Para este premio, la doctora Podgorny fue nominada por el historiador alemán Stefan Rinke, Profesor del Lateinamerika Institut de la Universidad Libre de Berlín.
La investigadora del Museo de Ciencias Naturales nació en Quilmes en 1963. Obtuvo su licenciatura en Antropología (1987) en la Universidad de La Plata, doctorándose en Ciencias Naturales en la misma Universidad en 1994 con la tesis "Arqueología y educación", que recibió la recomendación unánime de publicación por el jurado integrado por A. Rex González, José Panettieri y José A. Pérez Gollán.
Su principal tema de estudio es la historia de la arqueología y sus museos, así como la relación que mantienen con la educación.
Su investigación sobre documentos y materiales museísticos se singulariza por enfocar a los museos como sitios y a sus colecciones como objetos, cuya conservación responde a una tradición académica y social. Irina Podgorny es además organizadora y Directora del Instituto para la Educación Internacional de Estudiantes en la Universidad Nacional de La Plata, que ha canalizado un constante flujo de alumnos de diversas universidades de todo el país y del exterior.
IRINA PONE DE RELIEVE SU FORMACIÓN PÚBLICA, LAICA Y GRATUITA.
LOS AÑOS UNIVERSITARIOS
Tras una primaria y secundaria con excelentes calificaciones, desconfiaba de un plan de estudios plagado de biologías y despojado de todo contenido histórico o social. "Ya en democracia, me citó el secretario académico y me dijo que a esa altura no se podía saber qué me serviría en el futuro... Y, la verdad, tuvo razón pero por otros motivos: Me dediqué a la historia de la paleontología y esos cursos aparentemente inútiles se transformaron en una ventaja".
"Como estudiante hice varios viajes de campo con arqueólogos de La Plata y Buenos Aires, a Jujuy, Santa Cruz, el interior bonaerense y Tierra del Fuego; pero llegué a la conclusión de que quería hacer otra cosa aunque no sabía muy bien qué. Cuando me faltaban cuatro materias, en 1986 empecé a dar clases de arqueología en el Museo Almirante Brown de la Secretaría de Cultura de Quilmes."
UN VIAJE PONDRÍA LAS COSAS EN SU LUGAR.
"Cuando volví, llena de ideas, me presenté en la entonces Dirección de Cultura de Berazategui con "Arqueología 0.1" un proyecto que unía los talleres con el análisis de la historia de los indios tal como se enseñaba en las escuelas".
Tras recibirse, en julio de 1987, ganó una beca de investigación de la universidad platense. Antes, trabajos suyos habían sido publicados en Londres, Nueva Halifax (Canadá) y Venezuela.
"Tenía 24 años, publicaciones en el exterior y un proyecto; armé mi plan de doctorado y busqué a los directores que me pudieran guiar. Uno de ellos me empujó hacia Alemania, hacia donde partí en febrero de 1994. Berlín cambió mi vida". Entre 1994 y 1995, hizo su post-doctorado en Berlín, con una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD)
En 1995 volvió al País, para incorporarse a la carrera del investigador científico del CONICET, donde antes había sido becaria de perfeccionamiento y ahora reviste como "investigadora principal". Dio clases en la UBA, la Universidad Di Telia, Wofford College y la Universidad de París 7. Recibió el Premio Estímulo de la Fundación Bunge y Bom (2001), el Premio Houssay (2003) y varios subsidios nacionales y extranjeros. Recientemente fue nombrada miembro corresponsal del Instituto de Arqueología Shangai de la Academia China de Ciencias Sociales.
TRABAJO LOCAL
Se trataba del planteo "de los talleres y un diagnóstico de la zona", rememora. Tras su publicación en Caracas, fue traducido al sueco y editado en una revista de los estudiantes de Góteborg. Por otro lado, realizó excavaciones en la zona de Hudson.
"En 1987, con los talleres de arqueología de Quilmes y Berazategui, buscamos un sitio para hacer un ejercicio didáctico y dimos con unas construcciones demolidas." Las excavaciones duraron pocas jornadas: "Un día llegamos y las obras de la Autopista habían arrasado con todo".
En el lugar, aparecieron tiestos de loza y vajilla, así como objetos de uso diario de las décadas de 1930 y 1940. "A partir de allí, los participantes del taller rastreaban los itinerarios de esas cosas, para dar, por ejemplo, con una fábrica de sifones de Quilmes cuya dirección aparecía en los fragmentos", detalla Irina: "Con esos pedazos hicimos una exposición en la Estación de Hudson".
El saldo de esa experiencia se tradujo en Arqueología de las Casas Largas de Berazategui, un póster presentado en el "V Congreso de Arqueología Argentina", reunido en Buenos Aires en 1988.
En Berazategui, además, se desempeñó en establecimientos educativos primarios, donde "dimos clases en las escuelas, observamos las lecciones de estudios sociales, entrevistamos a las maestras y a los chicos, y organizamos un taller en combinación con las maestras de cerámica, artes y títeres de la Dirección de Cultura". Los resultados de estos proyectos pueden leerse en su libro Arqueología de la Educación, una versión abreviada de su tesis de doctorado.
Publicado por Raquel Gail para Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes el 11/11/2013 12:57:00 p.m.
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