Chesterton escribió, “El periodismo consiste esencialmente en
decir.” Pero creo que esta frase fue extraída de un contexto más explícito,
pues conociendo el caudal intelectual de este autor me parece insuficiente. Un
periodista no contiene sólo el decir, también transita el hacer... buscar,
indagar, preguntar, escuchar y callar para no perderse nada del discurso;
consiste en evitar la pasión que nubla las conclusiones finales, se emitan estas
por el medio que fuere. Hoy la cosa periodística está muy contaminada porque la
atrapó la parcialidad del capital y del partidismo, entonces se parcializó
inadvertidamente. Revisar vidas de periodistas de ayer es un buen ejercicio de
reflexión.
PALABRAS PRELIMINARES
Tras la invitación que le cursara la Alianza Francesa de Bernal, para
participar en el Ciclo "Quién es
quién " a Norberto Giallombardo se le ocurrió intentar una
autobiografía de su vida, a pesar de la cantidad de años transcurridos, los
olvidos involuntarios y de los otros. Una autobiografía sin concesiones ni
contemplaciones para consigo mismo.
Indudablemente
que de biografiar tiene una abundante experiencias y también aprensiones, ya
que en lo largos de los años de actividad periodística le tocó hacerlas casi
siempre ligadas a las necrológicas. Mucha producción escrita legó,
Giallombardo, a través del periodismo, otras se perdieron en la desidia del
tiempo y de algunos que todavía lo transcurren.
Nacido el 22 de
abril 1936, en plena década infame, hijo de italianos del sur, su padre era
obrero de Rigoleau; su madre era hermana del prolífico industrial quilmeño don
Pedro Citati. Norberto es el menor de tres hermanos, el que vino después de
once años del que le precedió, con todo lo que representa; se crió en un hogar
donde la vida pueblerina imbuía a la gente sin pretensiones de un armonioso
equilibrio. La Colonia, el antiguo barrio Los Hornos (Bernal Oeste)
Su primera
experiencia en la prensa fue como periodista institucional, alrededor de 1958 ó
1959; en el área de “Prensa y Propaganda
el Partido Radical” de la U.C.R del Pueblo y llego a ser Director de prensa
de Eduardo Vides el primer intendente de la democracia, radical también, pero
que en los años juveniles de Giallombardo había pertenecido a la U.C.R.I. Entró
como redactor en el diario El Sol cuando ya pertenecía a Ghisani y permaneció
poco más de 11 años en el diario. Hizo numerosos programas de radio y fue
comentarista en tantos otros, hizo las primeras incursiones en la televisión
local con Rodolfo Malaver...
Chalo Agnelli
Pero dejemos que
hable él autor:
TRIUNVIRATO Y
SÁENZ PEÑA
Ya a esta altura
del intento comienzo a dudar en la continuación, pero por respeto a quienes se
interesen en saber lo mío seguiré, aunque sienta que estoy anticipándome a mi
propia necrológica. Para inyectarme ánimo, asumiré el reto bajo el
convencimiento de que lo estoy haciendo con exagerada anticipación (que así
sea) y trataré de hacerlo lo más alegremente posible.
Apelando al
primero de mis recuerdos libres de toda censura, me alegro en decir que allá
lejos y hace tiempo (he nacido no muy lejos de la Estancia “Los 25 Ombúes”, inmortalizada por
Guillermo Enrique Hudson) Mi Quilmes natal, fue el Distrito al que pertenecía
el lugar pampeano de aquel célebre ornitólogo y escritor. Y fue en Quilmes
Oeste donde nací (Triunvirato y Sáenz Peña, La Colonia) y mi primera obligación
estudiantil la contraje en la Escuela número treinta "Manuel
Belgrano" situada en la Villa Argentina a pocos metros de la entrada al
Parque de la Cervecería. Allí tuve una primera aproximación como
"oyente" por gentileza de la directora y al año siguiente, directo al
1º grado (todavía no se había generalizado el Jardín de Infantes)
LA ESCUELA
Nº 31
Luego, por
decisión familiar fuimos a vivir a Bernal Oeste y continué "la
primaria" en la Escuela Nº 31, que no tenía nombre y funcionaba en una casa grande con
patio y fondo para la "huerta escolar", en la calle Los Andes y
Viejobueno.
