 se realiza la primera agrimensura del pueblo trazada por el piloto agrimensor Francisco Mesura. Este hecho se podría reconocer como la segunda fundación y el período en el cual se desarrolla la vida y la obra del Dr. Wilde a partir de 1852 la tercera.
El Partido de Quilmes hasta 1852 se dividía en 6 cuarteles::
1° comprendía el actual partido de Avellaneda más Lanús;
2° Lomas de Zamora;
3° desde el arroyo Santo Domingo hasta Burzzaco y desde el arroyo Las Piedras hasta lindar con los cuarteles 1º y 2º;
4° desde el arroyo Santo Domingo hasta el Giménez, y desde la costa hasta la cañada de Gaete, comprendiendo el pueblo de Quilmas;
5° entre el arroyo Giménez y el Conchitas (Hudson)
6° desde el Conchitas hasta el arroyo del Gato; (los cuarteles 5 º y 6º iban desde el río incluyendo Florencio Varela La Plata, San Vicente y hasta Cnel. Brandsen)
El pueblo estaba a dos leguas del de Barracas, a 8 de San Vicente, a 10 de la Ensenada, los pueblos más próximos existentes. El partido medía 10 leguas de largo por 2 y 1/2 de ancho y tenía 4500 habitantes.[2]
Calles de tierra, profundas y anchas zanjas intransitables, en las plazas cubiertas de maleza, ñapindá y cicutas abundaba sabandijas y alimañas no había veredas, ni alumbrado público. No había camino al río y en el actual Quilmes Oeste era un circuito de innumerables lagunas con incalculable variedad de aves. Había pumas y jaurías de perros cimarrones. Había un único médico. No había hospital, ni casa municipal, ni clubes, ni periódicos, ni teatros, ni farmacia (la primea botica se instala en 1863) ni caminos adecuados que facilitaran el acceso a la ciudad de Buenos Aires. En la equina de Alsina y Mitre había un monte de eucaliptos que cumplía la función de parador de carretas, volantas, diligencias y berlinas.
FUNDAMENTOS
Médico, sanitarista, filántropo, escritor, cronista, pedagogo, periodista, político funcionario, naturalista... José Antonio Wilde escaló en su vida la cima de prócer en el pueblo que adoptó como propio, dándole organización y destino.
Había mucho por hacer y él no se quedó esperando que otros lo hicieran trabajó, desde su condición, toda su vida por el progreso y la dignificación de la gente.
Los prohombres de aldeas, pueblos y ciudades provinciales, raramente ocupan un lugar de relevancia en la historia grande pues serían tantos los volúmenes que llenarían con sus vidas y obras, imposibles de abarcar en el espacio de los Anales Nacionales. Sobre todo en un país donde todo transcurre y debe atravesar la ciudad de Buenos Aires.
Hijo de inmigrantes británicos, es ejemplo del valor progresista y transformador que la inmigración dio a la República Argentina.
Sus orígenes familiares fueron determinantes para el desarrollo de su personalidad, de su vida en el pueblo en ciernes que era Quilmes a su arribo. Su padre, sus hermanos y hermanas mayores, sus sobrinos, parientes… familia, los Wilde, que como otras, sin otra divulgación, diseñaron el perfil de un país controvertido y maravilloso.
José Antonio Wilde fue el segundo médico que tuvo Quilmes, pero el primero en significación y hondura, fue funcionario municipal, promovió la construcción de una casa municipal, la iglesia, la primera escuela y fundó nuevas, la biblioteca pública municipal, un club social, tuvo un papel protagónico en las gestiones para que el demorado ferrocarril llegue al pueblo, creó la primera mutual, trajo la primera imprenta y fundó el primer periódico, El Progreso de Quilmes, fue vocal del Consejo Nacional de Educación, como tal tuvo a su cargo la supervisión del estado de la educación en Quilmes y fue enviado a supervisar la provincia de Córdoba durante la gobernación de Juárez Celman. Fue el primer director de la Biblioteca Nacional. Como educador escribió el Silabario Argentino e Introducción al Silabario; como médico e higienista, el Compendio de Higiene Pública y Privada; como escritor y memorialista, Buenos Aires desde setenta años atrás. Su altruismo por la infancia, los ancianos y los humildes le valieron el afecto incondicional de varias generaciones de quilmeños, durante 32 años, que a su muerte lo perpetuaron en la memoria depositando
sus restos en el atrio de la Catedral, donde aún yacen bajo la frase pergeñada por Luís Varela. “Como el Divino Maestro, amó a los pobres y a los niños”.
Esta biografía va al rescate de un prócer, promotor de un cruce civilizatorio, que completó la identidad de los quilmeños y los partidos aledaños, los cuales, durante los años que José Antonio Wilde fue protagonista, formaban un único distrito.
Hijo de Santiago Wilde, inglés, y de Leonora Marie Simonet
Lefebvre, francesa de Ruán, llegados al país a partir de 1809. Entre sus nueve hijos, el único argentino fue José Antonio nació el 6 de abril de 1814 en Buenos Aires. Fue bautizado en la iglesia de San Nicolás de Bari [3] (folio N° 204), el 18 de abril de 1814, cuatro días después de su nacimiento con el nombre Joseph Antonius Anicetus. Fueron sus padrinos José Antonio Lagos y su esposa Aniceta Villarino. Falleció el miércoles 14 de enero de 1885.
Si en cualquier rincón de la Argentina se menciona el apellido Wilde, inmediatamente se evoca al Dr. Eduardo Wilde, médico, estadista y diplomático, autor de Prometeo & Cía, Tiempo perdido, Viajes y observaciones, Por mares y por tierras, obras de un estilo agudo, histriónico y con cierta ironía
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James Wild o Santiago Wilde |
capciosa, pero de precisa rigurosidad lingüística; Aguas abajo, memorias de su infancia, y del estremecedor cuento Tini.
Nació en Tupiza, Bolivia, el 15 de julio de 1844. Fue Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, Director del Departamento Nacional de Higiene, etc. durante los gobierno de Miguel Juárez Celman y de Julio A. Roca. Fue paladín del laicismo, suprimiendo la enseñanza religiosa de las escuelas públicas. [4]
Tuvo una participación directa durante las epidemias de cólera de 1867/68 y de fiebre amarilla de 1871. Ejerció la docencia universitaria y el periodismo como director y redactor de La República. Estuvo al frente de las embajadas de Estados Unidos, España y Bélgica, país donde murió el 5 de setiembre de 1913.
