El 15 de julio de 1922 por la Ordenanza N° 224 se designó con el nombre Ingeniero Eduardo Otamendi a la continuación de la calle Alsina al Oeste de las vías del F.C. del Sud. Fue la primera calle “del otro lado de la vía” a la que se le dio otro nombre distinto del que llevaba al NE.
El Ing. Otamendi había fallecido el día anterior a dicha ordenanza. Esta pérdida movió al Consejo Deliberante a tomar una decisión sin mucha deliberación y no porque don Eduardo no se mereciera el homenaje, sino como resultado de un golpe emocional. Era Intendente Pedro Elustondo, el primer radical en ocupar este cargo en Quilmes (1918-1919 y 1922)
Dicha arteria llevó por poco tiempo esa nomenclatura pues a poco (1928) se le cambió por Carlos Pellegrini, enviando el nombre anterior a otra arteria, como la continuación de Aristóbulo del Valle al NO, pasando Lamadrid en Bernal, es una calle de tres cuadras que se interrumpe en las vías del ferrocarril.
Ese hábito pernicioso de los funcionarios argentinos de cambiar el nombre de las calles, según los gustos y las modas que iban surgiendo, ya prosperaba entre los quilmeños (la calle Hipólito Yrigoyen es un ejemplo, tuvo cuatro nombres antes del actual).
Al instalarse la empresa cervecera muchas fueron las discrepancias que tuvo, esta, con las distintas autoridades municipales que se sucedieron a través del tiempo por el uso de las calles interiores que no se abrían al público. Todas positivamente zanjadas si acordamos con la estrecha relación económica y social que esta fábrica mantuvo con la comunidad hasta hace pocos años.
En 118 años de historia común es mucho lo que la Sdad. Anónima Cervecería Argentina de Quilmes dio al Partido de Quilmes y al barrio La Colonia ya que sin esta otra hubiera sido la historia y otros los perfiles de progreso.
En 1897 se suscitó una diferencia entre la corporación municipal y la Cervecería. Esta pedía a la municipalidad autorización para levantar un edificio de ferretería en una calle que no estaba abierta al público.
La Comisión de Obras Públicas responde al gerente de la empresa en la siguiente forma: “Marzo, 15 de 1897. Honorable Concejo Deliberante. "No se explica que una importante Sociedad se presente por medio de su director quien debe conocer las leyes al solicitar semejante despropósito. La Municipalidad nunca podría autorizar tamaña irregularidad sin una gran responsabilidad. Esta solicitud no debe ser archivada sino devuelta al Sr. Director.’ ” (Firma Carlos Andrade)
Pero parece que no todos los miembros de dicha Comisión estaban de acuerdo pues al expediente se agrega otra nota dirigida al presidente de la misma: “Quilmes, Mayo, 26 de 1897. Sr. Presidente. El que suscribe miembro de la Comisión de Obras Públicas es de opinión que la municipalidad podría autorizar en la forma solicitada la construcción del edificio que proyecta la empresa Cervecería por cuanto no afecta intereses particulares ni generales pues se trata de una calle que no esta librada al servicio público ni es necesaria por el momento. Se trata, Sr. Presidente, de una empresa que reporta a Quilmes grandes ventajas y la municipalidad está en el deber de no poner obstáculos de ninguna clase, máxime cuando la concesión no importa un acto que afecta el carácter de permanente.” (Firma Gabriel Drake)
Entre los miembros del HCD, después de un largo debate, se expidieron por la afirmativa: José Otamendi, Gabriel Drake y por la negativa: Victoriano Huisi, Juan Braco, Carlos Andrade y Zoilo Rosso. Resultando denegada la solicitud.
El 4 de junio de 1904 la Municipalidad, presidida por don José Andrés López, realiza con la Cervecería, representada por Emilio Kersting un convenio mediante el cual la primera institución renuncia a hacer abrir las actuales calles: 1° de Mayo, San Mauro (Santiago Valerga) y B. Pérez Galdós, desde las vías del ferrocarril hasta Gran Canaria, cerradas por la Empresa y algunas con construcciones. Y autoriza a la empresa a ocupar de igual forma dichas arterias hasta Aristóbulo del Valle. En compensación la Cervecería debía abonar $ 2.- m/n por cada vara cuadrada (866 mm por cada lado) Este convenio debía prevalecer, según el contrato: “... por todo el tiempo que exista la Cervecería Argentina como establecimiento industrial ya sea que elabore cerveza o se la aplique a otra industria cualquiera, siempre que el establecimiento y terrenos que hoy le sirve de asiento se conserven en su actual integridad...”
