martes, 7 de febrero de 2012

VELADA ARTÍSTICO-DRAMÁTICA EN QUILMES – 1926

Compilación y crónica. Prof. Chalo Agnelli
Colaboración: Mora Camarero-Deprati de Barati
Dedicado al teatro quilmeño y a sus actores y actrices
Teatro Colón de Quilmes
Ana M. Camps
SE OBSERVA EN LOS PERIÓDICOS QUILMEÑAS de la primeras décadas del siglo pasado que los espectáculos artísticos y teatrales eran auténticas maratones para el público. La gente dormitaría a lo grande durante las funciones y no debían faltar los inoportunos ronquidos desconsiderados, pero inevitables ante tal fatigosa representación.
El periódico “El Plata” de diciembre de 1926 nos da la programación que tuvo lugar en el Teatro Colón de la Soc. Italiana el día 7 de ese mes, con motivo de “La Fiesta del Plata”. [1] Un evento promovido por este periódico que estimulaba con fruición las actividades sociales y culturales.
La velada anunciada para las “21 hs. en punto”, empezó media hora más tarde porque los argentinos tenemos arraigada la impuntualidad desde el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810.
Elena Gualtruzzi
Recorriendo la reseña se advierte que los organizadores mostraban mucha preocupación por el tedio que pudiera aquejar el público. Pues en los entreactos se presentó la “Real Jazz Colantoni” con bailables de moda, seguramente: charlestón o hit-hay, fox-trot, dixieland, que eran los ritmos jazzísticos del momentos, importados por los novísimos gramófonos y los quebradizos discos de pasta, que recién invadían el silencio proverbial de esos callados años.
Carlota Sánchez
Pero el número central fue “Amores y Amoríos”, una comedia en cuatro (¡4!) actos “de amor y juventud” (reza el programa) de los hermanos Joaquín y Serafín Álvarez Quinteros, los famosos comediógrafos españoles, autores de varios sainetes líricos y juguetes cómicos, cerca de doscientos títulos que alcanzaron en su tierra y en los países de lengua hispana un éxito trascendente entre 1895 y 1940.
Lidia Bick
Leonor Semeopale
El elenco de jóvenes de la localidad, “El Círculo”, estaba integrado por Ana María Camps, María Adams, Carlota Sánchez, Elena y Quica Gualtruzzi, Lidia Bick, Leonor Semeopale, Ramón Palmaz, Mario J. Frías Bosh. Máximo Roca, Emilio Colombo, Albino Setti y José Camarero, estos dos últimos actores muy destacados por esos años; sobre todo Camarero, que tenía fama de galán, por quien suspiraba más de una joven en “estado de merecer”. El “directo de escena” fue el Dr. Emilio Mauri Casabal, que además de odontólogo, periodista y director de “El Plata” le entusiasmaba el arte dramático.
Quica Gualtruzzi
CUANDO TERMINÓ EL SEGUNDO ACTO, el público quedó en atónito suspenso, pues en lugar de la “Real Jazz Colantoni”, para que nadie se aburrieran se les ofrecía un ¡Concierto Sinfónico! dirigido por Gustavo F. Rennes, sub director del Conservatorio Willimas (Alsina y Mitre) y “30” ejecutantes de esa institución, [2] donde estudiaban música - voluntaria o involuntariamente - niños y jóvenes de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela.
María Adams
Se interpretaron: a) Aires rusos, “Wilniawski”, con el primer violín de Silvio P. Silvetti y b) Aires bohemios, “Sarasate” con Raúl Andrés Ramos como primer violín. Y vale la pena transcribir del periódico la nómina de los 28 – pues se olvidaron de dos - ejecutantes para entender con quién se llenaba la sala del teatro teniendo en cuenta tan dilatada velada, fueron ellos: las señoritas: Rosalía E. Broeders, Juan Barosela, Silvia J. Carro, Clara Fischli, Emilia Gut, Arminda Mocagalla, Judith Esther Paul, Leyla E. O. Spinelli y Raquel Westchki; y los señores: Emilio y Enrique Arbert, Rubén Lucas Antola, Carlos Arena, Eugenio E. Bagnarelli, Leonardo Contarino, Rodolfo Firpo, Manuel González Molina, Eduardo Delfino, Sabino Mikkelsen, Luciano A. Ortenbach, Pablo Poussel, Raúl Andrés Ramos, Gustavo Alberto Rennes, Rufino Sarmiento, Silvio P. Silvetti, Andrés Wynveldi, Mario Sosa del Valle (hijo del director de la Escuela Normal) y Saúl E. Trinca (que dejará prolífica descendencia de músicos en Quilmes)
Emilio Colombo
Suponemos que gran parte del público era los padres, familiares, parientes amigos vecinos y conocidos de todos estos músicos.
Siguiendo con el programa, cada interpretación duró como mínimo de 15 a 20 minutos; pero además, entre que se acomodaban los músicos, los aplausos, los bises, más y más aplausos, finalmente la retirada del escenario de los músicos con todos sus petates… ya habían pasado poco más de ¾ de hora, como mínimo, de modo que gran parte del público ya había olvidado la trama de “Amores y Amoríos”.
José Camarero
Previendo este desajuste, una simpática jovencita desde el proscenio dio a los espectadores una breve reseña de los dos primeros actos, lo cual beneficiaba a los que habían llegado tarde o se habían echado una siesta.
Entre el 1º acto, el entreacto jazzistico, el 2º acto, el Concierto Sinfónico y el 3º acto ya debía haber pasado de largo la medianoche.

