Así como la colonial Buenos Aires tuvo los “altos de Escalada”, “los altos de Riglos” - hasta mediados del siglo XIX, se llamaban “altos” a las casas de dos o tres pisos -, Quilmes tuvo sus “altos” en la esquina SO de Rivadavia y Mitre. Muy nombrada y renombrada entre los historiadores, memoriosos y nostálgicos quilmeños.
El primero que la nombra es don José Andrés López en su “Quilmes de antaño” y luego el Dr. Craviotto cuenta que se levantó en 1839 - y lo ratifica el Prof. Juan Carlos Lombán aunque otros afirman que fue en 1843, que se levantó -, de modo que cuando los mazorqueros asesinaron enfrente, en la plaza, al juez de paz interino don Paulino Barreiro estaba recién estrenada y Quilmes aún era un villorrio quieto y somnoliento al sur del Riachuelo y al norte de una pampa insospechada.
foto Alcibíades Rodríguez
El solar según la distribución que se hizo en 1818, por el agrimensor Francisco Mesura le correspondió a Pedro Estevan (sic) Martínez quien lo perdió porque no cumplió con las condiciones que acompañaban la cesión: cercar, levantar casa habitación y abrir pozo.
El solar de enfrente (Esq. NO) se le había entregado al italiano Nicolás Paduán que tenía chacra en Barracas al Sur (hoy Avellaneda) y era el cobrador de peaje en el puente Gálvez sobre el Riachuelo; este inmigrante construyó una capilla que apodaron “del italiano” o “de los italianos” y en una propiedad suya en 1818, se instaló la primera escuela de Quilmes (Barracas al Sur pertenecía a la jurisdicción de quilmeña) a cargo del Pbro. Francisco Baca, ubicada aproximadamente donde hoy se halla el estadio del Racing Club. Paduán también perdió sus derechos a la concesión en 1839.
En un plano que levantó el agrimensor Jaime Arrufo poco antes de 1860, dice que en esa esquina había un rancho de barro y paja. Luego estuvo allí hasta principios del siglo XX el almacén de Silva. Luego, por los años `40, la despensa “El Positivo” y a su lado, sobre Rivadavia, la zapatería “La Encantada”.
LA CASA BONITA
Pero volvamos a los “altos”. El propietario de esta casa fue Inocencio González Espeche.
Agrega el Dr. Craviotto que en abril de 1847 un “turista” que pasó por Quilmes escribió: “La villa se compone de una casa muy bonita y otras doce de aspecto común”. Indudablemente la casa bonita era la única de altos de Mitre y Rivadavia.
En el plano topográfico realizado en 1856, actualizado por Pedro Etchevertz y recuperado por el Prof. Manuel Ales, figura que en los bajos (planta baja), exactamente en la esquina, había una confitería; a su lado, sobre Rivadavia, la tienda del flebótomo, dentista, peluquero y bandurrista canario don José Navarro, el único en su oficio hacia 1885. En el local que seguía, hacia la calle Alvear, estaba el sastre Sandalio Salas.
Por los '60 en estos “altos” estaba “Calzados Mitre”, pero el martillero D. Bertana ya anunciaba que el local estaba en venta, como se ve en una foto de esos años, tomada por el insigne Alcibíades Rodríguez.
La primera casa de tres planta que tuvo Quilmes fue la que aún existe en San Martín entre Humerto Primo y Olavarría, "La Tonezza" levantada en 1921. Por supuesto por un italiano con añoranzas de su tierra, Tonezza del Cimone, un municipio de la Provincia de Vicenza, próxima a Venecia, Italia.
Investigación y Compilación de Chalo Agnelli
colaboración Alicia Otamendi Etchevertz
7/2/08 - 11/10/10
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