lunes, 14 de abril de 2014

EL SALADERO DE NELSON EN EZPELETA (COLABORACIÓN)



De “Ezpeleta – aportes para su historia” 
de Claudio Schbib
La reciente mención de esta empresa a raíz del emplazamiento de la estatua la "Gaucho Carrero" en una plaza de la localidad de Ezpeleta, amerita que recuperemos estas páginas de las investigaciones sobre la historia de Ezpeleta realizadas por el Dr. Craviotto y por el integrante de la agrupación Los Quilmeros, Claudio Schbib, ex comandante de Bomberos Voluntarios de Quilmes, para esclarecer y ampliar algunos conceptos.

ALGUNOS CONCEPTOS PREVIOS 
Después de 1871, con motivo de la epi­demia de fiebre amarilla de ese mismo año fueron clausurados todos los saladeros que existían en las márgenes del Riachuelo, por el foco de infección que significaban los residuos y cuyas consecuencias se hicieron sentir durante la mencionada epidemia. 
En su libro Quilmes a través de los años”, cuenta el Dr. Craviotto:En 1890, John Maddox solicitó permiso para iniciar las obras de un establecimiento en campos de Stanfield, mar­gen derecha del arroyo Giménez, bajo el pomposo nombre de Fábrica de Carnes Conservadas - la firma giraba como "Highland Scot Canning Company"- no pasó de ser un mal saladero, que descargaba líquidos residuales en el arroyo, dejó de tener sistemas adecuados para evitar los innumera­bles perjuicios ocasionados por técnicos deficientes, reunió obreros en cierto número de instalaciones calificadas como un grupo de conventillos y varias letrinas, fue multada seriamente por violar disposiciones, entre ellas la de carecer de habilitación y recibir ganado sin las correspondientes guías; hizo necesario la instalación de un puesto policial ante los continuos desórdenes; debió ser clausurada por la autoridad sanitaria de la provincia y, finalmente, en 1892, abandonó el lugar, quedando solamente los restos del edificio no terminado, en el cual no existieron nunca instala­ciones frigoríficas. Sus actividades como saladero y fábrica de guano se desarrollaron entre mediados de 1890 y últimos 5 meses de 1892 y las sanciones fiscales se iniciaron cuando, en violación de disposiciones legales, se vendía carne de animales, allí faenados.”
LA "HIGHLAND SCOT CANNING COMPANY"
 En 1892, siendo intendente don José Augusto Otamendi, la publicación "Handbook of River Plate" (Cuaderno del Río de la Plata) - editada en Buenos Aires, por la misma empresa que publicaba el periódico inglés "The Standard and River Plate News", que se había fundado el 1º de mayo de 1860 y lo había dirigido Miguel Mulhall - informa (textual) que "... en Ezpeleta, situada a 15 millas de la Capital, está ubicada la fábrica de carne envasada..." se refiere a la empresa británica "Higland Scot Canning Company" o el "Saladero de Nelson", como lo llamaba el común. Efectivamente la empresa realizó una prolongación vial hacia sus instalaciones.
En 1800 no había población en dicha zona salvo la peonada y esclavos de la estancia “El Corbatón” de la familia Gaete-Izarra. La estación de Ezpeleta se inauguró recién el 1º de octubre de 1890, según consta en la documentación de la línea "Ferrocarril Buenos Aires puerto de La Ensenada". Con el fin de transportar la producción de la "Higland Scot Caning Company" tanto al puerto de la Ensenada como a la Capital Federal. Y es allí que por la necesidad de mano de obra que requería dicha empresa, se hicieron los primeros loteos y se comenzó a poblar la zona. El primer trazado del pueblo se realiza en 1891.
El 19 de diciembre de 1904, según la mensura N° 194 de la dirección de Geodesia, del Ministerio de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, se funda el pueblo de Ezpeleta (textual): "El 19 de diciembre el Superior Gobierno de la Provincia de Buenos Aires decreta la fundación de un pueblo en el partido de Quilmes frente a la estación Ezpeleta, solicitado por don Carlos Aue por sí y en representación de los señores José Kobliz, Julio Deutch, Emilio Hahn y de la señora Juana Fehling de Kaiser, con calles de 12 metros de ancho aceptando los lotes cedidos para municipalidad, escuela e iglesia, con la ampliación referida a mérito de lo observado por el departamento de ingenieros.
Se podría deducir por lo que antecede que la fundación del pueblo es el resultado de la fracasada empresa, pero había otras en la zona que atrajeron pobladores. 

