martes, 16 de marzo de 2010

ESCUELA PRIMARIA Nº 22 "TOMÁS LIBERTI" - CIEN AÑOS

 De "Maestros y Escuelas de Quilmes" 1º Ed. 2004
por Prof. Chalo Agnelli
    La escuela N° 22 fue creada el 12 de octubre de 1912 en un extremo de lo que fue la chacra de Tomás de los Reyes sobre la calle Santiago del Estero a varias cuadras de su actual emplazamiento. Este vecino, además, tenía un solar (un cuarto de manzana) en la esquina de Conesa y Lavalle que luego adquirió la familia Amoedo.
    Comenzó con una matrícula inicial de 10 alumnos a cargo de la maestra Julia P. de Cerruti. La casa tenía tres habitaciones y se hallaba a 16 cuadras de la estación. En un barrio donde se estaban asentando familias italianas provenientes algunas de ellas de La Boca del Riachuelo, que aprovechaban los primeros loteos económicos  que se estaban realizando en la zona.
   En 1931, era su directora María Cristina Ciallella de Barreneche, la sucede Ana Asunción Ardila (ingr. 17/9/45) Algunas de sus maestras fueron Catalina Ledó, Egle Piccoli (ingr. 21/3/31), María Teresa Guerrero (ingr. 1933), Ángela M. Merolla (ingr. 10/7/42)
En 1933 se halla en Santiago del Estero 611 y en 1938 en la misma calle N° 161, en una suntuosa casa quinta llamada La Haydee”, propiedad D. Antonio Bo. Poseía 4 grados de 1° a 4° con 82 alumnos en un turno.
El 12 de diciembre de 1937, ya en Santiago del Estero 167 (Rep. del Líbano) bajo la dirección de la Sra. de Barreneche se inauguró el mástil cuya bandera es bendecida  por el Pbro. Ángel Banfi, párroco de Quilmes. Fueron padrinos de la ceremonia el intendente Victoriano Huisi y la inspectora Dolores S. de García Rey
En 1950 ingresó como maestra Noemí Alberro Irratzabal quien viajaba desde la Capital y luego sería durante muchos años, hasta 1991 directora de la E.G.B. N° 82 de Bernal.
   El 12 de mayo de 1959, recibió el nombre de “Tomás Liberti”, fundador del primer Cuerpo de Bomberos Voluntarios del país y el 29 de julio se designa padrinos de la institución a la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Quilmes que en esa ocasión fue representada por el comandante Luis Ronconi. [1]
   Fue durante varios años una directora señera para la institución la señora Martha Sobrero de Benedetto. Luego se desempeñaron en cargos directivos Ana María Soretic, Sandra Matera, etc. Hoy se encuentra en la calle República del Líbano 161 (ex Santiago del Estero) esquina Sáenz Peña. Su oferta educativa es amplia con la incorporación de informática e idioma italiano. Desde 1999 la dirigió la Sra. Mirta Ragnini, vicedirectora Marta Benes y secretaria Marta López de Roca.
En el 2004 poseía 18 secciones con 520 alumnos y servicio alimentario de 150 cupos correspondientes a copa de leche reforzada y desayuno y merienda para 1° y  2° años.
"La Haydeé", residencia de la familia Bo que ocupó la Escuela Nº 22 a partir de 1938
LA ESCUELA Nº 22 CUMPLIÓ CIEN AÑOS
En el marco del centenario de la Escuela Tomás Liberti, número 22, de Saenz Peña y República del Líbano, el docente y artista plástico Julio Bravo, recordó que fue ese establecimiento el que lo formó durante seis años y que años después volvió como profesor de arte. Desde un anacronismo matemático, el artista trazó la impronta educativa. Comenzó marcando que:
