domingo, 31 de julio de 2011

EL TEATRO EN QUILMES - AYER Y HOY – 1ª PARTE

Chalo Agnelli
Nota para "Parole" gacetilla de
Casa de Arte Doña Rosa

Quizá los quilmes y acalianos, ya establecidos en estas costas, hayan representado algún rito ancestral rememorando los viejos cultos del Yocavil. Eso nunca se sabrá, aunque quedó testimonio de algunos curas doctrineros quejosos del “paganismo” de los desarraigados aborígenes.
Pero sí hay probados testimonios de que el teatro en Quilmes viene transitando poco más de 134 años de historia consecuente e ininterrumpida. Efectivamente, el sábado 31 de marzo de 1877 - como cuenta José Andrés López en su libro “Quilmes de Antaño” -, se realizó la velada inaugural del teatro local. Previamente se había formado una comisión organizadora integrada por: Felipe Amoedo, José A. Matienzo, Fernando J. Otamendi, Carlos Casavalle, Juan Ithuralde, José M. Rubio, Francisco Younger y en la presidencia José A. López. Esta le encomendó a Jaime March construir el escenario y a Guillermo Iparraguirre preparar el buffet. Esa noche se representó, primero la comedia "No lo quiero saber"; con el siguiente reparto: Amalia, Victorio Silva; Federico, José A. López; don Bienvenido, Manuel Casavalle. Siguió el juguete cómico "En tren directo": Rosa (modista), Victorio Silva; Luís (pintor), Manuel Casavalle; Señor Pedro: José A. López. Vemos que según la tradición del teatro isabelino, Victorio Silva cubrió el papel femenino.
El espectáculo se repitió la noche siguiente con el mismo éxito y Talía y Melpómene se afincaron muy orondas en Quilmes.
Así como la “primera actriz” fue don Victorio, el primer actor residente en Quilmes fue Manuel Casavalle que, como lo menciona el periódico “El Independiente”,  actuó en noviembre de 1876 en la obra “Casa de Campo” representada en el teatro “Coliseo” de Buenos Aires.
Pero, en honor a la historia, la primera actriz del sexo femenino fue la joven Carmen Lanatta de 15 años y medio, bajo la severa custodia de sus padres doña Carmen Luján y don Francisco (Los Lanatta vivían a mitad de cuadra de la calle San Martín entre Alem y Garibaldi, vereda oeste)
La primera pieza teatral escrita y representada en Quilmes en 1879, fue “Un Calavera” del polifacético José A. López que José Abel Goldar transcribe en parte en su libro “Panorama de las artes quilmeñas”
El resto fue abundante y heterogéneo. Hubo para todos los gustos. Algunas figuras despegaron hacia el Arte Dramático Nacional, de eso da exacta cuenta Oscar Rodríguez Carabelli, actor y autor, en su reseña histórica “La Aventura Teatral Quilmeña”.
(continuará)

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