Cuando su tío el Dr. José Antonio Wilde falleció en 1885, estuvo presente con otros intelectuales y políticos porteños en sus exequias.
VIDA Y OBRA DEL DR. JOSÉ ANTONIO WILDE [5]
1814 Nace en Buenos Aires el 6 de abril. Es hijo de James Wild o Santiago Wilde y Leonora Marie Simonet Lefebvre. Es bautizado en la parroquia de San Nicolás de Bari. Estudia en la escuela de Enrique Bradish, sita en la calles Tucumán esquina Reconquista. Luego ingresa al Colegio de Ciencias Morales. [6]
1824 Su padre obtiene la carta de ciudadanía que había solicitado en 1817. Así pasó a ser hasta su muerte don Santiago Wilde.
1830 - 1835 Probable viaje a Europa.
1837 Compiló el “Cancionero argentino” Colección de poesías adaptadas para el canto. Donde se hallan músicas de Alberdi y Esnaola. Asiste al Salón Literario fundado por Marcos Sastre, que lo califica de “memorialista” [7]
1845 Se edita El Silabario Argentino en la imprenta de Buenaventura Arzac. Wilde tiene 31 años. Nace en Gualeguaychú su sobrina Victoria Wilde, hija de Perceval James y Francisca Rivas que luego sería su esposa.
1844 Ejerce la docencia enseñando geografía e inglés en el Colegio Republicano Federal que dirige el Padre Majesté. El 13 de junio nace en Bolivia, su sobrino Eduardo Wilde, hijo de su hermano Diego Wellesley Wilde y de la tucumana Visitación García.
1845 Se edita El Silabario Argentino en la imprenta de Buenaventura de Arzac.
1848 Redactó Mosaico literario con la colaboración de Miguel Navarro Viola, su alumno.
1850 Escribió "Patología médica", que se conserva inédito.
1851 Forma parte del Servicio de Sanidad del Ejército Argentino a las órdenes del general Urquiza. Aún no tenía su título de médico.
1852 El 3 de febrero, presta servicios como cirujano en la batalla de Monte Caseros (Palomar) que acaba con el largo período de gobierno del brigadier general don Juan Manuel de Rosas.
Egresa de la facultad de medicina. El 14 de julio fallece en su quinta El Parque Argentino o Vauxhall su madre Leonora Marie Simonet Lefebvre.
Se establece en Quilmes, entre fines de este año y principios del siguiente, y ejerce la medicina. Aún no había farmacia en el pueblo (botica) de modo que él trae su propio botiquín.
Además de asistir al resto de la población sin distinciones sociales, raciales o de fortuna, es el médico de cabecera de la numerosa colectividad británica que reside en el pueblo y la campaña.
1853 Integra la Comisión Directiva de las Escuelas con Tomás Flores y el párroco Ramos Otero. Las estadísticas indican que en el partido de Quilmes habitan 7.141 personas, 2.014 en el pueblo y el resto en la campaña. De entre estos 719 son ingleses, 470 españoles, 314 franceses, 84 italianos, 33 de otras nacionalidades; los demás criollos, mestizos, aborígenes, mulatos y negros. La zona de chacras se extendía desde el arroyo de Santo Domingo y la Cañada de Gaete hasta el arroyo Conchitas (Hudson) y desde este último límite hasta el arroyo del Gato era la zona de estancias de ganado.[8] Este es el territorio que los dos únicos médicos del pueblo Fabián Cueli y Wilde tienen que recorrer para la atención de sus pacientes, el primero con su volantita norteamericana, [9] Wilde a caballo.
1854 Fallece en Londres su padre Santiago Wilde el 16 de julio. Dos años y dos días después que su esposa.
1855 El 22 de noviembre, el gobernador Obligado (antiguo quilmeño con tierras en el actual San Francisco Solano) y su ministro Alsina reglamentan la ley de municipalidades.
El Dr. Fabián Cueli, primer médico del pueblo lo denuncia ante el Ministro de Gobierno Dr. Alsina por no haber rendido la tesis que lo habilita para ejercer. El gobernador Alsina traspasa la queja a la Facultad de medicina que a su vez le deriva al Consejo de Higiene
Pública. Lo citan para el 12 de setiembre.
1857 Aparece la 5ª edición del Silabario y la 8ª de su Introducción.
1856 El 27 de enero se constituye la primera corporación municipal establecida por la ley de municipalidades. Wilde es municipal suplente hasta que, por la misteriosa desaparición de Gebhard Knoblauch, asume la titularidad. Cargo que continúa hasta 1864.
1858 Sin haber dejado la práctica médica presenta su tesis titulada Importancia vital del aceite de hígado de bacalao, especialmente en la tisis pulmonar.
Como municipal propone que los comerciantes coloquen alumbrado en la puerta de sus negocios. El 8 de octubre es iniciado en la logia Consuelo del Infortunio Nº 3 a la que pertenecen su hermano Luis y luego su sobrino Eduardo, ambos también médicos. [10]
1859 Presenta dos mociones ante la corporación municipal una para que se abriera adecuadamente el camino al río y la segunda para que se realice el arbolado de la plaza principal con paraísos. En julio una comisión integrada por él y los municipales Solla y Risso se ocupan del último tema.
El 24 de junio se trató y aprobó un proyecto suyo en el que expresa la necesidad de hacer un canal navegable desde el pueblo hasta el río; que, además, serviría de desagüe de los terrenos frecuentemente anegados del oeste, acondicionándolos para la agricultura.
El 29 de junio advierte la irregularidad existente en al demarcación de las calles por no existir los mojones que pusiera el agrimensor Mesura en 1818 de modo que propone reponerlos.
El 30 de agosto propone dar nombre a las calles y colocar la señalización que las identifiquen.
1860 El 1 de enero presenta un proyecto de subvención para establecer una volanta desde la Ciudad hasta Quilmes. Pasan 8 años para que se conceda la concesión a Avelino Susviela.
El 16 de setiembre propone a la municipalidad que se prohíba cercar los solares con ñapindá y a mantener podados los cercos existentes bajo pena de $ 100 de multa.
1861 En la sesión del 13 de enero, como municipal participa del homenaje de gratitud que la corporación brinda a don Andrés Baranda al concluir sus funciones como Juez de Paz y Presidente del Municipio durante 1860. Baranda volverá al cargo en 1863; 1864; 1865 y 1873.