"Hoy se produce un anacronismo matemático: el 22 es 100. En el mundo de la abstracción algebraica ambos número no comparten familariedad directa, salvo la estricta precisión de sus conceptualidades, y nadad de relativismo. Pero en nuestro mundo vivencial (y no hablo de mundo real pues existen múltiples realidades, y eso nos lo enseñan tanto la psicología como las ciencias y fundamentalmente el arte) el 100 puede tener imperfecciones en su esencia o naturaleza relativa, en especial si lo relacionamos con lo temporal. Cien días pueden sentirse como mucho o poco tiempo (habría que preguntarle a Napoleón cómo vivió los Cien Días de regreso al poder luego del exilio en la isla de Elba). Pero sin lugar a dudas cien años -un siglo- es, para nosotros simples mortales, mucho tiempo. Y tanto es así que incluso calificamos de centenarios a períodos o hechos históricos que no necesariamente tuvieron esa duración de tiempo, pero eso nos sirve para indicar que fueron muchos, muchos años. Así, en la Historia hablamos de la larga Guerra de los Cien Años (en el Medioevo anglofrancés), aunque durara 116 años. O hacemos referencia al Siglo de Pericles ateniense, que abarcó sólo varias décadas pero que llevó a la culminación lo que luego serían los ideales de Occidente. También recuerdo el Siglo de Oro español, de límites temporales indefinidos pero de notable producción artístico literaria. Y ni qué hablar del tiempo mágico de los Cien años de Soledad en el Macondo de García Márquez, o, en el campo cinematográfico, de los toques surrealistas y metafóricos de Mamá cumple cien años, de Carlos Saura.
Sin embargo hoy quien cumple cien años es la Escuela 22, y en este caso el número y su temporalidad son precisos: originada en 1912, hoy en 2012 se convierte en institución centenaria."
Recordó que fue alumno de la institución durante seis años del ciclo primario y que muchos años después fue profesor de Arte:
"Y fue precisamente aquí donde mi primera maestra vislumbró y estimuló cierta predisposición hacia lo que sería mi futura elección de estudios superiores y luego el desarrollo de una carrera artística.
Aquí es donde los alumnos vivenciamos la importancia del voluntariado y del compromiso social desinteresado, con el modelo de los Bomberos Voluntarios (seguidores del ideario y el ejemplo de Tomás Liberti). Fue así que nosotros tuvimos el privilegio de conocer a héroes de carne y hueso, más allá de los de los libros, el cine o la televisión.
Concluyó diciendo que:
También aquí es donde miles como yo adquirieron conocimientos y asimilaron valores para que luego el tiempo, gran escultor (al decir de Marguerite Yorcenar) terminara de moldearlos con el objeto de llegar a ser individuos responsables, libres y éticos. Y eso fue (y sin duda sigue siéndolo) gracias a equipos de docentes y auxiliares comprometidos con esta casa. Por eso mi reconocimiento a todos los que a lo largo de esta vida centenaria llevaron adelante la difícil, a veces dura, muchas veces no valorada socialmente pero siempre fascinante tarea de educar. Porque sin duda sentían lo que Gabriel Celaya dice en uno de sus poemas: Cuando hablo del futuro/ no abanico utopías./ Sólo pienso en el niño que de frente me mira. Por eso hoy 22 es 100, son los 100 de la 22. Y es para festejarlo orgullosamente".
 ¿QUIÉN FUE TOMÁS LIBERTI?
Seducido por las nueva posibilidades de prosperar en esta nueva e inexplorada tierra Argentina y los sueños propios de un hombre con visión de futuro es que Don Tomas Liberti llega en 1876 a la Ciudad de Buenos Aires, procedente de la provincia de Génova, Italia donde había nacido en 1827. Estableciéndose con su familia en uno de los conventillos ubicados en la calle Alvear (hoy Ayolas ) cuyo residente era Don Rufino Pastor. Tomas Liberti además de ser fundador de los Bomberos Voluntarios de La Boca fue su primer presidente. Asimismo constituyó, la primera fábrica de bebidas sin alcohol, con lo que logró conseguir un fin económico para él y su familia. Falleció en 1904 a los 77 años de edad.
