viernes, 28 de diciembre de 2012

CLUB S. Y D. J. B. ALBERDI - 75 AÑOS EN LA COLONIA

por Chalo Agnelli

Lo fundaron el 2 de marzo de 1940. Cuatro meses antes que el vecino Club 21 de Julio (A. Baranda e/San Luis y San Juan) y simultáneamente a la creación del Club 12 de Octubre (Av. 12 de Octubre e/M. Quintana y B. de Irigoyen)

Hoy parecen tan cercanos estos clubes, unos de otros, pero si se recuerda que en ese entonces - 70 años atrás - eran pocas las calles pavimentadas de este lado de las vías, las veredas semejaban senderos cuasi selváticos y las bocacalles, si no tenían oscilantes puentes o pasos de piedra en las esquinas - por lo general provistos por la misma vecindad -, se requería la destreza de un atleta para sortearlas. Todo alrededor era barro, zanjas, baldíos e intempestivas sabandijas. Luz, sólo una lamparita mustia en las esquinas. De modo que el vecino intentaba que los lugares de esparcimiento estuvieran próximos a sus hogares
  Eran los años del tango. La gente se había apasionado a tal punto con esa música que no ponía reparos en crear agrupaciones que les permitiera reunirse para practicarlo.
Cuenta doña Adela Chacón de Lloret que un conjunto de amigos se encontraba para fraternizar unas veces a las puertas del almacén Alberdi y otras  frente al almacén llamada Las huellas de tu progreso, de José Di Blasi. Esto generaban molestias a los comerciantes, entonces enterado Raúl Chacón que don Vicente Carallo tenía una casa deshabitada en Larrea 329, entre San Luis y Oliveri, [1] la alquiló y allí se reunían estos muchachos a jugar a las cartas, la lotería de cartones, Raúl y Félix Maestre tocaban la guitarra y cantaban y así se fue gestando el Club Alberdi, el 2 de marzo de 1940. Fueron sus fundadores: Enrique Ameri, Raúl y Alberto Chacón, el Negro Delgado, Poroto Gómez, Tino Herrera, Gildo Legresti, Cholo, Chiquito y Tito Lloret, Santiago y Félix Maestre, Pancho Maura, Pedro Montes de Oca, Roque Pafundi, Luis Sánchez, Ángel Scarchieri, Luis Vidal y Ernesto Zacone.
Luego se agregaron: Ángelo Furloni, Manuel Mariño, Felipe de Armas, Alberto Fernández, Américo Radozsta, Germán Romo, Pablo Paggi. Y le siguieron el Sr. De Toro, Francisco Maura, José Di Blasi, Pedro Rivero, Francisco Corallo, Jorge Monteagudo, Amandi Belarmino, Manuel y Nicio Romo, Joaquín Sánchez, Hugo Herrera, Bernardino y Héctor Ulibarri, Ángel Manzano, Plácido Donato,[2] César Cola, Nicolás y Manuel Catalán, Alberto Larramendi, Alberto Brites, Alberto Vargas, Edagdo Pafundi, los Sres. Noel, Antolín, Barchi, Calvosa, Domingo y Nino Sorrente. 
Viejo escudo sobre la puerta de la calle Larrea
Escudo sobre el frente hacia la calle San Luis
EL PRIMER BAILE 
Una de las primeras veladas danzantes multitudinarias se realizó el 24 de febrero de 1941, así lo cuenta Teto Sánchez: Allí está la casilla de los Carallo, constituida en sede social (la primera) del C.S. y D. Alberdi. Con su cancha de bochas; la pista de baile, con piso de tierra bien regado y alisado a rodillo antes de comenzar la reunión. Con el parlante colocado en la punta superior de un "palo de luz"; con "su tabicado de arpillera (bolsas) pintado a la cal; con los bancos dispuestos sobre los laterales y destinados al uso casi exclusivo de las "mamas" acom­pañantes. Y antes del baile, está el "espiquer" (sic) u hombre del micró­fono, que pueden ser, a su turno, tanto Lucho como Ruano, el Be­be Romo, o cualquier otro que se animara. Y cualquiera de ellos con el anuncio: SOCIOS Y SIMPATIZANTES DEL C.S. y D. AL­BERDI, LA SUBCOMISIÓN DE FIESTAS DE LA INSTITUCIÓN TIENE EL