En setiembre se desarrolla la batalla de Pavón con la insólita retirada de Urquiza lo cual da el triunfo a Mitre, pero no la victoria.
1862 Fallece en Buenos Aires su sobrina Elena Heathfield Wilde de Carlsen la primera maestra de lengua inglesa de Quilmes. Su marido el pintor Rodolfo Carlsen regresa a Dinamarca con su hijo Baldomero.
1863 El 25 de mayo pronuncia el discurso inaugural del nuevo edificio de la primera escuela, hoy Nº1.
Presenta un proyecto para construir una nueva iglesia y el 10 de noviembre se inauguran las obras que concluyen en 1865 con ladrillos realizados en el horno de Risso, que es la actual Catedral.
Eduardo Faustino Wilde llega a Buenos Aires para cursar estudios en la facultad de Ciencias Médicas.
1864 Deja de tener a su cargo la farmacopea del partido pues se instala el boticario José Agustín Matienzo y ve aliviada su desmedida tarea médica.
Es presidente del Club del Pueblo (Nacionalistas) Conflictos políticos con el partido de Andrés Baranda (Autonomistas) y su Club Libertad. Polémica con Marcos Sastre por El Silabario Argentino.
Lucio V. Mansilla y José Manuel Estrada fundan el Círculo Literario. El Dr. Wilde asiste esporádicamente a algunas de sus reuniones.
1866 En enero el intendente Augusto Otamendi lo designa
integrante de una comisión vecinal para realizar un padrón de niños en edad escolar y otra para supervisar los trabajos de la construcción del camino al río (actual Av. Otamendi)
El 6 de agosto muere el Cnel. Diego Wellesley Wilde asistido por su hijo Eduardo. Este hace la crónica política del diario “El Nacional”
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Cnel. Diego W. Wilde |
1867 Vuelve a asumir como municipal hasta 1868 inclusive.
Ocasionalmente es maestro de adultos de una escuela agrícola con Martín Cristoforetti y Agustín Matienzo.
Contrae nupcias con su sobrina Victoria Wilde, entrerriana de Gualeguaychú, hija de Perceval James y de Francisca Rivas, también nativa de Entre Ríos. Él tiene 54 años y ella 22.
Eduardo Wilde, aún estudiante, se hace cargo del Lazareto de Coléricos.
1868 Vuelve con su familia y los hermanos de Victoria a Quilmes.
Publica una nueva edición corregida y ampliada del Silabario Argentino, editada por Carlos Casavalle.
Preside la Comisión Humanitaria para atender el servicio sanitario durante la epidemia de cólera. Escribe "Higiene Pública y Privada" para uso escolar.
Hace constuir una importante residencia en una manzana circundada hoy por las calles Paz, Brandsen, Pringlés y 25 de Mayo, sobre esta última levanta la casona "La Victoria", bautisada así en homenaje a su esposa.
"La Victoria", residencia del Dr. Wilde y su familia. En uno de sus salas estuvo durante un tiempo la imprenta que editaba el periódico "EL Progreso de Quilmes". Allí funcionó años después de la muerte de Wilde, la Escuela N° 19. Dibujo del arquitecto Daniel Hurrell según descripción de quienes fueron alumnos en ese establecimiento: doña Joséfina Haydeé Yori Bazterrica de Tiscornia (ex viuda de Agnelli) y don Francisco Marchese.
1869 Aparece su libro Compendio de higiene pública privada al alcance de todos, para las escuelas estatales y particulares. Publicada por Casavalle.
El juez de paz Tomás Giráldez el 2 de diciembre lo designa médico de policía por la renuncia del Dr. Cueli, que ejerció ese cargo en Quilmes pueblo y campaña, durante 17 años. Recibe un sueldo de $ 1000.
1870 El 15 de mayo, como médico de policía, revisa y exime del servicio de fronteras a Guillermo Enrique Hudson por problemas cardíacos y reumáticos.
Integra una comisión encargada de promover y favorecer a la inmigración, junto a Andrés Baranda, Juan Clark y Patricio Fernández.
El 14 de marzo Eduardo Wilde da su tesis sobre “El hipo”, reconocido con medalla de oro y diploma de honor.
1871 Después de una pausa de un año vuelve a ocupar una banca como municipal hasta 1872 inclusive. Su último período.
La Exposición Nacional de Córdoba premia su libro Silabario Argentino.
Promueve la creación de la Biblioteca Pública (hoy Municipal Domingo Faustino Sarmiento)
Declarada la fiebre amarilla en Buenos Aires, crea un lazareto.
1872 Forma parte de la primera comisión de la Biblioteca Pública de Quilmes que preside Mariano Otamendi y Wilde como vicepresidente. Prepara con Carlos Casavalle una lista de libros para dotarla.
Llega el ferrocarril de la Ensenada hasta Barracas al Norte, tarea que llevó casi 10 años, y Wilde gestiona para que se extienda hasta Quilmes. Lo consigue cuando la concesión pasa al Ing. William Wheelwright.
El 18 de abril arriba el ferrocarril a Quilmes. Wilde como municipal pronuncia el discurso de bienvenida a las autoridades y los 600 invitados que llegan en el viaje inaugural, presididos por el gobernador Julio A. Costa, el ministro Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield, el arzobispo Aneiros y el mismo Wheelwright.
Integró la comisión encargada de promover la inmigración en Quilmes, junto con Andrés Baranda, Juan Clark y Patricio Fernández.
1873 El 1 de enero comienza a circular desde la estación hasta La Ribera, el tranvía a caballos.
Envía al Departamento de Escuelas la nota que forma el expediente: Auxilios para la publicación de una serie de libros de lectura, solicitando un subsidio para la publicación de Silabario en forma graduada, donde solicita un subsidio para realizar una edición graduada de la enseñanza.
El 8 de enero se inaugura la Biblioteca Popular.
Trae a Quilmes la primera imprenta existente en la zona sur y el domingo 4 de mayo aparece El Progreso de Quilmes [11]el primer periódico local. La municipalidad a cargo de Andrés Baranda se suscribe con 50 ejemplares.
En julio comienza el mutualismo en Quilmes al crearse la Sociedad de Protección Mutua.
Manifiesta su descontento por el mal servicio postal que se brinda a la población y la desconsideración de la empresa del ferrocarril que no avisa los cambios horarios. Propone la formación de Comisiones de Caminos.