Aquí me detengo
en dos momentos del pasado. La escuela tenía el frente de ladrillos sin revocar
(hoy se diría "de ladrillos a la vista") pero aquello era distinto,
feo y viejo y entre los intersticios de los gastados ladrillos anidaban
numerosas arañas, siendo mi entretenimiento, hasta que sonaba la campana de
entrada, introducir en los nidos finas ramitas para obligar a las arañas a
salir... esa casa era alquilada por el Estado a la familia Sotillo, de la cual
recuerdo a uno de sus integrantes, un voluminoso peso pesado que en su juventud
tuvo notoriedad en el boxeo nacional y fue militante de fuste en la Unión
Cívica Radical.
Corresponde aclarar
que luego de haber egresado, la Escuela 31 tuvo nuevo edificio, esta vez
construido por el Estado, en Dardo Rocha entre Chaco y Formosa, donde tomó el
nombre de "Comandante Tomás Espora" y aún continúa en el mismo lugar
y con el mismo nombre. El otro recuerdo, que no sé por qué lo describo, es
"el campito del honor" un baldío de no mas de dos lotes en la calle Viejobueno antes de llegar a
Chaco, donde concurríamos presurosos cada vez que alguien lanzaba el categórico
reto "te espero a la salida".
INFANCIA
Y así comencé a
transcurrir una infancia que me trató lo mejor que pudo hacerlo como el tercer
hijo de un obrero. No me faltó cariño, ni ropa ni comida y hasta tuve lujos
impensados con vacaciones en Córdoba y fines de semana en una estancia de
Etecheverry, por tener un tío rico (conocido en Bernal de aquella época por
haber sido propietario de la firma "Torres y Citati". También
frecuenté el mas rancio abolengo de la zona, que no tenía calles asfaltadas y
solo contaba con los empedrados de Dardo Rocha (con el tranvía 22 en su
plazoleta central) y la avenida Los Quilmes (Calchaquí) que era mas angosta y con adoquines
pequeños y bastante parejos.
Conocí la libertad
que nos
daban los potreros, y la gran dimensión de campo donde cazábamos
"cachirlas" con originales boleadoras que fabricábamos con alambres
articulados de un metro y medio de largo aproximadamente, con un ojal en un
extremo y una bola de plomo fundido en la otra. Este campo representaba la
inmensidad para mi visión infantil y lo más aventurado era llegar hasta el
arroyo Las Piedras, que todavía no sufría otra contaminación más que la de
alguna curtiembre furtiva. En ese arroyo pescábamos ranas y anguilas. También
había lagunas que se agrandaban con la lluvia y en ellas "pasábamos la
red", que no era otra cosa que bolsas de arpillera unidas por torpes
costuras.
En ese entonces,
desde Calchaquí, podían verse los vehículos que transitaban por el Camino
General Belgrano.
Bernal Oeste
encierra muchos momentos de mi vida de niño y adolescente que se podría dividir
en dos partes. La primera desde que me permitieron salir "al potrero"
donde el fútbol se jugaba de mil maneras con pelotas de goma rayadas o con lo
que fuera, porque muy pocas veces se lograba un verdadero balón de cuero, aquellos
con tientos y cámara que emparchábamos permanentemente.
Entre los miles
de juegos y entretenimientos que los potreros nos brindaban, vale recordar las
distintas "temporadas" de un imaginario almanaque que dictaba cuando
se debía poner de moda el barrilete, el balero, las bolitas, las figuritas y
otras diversiones surgidas del ingenio popular.
Toda esta larga
lista de ineludibles modas anuales, tenía un final a todo fuego; la ardua tarea
de juntar pastos, ramas y unos yuyos a los que llamábamos "pinches"
que acumulábamos en grandes montículos para la gran fogata de fin de año.
Estos y muchos
otros recuerdos que no llegan a mi presente, conforman un todo de libertades
que mi
generación tuvo la suerte de gozar porque se salvó de ser “atrapada”, gracias a
que esta maravilla llamada televisión, todavía no había llegado.
ADOLESCENCIA
Como todo pasa y todo llega, la niñez fue quedándose en los potreros
para dar paso a la adolescencia, donde la escuela secundaria marcó un punto
divisorio entre aquello tan simplemente sublime, y la irrupción a un mundo
nuevo, al que llegué inadvertidamente, y en el que me inicié sin despegarme
totalmente de la infancia y de todo lo narrado, nadando entre dos aguas, donde
las diversas corrientes no me permitieron encarar el rumbo que debía y quería
tomar.