AGRADO DE INVITAR A UDS. A LA GRAN REU­NIÓN DANZANTE QUE SE REALIZARA EN NUESTRA SEDE SOCIAL DE LA CALLE LARREA Nro. 329, QUILMES, HOY SÁBADO 24 DE FEBRERO DE 1941, A PARTIR DE LAS 22,- HO­RAS, Y QUE SERÁ AMENIZADA POR LAS MAS SELECTAS GRABACIONES FONOELÉCTRICAS DEL MOMENTO. Y NO OLVIDE QUE PARA LAS PRÓXIMAS FIESTAS CARNESTOLEN­DAS REALIZAREMOS 8 GRANDES BAILES DE DISFRAZ Y FANTASÍA, QUE HEMOS DENOMINADO "La cárcel de Piantadino" NO DEJEN DE CONCURRIR CON SU FAMILIA, A CON­TINUACIÓN HAREMOS ESCUCHAR A UDS. DOS HERMOSAS PIEZAS MUSICALES: EN PRIMER LUGAR POR ENRIQUE RODRÍGUEZ Y SU ORQUESTA, EL FOXTROC "AMOR EN BUDAPEST", Y LUEGO, POR LA ORQUESTA DE JUAN D'ARIENZO LA MILONGA "LA PUÑALADA". Y comenzaba la música, y también los preparativos: lavar la pista, organizar el buffet y la boletería.[3]
El siguiente evento danzante fue en terreno más firma, el salón de actos del palacio municipal el 5 de julio de 1941. Para este baile se contrató la orquesta que encabezaba el compositor E. Rodríguez con quien actuaba el vocalista Armando Moreno.
Cuenta una socia y antigua vecina que junto al Club, en la casa de San Luis 464, vivían don José Vidal y su esposa doña María Menoyo; fue don José el primer buffetero de la institución y, para concretar el evento mencionado, intercedió ante su compadre don Jesús Raygarde, mayordomo del Palacio Municipal (hoy Casa de la Cultura), también vecino - vivía en San Luis 468 - para que, a su vez, intercediera ante el comisionado municipal Dr. Alberto Valdez y obtuviera la autorizaran del uso del Salón Amarillo (hoy de Los Espejos) para el evento danzante; objetivo que se concretó positivamente.
El primer presidente del Alberdi fue Manuel Matos y se sucedieron: Salvador Palermo, Salvador Sorbelo, Pablo Paggi, Alberto Sánchez, Miguel Luis Antano y Francisco Antano, Alejandro De Toro, Joaquín Sánchez.
Abrió sus puertas en San Luis y Larrea, esquina en la que había un almacén llamado 'La huellas de tu progreso', de José Di Blasi, donde hoy funciona la entidad. Comenzó su trayecto en una casa alquilada a don Vicente Corallo, en Larrea 329, entre San Luis e Int.  Oliveri. Allí se hizo una pista de baile con piso de tierra y una cancha de bochas. Se realizaban bailables y grandes matinées. 
En esos años la calle San Luis aún se llamaba Alberdi, como del otro lado de las vías, de ahí el nombre del Club. Tal fue también el caso del Club Alsina que se fundó sobre la actual calle Pellegrini, en ese entonces llamada Alsina, de este lado de las vías.
Hasta fines de la década del `60 el Club no poseía sede propia, de modo que tras exitosas kermeses animadas por figuras populares como Sandro, Violeta Rivas, Néstor Fabián, etc., se adquirieron dos lotes en la calle San Luis entre las de Vélez Sarsfield y Blas Parera, con el fin de levantar la sede social. Pero el proyecto no era viable por lo costoso así que se resolvió vender los lotes y adquirir la propiedad donde funcionaban en la calles San Luis esquina Larrea. Eran tres lotes con sus respectivas construcciones.
 