Promueve activamente acciones para que los inmigrantes, se inscriban en el Registro para extranjeros que los habilita a ser electores municipales.
Eleva la rendición de gastos que insumió el arbolado de la plaza 3 de Febrero. Hoy lleva su nombre.
El Progreso hace un relato entre histriónico e irónico sobre la fiesta dada en el Salón Municipal el 8 de diciembre, día de la patrona del pueblo; organizada por las autoridades municipales, a quienes les cae muy mal el artículo. Andrés Baranda que era Juez de Paz y Presidente de la Municipalidad le retira la suscripción de los 50 ejemplares, afectando su economía.
Eduardo Wilde asume la dirección del diario “La República”, además, ejerce su profesión como médico de Sanidad del Puerto y la docencia como profesor de la cátedra de Anatomía en la Facultad de Medicina.
1874 El 28 de junio, con el Nº 61, deja de aparecer El Progreso de Quilmes Esta pérdida la cubre por breve lapso El Libre de su sobrino Alfredo Wilde.
Dona a la escuela creada por la municipalidad en Ministro Rivadavia, 42 ejemplares de Silabario Argentino, seis ejemplares de Higiene Pública y Privada y una colección de El Progreso.
Promueve la creación de una Caja de Ahorro y de un Banco: “Otra cosa que aunque a primera vista parezca irrealizable sería la creación de un Banco, que poderosamente concurriría al desarrollo de la industria entre nosotros y muy especialmente de la agricultura, ayudando y favoreciendo a nuestros labradores.”
En las elecciones nacionales apoya al partido nacionalista de Bartolomé Mitre. Avellaneda gana las elecciones presidenciales con el apoyo de los autonomistas de Adolfo Alsina, derrotando a Mitre. Eduardo Wilde, autonomista, obtiene una diputación en la Cámara de la Pcia. de Buenos Aires.
1875 El domingo 3 de enero resurge el periódico de Wilde con el solo nombre de El Progreso, sin el “de Quilmes”. Bajo la dirección de Wilde y Juan Rivera como gerente. A un costo de suscripción de $ 15 mensuales. La imprenta estaba en la calle Mitre y Olavarría: “un pueblo sin prensa es un pueblo sin voz”. Sale la segunda edición del Silabario Argentino.
Siguiendo una insistente prédica suya de constituir un club social, en marzo se forma la Sociedad Unión Fraternal en la casa de Alejandro Lassalle. El 31 de marzo compra al presidente de la municipalidad Doroteo Soto la quinta de 3 manzanas que luego sus herederos venderán a la Cervecería Argentina.
El 29 de agosto el primer periódico de Quilmes, se acalla definitivamente, luego de publicar 35 números. Vende la imprenta al linotipista Pedro Giménez y nace el periódico El Quilmero
En julio se dirige a la municipalidad señalando que se desempeñó como médico de policía por varios años con un sueldo de m$c 3000 anuales, y teniendo en cuenta el aumento de la población y la extensión del Partido, solicita un sueldo de m$c 1000 mensuales.
Se le otorga dicho estipendio el 25 de julio, agregándole la función de realizar la vacunación antivariólica una vez por semana.
1876 Enero 6, MUNICIPALIDAD. ACTA DE LA SESIÓN. “El Dr. Wilde informa que la Soc. Buenos Aires Terpians se disolvió, por lo tanto, el proscenio que les pertenecía y que está en el salón municipal pasará a la banda de música.”
El 9 de marzo LA SOCIEDAD DE PROTECCIÓN MUTUA, entidad creada por el Dr. Wilde, opositor activo y constante a las levas de hombres para llevarlos a los fortines de frontera, liquida sus existencias.
El 23 de marzo, junto con M. Solla, Felipe Amoedo, Juan Ithuralde y Pedro Giménez integra la comisión para elaborar el reglamento del recientemente creado Club Social con 21 integrantes.
1879 En una tertulia en su casa, donde asisten entre otros: Ángel de Elía, Fernando y Mariano Otamendi, Publio Massini y José Andrés López, se propone nuevamente fundar un club social.
El 16 de febrero se vuelven a reunir en el Salón Municipal para proyectarlo. El proyecto fracasa.
En abril se forma el Club Fraternidad. Se lo designa presidente de la comisión provisoria, ratificado seis meses después para la efectiva.
En "El Eco de Quilmes" (23/2), de José Andrés López, se lo postula a competir para el cargo de senador en las elecciones provinciales del 30 de marzo y como diputados a Ángel G. de Elía y Fernando J. Otamendi. Estos últimos serían sustituidos por el Dr. Honorio Martel (9/3) El Club Fraternidad persiste hasta el 22 de enero 1882 en que se rematan sus existencias.
Domingo Faustino Sarmiento crea una asociación para la protección de los animales de la que Wilde forma parte.
1880 El 17 de junio comienzan las luchas por la capitalización de Buenos Aires entre Tejedor y Roca. Se combate en Luján, Constitución y Puente Alsina. Mueren 3000 hombres. El 12 de octubre el Congreso declara vencedora la fórmula presidencial Roca-Madero, contra Tejedor Laspiur. El 9 de diciembre la provincia hace entrega al gobierno nacional la municipalidad local y sus servicios.
El 31 de octubre se termina de imprimir "Buenos Aires desde setenta años atrás" editado por la imprenta de Manuel Casavalle.[12] El libro no se presenta por la revuelta que termina con el gobierno del presidente Juárez Celman.El 6 de noviembre muere don Andrés Baranda. 1881 En enero llega al público "Buenos Aires desde setenta años atrás", que se agota rápidamente y se realiza una segunda edición.Es miembros del Consejo Escolar de Quilmes.
El
Presidente Julio Argentino Roca firmó el 28 de enero de 1881, el decreto que
creó el Consejo Nacional de Educación para el gobierno y administración de las
escuelas primarias públicas ubicadas en la ciudad de Buenos Aires. Por decreto del 1° de febrero de 1881 nombró
primer Superintendente General a Domingo Faustino Sarmiento y designó consejeros a Federico de la Barra,
Carlos Guido Spano, Adolfo van Gelderen, Miguel Navarro Viola y al Dr. José Antonio Wilde a quien además se lo nombra vocal inspector.
El primer número del periódico “El Diario” publica el cuento “Tini” de Eduardo Wilde.
1882 El 11 de febrero Eduardo Wilde es designado por el presidente Julio A. Roca Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública.