La memoria de
estos primeros años me llevan a una nebulosa de alternancias entre felicidades
y sufrimientos, acatamientos y rebeldías que, cuando lo pude ver con la claridad
que no alcancé a su debido tiempo, ya había pasado de ser un mal alumno a un
joven con muchas inquietudes e ilusiones que se amontonaban desordenadamente,
obstaculizando el surgimiento del que quería ser, para llegar finalmente al que
pude ser.
Fue luego de
haber dejado la secundaria en el colegio Comercial, cuando comencé a formarme
en lo que podría aproximarse a una formación autodidacta, concurriendo a
academias para perfeccionarme en dactilografía, participando de cursos,
cursillos y concurriendo a lugares diversos donde buscaba encontrar cosas
nuevas, en las que no siempre encontraba cultura.
La búsqueda de
cultura la hacía de la manera más inculta que se pueda imaginar. Caóticamente y
alternando con períodos depresivos que ocultaba detrás de una marcada
inclinación al buen humor con
lo que solo lograba una personalidad agradable, positiva para los demás, pero
nada conveniente para mi interior. Y aquí confieso, que en esa mezcla de restos
de un común de barrio y un diferente que surgía muy de a poco, afrontaba a pleno
los dolores de la adolescencia, en lo más cercano a la pura concepción de esa
palabra.
Así entonces,
adoleciendo de mucho y provisto de poco, ingresaba a la vida haciendo muchas
cosas y pensando pocas. Errores que me parecieron virtudes, me llevaron a
irrumpir en el desconocido tema del amor, con la ignorancia de cualquier joven
de pocos años y menos cuidados, en una suerte de aprestos, enredos,
fanfarronerías y éxitos que en definitiva, solo fueron fracasos propios de la
inexperiencia de todo principiante, que creyó haber llegado a hombre, cuando
todavía le faltaba tanto. Y aquí cumplo en suplantar por una línea de puntos,
apelando a varios de los anticipados olvidos voluntarios.
LA MARINA DE
GUERRA
Este período fue
potenciado con mi ingreso a la Marina de Guerra. Así, tal como venía haciendo
tantas cosas sin pensarlo ni sentirlo, ingresé a la carrera de Suboficiales de
la Armada, claro que en el escalafón de "Oficinista Naval", donde no
estaba contemplada la posibilidad de navegar. Un real marinero de tierra firme.
Con este ingreso a una vida militar, donde en el examen teórico alcancé el
puntaje máximo y en "aptitud militar" el mínimo, se abrió en mi
desorganizada vida un período en el que mis mayores creyeron que serviría para
disciplinarme.
Para qué..! Allí
aprendí las pocas peores cosas que me faltaban. Fui un rebelde de la
disciplina, al cumplirse el primer mes de un contrato firmado por cinco años y
al ver rasurada la ondulada cabellera que fuera motivo de mis pedanterías, ya
estaba arrepentido de haber firmado. Pero como la Ley es la Ley, tuve que
acatar el contrato y pasé cinco años sometido a un régimen que
nunca acepté ni respeté como debió haber sido. Y por si mi mala conducta como
militar hubiera sido poco, me encontré integrando la Armada justamente en el
año 1955, cuando a mis superiores se les ocurrió derrocar a Perón. Y yo con
ellos...
Claro que en la
marina solamente "estuve" en lo que hace a una formación recibida sin
haberla percibido y, dado aquella condición de "oficinista naval"
además de no navegar, tampoco estaba prevista la de combatir. Menos mal, porque
si no tuve aptitud ni para aprender a hacer la venia, que hubiera sido de los
que me rodearan, con un fusil en mis manos. Esto me significó acrecentar mis
experiencias en arrestos y calabozos militares, ya que en el primer intento
fallido (16 de Junio de 1955) todo el personal de la Armada Argentina, debió
cumplir un mes de arresto masivo ordenado por el todavía presidente Perón. Y yo
con ellos...
Otros detalles largos
de enumerar complementan mis cinco años de marino de tierra, pero por ahora,
prefiero dejarlos en ese baúl de los recuerdos para ser analizados antes de
tirarlos a la basura o agregarlos a estas confesiones en algún apéndice.
