CARNICERÍA "LA JUVENTUD"
La carnicería se llamaba “La Juventud” y estaba instalada en la
avenida Dardo Rocha N° 576. Propiedad del señor Enrique Vilouta, era una de las más acreditadas del populoso barrio
de Bernal Oeste. El señor Vilouta, que se
dedicaba a esta profesión desde hacía muchos años y que comenzara modestamente
como repartidor de otros establecimientos, consiguió, al cabo de duros años de
labor, instalarse por su cuenta en local propio y rodearse de sólido prestigio
debido a sus cualidades de seriedad y de esmero en la práctica de su profesión.
La Carnicería “La Juventud”, era uno de los comercios
que contaban con mejores instalaciones y que más condiciones higiénicas reunía.
Poseía una amplia y lujosa heladera, que era toda una garantía para los
productos que expendía.
La confianza que supo
despertar el señor Enrique Vilouta en sus clientes, se tradujo en una numerosa
y selecta clientela que apreciaba, en todo su valor, la seriedad del
propietario y las condiciones inmejorables de la mercadería que vendía.
CARNICERÍAS GUERRA
Estos negocios fueron
establecidos el 9 de octubre de 1934,
en la calle 25 de Mayo esquina Yapeyú, uno, y el otro en la avenida La Plata y
Lamadrid, en la “Soledad”, dedicándose al negocio de carnes y subproductos,
contando con un seleccionado surtido de verduras de todas clases y de primera
calidad.
Su propietario y fundador fue
el señor Fernando Guerra, quien
desde su adolescencia se había dedicado a esta clase de actividad, lo que
resultó una garantía por la competencia que acreditó.
Las Carnicerías Guerra, a pesar del corto tiempo en que figuraban como
comercios activos de la localidad, conquistaron un lugar destacado dentro del
conjunto de los locales similares del partido, debido a la especial dedicación
del señor Guerra, quien contaba como activo colaborador al señor Alfonso
Corcoruto, persona de grandes condiciones para la profesión de carnicería.
La excelencia de los
productos expendidos, así como la deferente atención de sus encargados en
satisfacer de la mejor manera posible a sus numerosos clientes, les conquistó
un merecido prestigio que se fue consolidando a medida que pasaba el tiempo.
La esmerada atención en los
repartos a domicilio de estas modernas y bien surtidas carnicerías, extendieron
el radio de acción a límites extraordinarios, contando con clientes de Quilmes,
Wilde y Don Bosco.
Recopilación y fotografías: Juan C. Grassi – Junio
2013
E-mail: jcgrassi1420@hotmail.com
Miembro de ASOCIACIÓN ORÍGENES
BERAZATEGUI
Fuente: Anuario Crónica.
Quilmes-Bernal. Núm. 619. Año 1935.
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