En abril asiste a algunas sesiones del Congreso Pedagógico Internacional, donde comienzan las diferencias de católicos y librepensadores.
En julio, José Antonio, como Vocal Inspector de la Comisión Nacional de Educación que presidía el Dr. Benjamín Zorrilla es enviado a supervisar el estado de la educación en la provincia de Córdoba.
El 18 de setiembre muere el Dr. Fabián Cueli.
El 18 de noviembre se funda la ciudad de La Plata.
1883 En julio el Congreso comienza a tratar la Ley Nacional de Educación Común. El punto en pugna es el la enseñanza religiosa o no en las escuelas públicas.
1884 El 9 de mayo, a los 39 años, muere Victoria Wilde de Wilde.
El 8 de julio se promulga la Ley 1420 de Educación Común. Además de la firma del presidente de la Nación, lleva la del Ministro Eduardo Wilde.
El 5 de octubre es designado Director de la Biblioteca Nacional.
El 7 de octubre, presentó a la Municipalidad, que a su vez remitió a la Dirección Nacional de Salubridad un informe sobre las Condiciones higiénicas del partido, enfermedades esporádicas, endémicas y epidémicas reinantes. [13] Trabajo que venía realizando desde hacía varios meses y que tuvo que interrumpir durante la enfermedad de su esposa.
1885 Abatido por la ausencia de Victoria, sin posibilidad de consuelo que lo rehabilite, muere el 14 de enero, a los 71 años. Sus restos son inhumados en el atrio de la iglesia parroquial (hoy Catedral) bajo una lápida con la leyenda “A imitación del Divino Maestro, amó a los pobres y a los niños”, frase del Dr. Luis V. Varela. Sale la 9º edición del Silabario Argentino. El 15 de febrero el ministro del Interior se dirige al gobierno de la Provincia de Buenos Aires para que se autorice a la empresa del ferrocarril a construir una estación que lleve el nombre Wilde.
1904 El 13 de enero la intendencia le cambia el nombre a la plaza 3 de Febrero por Dr. José Antonio Wilde con motivo de los 19 años de su muerte.
NOTA DE LA INTENDENCIA EN LA QUE SE EXPONEN SOBRE LOS DIECINUEVE AÑOS DEL FALLECIMIENTO DEL DR. JOSÉ ANTONIO WILDE.
(Sesión del 13 de enero de 1904) [14] “La municipalidad proyectó honores dignos del filántropo por excelencia, del hombre que la más benéfica influencia ejerciera con la realización de los proyectos alcanzados en mejora y que fueran el origen de los actuales. Su cuerpo tuvo honrosa sepultura en el atrio de nuestra iglesia parroquial y se gravó con mucha justicia este epitafio: A imitación del Divino Maestro, amó a los pobres y a los niños.”
1907 En la que fuera su casa se instala la escuela Nº 19 hasta el 24 de junio de 1930. Luego la casa se demuele y se lotea la manzana.
1913 El 5 de setiembre en Bruselas, muere el Dr. Eduardo Wilde.
1927 La empresa del Ferrocarril Buenos Aires-Puerto de la Ensenada dio el nombre Wilde "a la estación que va a establecerse en el Depósito de Bombas" entre las de General Mitre y Bernal.[15] La Municipalidad colocó en Quilmes un busto con su imagen en la plaza que lleva su nombre.
FUNCIÓN PÚBLICA Y POLÍTICA
1854 El 11 de abril. Se sanciona la Constitución del Estado de Buenos Aires. El artículo Nº 170 establece el Régimen Municipal.
El 25 de mayo. El pueblo de Quilmes en acto público jura dicha Constitución en la actual plaza San Martín. Era Juez de paz Laurentino González. 16 de octubre. Se promulga la ley orgánica de municipalidades.
1855 Febrero 9. Se decreta la concreción de las elecciones de municipales titulares y suplentes
11 de marzo. Con total normalidad y rapidez se realiza la elección de dichos municipales, quedando designados titulares el Dr Gebhard Knoblauch y los señores Fornaguera, Clark y Vázquez; suplentes el Dr. Wilde y el señor Solla.
11 de abril. El gobierno provincial consideró la elección ajustada a lo normado y lo comunica al Juez de Paz Tomás Flores.
21 de abril, Flores transmite la aprobación a los electos.
22 y 24 de abril. Por nota personal Knoblauch, [16] Wilde, Clark, Fornaguera y Solla aceptan la designación.
2 de mayo. Patricio Vázquez por nota acepta el nombramiento.
22 de noviembre. Dado que diversos contratiempos políticos y sociales demoraban la constitución de las municipalidades el Gobernador Pastor Obligado y su ministro Valentín Alsina [17] decretan que la municipalidad se debía instalar el domingo 27 de enero del siguiente año.
12 de diciembre. Tomás Flores vuelve a recabar la aceptación del cargo a los electos.
16; 21 y 23 de diciembre. Por nota personal los municipales electos reiteran su aceptación menos Juan (de Guerra) López por haber recibido un solo voto, de modo que el Dr. Wilde pasa a titular.
1856 Enero 7. Flores notifica a Alsina sobre la respuesta negativa de López.
17 de enero. Alsina responde que habiéndose aprobada la elección se proceda según lo normado.
24 de enero. Tomás Flores invita a cada uno de los electos a concurrir al Juzgado el domingo 27 de 11 a 12 hs.
27 de enero. Queda constituida la primera Municipalidad electiva del partido de Quilmes.
30 de enero. Flores informa al Gobierno que se instaló la Municipalidad.
6 de febrero. Se envía la renuncia de López a Valentín Alsina, trámite obviado equivocadamente.
8 de febrero. El Gobierno provincial se da por notificado de ambas notas.
12 y 13 de febrero. El gobierno provincial rechaza la renuncia de López, pero dado que la Municipalidad ya se había instalado el 27 de enero, en la primera sesión lo reemplazó el Dr. José Antonio Wilde, estableciéndose oficialmente por actuación consumada.