EL AFÁN DE
LLEGAR
|
Con Lidia Scholz (1987) |
Paralelamente a
mi salida de la Armada, se fue produciendo mi tardía salida de la adolescencia
y simultáneamente mi auto atacado destino siguió su marcha con todas las penas
y glorias de cualquier argentino que le ha tocado nacer allá lejos y hace
tiempo... ser uno de aquellos "únicos privilegiados de la argentina de
Perón" ser un adolescente que sobrevivió a revoluciones y otras cosas sin
saber el como ni el por qué y comenzar a despertar bastante después de los
veinte años, como de una pesadilla, en la que se mezclaba la sed de aprender
con las ansias de hacer y un desenfrenado afán de llegar mas allá de donde
debía.
Pero como Dios
es bueno hasta para con quienes no se lo merecen, fui avanzando a fuerza de
tropezones e incorporándome a la vida normal, la de las personas normales,
aprendiendo sobre la marcha y marchando sin aprender.
Tal vez parezca
crudo este estilo de contar lo propio sin concesiones, pero es que ahora ya no
me queda mucho tiempo para tener contemplaciones con aquel que he sido. Y digo
que he sido porque al reiterar el agradecimiento al Supremo, que fue tan bueno
conmigo y me permitió salvarme de peores cosas, encaminarme hacia una formación
a la que nunca dejaré de acrecentar y además me premió con el amor, ese broche de oro que
luciré hasta el fin de mis días y del que hablaré en especialísimo capítulo de
esta inopinada autobiografía.
HABLAR DE AMOR
|
En el departamento de RR PPde El Sol |
Hablar del amor
después de los setenta, además de ser una frase linda para el título de un
poema, es para mí cumplir con la necesidad de agradecer a la vida el inmerecido
premio que me otorgó. Entremos entonces a hablar del amor en forma directa, ese
que llegó a mi cunado menos lo pensaba y en momentos en que algunos éxitos
laborales y sociopolíticos me facilitaban aquello que creía eran éxitos en el
amor, pero que de pronto comprendí que solo fueron romances, enredos y otras
cosas con las que hice felices a algunas personas y daño a otras, pero en
cuanto a mi sentir, solo fueron una sucesión de aventuras que me apasionaron,
me alegaron, me apenaron y no se cuanto más.
El caso es que,
ahora que todo eso pasó y terminó súbitamente cuando el verdadero amor llegó a
mi vida, no agregaré más datos ni detalles, dejando ese pasado entre los
olvidos voluntarios, por así sentirlo y por respeto a quienes hice felices y a
quienes no.
BEATRIZ Y EL
PERIODISMO
|
Norberto y Ana Satillán |
Como dato
premonitorio de que el periodismo sería mi destino y, como todavía no pensaba,
tampoco pensé en que me podía enamorar de verdad y para toda la vida con la
misma persona. Pero así fue. Como suele suceder en las películas, conocí a Beatriz por casualidad, fue en una
fiesta de su familia a la que concurrí como fotógrafo (profesión que me
introdujo al periodismo y que me proporcionaba buenas oportunidades) y
tomé las fotos de la fiesta con la consabida indiferencia profesional, hasta
que llegué con mi cámara ante una hermosa joven y, sin meditarlo, con
profesional indiferencia le tomé la que sería la foto de mi vida.
Entablamos una
corta conversación en la que supe de su interés por la fotografía como
complemento de sus estudios de periodismo.
|
Cora Otamendi y Giallombardo |
Nos volvimos a
ver, tomamos café, fumamos cigarrillos baratos (yo rubios y ella negros) le di
lecciones de fotografía, le ayudé a preparar un examen de economía política y
no obstante haber aprobado aquel examen, nunca mas volvió a la Facultad de
Periodismo, Yo tampoco ingresé a ninguna facultad.
Iniciamos juntos
la carrera de amarnos y, en el momento en que escribo estas líneas, llevamos
cuarenta y cinco años acrecentando ese amor que nos dio tres hijos: José María,
Andrés y Patricio Adrián y dos nietas: Luz Florencia y Sofía. La plenitud de la
vida
Clara está, que
resulta obvio señalar que luego de tantos años bien podría considerarme
diplomado en el amor, pero como los años también traen sabiduría, me siento autorizado
a declarar que en la carrera del verdadero amor nadie se recibe y cuanto mas
aprendo, mas amo a quién sigue siendo aquella jovencita que dejó la Facultad de
Periodismo para convertirse en compañera inseparable de un periodista que en
ella encontró el amor, cuando todavía no sabía que sería periodista.