“La constante dedicación, sacrificio, honestidad y cariño puesta de manifiesto sin excepciones por esta gran familia Alberdiana posibilitó la adquisición de una finca lindera frente a la calle San Luis,” de la familia de Francisco Vidal. Cuenta Carlos A. Monteagudo en su “Referencia con relación al crecimiento de la Institución”. [4] Allí se construyó un gimnasio de 400 m2. 
LA MARCHA DEL CLUB 
En un baile organizado en los Bomberos Voluntarios de Bernal tocaba la Característica del recordado amigo Carmelo Pellegrini quien junto con Floreal Maderal compusieron la marcha del Club Alberdi y allí se presentaron por primera vez estas letras:  “Deportivo Alberdi / triunfador en mi ciudad / todos juntos siempre unidos / a tu férrea voluntad./ Deportivo Alberdi / esta marcha te ofrecemos / para que tu nombre brille / por toda la eternidad./  Deportivo Alberdi / las victorias que has logrado / dejan tu nombre grabado / para no morir jamás./ Deportivo Alberdi / en el mástil de la gloria / siempre flamean tus colores / y en pos de los triunfos vas.” 
La comisión directiva del período 3 de marzo de 1985 al 3 de marzo de 1987, estaba integrada de la siguiente forma: presidente, Raúl José Mazariegos; vicepresidente, Felipe Antonio Saglimbeni; secretario, Óscar Aníbal Romo; pro-secretario, Francisco Alberto. En 1985
En 1986 se adquirió una casa, propiedad de don José Vidal y doña María Menoyo de Vidal, San Luis 464. En San Luis 466 vivían doña Marta y don Jesús Luna y a continuación la casa de Felicidad ‘Fele’ Vidal y Antonio ‘Aroño’ Rainieiri, donde en 1988 se instaló la Biblioteca Popular Pedro Goyena.
En 1991, volvió a asumir la conducción don Raúl J. Mazariegos acompañado en la vicepresidencia por Alberto De Armas; secretario, Roberto Caputi; prosecretario, Omar Corallo; tesorero, Alberto Sánchez,  protesorero, Osvaldo Sampayo; vocales titulares: Carlos Monteagudo, José Noel, Daniel Komarnicki y Juan Beltrán: vocales suplentes: Felipe Saglimbeni, Rubén Sampayo, Julián Rodríguez y Oscar Maestre; revisores de cuentas: Mariano Castro, Jorge Rainieri, Guillermo Santa Rossa, Genaro Issino y Alberto Raguni.
Se reconocen apellidos que se repiten a lo largo de los años y era el carácter familiar que atesoraban estos clubes como sustento inherente a su duración.
La Biblioteca Popular "Pedro Goyena", que desde hace 30 años alberga el Club en comodato, enriquece el servicio barrial con un trayecto cultural y educativo de notable trascendencia, en instituciones de este tipo.
"LA ESQUINA DEL ÁNGEL"
Deambular de recuerdos por las calles hoy asfaltadas del viejo ba­rrio anudan, en la memoria, relicarios de lejanías y recuerdos que pueden dibujarse a la sombra misma de nuestra silueta mientras la luna de siempre programa una imagen distinta a la de aquellos pan­talones cortos que delimitaban la barrera entre la infancia y la vida dura.
Debajo del asfalto de hoy esta todavía la tierra y el barro de la cruz de San Luis y Larrea esquina trasnochada por los fantasmas de quienes se sentaron alguna vez frente a la vereda del club Alberdi, en lo de Maestre, o en lo de Pepito (después "en lo de Carlitos Monteagudo") o en lo De Gabio (hoy carnicería trajinada por Rubén, el hijo de un zorzal de vieja estirpe tanguera).
Ayer caminaba yo sobre mis sombras cuando percibí, como en un sueño, el susurro de un diálogo olvidado. Allí estaba, centinela en su vigilia peregrina, un misterioso personaje que canalizó muchas de mis inquietudes juveniles. Siempre quise saber ¿qué se escondía den­tro, detrás, en la profundidad de aquel anciano de cabellos blancos, idioma itálico poco legible, que encerraba una personalidad de mís­tico filósofo de milenarios océanos inexplorados?
P.Donato
Ángel Ferloni, "Don Ángelo" para la plebe de risueños esquineros del Alberdi debió haber sido en su juventud, si alguna vez la tuvo, un estudioso de la astronomía, un autodidacta en búsquedas de co­sas existentes y escondidas o de partículas inexistentes pero al al­cance la fértil imaginación y la traviesa fantasía de un creativo.
Pocos como yo, y de ellos me jacto, convivimos con aquel filóso­fo de esquina rea, largas charlas de anocheceres inciertos a los que alguna vez se adhería otro personaje vestido con mameluco azul, de quien se decía era un frustrado estudiante de medicina (gran proe­za para el barrio porque por aquellos tiempos llegar a terminar la primaria era toda una hazaña) que venía de Buenos Aires y que se había radicado en el lugar
huyendo de alguna falencia del pasado, y alguno que otro muchacho de la barra que solía sonreír pícaramente cuando Don Ángelo desparrama su dialéctica ilegible hablan­do desde Platón hasta Mussolini y buscando en el cielo alguna estre­lla como punto de referencia de su pasión por el infinito.
Y aquella esquina guarda en su antigua cruz de barro la nostalgia de las barras que se acunaron en la intemperie de sus tardes mientras las bolas del billar se estrellaban esperando, en el interior del club, la voz del "STOPP!!!" con la cual Don Manuel ponía punto final, inexorable y salomónico, a las reñidas partidas donde se sacaban chis­pas los más avezados jugadores del barrio. Allí Don Ángelo sigue vigente custodiando el carnaval y los bailes al aire libre y su poética filosofía de entrecasa lo agiganta como legendario juglar de consue­tudinarios jeroglíficos que sólo podrán ser descifrados cuando los hombres tengan el privilegio de poder unir el espíritu de la juventud con las vivencias de la vejez, (corazón de niño y razón de anciano).
En la esquina del Ángel solitarias mariposas nocturnas se con­
vierten en estrellas titilantes mientras el viejo filósofo (linyera, mer­cenario, vagabundo o qué sé yo...) cabalga en sus nubes y me sigue contando al oído que allá en el firmamento esta la única verdad de este mundo donde quienes nos creemos gigantes somos solo míni­mas e insignificantes partículas de algo. Plácido Donato, para el Club Social y Deportivo Alberdi segundo hogar de mi añorada infancia. Octubre de 1986. [5]
La casa donde funciona la Biblioteca Popular Pedro Goyena desde hace 27 años fue adquirida en 1986. Era de don José Vidal y doña Maria Menoyo de Vidal; San Luis 846 (ex 464)
 Raúl José Mazariego (3/3/45 - 11/12/95)
"Quizá porque asumen en la vida el rol de ser protagonistas y deban dejar en el cambio lo fácil y placentero, hundir en las entañas e intemperies de cada realidad el fuego de sus sueños y hacer de cada instante un ineludible compromiso vocacional, Raúl Mazariego, para Pochola y otros "Don Raulito", dejó escrita su historia pese al corto tiempo que a algunos elegidos les resulta más que suficiente para edificar su inmortalidad." (Plácido Donato, 1996)
Libro realizado por don Juan Arrestía en 1987