Carlos Sánchez
ASÍ Y TODO, EL TERCER ACTO no fue seguido del cuarto como suele suceder cuando las piezas teatrales tienen cuatro actos. ¡No! Se dispuso el reparto de premios a las ganadoras del Tercer Gran Concurso Social de Belleza que “El Plata” había realizado ese año en Quilmes y localidades aledañas. El poeta peruano Luis Fernán Cisneros Bustamante (1882-1954) fue quien entregó las distinciones a las siguientes damas: 1º premio María Elena Giaimo, 2º, Clara Caffarena de Bagú y 3º, Edith C. Ottati.
J. Albino Setti
¡Qué hacía por esos años este Cisneros peruano en Quilmes, es un misterio! “El Plata” lo presentaba como “ex director de La Prensa de Lima y redactor de La Nación.”
A todo esto ya había pasado otra hora y el evento continuó con el ¡cuarto acto! de “Amores y Amoríos” y la obra teatral de los Álvarez Quinteros arribó al desenlace, pero no el evento. ¡No!
El “fin de fiesta” fue un vasto recital poético del susodicho Luis Fernán Cisneros de todo elegíaco.
Luis Fedeli
Así el heroico público permaneció en las butacas del teatro Colón de Quilmes entre cinco y seis horas.
Simultáneamente a la extensa velada se realizó un “vernissaje” (sic) de obras de los artistas plástico: Sarah Cichero, [3] Pablo C. Molinari, Víctor F. Roverano y Emilio Hercher, presentadas en el foyer y que se pudo visitar desde las 20:30 hs.
Tucho Roca
Ramón Palmáz
PERO NO SÓLO EL TRABAJO era del director, los actores y tramoyistas. Todo el pueblo se abocaba al evento. Colaboraron con el vestuario la casa “Drecoll” de la modista María Luisa Setti. La escenografía y la proveyó la “Casa Marchissotti” y los artefactos eléctricos de iluminación, piezas de hierro repujado de la colección de la Casa Thenée de Bernal. [4] Es resto de la iluminación que pretendía darle un “tono oro” a la sala era propiedad de la Cía Local de Electricidad. También hubo reflectores exteriores construidos en el taller de Ricciero Imperiale e Hijos. “Bijoux et Brillant”, aportó para la utilería porcelanas chinas, estatuas y dos jarrones de “plata sellada”. La Cervecería también puso lo suyo en el bufete que se improvisó en un rincón del foyer para saciar la sed y el hambre de los contertulios a los largo del espectáculo.
Gustavo Rennes
El valor de la entrada fue de $ 3.- Lo que no era barato para una familia numerosa como los eran generalmente en ese entonces, si bien los que estaban suscriptos al periódico no pagaban. Comparando, el viaje en tren en 2º clase costaba $ 0,35 y el tranvía $0,10.
PENSEMOS QUE en 1926 la radio recién se estaba desarrollando; la primera transmisión desde el teatro Coliseo se hizo el 27 de agosto de 1920 y en Quilmes se pudo escuchar gracias al entusiasmo del profesor Manuel Ales [5] y el ingeniero Hércules Oreste Roverano. Los gramófonos recién llegaban de EEUU o de Europa y eran objetos de lujo.