El colegio lo dirigía el Pbro. Francisco Magesté, sacerdote español, ex jesuita que llegó al Río de la Plata alrededor de 1836 y fundó su escuela bajo la protección de Rosas. [18] A este hombre dedicó Wilde su Silabario. Entre sus muchos alumnos que alcanzaron un papel de relevancia en la historia de la Nación en ciernes, entre otros, se destacaron: Benjamín Victorica y Miguel Navarro Viola - con quien luego hará el periódico Mosaico Literario - en sus memorias, este último, dice: “[...] Continué allí estudios de gramática latina, historia, geografía y letras. En retórica tuve por maestro a don Manuel de Escalada y José Antonio Wilde me enseñó geografía.” [19]
También daba clases de lengua inglesa en su casa y a domicilio a señoritas de familias progresistas. Manifestó con los jóvenes una conducta claramente docente: flexible para el acercamiento, franca actitud de escucha y consejero, pero sobrio, sin apabullar con ejemplos inaccesibles; consideraba que cada individuo tiene experiencias de vida diferentes. Varios de sus amigos fueron significativamente más jóvenes que él y, también su esposa, Victoria
En el hogar de los Wilde hacer docencia fue una conducta de vida. Santiago, el patriarca, también enseñó inglés y su obra escrita tuvo un claro carácter pedagógico. Tanto Eduardo, como dos de sus tías, hermanas del Dr. Wilde y algunas de sus sobrinas fueron calificadas maestras.
El Silabario Argentino es fundamental en la trayectoria educativa y pedagógica del Dr. Wilde. La experiencia que adquirió en las aulas, con sus alumnos de primeras letras y mayores, le da una concepción empírica de los pasos que, según su ideario, se debería seguir en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se siente a través de estas páginas su pasión por el hecho educativo, por el magisterio.
El suyo fue uno de los primeros textos escolares con lecturas de sustancia nacional, emulando el Método Gradual de Lectura que escribió Sarmiento durante su exilio en Chile, [20] que formó a varias generaciones de ese país.
Marcos Sastre había iniciado su actuación en la enseñanza en 1844, también en el colegio del Pbro. Magesté (o Majesté) y, cuatro años después de El Silabario Argentino (1845), en 1849 aparece el texto “Preceptor” y luego “Anagnosia” (conocimiento absoluto e intuitivo) – método singular para enseñar y aprender a leer con facilidad; que se adoptó oficialmente primero en Santa Fe, luego en Entre Ríos y finalmente en Buenos Aires.
Indudablemente la escuela de Magesté fue un foro de debate pedagógico; varios educadores pasaron por esta proverbial institución que con el Salón Literario sostuvieron el ideario de Mayo, un tanto desafectado durante el régimen rosista.
El Silabario Argentino fue editado por suscripciones en 1845, por la imprenta de Buenaventura de Arzac. Por esta primera edición recibió muchas cartas de congratulaciones, ente ellas del Gobierno de Tucumán que se suscribió por 200 ejemplares. El libro tiene 146 páginas. Comienza con el obligatorio epígrafe “Viva la Confederación Argentina, Mueran los Salvajes Unitarios” Y explica: “El silabario argentino para el uso de los niños, bajo un plan útil y agradable. Reuniendo a la enseñanza de las letras, religión y moral; en un estilo claro y fácil. Una introducción a varios ramos de educación. Adaptado por el Colegio Republicano Federal de Buenos Aires, El Colegio Argentino de San Martín y otras varias instituciones de educación pública. Por J.A.W. Imprenta de Arzac, 1845”.
En la segunda página reitera el lema de rigor y van, como se señaló anteriormente, las dedicatorias: “Al Sr. D. Francisco Magesté, Director del Colegio Republicano de Buenos Aires.”
En la siguiente página, con la particular ortografía de la época, se extiende en las motivaciones y metodología empleada a manera de aclaración: “Al publicar el SILABARIO ARGENTINO hemos creído satisfacer una ecsijencia (sic); llenar un vacío notable.- Carecíamos de un libro que reuniendo los primeros elementos, ofreciese al niño en un estilo (dentro de los límites de su capacidad) una variedad amena de instrucción. El método que adoptamos es el que se ha seguido por largo tiempo en Europa con tan felices resultados, pero muy particularmente en Inglaterra y á su ejemplo en los Estados-Unidos de América donde hombres de luces han puesto en juego sus talentos en favor de la juventud. […] Hemos procurado, pues, imitando tan buenos modelos, presentar a los niños un libro que en lecciones á su alcance le ofrezca, los primeros rudimentos que deben formar el plantel de los primeros conocimientos que progresivamente irán obteniendo. […] Es de lamentarse que haya prevalecido por tanto tiempo una inatención tan completa respecto a la ortografía; vemos al niño dejar las clases donde esta falta debió haberse corregido pasar á las de mayores, presentando ejercicios, discursos, traducciones, &a, (sic) llenos de errores ortográficos ni es esto sólo: concluyen sus estudios y la más veces no pueden escribir una carta sin cometer los mismos errores, á no ser que ya hombres, ellos mismos las corrijan., pero ¿no es mejor que se imponga desde el principio el deber de escribir con propiedad? […] Hemos dado pues el primer paso, hemos abierto el camino para que plumas más hábiles q´ (sic) la nuestra puedan prestarse a un objeto tan importante cual es el de formar ciudadanos virtuosos e ilustrados para la Patria; mientras tanto nuestra mayor satisfacción será que con nuestro ensayo hallamos podido ser de alguna utilidad a la Juventud Argentina a quien lo dedicamos."
“BUENOS AIRES DESDE SETENTA AÑOS ATRÁS”
El género autobiográfico tuvo asiduos cultores entre los hombres públicos argentinos del siglo XIX: Santiago Calzadilla Cané, José María Cantilo, Vicente Fidel López, Mansilla, Mitre, Saavedra, Sarmiento, Varela, etc. Y el mismo Alberdi, a pesar que lo repudia en sus Cartas quillotanas contra Sarmiento, que más que una convicción de valor crítico literario, la suya es producto de su rivalidad acérrima de base ideológica con el sanjuanino, a quien acusa, no siempre equivocado, de su propensión ególatra, pero ignorando que el carácter autobiográfico de Recuerdos de Provincia es el aporte sustentable que, en este género, Sarmiento dio a la Literatura Nacional.
Lo autobiográfico enriqueció la crónica política y militar matizada por las referencias a la vida privada, las costumbres y tradiciones imprescindibles para diseñar un perfil sociológico del pueblo argentino de las primeras décadas de vida independiente. Cómo en las últimas décadas del siglo XX sucede con la novela histórica que promueve la curiosidad del público por la Historia y lo mueve a incursionar en ella con textos específicos.
Leyendo Buenos Aires, desde setenta años atrás, se imagina al muchacho José Antonio recorriendo las terrosas calles de su ciudad porteña, atento al bullir de la vida a su alrededor, pertinaz en los detalles, dispuesto al asombro, demorándose ante los hechos y las circunstancias.
