En Bernal,
el 14 de marzo de 1925,
en la calle Don Bosco N° 123, nació Francisco
Javier Salustio. Fue uno de los cuatro hijos de Santiago,
ferroviario y de la maestra Nicasia Valeria Castejón, quienes dejaron en el partido
de Quilmes una amplia descendencia. Familia que, además del compromiso con la
educación, se destacaron en la vida religiosa y en la participación política.
ESTUDIOS
Francisco
Salustio cursó la escuela primaria en el colegio “Nuestra Señora de la
Guardia” y los estudios secundarios en el Instituto “Santa Catalina” de la Capital Federal de
donde egresó en 1942, como maestro Normal Nacional.
CARRERA DOCENTE
El 15 de
julio de 1945, imbuido de un espíritu formador, comenzó su carrera docente en
la Escuela Primaria N° 53 de Lanús y en la
Escuela Secundaria
N° 1 de Wilde. En 1956, ingresó como profesor de literatura en el Comercial N°
1 donde entabló una gran amistad con Agustín Bottaro, contagiándose del entusiasmo
transformador y progresista de este otro gran educador quilmeño.
En 1959,
se recibió de Profesor de Castellano, Literatura y Latín en el Normal Superior
“Mariano Acosta”.
En 1962
se inscribió en el curso para aspirantes Inspectores de Enseñanza Primaria
dictado en la ciudad de Tandil.
Desempeñándose
como profesor en el Comercial N° 1, hacia 1965, junto con otros docentes como
Nelly Esther Stabile, y los hermanos Bottaro y Rafael Suárez, vieron la
necesidad de crear una nueva escuela secundaria, ya que en Quilmes sólo había
tres: el Normal, el Nacional y la
Escuela de Comercio. Quilmes crecía en forma vertiginosa y muchos alumnos
quedaban fuera del sistema, pues no había suficientes vacantes, sobre todo los
que vivían, más allá de La
Colonia, en Quilmes Oeste, Ezpeleta, Bernal, ya que esas tres
instituciones estaban en el centro de la ciudad.
LA MEDIA 3
Así se
comienza a fraguar la idea de fundar una nueva escuela secundaria de Comercio,
convencidos que la educación es una
garantía de justicia, seguridad social
y progreso personal y comunitario. El
Prof. Salustio y sus colegas volcaron la inquietud en quienes le dieron rápido
vuelo, el Rotary Club de Quilmes - que trabajó con ahínco por la dignificación
de la vida urbana -. Junto con el Dr. José Caparelli, presidente de esa Institución, en ese año, y
el odontólogo rotario Héctor Osella, vecino de la Colonia, comenzaron la
gestión para que funcione en el edificio de la escuela N° 17; donde inició su
trayectoria el 12 de abril de 1965, con cuatro divisiones de 1° año en el turno
vespertino, 140 alumnos y 27 docentes.
El 24 de
junio de 1965, el Ministerio de Educación designa por Resolución Ministerial Nº
448 al profesor Salustio como director de la escuela. A partir de ese momento
comenzó el desafío de conseguir edificio propio.
Así llego
el 26 de junio de 1966, en que se colocó la piedra fundamental para la que
sería la Escuela
de Enseñanza Media N° 3.
Salustio
fue nombrado Administrador del Consorcio para la construcción del edificio,
convencido de la factibilidad de lema de
Agustín Bottaro: “Un ladrillo hoy un edificio mañana”. La obra que se habilita en 1969, simultáneamente
con el egreso de la primera promoción; poseía 15 aulas, funcionaba en 3 turnos
con 23 cursos de 37 alumnos cada uno y 118 docentes.
El 25 de
junio de 1969, es promovido por Resolución Ministerial N° 5597 al cargo de
Inspector con destino en la
Inspección de Enseñanza Primaria Común del Ministerio de
Educación. El 15 de julio de 1969, es promovido al cargo de Inspector de
Escuelas para Adultos. En 1970, es designado Secretario Técnico de la Dirección de Escuelas.
OBRA PEDAGÓGICA
Su
vocación no se detuvo en los títulos ni en los cargos, realizó constantes
cursos y seminarios de capacitación y perfeccionamiento y redactó documentos
pedagógicos como “Gramática en sexto grado conforme con las nuevas tendencias sobre
teoría gramatical” y “Fundamentos
axiológicos de la educación”.
Amante de
la literatura realizó prólogos de obras como “La vida es sueño”
y “El Alcalde de Zalamea” de Editorial Troquel. Fue jurado de concursos,
conferencista, además de dictarlos, organizó cursos de extensión cultural sobre
“Nuestra
literatura nacional: su proyección en las escuelas de vanguardia” y
jefe del departamento de Castellano de la escuela Secundaria N° 1 de Wilde y
del Comercial de Quilmes.
En 1950,
se casó con Angélica Depaoli, profesora de Biología, a quien conoce en un
Congreso de Educación. Tuvieron dos hijos, también abocados a la educación:
Luis Ricardo y Graciela Beatriz, quien fuera directora de la Escuela Primaria
N° 72, fallecida a muy temprana edad.
RETRATO
Su
sobrina, la Prof.
Matilde Inés Salustio, [1]
redactó el siguiente retrato: “Era un hombre de un gran sentido del humor y
gustos sencillos. Uno de sus placeres gastronómicos era el café (Dolca) con
leche con milonguitas (de la panadería La Moderna) con manteca. Le
gustaban las fiestas y sabía rodearse de amigos. Hincha de Racing. Siempre
vivió en la casa que lo vio nacer y manejó un Renault 4L. Falleció el día 25 de
setiembre de 1970, víctima de un cáncer, a los 45 años”.
Una vida
breve, pero intensa. Dedicada al bien común, a la dignificación y realización
del individuo. Cuántos hombres y mujeres, ayer, hoy, mañana, deben sus
profesiones y trabajos a este Educador que les creó un ámbito para la
formación; que no pidió nada a cambio ni gozó de prebenda alguna; tan sólo la
satisfacción de ser en los otros.
La escuela
a la que le dio todas sus convicciones educativas y energía vital lleva su
nombre, 'Francisco Javier Salustio',
el mejor homenaje que un docente puede imaginar.
Por Chalo
Agnelli
Colaboración
Luis Ricardo Salustio
FUENTE
Agnelli, H. Ch. “Maestros y Escuelas
de Quilmes 1666-2004”, Ed. Jarmat. Bernal, 14 de agosto de 2004. Pp. 110 a 112.
FOTOS
Facebook, Ciudad de Quilmes “MEDIA 3 SALUSTIO LA HISTORIA”
NOTAS
[1] Autora de un imprescindible libro sobre
nuestra Ribera quilmeña: “El tiempo libre
en la Argentina
– El Balneario de Quilmes – Primer balneario popular de río, 1915-1960”. Edit. Piro. Marzo
2009. Quilmes. y fundadora de la Biblioteca Popular del Río, ubicada en la Ribera de Quilmes.
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