El cine era mudo y la filmografía escasa. Ya en Quilmes estaba desde 1907 el cine Bristol en la calle Rivadavia (aún se conserva la placa que indica el lugar que ocupaba) y en La Colonia el cine La Paz. [6] No existía la televisión, ni la Internet, ni ninguna distracción visual o auditiva, de modo que estas veladas eran acontecimientos rutilantes que atraían gran cantidad de público de todos los rincones del extenso partido. Los que venían de Berazategui se quedaban a dormir en la estación para esperar el primer tren que venía de la Capital recomenzando el circuito. Los que vivían en las cercanías o a discreta distancia, salvo que tuvieran vehículo propio o pudieran pagar “el coche de punto” de Firpo y Mayol, que eran los menos, debían caminar por calles de tierra, saltar zanjas y hasta atravesar cuadras repletas de malezas, donde no faltaban los maleantes como los que creen que la inseguridad es exclusiva de nuestro tiempo. Sólo basta leer los periódicos de entonces. La diferencia es que eran menos y se reconocían fácilmente.
La asistencia de público ponía de relieve la vida democrática que se vivían con el gallinero y la platea posterior para los menos acomodados y los palcos laterales, las primeras filas para los vecinos distinguidos. Estaba la plana mayor de la Municipalidad: el intendente don Clemente Baggiani, y quien lo sucedería en enero el Dr. José Eduardo López, el Dr. Isidoro Iriarte, el Dr. Emilio Torre con su esposa Ernestina Otamendi y seguían apellidos como Altieri, Berbeni, Bagú, Bacciadone, Jeanneret, Fornavaio, Goñi, Rocca, Oliveri, Polonioli, Labourt, Garibotti, Durañona, Pozzo, Imirizaldu, Elesgaray, Valerga, Vezzula, Iglesias…
CUESTA imaginar en el confort actual que vivimos lo que representaba un evento de este tipo, por esa causa un periódico le dedicaba varios números al mismo, con galería de fotos, debidamente tomadas por don Santiago de La Fuente, destacando merecidamente a los responsables, los cuales no ganaban nada con su actuación, pues el producto de la entrada se destinaba a los centros sanitarios del partido.
Prof. Chalo Agnelli
Todas las fotos corresponden al periódico El Plata, y fueron tomadas por 
don Santiago de la Fuente.
NOTAS.
1 Periódico “El Plata” 5 de noviembre de 1926. Colección privada de Mora Camarero Deprati de Barati.
2 Ver en este Blog, EL CONSERVATORIO WILLIAMS – ALBERTO WILLIAMS “PADRE DE LA MÚSICA ARGENTINA”, del Lunes 23 de Noviembre de 2009
3 Ver en este Blog FORTUNATO LUIS CICHERO - QUINTA “LA REGINA”, del viernes 10 de junio de 2011
4 Ver en este Blog CASAS CON HISTORIA 2" - "El Castillo"... ¿Brujería o Magia? - La Casa Thenée”, del lunes 4 de octubre de 2010
5 Ales, Armando. “La radio en sus comienzos- Los pioneros quilmeños” Ed. Tiempo Sur. Quilmes, 2006.
6 Ver en este blog: “DEL ARCON DE LA ABUELA - EL CINE LA PAZ”, del viernes 28 de mayo de 2010.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dice Plácido Donato
Don Gustavo Rennes fue profesor mío de música en el Colegio Nacional Estrada en 1948. De las 14 material fue la única que no me llevé a examen, aunque yo integraba el coro en el Conservatorio Williams (Alsina y Mitre) Como era flaco y tenia la boca muy grande me hacia cantar de espaldas contra la pared, para no hacer reír a las chicas cuando se entonaba el himno porque decían que en el momento del ¡¡Oid mortales!! yo abría tanto la boca que no se me veía la cara...

Anónimo dijo...

Muy buena reseña historica. Y divertida. Alejandro Martín

Publicar un comentario