POLÍTICA Y
PERIODISMO
|
Norberto con Caballero |
Volviendo a los
tiempos de mi infancia, transcurrida cuando los niños éramos "los únicos
privilegiados" y los mayores marchaban en su gran mayoría encolumnados
detrás de las consignas de "Perón-Evita" recuerdo la situación que mi
visión de niño captaba, con mi madre siempre temerosa de que a papá le
ocurriera "algo" porque el viejo fiel a sus convicciones de obrero de
la década infame, conservaba una rebeldía nata contra las imposiciones que se
dictaban desde los poderes y, además de pronunciarse siempre en contra de
"el descuento" del salario correspondiente al día del trabajador, que
obligatoriamente era donado a la "Fundación de Ayuda Social María Eva
Duarte de Perón" también, con el puño izquierdo en alto, en su original
semi italiano proclamaba "...
bandera rosa triunfará...
Pero aquellos
aprietos no me inquietaban mas allá de ver el temor de mi madre, ya que mi
padre solamente verbalizaba su pensamiento desde lo intelectual, no militaba en
ninguna agrupación contraría
al gobierno y el gesto izquierdista no pasó de un mero desahogo espiritual que
me dejó, a medida que pasaban los años, la enseñanza de meditar los impulsos
ideológicos, antes de convertirlos en convicciones.
La hora de la militancia me alcanzó antes de cumplir los veinte años,
cuando todavía estaba enrolado en la Armada. Fue poco después de la caída de
Perón y, tal vez por mí nunca asimilada vida entre los militares, me inicié en
política, participando en la creación del Sub
Comité Villa Urquizú, de la entonces Unión Cívica Radical del Pueblo,
liderada por Ricardo Balbín y Crisólogo Larralde, a quién conocí personalmente
porque en el mencionado subcomité, también participaba su hermano
Juan.
EL MILITANTE
Y así, la
actividad me fue llevando a ser un militante juvenil antes de que se
reorganizara la Juventud Radical. Siendo una de mis especiales y casi
exclusivas tareas, las de ser siempre el secretario de prensa y el locutor de
los actos.
De esos tiempos
de militancia, rescato la situación coyuntural que me tocó vivir durante la
división del radicalismo, ya que el adoctrinamiento que recibía de mis
dirigentes me hizo ver a Arturo Frondizi
y sus seguidores de la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) como de
otro partido. Solo los años, la lectura y las experiencias vividas me
permitieron ubicarme en la realidad de que yo estaba en un Partido Político
fraccionado, en el que las dos fracciones reivindicaban por igual a Leandro
Alem y a Hipólito Yrigoyen.
|
E. Tomero |
Perfeccionando
mi propia militancia y llevando adelante los postulados que me llegaban de los
patriarcas, fui modelando mis convicciones de radical.
Me tocó estar al
lado del último caudillo del sur bonaerense, el recordado "colorado" EstebanTomero. Durante la presidencia
de Arturo Illia llegué a ser Secretario General de la Juventud Radical de
Quilmes, participé de los albores del "alfonsinismo" siendo
integrante de aquel prominente Movimiento de Renovación y Cambio que llevó a
Raúl Alfonsín a la Presidencia y también pertenecí a la histórica Junta
Coordinadora del radicalismo, donde combatíamos solamente desde la
intelectualidad.
Esos fueron
tiempos de intensa actividad que, con el tiempo comprobé que me perjudicaron en
el desarrollo económico de mi vida, porque de la política nunca viví ni saqué
especiales dividendos, solo obtuve - en diciembre de 1963 - un cargo de simple
empleado en la Municipalidad de Quilmes, en la que con los años hice la carrera
administrativa, transitando el escalafón hasta llegar a la categoría de
Director, eso fue cuando asumió la Presidencia de la Nación Raúl Alfonsín y el
Intendente Municipal fue Eduardo Vides. Allí, en 1983, cunado ya era Jefe de
Departamento, fui ascendido al cargo inmediato superior, ocupando la
Dirección de Prensa, Relaciones Públicas y Ceremonial.
