Para Graciela y los vecinos de la calle Polonia Izarra
Más de un vecino con vivienda frente a esta breve arteria se preguntaba, en aquel año, a quién se debía la toponimia de esta mujer y cuál había sido su figuración en el transcurrir de los 432 años de la llegada de Garay a fundar la ciudad de la Santísima Trinidad y puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires y los 346 años de la llegada compulsiva de quilmes y acalianos y 282 de la creación de la parroquia del Pago de la Magdalena.
EL 11 DE JUNIO DE 1580, don Juan de Garay funda en las costas del Plata la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires, la actual Capital Federal. Luego distribuye posesiones entre los 65 hombres y mujeres que lo acompañaron en la gesta colonizadora. Una de las cláusulas que determinó en dicho repartimiento, fue que las tierras al norte del Riachuelo de los Navíos serían “tierras de pan llevar”, es decir, para chacras y labranza y al sur de dicho curso de agua “suertes de estancias de ganado”, considerando que aún no había alambrados para que el ganado cerril no se coma las verduras ni tampoco había en la geología piedras para levantar tapias.
DE LOS 10 ESPAÑOLES DE LA EXPEDICIÓN, los otros eran criollos y 200 guaraníes - que no deben haber recibido ni mucha tierra ni pocos padecimientos - uno de los beneficiados fue don Pedro de Izarra y Ástor (en documentos de la época figura Yçarra) , quien ostentaba la condición de “hidalgo”, nacido en Orduña, Vizcaya, España, alrededor de 1547, llegado a América con la expedición de Juan Ortiz de Zárate, tío de Garay.
A Izarra además de la manzana porteña comprendida por las actuales calles Piedras, Tacuarí, Moreno y Belgrano, le correspondió una merced en suerte de estancia en el originalmente llamado Valle de Santa Ana y luego Pago de la Magdalena, ubicada entre las posesiones que correspondieron a Pedro de Quirós, al norte, y las del catalán Antón Roverto (Roberto), al sur. Cuyas medidas eran, 3000 varas de frente sobre la barranca y una legua y media de fondo (9000 varas).
Pero las malas lenguas, que en la historia también las hay, afirman que la voluminosa fortuna que acumuló Izarra también se debió al contrabando (consecuencia del monopolio) de bienes suntuarios y “semovientes” (sobre todo negros bozales, recién traídos), que almacenaba en los mencionados galpones.
ESTE HIDALGO SE CASÓ con la asuncena doña Úrsula Gómez y Luyz, quien también fue primera pobladora de la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires, si bien llegó a ella menor de edad y acompañando a sus padres. Miguel Gómez y Beatriz Luys de Figueroa; todos ellos eran criollos asunceños. Esta fue la esposa de Pedro de Izarra. Miguel Gómez de la Puerta y Saravia fue uno de los “mancebos de la tierra” que acompañaron a Juan de Garay participando de la segunda fundación de la ciudad. Miguel Gómez nació en Asunción alrededor de 1543, hijo del peninsular Antón, Antonio o Alonso Gómez de Saravia, llegado en la expedición de Mendoza, y de Catalina de la Puerta. Contrajo matrimonio en Asunción con Beatriz Luyz (o Luys) de Figueroa, también criolla, nacida en Asunción, hija de Benito Luys de Figueroa y Pavia, nacido en Oporto en 1515, quien posiblemente haya llegado a América en la misma expedición de Mendoza, de la que su padre Jacomé Luys de Pavia, nacido en 1485, también en Oporto, era piloto mayor. La madre de Benito fue María Pires de Figueroa, nacida en 1487 en Galicia. La madre de Beatriz Luyz, se supone que podría ser india guaraní.
Ya el gobernador Góngora (nada que ver con el poeta del siglo de oro español) había mandado a don Pedro a prisión por remiso a pagar tributo a la Real Caja.
La contrayente fue dotada con un capital de 6.970 pesos, en distintos bienes, a cuyo monto Gaete agregó 2000 pesos en concepto de arras, símbolo de bienes que la pareja compartiría a partir de su unión.
ASOCIADO CON SU SUEGRO, Gaete había mandado construir un puerto en esa estancia, sobre el arroyo Colares, que se conoció como "Puerto de Don Gaspar" o "Puerto Colares" que parecía darle cierta legalidad al negocio iniciado por don Pedro.
Escribió su descendiente Carlos F. Ibarguren Aguirre, [2] en una rigurosa investigación familiar: “Si se calculan las ‘suertes’ de tierras y estancias de muchas leguas, las haciendas que poblaban bajo su marca aquellos campos, los arreos de labranza e implementos variados de trabajos, las propiedades urbanas, las ‘cassas de su morada’ y los 42 negros esclavos; sumados a sus créditos, derechos y acciones, ropas, alhajas y otros efectos - en ‘joias y perlas’ tenía solamente la cantidad de ‘mill pessos’ -, el caudal del personaje era, en verdad, considerable. Según mi recordado amigo el incansable y generoso investigador Raúl A. Molina, esa importante riqueza fue obtenida por Gaete, principalmente ‘en los graves desórdenes y contrabandos cometidos durante los gobiernos de Marín Negrón y Góngora, en compañía de Juan Tapia de Vargas de Juan de Vergara, como consta del Gran Proceso que les instauró Hernandarias"
POLONIA Y GASPAR TUVIERON VARIOS HIJOS, llegaron a la edad adulta: María de Gaete Izarra, casada con Alonso Pastor el 10/2/1622; Francisco de Gaete Izarra, casado con María Suárez Maldonado el 8/1/1622, en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires; Pedro de Gaete Izarra, casado con Leocadia de Medrano Hurtado de Mendoza el 8/2/1624, en Buenos Aires; Diego de Gaete Izarra, casado con Francisca Suárez Maldonado el 15/8/1627, en Buenos Aires; Mateo de Gaete Izarra, fraile franciscano; Francisca de Gaete Izarra de Arroyo Arteaga, casada el 4/6/1640 en Buenos Aires; Polonia de Gaete Izarra casada con Cristóbal Guerrero Escalona y en 2º nupcias con Juan Suárez Maldonado. De estos hubieron 12 nietos. Polonia Izarra fue fundadora de una progenie quilmeña que llega hasta nuestros días.
VARIOS SUCESORES DE ESTA PAREJA FUNDADORA tuvieron amplia figuración durante la época colonial de este territorio, entre ellos: José Mariano Gaete (n. 3/7/1743) administrador de los Corrales de Miserere, así como sus hijos, durante la gobernación de don Juan Manuel de Rosas: el Pbro. José Tomás Gaete, Canónigo Honorario de la Catedral - a quien Mármol vapuleó en un capítulo de “Amalia” titulado “El despertar del cura Gaete” – y el jurisconsulto Romualdo Gaete miembro del Tribunal de Recursos Extraordinarios designado por Rosas desde 1838 a 1841. También rosista, vinculado a Quilmes, fue un descendiente del mismo tronco familiar, don Juan Manuel Gaete, Juez de Paz del partido de los Quilmes, en los períodos 1829 y 1830, de 1833 hasta 1835 y de 1838 a 1839.
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