A su vez la Empresa se comprometía a conservar en perfecto estado de viabilidad y a su costa la calle Amoedo desde las vías hasta Vicente López y esta desde Amoedo hasta 12 de Octubre y esta desde V. López hasta las vías; de igual modo las calles intermedias, que en esa área hoy están todas ocupadas por depósitos y estacionamiento de camiones de distribución de cerveza.
Esta concesión temporaria de dichas calles se hace permanente con la Ordenanza N° 444 del 29 de noviembre de 1929, como se detalla en el capítulo sobre la Cervecería Argentina.
Manuel Ales, en sus estudios entrañables, [8] dice que en 1904: “Se vende a Bemberg las calles ocupadas por la Cervecería Quilmes, en $ 53.867,66.”
Según las actas de sesiones del Consejo Deliberante que se transcribió anteriormente se puede interpretar que no fue una venta, sino un alquiler por el usufructo, en lo formal, porque según los resultados vigentes, sí lo fue en lo real. La Cervecería pagó esa suma de dinero por 25 años de alquiler de las calles que quedaron dentro de sus instalaciones y después de 1929 se le regalaron.
LA CALLE 12 DE OCTUBRE
La ordenanza Nº 391 del 19 de diciembre de 1928, actualizó la nomenclatura de calles, entre las que estaba incluida 12 de Octubre, para diferenciar las calles de Quilmes centro de las que se prolongaban en La Colonia y Quilmes Oeste, evitando confusiones con la numeración. Firmaron dicha ordenanza, como intendente y secretario municipal, el doctor José Eduardo López y el señor Pedro Berbeni, respectivamente. Y el doctor Emilio Torre como presidente del Concejo Deliberante, conjuntamente con los secretarios del cuerpo: León E. Belou y Pedro J. Polognoli. En la inauguración disertó el Prof. Doroteo Yoldi (ver foto) refiriéndose a la significación de la fecha, establecida por decreto presidencial del 4 de octubre de 1917 que instituyó el 12 de octubre como Día de la Raza”. [11] En 1952 se la rebautizó Eva Perón, pero nadie la reconoció con esa nomenclatura, de modo que después del golpe de estado de 1955 recuperó su nombre. Sin embargo en noviembre de 1974 se presentó una moción en el H. Concejo Deliberante con el fin de “restituir” el Eva Perón en toda su extensión. Surgieron divergencias entre el Concejal Mastromatteo, impulsor de esta restitución y el concejal Balangione (UCR) que manifestó que esa moción era opuesto a lo expresado por la que era en esos años la presidenta de la Nación, Estela Martínez de Perón que pidió que no se cambiaran los nombres de calles, plazas, paseos, parques, etc. por el de los líderes máximos del peronismo, pero Mastromatteo afirmaba que no era cambiar sino restituir y se dictó la ordenanza Nº 4063 al respecto. Hasta que después de 1976 volvió al que recibió el 19 de diciembre de 1928.
Con el tiempo esta avenida llegó a ser el centro comercial del barrio. [12]
INVESTIGACIÓN PROF. CHALO AGNELLI
chaloagnelli@yahoo.com.ar
NOTAS DEL CAPÍTULO 3
[1] Ver “Maestros y escuelas de Quilmes”.
[2] Libro de actas N° 2 folio 389.
[3] Lib. 7 Cit. Folio 76 a 78. En este acta se especifica el nombre de Colonia para esta zona de Quilmes.
[4] Craviotto, J.A. “Historia de Quilmes” Pág. 192.
[5] Se indican sólo las calles que están ubicadas dentro de los límites del barrio La Colonia, si bien en el documento de la ordenanza se nombran todas desde Lamadrid hasta Triunvirato; e incluso las de Bernal.
[6] Ver en el capítulo “Nombres de Tránsito Urbano”, el título “Calle con Anécdota”
[7] Libro de actas del HCD N° 2, folio 186 a 189 y folio 321.
[8] Ver “Síntesis Histórica de Quilmes” Pág.19
[9] Libro 7 folio Nº 304.
[10] Foto de tapa del libro “Cuadernos de Identidad Nº 5” del mismo autor de este documento.
[11] El decreto fue firmado por el presidente Hipólito Yrigoyen, refrendado por sus ministros Gómez, Salaberry, Álvarez de Toledo, Salinas, Pueyrredón, González y Torello. Ese decreto, publicado en el Boletín Oficial de la República Argentina, declara "fiesta nacional" al 12 de octubre y no se refiere en ninguno de sus apartados al Día de la Raza, como se lo conoció después, aunque la opinión pública lo asoció a esa idea porque de esa manera se lo festejaba en España. La decisión de promulgar dicho decreto se basó en la solicitud realizada en primer lugar por la Asociación Patriótica Española (que se analizará después) junto a otras instituciones tanto hispanas como argentinas. http://portal.educ.ar
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