Investigación y compilación Chalo Agnelli
FUENTES 
Agnelli, Chalo. "La Colonia de Valerga - Crónica social del segundo barrio de Quilmes" Ed. Tiempo Sur. Quilmes 2011.
Arrestía, Juan. "Club Social y Deportivo Alberdi - 1940 - 2 de marzo - 1987 Nuestra Historia" NOVA/editora Quilmes, 1987.
NOTAS

[1] Calle que se llamó Alberdi hasta el 29 de diciembre de 1928 en que cambiaron de nombre las calles que se continuaban al este y al oeste de las vías del ferrocarril y se la bautizó Mendoza y luego Int. Oliveri. 
[2] Prestigioso escritor y libretista televisivo quien conservó  su casa natal en el barrio hasta su fallecimiento.
[3] Arrestía, Juan. “Club Social y Deportivo Alberdi – 1940 – 2 de marzo – 1987”. Pág. 45 a 47. Ver biografía en este blog. 
[4] Ídem. ant. Pág. 48 
[5] Ídem ant. Pag- 43/44

2 comentarios:

Alberto Oscar dijo...

..La casa adquirida en 1986 fue la de don José Vidal y doña Maria Menoyo de Vidal..San Luis 464, eran mis abuelos,y donde vivió mi madre Alicia hasta su casamiento..en ese domicilio viví durante 4 gloriosos años (1967 / 1970)..cuantas zapatillas gaste jugando en ese asfalto frente al club, con Raulito Herrera, Huguito Maestre, Daniel Rngugni, Oscar Romo...el loco Ruben de la carniceria, el "Pato" Jorge Donato...que lindo barrio, cuantos recuerdos..para mas referencias en San Luis 466 vivian doña Marta y don Jesús ( fue mayordomo de varios intendentes de Quilmes en los años 20 hasta 50) y despues venia la casa de mi tia Felicidad (Fele) Vidal y Antonio (Aroño) Rainieiri, donde actualmente funciona la biblioteca del club...gracias por los recuerdos...a miles de kilometros de mi querido barrio, les mando un abrazo...Alberto

Alberto Oscar dijo...

Sr. Chalo Agnelli, entre los fundadores del Club Alberdi fué omitido el nombre de mi abuelo, José Vidal, que vivía al lado del club, en la casa de San Luis 464, casado con doña María Menoyo. Mi abuelo fué participe de la fundación del Club, como también fué su primer "buffetero" durante más de un año, y como anécdota, quisiera informarle que el evento bailable del día 5 de julio de 1941, realizado en el salón de actos del Palacio Municipal, fué organizado en el citado local por la participación de mi abuelo, quien era compadre de don Jesús Raygada, mayordomo del Palacio, padrino de mi madre, y quien vivía en San Luis 468, y don Jesús intercedió ante el intendente de la época para solicitar la realización del evento en el salón. La fuente de esta información es fidedigna, relatada por mi madre (90 años) y con una memória notable.

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