En esta pintura social que son los clubes y centros sociales
y culturales de la Colonia no puede faltar El Centro Social Sirio-Mardik. [1]
Esta comunicad tuvo una sólida presencia en el barrio.
Comunidad que supo adquirir los títulos de ciudadanía que en la Argentina no se
le negaron nunca a nadie de “buena
voluntad” desde que así lo fundó el Preámbulo de la Constitución Nacional
de 1853.
Siria es uno de los estados árabes del levante
independizados del colonialismo francés en 1946, después de las aguerridas
luchas de por su libertad. A 1800 metros sobre el nivel del mar se halla
Mardikl al SO de Alepo, donde se rememora el ayer romano de la región también
rosada por el imperio otomano.
Un 9 de julio de 1939 un grupo de inmigrantes
sirios-mardikl, motivados por los festejos de nuestra independencia, que ellos todavía
no habían podido concretar, crearon un Centro Social para la preservación de su
cultura nativa y la formación y educación en sus tradiciones. Los fundadores
fueron el Alfredo Zacarías, J. Moussalli,
Dicram Tazbaz, K. Tarzibachi, Jacobo Estepo, J. Katurchi y Jamil Kalala que
reunidos en el domicilio de este último, conformaron la primera comisión
directiva integrada de la siguiente manera: presidente, Jamil Kalala; vice,
Jorge Tarzibachi; secretario, Alfredo Zacarías; porsecretario, Dicram Tazbaz;
tesorero, Jorge Katurchi y vocales, Jorge Moussalli, Jacobo Estepo, Naim
Derbogosiam y Emilio Chua.
El accionar de los paisanos fue inmediato. Se llevó a cabo
un amplio programa de actos, fiestas y
encuentros que nunca estuvieron circunscriptos a los miembros de su
colectividad, sino que se abrieron a todo el barrio, que participó con
espontáneo gesto. Las manifestaciones de cultura y entretenimiento se
alcanzaron con conferencias y la creación de un ámbito de juegos de salón para
que los socios se reunieran a compartir charlas intrascendentes y experiencias
de vida.
Concretaron una biblioteca con 250 ejemplares con
bibliografía en lengua natal y autores nacionales fundamentales a los que
recurrían mensualmente poco más de un centenar de lectores. También formaron un
elenco teatral que hacía puestas en su
lengua natal y en castellano para sumar una concurrencia heterogénea. Los
primeros actores fueron: J. Akmardano, Elías Halak, Jorge y Farida Zacarias,
Antonio Abiad.
Entre las muchas familias que tuvieron un papel protagónico
por varias generaciones en la fundación y logros de la institución comunitaria
se destacaron los Zacarias y los Kalala.
En 1958 conducían los destinos del Centro: Oirit E. Kalala,
secundado por Jorge Ahmardacno, José Diarbaquirli, Jorge Katurchi, Basilio
Bozadjie, Miguel, Anis y Jorge Zacarías, Eduardo Georges, Elian Skife, Antonio
Abiad y Jorge Moussalli. Había una subcomisión de cultura y fiestas que integraban: Jamil Kalala, Emilio Chua,
Salvador Diarbaquirli, Alfredo y Ramón Zacarias, Hikmat Bozadjie, Karim
Kadadhi, Miguel Dekmak, Michel Georges,
Jorge Ego, Fowzi Tazbaz y Gabriel Zourak.
Con los años alcanzaron dos logros fundacionales, el de la
sede social propia en la calle Entre Ríos y la escuelita, mantenida por el
Centro. El objetivo de la escuela era enseñar la lengua a los hijos argentinos
de los inmigrantes sirios. Estaba a cargo del profesor Michel Georges y entre
sus numerosos alumnos se destacaron Nelly Kalala, Lidia, Martha, Farida, Ramón,
Alfredo y Antonio Zacarias, Jorge Kartuchi, Michel Ahmard Vacuo, Aida y Naim
Abiad, Antonio, Alberto y Jorge Angelian.
El Centro Social Sirio-Mardikl tuvo más de 200 socios y
superó exitosamente los 50 años de existencia.
Investigación Ch.Agnelli
en "La Colonia de Valerga" Ed Tiempo Sur. Quilmes, 2010
[1] V. El Sol, del 19/7/1950.
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