FÉLIX GONZÁLEZ
IRIGOYEN
Aquí vale una
digresión para esclarecer una situación propia de aquellos tiempos. Vides, el
Intendente que me designó Director de Prensa, había sido Concejal por la UCRI y
por tanto opositor a la UCR del Pueblo, a la que yo pertenecía, pero en 1983,
se terminó la división y todos los radicales nos unimos en torno a la figura de
Raúl Ricardo Alfonsín.
No quiero
terminar este brote de radicheta sin dejar de mencionar que en mi formación de
periodista, mucho tuvo que ver el doctor Félix González Irigoyen (sobrino nieto
de don Hipólito) quién con su sabiduría infinita, ha quedado grabado en mis
recuerdos como mi mejor maestro, tanto en lo técnico, como en lo intelectual y
humano.
Una digresión
saludable para mis sentimientos, es dar un espacio especial al amigo que me
acompañó durante mi período de Director de Prensa; Carlos Scott,[1] el fotógrafo de Quilmes, historiador y
coleccionista de valiosos documentos visuales, quién siempre está a mi lado
cultivando una amistad imperecedera.
LA CARRERA DE
MUNICIPAL
Mi carrera de
municipal tuvo las vicisitudes propias de los vaivenes de nuestro país,
alternándose entre períodos mal llamados militares y civiles, porque cuando
irrumpían los militares en el poder, no era otra cosa que dictaduras. La
frecuencia de estos hechos y la poca conciencia ciudadana hacía que esos hechos
se hicieran acostumbramiento que fue perjudicial para la república. Y entre
acostumbramientos y otras formas, en la comuna se fueron desarrollando
posiciones de diversas índoles. Algunas nos separaban, otras nos juntaban y
pocas nos ilustraban. Entre las divisiones, recuerdo un hecho que me ocurrió a
poco de ser nombrado empleado raso; fue la sorpresa de los entonces dirigentes
del Sindicato de Trabajadores
Municipales de Quilmes, cuando me apersoné ante ellos para solicitar mi
afiliación. No lo podían creer, estaban estructurados de manera tal que, para ellos,
quién ingresaba - como yo - identificado como un no peronista, les resultaba
impensable que pertenezca al gremio.
Los años me
llevaron a tener grandes amigos entre los compañeros de trabajo. Logré la
confianza de los gremialistas y llegué a ocupar el cargo de Secretario de Prensa en la Comisión del
gremio Municipal de Quilmes. Ahora, mientras escribo esto, soy presidente
de la Asociación de Jubilados y
Pensionados Municipales de Quilmes.
ATENCIÓN: Es esta una
fugaz interrupción al relato que estoy dando. No por fugaz menos importante,
porque además de servir para ubicar a quienes están leyendo, en el tiempo en el
cual estoy escribiendo estas legendarias historias, solo para mí legendarias e
históricas, vale para marcar un hito hasta ahora no alcanzado en mi vida. Hoy,
22 de abril de 2011, he llegado a los 75 años de edad...!
REVISTA DEL
QUILMES ATLÉTICO CLUB
Retomando el
relato, luego de la digresión, concederé especial dedicación a mi actividad periodística.
Si bien el punto de partida podría encontrarlo en las tareas de comunicación o
periodismo institucional que realizaba en la U.C.R., allá por 1958, la primera
actividad periodística que me aproximó al profesionalismo fue en 1964, cuando
llevado por mi pasión por el fútbol, tuve la ocurrencia de crear la Revista del
Quilmes Atlético Club, a la que le puse el nombre de "La Espumita" (1965/66). Vale aclarar que en esos años integré
la Comisión de Prensa y Propaganda de la Entidad cervecera y durante tres años
fui una de "las voces del estadio" [2]junto
a los locutores Carlos Gabri [3] y Alfredo Álvarez Santomé.[4]
Desde el
amateurismo periodístico participé como colaborador en medios de aquella época
entre los que recuerdo un diario de muchos aprontes y poca duración llamado "Enfoques" (de
los hermanos Giráldez) dirigido por Pedro
Costa, que no prosperó en su intento de competir con "El Sol" todavía
dirigido por su fundador don José A. Blanco, a quién conocí cuando yo era
asistente del Director de Prensa de la municipalidad y recuerdo que Blanco ni
siquiera me miraba cuando le llevaba información oficial. También la revista "Actualidad Quilmeña" (en
colores) dirigida por Antonio Cuadrado
Conde. El periódico "La Lealtad"
dirigido por Alfredo Faggiano. El periódico "El Periodista" dirigido por el inolvidable Ornar
"Clavelito" Andragnez".[5]
Y siempre
colaborando sin cobrar, abrevé en los tiempos de esplendor del Círculo de la Prensa de Quilmes,[6] al
que me asocié siendo muy joven y donde conocí y aprendí de notables
representantes de la prensa local como Ángel Albertazzi, Emilio Luchelli, David
Tolzes, Guillermo Withe, Víctor Giordano, Víctor M. Rocca, [7] que también fue destacado escultor, José
Goldar y su hijo José Abel (Tito) Goldar,[8] ambos
escritores e historiadores, José López Comendador, patriarca de la prensa de
Berazategui, José Ruzzo, legendario locutor que condujo durante mas de cincuenta
años consecutivos el histórico
programa radial "La voz del sur"
[9]por
la no menos histórica Radio Porteña de Buenos Aires.
