El antiguo
Pago de la Magdalena que se extendía desde el Riachuelo hasta el río Salado, en
el cual estaba comprendida toda la región sudgranbonaerense,
también tiene una prehistoria que documentan fósiles hallados en su suelo y que
conviene conocer.
FÓSILES
El pasado
mes de setiembre de 2015, la revista “Be” de la
Municipalidad de Berazategui
informó que Carlos Martínez, vecino del barrio Villa Mitre, que se hallaba
realizando obras en el patio de su vivienda para ampliar su casa, se encontró
con un insólito hallazgo, los restos de una ballena que datarían de unos 6 mil
años. Es un conjunto de huesos que luego se confirmó que pertenecían a un cetáceo
de aproximadamente unos 6 mil años. Cuanta el vecino: “Cuando hicimos las perforaciones para hacer los cimientos de la obra
nos encontramos con huesos y nos llamó mucho la atención. Inmediatamente
avisamos al Museo de La Plata y se tuvo que parar la obra”.
RECUPERACIÓN
Del
rescate participaron personal del Centro de Registro y Patrimonio Arqueológico
y Paleontológico del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y la
Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Berazategui, junto a cooperativistas
del Argentina Trabaja. Los
restos fósiles fueron encontrados en dos pozos de 1.20 y 1.30 metros de
profundidad.
"Del primero, sacamos restos de
costilla y una vértebra cervical. Del segundo, extrajimos el cráneo que mide
1.50 metros",
explicó Verónica Lirusso, paleóntologa del Instituto Cultural de la Provincia
de Buenos Aires, encargada de las excavaciones. Además, agregó: “la ultima ingresión marina que se
registra para esta zona es de 6 mil años atrás, así que aproximadamente los
restos que encontramos podrían tener esa antigüedad”.
Asimismo, la especialista
agregó que: “No es frecuente encontrar este tipo de fósiles en la provincia de
Buenos Aires. Es más común hallar restos de megafauna, que son los grandes
mamíferos terrestres como el tigre diente de sable, que vivieron en el período
del pleistoceno hace, como mínimo, aproximadamente 8 mil años. Nada descarta
que puedan aparecer más restos, tanto en Berazategui como en otros puntos de la
Provincia […] Por las dimensiones estimamos que los huesos
son de aproximadamente 6 mil años. Hoy, a partir de esta ballena, sabemos que
el medioambiente se modificó y por eso nos encontramos con este ejemplar marino
que no es común hallarlo en la zona”. Por último,
Lirusso se refirió a los pasos a seguir: “en
un principio, los restos van a ir a la ciudad de La Plata. Allá los vamos a
poner en condiciones, limpiarlos y tratarlos para su conservación. Hay que
tener en cuenta que son fósiles de 6 mil años de antigüedad y su preservación
es muy delicada”.
PATRIMONIO
Al
respecto, el secretario de Cultura y Educación de Berazategui, Federico López,
señaló que: “Una vez que se inicia una
denuncia de este tipo hay que hacer enseguida la excavación. Es una ley que
contempla y resguarda el patrimonio natural, entonces automáticamente se
detiene la obra y el propietario no puede continuar para dejar trabajar a los
profesionales en la extracción de las piezas. Berazategui ya tiene en el Museo
Histórico y Natural un sector de patrimonio natural donde se exhiben fósiles
hallados en excavaciones anteriores. Al tener ejemplares de este tipo, es
probable que se priorice el envío de estos restos a otro lugar o que se queden
en la Dirección de patrimonio bonaerense”.
LA
IMPORTANCIA HISTÓRICA
La
excavación se realizó en el marco de aplicación de la Ley N° 25.743 de
Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico. Los restos serán
llevados hasta el Centro de Registro, dependiente de la Dirección Provincial de
Patrimonio Cultural. Luego de examinarlos, van a quedar guardados en el
depósito y los especialistas decidirán, según el estado que posean, si son para
estudio o exposición.
A
partir del hallazgo de esta ballena se confirmó que hace 6000 años los terrenos
que hoy se extienden a lo largo de la avenida Mitre y varias cuadras hacia el
oeste de Quilmes y Berazategui y de todo los que fue la costa del antiguo Pago
de la Magdalena, estuvieron sumergidos bajo el agua.
Por
esa causa el arroyo Conchitas lleva ese nombre, por la gran cantidad de
conchilla marina que se halló y aún se encuentra a algunos pocos metros de la
superficie.
Crónica Chalo
Agnelli
FUENTES
Revista
“Be”, setiembre de 2015
Dirección
de Patrimonio del Instituto Cultural de la Pcia. de Buenos Aires.
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