Los grandes contingentes de inmigrantes, en su gran mayoría quedaron en Buenos Aires y fue en el año 1884, en un populoso barrio de la Capital Federal, donde nació la primera Sociedad de Bomberos Voluntarios del país. 
Las construcciones eran, en aquellos tiempos, casi todas de madera y zinc, y por eso ofrecían un continuo y serio peligro para la población. Se necesitaba una entidad que asumiese su defensa. Así, en algunos ciudadanos, animados por un alto sentimiento de humanidad, surgió la idea de fundar la “Sociedad Pompieri Voluntari Della Boca”.
Motivado por un incendio ocurrido a principios de 1882 es que don Tomas Liberti conjuntamente con su hijo Oreste Liberti y un grupo de compatriotas: Lázaro Paglieti, Andrés Benvenutto, José Ragoza, Ángel Descalzo, Luis Paolinelli, Santiago Ferro, Romeo Scotti y Esteban Denegri; reunidos en la casa de esté decidieron organizarse, por lo que lanzaron el siguiente manifiesto:
 ¡Ciudadanos! Una chispa podría desarrollar un voraz incendio que reduciría a cenizas nuestras habitaciones de madera. Tenemos necesidad de una Sociedad de Bomberos que en los momentos de peligro salven nuestros bienes y nuestras familias. Con tal motivo invitamos a la reunión que tendrá lugar el Domingo p.v. a las 3 p.m. en el ateneo Iris. 
¡Conciudadanos! La idea iniciada por pocos tiene necesidad de todos vosotros y de vuestro válido apoyo, y tendremos el orgullo de haber constituido una Asociación filantrópica. El domingo entonces, en el ateneo Iris, que nadie falte”.
De esa forma el 2 de Junio de 1884, -fecha que quedó consagrada en el país como el día del Bombero Voluntario– se creó la primera Sociedad de Bomberos Voluntarios de la República, que contó con el incondicional apoyo de todos los pobladores del tradicional barrio porteño.
Su cuerpo activo recibió el bautismo del fuego en un gran incendio de la fábrica de velas de Barracas al Sud, el 14 de Noviembre de 1885, obteniendo el elogio del pueblo y de la prensa en general. Esto motivó que la Capitanía del puerto de la Capital cediera al cuerpo dos bombas a vapor que fueron bautizadas con los nombres de “José Fernández” una, por el entonces diputado nacional; y la otra “Argentina”.
Cuando nada lo hacía prever, el 9 de noviembre de 1889, el Presidente de la Nación, Dr. Juárez Celman, dictó un decreto por el cual se prohibía al cuerpo de Bomberos Voluntarios de la Boca concurrir a los incendios y demás siniestros. Esta situación perduró hasta el mes de Septiembre de 1890, fecha en que el entonces presidente de la República, Dr. Carlos Pellegrini, anuló el decreto arriba mencionado, medida que fue recibida con gran júbilo por toda la población.
El 15 de Junio de 1900 se inauguró su edificio social, siendo padrino el entonces presidente Tte. General Julio A. Roca y madrina la marquesa Luisa Malaspina, esposa del embajador italiano. 
Se hace necesario recordar que Orestes Liberti (1860-1836), hijo de don Tomás, fue el primer Bombero Voluntario del país y primer Comandante de Bomberos Voluntarios de la Boca. Se convirtió en el líder de aquel improvisado cuerpo de bomberos pues durante ese incendio acontencido en 1882 en el barrio porteño de La Boca, salió de entre el público gritando: "¡Adelante los que se animen, vamos a apagar el incendio!".
Investigación, entrevistas y compilación Chalo Agnelli



FUENTES: 
http://www.bomberosra.org.ar/instituciones/historia.php
Ver imágenes en http://www.cementeriochacarita.com.ar/orestelibertirgde.htm
NOTA

[1] V. Bibl. “Fuego y Agua” Pág. 62

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