Avanzando en el libro, se nos aparece el hombre maduro recorriendo los lodosos caminos de Quilmes, primero a caballo luego en su cabriolé, rumbo a la atención de los enfermos, distancias improcedentes durante las que va ordenando esa multitud abigarrada de recuerdos, rescatándolos y acomodándolos para volcarlos luego en el papel.
Allí se lo ve, con una sonrisa en la comisura de los labios, derramando en la hoja su agudo humor inglés que le viene de sangre, raspando el papel con una letra redonda, pareja, precisa, a la luz de una lámpara de kerosén.
Dice en Una palabra de introducción con que inicia el libro: “[...] preferimos hacer el bosquejo a grandes rasgos de la fisonomía de la época que recordamos, sin orden escrupuloso de fechas, cosa que nos daría muchísimo trabajo, sin producir gran ventaja para el fin que hemos tenido en vista: salvar del olvido algunos de los hábitos, usos y costumbres de los tiempos ya pasado.”
Los primeros pasos en la historia social, en nuestro país, no los dieron profusos historiadores, sino personas del común que pusieron su fervor local y literario al servicio de la memoria con el realismo costumbrista.
Y continúa: “[...] No nos proponemos, pues, trazar en este libro la historia propiamente dicha, ni seguir los pasos de la política en nuestro país. Sólo tocaremos incidentalmente algunos acontecimientos que vienen encadenándose con estas reminiscencias ocupándonos menos de los más recientes, por ser más generalmente conocidos.”
El Dr. José Antonio Wilde en “Buenos Aires desde sesenta años atrás” sumó a los avatares por lo que pasó la Gran Capital Austral el mientras tanto, lo cotidiano, la tradición, las costumbres y los personajes, sin descuidar a las figuras que dieron e hicieron por el bien común sin ganar o perder batallas ni blandir la batuta del poder político. Los que sirvieron la mesa de los próceres. Y lo hizo con amenidad, humor, sarcasmo y precisión lingüística; sin caer en retóricas ni en descripciones frondosas.
Así como, a pesar de haber nacido en Tupiza, Bolivia, “Eduardo Wilde fue una figura eminentemente porteña…” según Florencio Escardó; el Dr. José Antonio Wilde, porteño de nacimiento, fue una figura eminentemente quilmeña; y como ningún otro autor pudo pintar la Gran Aldea y sus avatares.
La primera edición de Buenos Aires desde sesenta años atrás” aparece en 1881 cuando tenía 68 años. El trabajo se venía esbozando desde varios años atrás. Según Ernesto Morales aparece el 31 de octubre de 1880, pero seguramente en esa fecha se haya terminado de imprimir, llegando al público recién en enero de 1881, demora lógica si se tienen en cuanta los enfrentamiento que el año anterior convirtieron en Capital definitiva de la República a la ciudad de Buenos Aires.
En el periódico “El Quilmero” del jueves 2 de diciembre de 1880, bajo el título Error; dice. “Ocupándose ‘La Libertad’ (el periódico), del viernes, de la interesante obra del Dr. Wilde que va a publicarse con el título ‘Buenos Aires setenta años antes’ dice que es producción del Dr. D. Eduardo Wilde, eso es un error pues dicha obra es producción del Dr. Don José Antonio Wilde, tío de aquel” De modo que en Quilmes ya se sabía que iba a salir esa obra pues ya estaba editada.
La primera edición de 500 ejemplares se agota en tres meses y a poco sale la segunda corregida y aumentada. Fue su editor, otro vecino de Quilmes, Carlos Casavalle, [21] “el Librero de la Patria” como se lo llamó, emparentado con varias familias de la localidad.
El Quilmero del domingo 17 de abril de 1881 (N° 559), con el título Buenos Aires desde setenta años atrás, se comunica. “Está impresa la segunda edición de esta obra, la que tan favorable acogida ha merecido, como lo prueba la extraordinaria rapidez con que se ha agotado la primera. Deseosos de ponerla al alcance de todos, se ha resuelto hacer una edición (económica) en nuevo formato, sin alteración fundamental, pero con aumento de algunas páginas.
El libro llegó al público porteño en un momento coyuntural para la cultura local. Buenos Aires se transformaba vertiginosamente, tanto en lo edilicio como en las costumbres, más el aluvión inmigratorio que daba una fisonomía nueva y ajena para muchos, con nuevos tipos humanos, idiomas extraños, modas, adelantos… La gran aldea que recupera Wilde en su libro desaparecía inexorablemente y motivaba la nostalgia de los que la habían conocido y recorrido.
En ese recorrido por la ciudad porteña, desde que era un villorrio colonial hasta poco después que Wilde la deja para establecerse definitivamente en Quilmes, aparecen todo tipo de pintoresquismos, ricos en colorido sin excesos poéticos ni retóricos que se le podrían justificar en esos años de remanentes románticos.
Cuarenta y seis capítulos en los que recorremos los pantanos que se hacían en lo que hoy es el radio céntrico, las casas de familias, el muelle antiguo; vivimos los inconvenientes de embarcar y desembarcar; nos horrorizamos con las ejecuciones, los callejones infectos; asistimos al teatro y conocemos a sus protagonistas; y conocemos todo sobre: las plazas, la comunidad británica y las otras, su padre, los censos, las escuelas, las barberías, el alumbrado, las tertulias y los salones de la damas copetudas, la fabricación de cigarros, la mendicidad, los cafés y los hoteles, los velorios, los incendios, el carnaval, los diplomáticos extranjeros, el baño en el río, la moda, los carruajes, la academia de música, la primera sociedad literaria, la lotería, las pulperías, fiestas en la Recoleta, el pampero...
544 títulos, 544 temas, 544 fotografías que ilustran sin pesadez las páginas y dejan un regusto a más. El lector se siente oyente y tiene ante sí a un abuelo, a la tía vieja que rememora el ayer con la palabra fácil y chispeante. Es veraz y no descuida la rigurosidad histórica recurriendo a documentos o a expresiones de otro autor, pero como al pasar.
El género miscelánea social; tiene en las letras argentinas impostergables autores. Impostergables dado que el historiador muchas veces partió de obras como la de Wilde para luego ahondar en la rigurosidad heurística.
