Finaliza el primer gobierno de Yrigoyen durante el cual la Argentina dio un salto real hacia el futuro. Marcelo T. de Alvear comienza su presidencia. Hay un importante crecimiento industrial. Crece la corriente inmigratoria de posguerra. La sorpresa son la gran cantidad de automóviles que recorren las calles del país. Brasil gana el Campeonato Sudamericano de Fútbol, la Argentina cuarta. Firpo derrota a Jim Traccy. Matos Rodríguez compone "La Cumparcila". Benito Mussolini inicia su apogeo político en Italia.
MÁXIMO DIRECTOR-PROPIETARIO
Muy pronto, Bernabé Salaberry, por diferencias insalvables, deja la dirección DE "Crónica" en manos de su hermano quien continúa al frente hasta poco antes de su muerte.
Raúl Giácomo, compañero de tareas de Máximo Salaberry, durante varios años, en ocasión de cumplir el diario 25 años decía: "Es siempre tarea lírica la fundación de un periódico lugareño."
Ese mismo año otros periódicos nacieron en el partido de Quilmes: 1º.- el 14 de julio "El Plata" dirigido por Emilio Mauri Casabal; 2º.- "La Colonia" en el barrio de ese nombre, con sede en la calle Córdoba y Andrés Baranda, dirigido por Eloy Numa Damonte, luego intendente local; 3º.- la revista "Vida Nuestra" dirigida por Valentín Zamora; 4º.- el periódico conservador "La Reacción" de Manuel A. Huisi y 5º.- la revista del Centro Comercial de Quilmes que dirigía José Rosso. Todos de corta existencia.
"Crónica", en cambio, subsistió con la claridad de criterio de su director y la autenticidad y compromiso de su función de divulgador local consecuente con el quehacer comunitaria.
En el período de organización de los pueblos aparecieron figuras con empuje progresista que utilizaron las páginas de un periódico para divulgar su convencimiento que el progreso era el objetivo. Así fueron el Dr. José Antonio Wilde con “El Progreso” y Pedro Giménez a través de "El Quilmero” (1875-1889)
Salaberry fue el cronista que pintó minuciosamente los sucesos que determinaron el crecimiento civil, político, económico, social y cultural de Bernal y de todo el partido de Quilmes.
Sus primeros números retratan a los vecinos referentes de su comunidad: Carlas Braggio, propulsor de la radiotelefonía, Mauricio Zubieta, ambos de la Asociación de Fomento; Vicente Vaccaro, también periodista, corresponsal local del diario "La Prensa"; Santiago Vezzulla, presidente de los Bomberos Voluntarios; Arturo Pedemonte, de la Compañía Central de Seguros; Francisco Armesto, propietario del cine-teatro Regina; las familias que prestaron un gran número de miembros a todo el espectro del quehacer comunitario como los Pozzo, Bagú-Abadié, De Carli, Sanguinetti, Caffarena, Lucich, Tassano, Bozzo, Lombardo-Cichero, Karinkanta-Ferrazzuolo, Angelino; los deportistas de la época como los hermanos Giache en el ciclismo, Pedro Malgor en el automovilismo, Bradley en vuelo en globo, Carlos Clark en el fútbol; en el quehacer cultural dando reseñas de las actuaciones de Ricardo Passano (2/9/1922), la soprano quilmeña Luisa Bertana y el barítono local Pedro Galetto, la poesía de Adela García Salaberry; las instituciones señeras: la Asociación de Fomento, los Bomberos, el Hospital, instituciones de las que Máximo Salaberry fue puntal y fundador del Centro Comercial e Industrial de Bernal, el Club de Estudiantes; y el "Honor y Patria", los conservatorios "Williams" dirigido por Amelia Piaggio y el "Rossegger" en 9 de julio 43; el desarrollo productivo de empresas como "La Panificadora" de Jorge Amat y Jaime Monserrat, que se hallaba en Zapiola 52; la fábrica de mosaicos "La Vasconia" de Simón Nájera en San Martín 484; y el comercio: la panadería "La Moderna" de Felipe Yameti en Belgrano 393, la zapatería de la viuda de Nietro, "La Angelical” en 9 de julio 65, la dulcería y fábrica de pastas "El Misto" de Pons y Bugatto en San Martín 724, el quiosco de la estación de José Micone.
Sus páginas dan una detallada relación de los carnavales de 1923 y 1924, que superaron generosamente a los de la ciudad cabecera, Quilmes; sobre la curiosidad que despertaron las primeras mujeres al volante por las lodosas y desiguales calles del pueblo, Sara y Emilia Bo. Pero no se quedó en el pueblo, sino que se difundió por todo el Partido. La figura de Máximo Salaberry adquirió consideración y respeto en la gente de Berazategui, Ezpeleta, todos los puntos cardinales de Quilmes, sus barrios, Los Hornos (hoy Bernal Oeste), La Paz, Don Bosco y Bernal mismo.
"Crónica" publicaba anualmente un número extraordinario con abundante material gráfico y literario. Poseía talleres propios. Fueron sus cronistas, redactores y colaboradores: las poetas bernalenses Raquel Adler y Adela García Salaberry, Tomás Aguilar, Juan Carlos Buceta Basigalup, Raimundo Calcagno, Julio Faggiano, Amilcar Lami, Américo Penzi, César Premoli, David Tolzes, el reportero gráfico Santiago de la Fuente.
Eran administrador Santiago Oppido y Francisco Urtasum. Fueron secretarios de redacción: A Lamí, A. Penzi y R. R. Calcagno.
Recorrer las páginas de este periódico pone al lector en época. Permite conocer las posibilidades y carencias de los hombres y mujeres que transitaban por las calles de Bernal entre 1921 y 1969, año en el que "Crónica" hizo silencio ante la indiferencia de las nuevas generaciones que iban perdido la identidad local ante el crecimiento poblacional, urbano y tecnológico de la zona surbonaerense.
En 1914, su hermano Bernabé había fundado y dirigido una revista llamada “La Democracia” de la que Máximo no fue parte. Los hermanos tuvieron diferencias y Bernabé envió una nota al diario “El Sol”, fechada el 4 de enero de 1940 que apareció el día 24 de ese mes, señalando el error que se difundía con respecto a quien era el propietario el periódico “La Democracia”, pues el nombre de Máximo tenía mayor eco en la comunidad.
“Crónica” hizo historia además de vivirla. Máximo Salaberry salvó todos los obstáculos y llego a darle vida a su periódico signado por la virtud de la constancia.
Entre su incansable acción social, fue cofundador del Círculo de la Prensa de Quilmes, el 4 de julio de 1949, junto con Jorge Barton, Juan Carlos Buceta Basigalup, Horacio Colucchio, Alfredo Faggiano, José M. González, Víctor Manuel Rocca, Jaime de La Fuente, David Tolzes, el Prof. Francisco Urrestarazu, La sede se hallaba en la calle Manuel Quintana 709.
El primero de los periodistas de Bernal falleció a muy temprana edad, tenía 57 años, su esposa Elena Kovachevich siguió durante un breve tiempo al frente del periódico, pero luego debió venderlo, perdurando sus páginas hasta 1969.
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