PROPAGANDA DE SALVATAJE
El desvío de rieles que en su momento llegó hasta la fábrica Ducilo (ex Dupont hoy Invista), originalmente lo hacía hasta un andén de la fábrica de carnes, cuya vinculación con los directivos del FF.CC. a la Ensenada tuvo que ser muy impor­tante.
La mencionada publicación, "Handbook Of River Plate", defensora de los intereses británicos, informaba en el año 1892, en un intento de frenar la amenaza de cierre que se cernía sobre la empresa ante su mal funcionamiento (textual): "En Ezpeleta, situada a 15 millas de la Capital, está ubicada la fábrica de carne envasada de Nelson que se supone la mayor del mundo, puede faenar 60.000 cabezas de gana­do vacuno y 100.000 ovejas mensualmente. El principal edificio es un cuadrilátero de tres pisos de alto y cubre 8 acres ingleses (más de 3 hectáreas). El establecimiento comprende diez secciones distintas, todas iluminadas por electricidad y gas, el gases elaborado en el lugar y la luz eléctrica es producida por cuatro poderosas máquinas y cuatro dínamos dobles, también hay cinco enormes calderas, máquinas hidráulicas y un departamento de bombeo. No menos de trescientas clases de máquinas están en uso. La com­pañía fabrica sus propias latas y cajas; hay cuatrocientas viviendas para los obreros y sus familias. Tal es la organización del estable­cimiento que quinientas reses se pueden sacrificar, cortar y envasar en dos horas y media, y al final de la faena no queda ni un vestigio de la operación.” 
Como dato curioso es dable destacar que la moneda corriente dentro de la fábrica y zona de influencia era la libra esterlina. Si
bien dicho establecimiento significaba una apreciable fuente de trabajo para los pobladores de la zona, el problema sanitario subsistía - asegura Craviotto -  los vecinos protestaban por los malos olores y se sabía que los obreros vivían hacinados.
De acuerdo a un informe del doctor Ildefonso Salas, fechado el 22 de agosto de 1892, se establece lo siguiente: "Condiciones generales de higiene de la localidad: Buenas. Se exceptúa la fábrica de carnes con­servadas de Ezpeleta, propiedad de Ingland Scot Canning Co (sic) por falta de letrinas higiénicas, hacinamiento del personal y falta de desinfec­ción de los residuos…” 
Poco tiempo después, la descomposición de un cargamento en viaje a Inglaterra y las causas enunciadas precedentemente, determinaron el cierre del establecimiento, siendo adquiridas las máquinas y elemen­tos de fabricación propia por el "Frigorífico Las Palmas".
El saladero de Nelson, en sólo dos años, marcó toda una época en la Ezpeleta de antaño, y hasta hace relativamente poco se podían apreciar aún los cimientos dé hasta un metro de ancho.
El progreso fue borrando los vestigios de un ayer que se esfuma en el recuerdo. Nuevas industrias y la población residente se asienta hoy sobre lo que hubiera podido ser un emporio en la industria de la carne y sus deriva­dos, como lo fue (y lo es en distinta medida) en Quilmes la cerveza y en Berazategui el vidrio.
Compilación: Chalo Agnelli
Ver: de Claudio Schbib "Ezpeleta - Aportes para su historia" El Tiempo Sur. Quilmes, 2011, Pp. 37 y 38)
 http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/02/pueblo-de-ezpeleta-colaboracion-juan.html





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