Consciente de su tarea, en el último párrafo de Una palabra de introducción confirma. “[...] Nos concretamos casi exclusivamente a la vida social; punto que no hemos visto casi tratado por nuestros bibliófilos; a lo que fuimos desde hace setenta años; a los que fue nuestra ciudad y campaña.”
Un año después de la aparición de “Buenos Aires desde 70 años atrás”, Lucio V. López (1848-1894) presenta la novela “La gran aldea” y Vicente C. Quesada (1830-1913) las “Memorias de un viejo”. En 1884, la evocación autobiográfica se continúa con “Juvenilia” de Miguel Cané.
En Quilmes recogió el género misceláneo José Andrés López, contemporáneo y vecino de Wilde, con “Quilmes de antaño”.
Cuando el Dr. Wilde muere, en Quilmes ya hay alumbrado público, línea ferroviaria y estación desde 1872; cuenta con telégrafo desde 1878; el pueblo tiene comisaría, desde 1881; una Biblioteca Pública, un edificio propio para la municipalidad y para la Escuela Nº 1. Próximas a la estación de Félix Bernal, familias porteñas comienzan a levantar suntuosas quintas de verano. Las calles están señalizadas y hay ordenanzas que establecen la medida de las veredas, características de los cercos y pasos vehiculares. Hay tres médicos residentes. La prédica del Dr. Wilde por la salud rinde sus frutos y en setiembre de 1886, impulsadas por las señoras Juana Gauna y Federica Dolman de Guijarro (o Dorman de Quijarro) se funda el hospital de la “Sociedad de Caridad Santa Rosa”, antecedente del actual Hospital de Quilmes. El comercio y la industria agropecuaria crecen vertiginosamente año a año. En la localidad de Conchitas (Hudson, hoy Berazategui) se instala la Destilería Franco-Argentina, después Primera Maltería.
Cuando pisó por primera vez el suelo quilmeño, estaba todo por hacer y con su vocación de progreso, su potencial de cambio, con energía e impulso fecundador refunda el pueblo y partido de Quilmes.
Investigación Prof. Chalo Agnelli
del libro "DR. JOSE ANTONIO WILDE - MEDICO, PERIODISTA Y EDUCADOR QUILMEÑO" (2008) Ed. Jarmat. Quilmes
REFERENCIAS
[1] Agnelli, H. Ch. Los López, una dinastía de políticos quilmeños Gacetilla de edición propia, Quilmes mayo de 2007.
Agnelli, H. Ch. Migraciones Ed. Jarmat. Quilmes, 2006.
Ales, Manuel. Síntesis Histórica de Quilmas. Serie Archivos y Fuentes de Información, Municipalidad de Quilmas. Secr. de Gob. y Cultura. Dirección de Cultura. Biblioteca Sarmiento. 1968. Quilmes.
[2] Craviotto, José Alcides. Quilmes a través de los años. Edición de la Municipalidad de Quilmes. 1966. Quilmes.
Pág. 198
[3] La iglesia San Nicolás de Bari se encontraba donde hoy está el obelisco.
[4] Solari, Juan Antonio. Eduardo Wilde y el laicismo argentino. Centro de Cultura Laica. Buenos Aires 1948.
[5] Cutolo, Vicente Osvaldo. Nuevo diccionario biográfico argentino (1750-1930) Tomo VII - Ed. Elche Bs. As. 1985.
Lombán, Juan Carlos. Antiguos Maestros de Quilmes. Serie Medallones Nº 6. Biblioteca Sarmiento, 1966. Quilmes.
Lombán, Juan Carlos. Nueva Historia de Quilmes 1°; 2° y 3° edición. El Monje. Quilmes, 1990; 2003.
Otamendi, Luís. Dr. José A. Wilde – Homenaje” Serie Medallones Biográficos Nº 1. Dirección Carlos G. Maier. Ed. De la Biblioteca Domingo F. Sarmiento. Municipalidad de Quilmes. Quilmes, 1964
Quiroga Marcial I. Los Wilde en la Argentina (separata de la revista de la Biblioteca Nacional) Bs. As. 1983.
[6] Fundado en 1818 con el nombre Unión del Sur.
[7] En El verdadero Alberdi de Oliver Juan Pablo, Págs. 72 y 73. Donde se le adjudica la condición de federal, lo cual no es de extrañar pues durante ese gobierno los ingleses o descendientes de británicos tuvieron una situación de privilegio, además muchos porteños adoptaban el federalismo exteriormente para poner a salvo sus vidas y la de sus familiares. En el caso de Wilde, su participación en Caseros lo desliga de un federalismo por convicción o convencimiento.
[8] Craviotto, José Alcides. Historia de Quilmes desde sus orígenes hasta 1941 Publicado por el Archivo Histórico de la Pcia. de Bs. As. Vol.35. 1967. La Plata.
[9] El Progreso, domingo 12 de abril de 1874.
[10] Lappas, Alcibíades. La masonería argentina a través de sus hombres. Primera Edición del autor. Buenos Aires, octubre de 1958.
[11] Ales Oreste Carlos. Índice – resumen del periódico El Progreso de Quilmes (1873-1875) Platero S.R.L. 1984. Buenos Aires.
[12] Morales, Ernesto, Un cronista del antiguo Buenos Aires en La Prensa 2ª sección, 23/3/1941
[13] Craviotto, J. A. Quilmes a través de los años Págs. 243 hasta 247.
[14] Libro de actas N° 4. Folios: 325; 326; 327 y 328)
[15] Rigió, Paula Juliana. Historia de la Ciudad de Wilde. Wilde, 2003.-
[16] Gebhard Knoblauch, era prusiano, médico, pero no había revalidado su título, hacía muy pocos meses que residía en Quilmes. Entre diciembre de 1855 y enero de 1856, sin otra compañía que su caballo se dirigió hasta San Vicente a realizar tareas de vacunación bajo la supervisión del Dr Wilde. Se supone que entre los dos pueblos desapareció misteriosamente, ignorándose el destino que tuvo a pesar que se lo buscó con todos los medios de que se podía contar. En su lugar fue designado Juan de Guerra López que rechazó el ofrecimiento, pero no fue aceptada su excusación. (José A. Craviotto. Artículo del 12/12/1961)
[17] Ambos con propiedades en Quilmes, el primero en el actual San Francisco Solano y el segundo de la quinta donde hoy se halla el Hospital I. Iriarte.
[18] Francisco Magesté (Valladolid, 8-1-1807//Bs. As., 24-12-1864) Educador. Fundó el semanario La Voz.
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