LA RADIO
Y ya que de
radio estoy hablando, mis primeras incursiones en "el éter..." fueron allá por 1964, cuando no teníamos FM locales
y para hacer radio había que ir a la Capital. Junto con Héctor Simeoni, Daniel
Sotolano y Mauro Zaguet, emprendimos la aventura radial con dos programas
simultáneos. Uno de ellos, de información general, lo hacíamos en Radio del Pueblo, que funcionaba en la
calle Pacheco de Meló. Allí yo asumía el rol de periodista deportivo y daba la
actualidad del Quilmes Atlético Club y del Club Atlético Argentino de Quilmes.
El otro
programa, en Radio Argentina, era una auténtica aventura. Con el auspicio de
una empresa que fabricaba incubadoras, jaulas y elementos para la cría de aves,
abordábamos el tema agropecuario con gran temeridad.
Yo leía con
engolada voz artículos extraídos de la revista "La Chacra" y como
anécdota risible, recuerdo que el programa anterior al nuestro era "Entre pago y suburbio " que
conducía el famoso Miguelito Franco, quién mientras cerraba su espacio, al
vernos llegar decía: "aquí vienen los ingenieros agrónomos..."
Los años fueron
pasando, las FM llegaron a Quilmes y la primera de ellas fue "FM Sur" con la que comenzó a
formarse el Multimedios El Sol,
complementado poco después con la representación local de Cablevisión. En esta
primera emisora FM quilmeña participé haciendo comentarios y reportajes sobre
temas generales, al igual que lo hice luego ante las cámaras de Cablevisión
para la edición local de este canal; en el noticiero de "Cablevisión Sur" y en un espacio
propio que se llamó "Paseando por
Rivadavia".
EL SOL
|
Int. Vides |
Entre los años
‘80 y ‘90 tuve una década de intensa labor, las participaciones en radio y
televisión, las realizaba al tiempo en que ejercía el periodismo gráfico en el
diario El Sol, donde ingresé como
redactor, luego de haber sido Director de Prensa de la Municipalidad de
Quilmes, durante el período en que fuera intendente Eduardo Vides.
En El Sol tuve
grandes experiencias, tanto en lo periodístico como en lo empresarial, ya que
en diez años de permanencia tuve la suerte de compartir horas de redacción con
el siempre recordado Romeo Roselli, [10] con el consagrado gran periodista de
Quilmes, Pedro Navarro y los gratos recuerdos se extienden a Eduardo Menscaldi,
Alfonso Capello, Virgina Trombetta, Miriam Várela, Fabián Clinaz, Luis
Saavedray otros que junto a quienes nos hacían la fotos como Carlos Yodko,
Jorge Calvo, Roberto Baratía, Javier Livetti y Silvana Livigna, conformaron un
cuadro de profesionales capaces y solidarios.
Pero el destino
me llevó a asumir otras responsabilidades en el diario, donde también ocupé
cargos de conducción empresarial hasta que me retiré luego de haber sido
Secretario de Relaciones Institucionales, Gerente General, Director
Periodístico y también Presidente del Directorio de la Sociedad Anónima
propietaria de ese medio.
Felizmente, pese
a los difíciles avatares que se dieron en aquel ya multimedios, salí de El Sol
con absoluta limpieza y vivo la felicidad de haber dejado un buen recuerdo.
AFUERA DEL
TRAJÍN
Y así llegó la
hora de jubilarme y, luego de haberme tomado casi dos años sabáticos (me fui al
campo a dedicarme al hobby de la avicultura) volví a la ciudad y al
reencontrarme con el trajín del que me había alejado creyéndolo una etapa
cumplida... emprendí otra etapa... volví a la radio.
Fue en "Quilmes FM Stereo" que luego de
pasar a manos de Pedro Navarro, en cuya transacción participé, pasó a tener su
actual denominación de "Radio Quilmes" modificación de nombre del que
también participé.
Estuve (y siento
que sigo estando) en la redacción de "Nuevo
Horizante" y el 27 de agosto de 2004, fundé el periódico "Bernales" con una edición gráfica
de aparición mensual y una edición virtual: www.periodicobernales.com que por Internet puede leerse en todo el
mundo.
Y cuando creí
que ya nada nuevo me quedaba por emprender, mis alegrías de abuelo se acrecientan con
el surgimiento de mi nieta Luz como escritora y precoz periodista a los ocho
años de edad. Así que no dudé en apoyarla y juntos creamos el 25 de Mayo de
2012, el diario infantil virtual "Luces"
al cual se puede acceder por www.lucesadiario.com Allí todo lo que se lee está escrito por
ella.
ATENCIÓN: Este nuevo apartado
tiene la especialísima alegría de anunciar que hoy, 15 de Junio de 2011, ha
nacido Martina, mi tercera nieta, que junto a Luz (19/12/2004) y Sofía
(22/07/2007) conforman la trilogía de mis adoradas princesas (mis pancatusas)
Con un poco de
atraso, festejé mis "bodas de diamante con la vida”. El 12 de agosto de
2011, Beatriz y yo tuvimos la dicha de reunir a los tres hijos, las tres
nietas, nuestras respectivas familias y amigos, en una fiesta inolvidable donde
reunimos aproximadamente noventa comensales.
¿SERÁ NENA...
SERÁ VARÓN?
... a pocos meses de haber nacido mi tercera nieta, recibí la
noticia que la cuarta está en camino... ¡Es varón...! Así lo han
confirmado las ecografías. Los médicos pronostican que podría nacer el 17 de
octubre... ¿Le pondrán Juan Domingo?...
Con esta noticia
me nacen las dudas de si estaré en condiciones de patear con él una pelota
dentro de dos o tres años...
Tomado de la autobiografía realizado
por Norberto Giallombardo
y compilada por Chalo Agnelli
NOTAS
[1] Ver en el blog EL QUILMERO del jueves,
3 de marzo de 2011, “PERPETUANDO LA IMAGEN -
LOS 84 AÑOS DE CARLOS SCOTT – HOMENAJE”
[2] Norberto Giallomabrdo fue el tercer locutor del estadio cervecero,
después de los nombrados.
[3] Locutor del Q.A.C. sucesor de Omar “Clavelito” Andragñez.
[4] Fue director de cultura de la municipalidad de Berazategui, además de
maestro de locución de Giallombardo.
[5] Ver en el blog EL QUILMERO del
miércoles, 6 de junio de 2012 “OMAR ANDRAGNEZ,
‘CLAVELITO’. HOMENAJE A SU LABOR EN LA LOCUCIÓN”. PRODUCCIÓN ALEJANDRO RE. 1991
(Clavelito) y del miércoles, 6 de junio de 2012,
“EL DIA DEL PERIODISTA - OMAR ROBERTO ANDRAGNEZ, CLAVELITO”
[6] Ver en el blog EL QUILMERO del
viernes, 15 de julio de 2011
EL CIRCULO DE LA PRENSA DE QUILMES
[7] Antonio Víctor Manuel Rocca
[8] Ver en el blog: EL QUILMERO del
sábado, 3 de diciembre de 2011 “LOS GOLDAR”
[9] Ver en este blog, martesdel 7 de
junio de 2011.- DÍA DEL PERIODISTA - MARIANO
MORENO - JOSE RUZO Y “LA VOZ DEL SUR”
[10] Ver del viernes, 8 de enero de 2010.-
ROMEO ROSELLI, "¿PROFESIÓN? - PERIODISTA" - HOMENAJE
FUENTE:
Suplemento del diario El Sol: "60 años informando": 1º/11/1927 - 1º/11/1987
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