En 1946, la Agrupación "Kilme" convocó al
Iº Concurso de "Pintura al Aire Libre", en el cual Américo
José Pampinella recibió una mención honorífica junto a Gerónimo Narizzano,
Humberto Montanari y Carlos Ariel Pardiñas.
Pampinella (26-1-1903 / 28-5-1990) Cursó estudios en la Escuela Normal de Profesores N° 2 Mariano Acosta. Ejerció su noble misión educativa, sumándole la pedagogía del
color y sabe interpretar el dibujo en el magnífico juego de luces y de sombras.
Dibujante y pintor autodidacta, ejerció además el periodismo y la crítica
artística.
Durante 35 años fue secretario ad-honorem del Hospital Vecinal de Bernal "Dr. Julio Méndez".
Desde 1944, su obra es
múltiple, acreditada en los salones nacionales y
provinciales como: el Salón Nacional de Artes Visuales de los años: 1951 a
1955, luego en 1957, 1958 y 1964. También obras suyas se presentaron en los
Salones de La Plata, en forma consecutiva desde el 5° al 18° Salón y en los de
Mar del Plata, Tandil, Rosario, Avellaneda, Quilmes, en los que recibió numerosas
distinciones.
Realizó exposiciones individuales
en la Biblioteca Popular “Juan Manuel Estrada” (1944-1959-1974-1982), en la Biblioteca Popular
Mariano Moreno (1984), ambas en Bernal; el Museo de Artes Visuales “Víctor Roverano",
en el Museo Histórico Regional Almirante Guillermo Brown, en la Galería Van
Riel (1951), en la Escuela Técnica Gral. Mosconi, en el Colegio Alemán Enrique
Holmberg (1974) y otros ámbitos del arte y la educación.
El 2 de julio de 1983, quedó
habilitado en el taller Fernando Fader que dirigía el plástico Américo Pampinella.
Muestra inaugurada el 25 de agosto de 1984
Obras suyas figuran permanentemente en los Museos de La Plata, Jockey Club, Capitán Sarmiento, San Luis, Almirante Brown, Canadá, EEUU, España y Paraguay.
Adela García Salaberry. Se refirió a este artista
bernalense en su libro “Por televisión
argentina” de 1960:
Americo José Pampinella ocupó la atención de la critica seria; pensó con Ruskin que la hierba y los árboles
iluminados por el
sol en
una cierta
dirección, cambian el
color verde por un amarillo especial.
Sabe
ubicar una variada tonalidad en sus árboles porque conoce la vida del árbol en
toda su fuerza natural.
Fue
el primer plástico argentino, cuyas obras fueron divulgadas en noticieros cinematográficos.
La pintura “Senderos de la Argentinidad”, propiedad
del Ministerio de Educación de la Nación, por cesión del autor, en homenaje a la
escuela argentina, es un óleo de 6 metros por 4 que pone en franca evidencia sus
aptitudes.
Dejó
los rasgos de su arte en la su
escuela, la N° 9 del distrito escolar 8°
de la ciudad de Buenos Aires, como una ofrenda lírica a la historia
patria.
Américo José Pampinella
sabe dar a sus cuadros las expresiones de sus facultades de observación y
raciocinio; sabe definir el color y sabe del aprovechamiento múltiple del
estudio de la Naturaleza.
Análisis
y Creación van en evolución y el pintor conoce los distintos estados de
evolución, respetando la tradición clásica dentro de toda la imaginación que el
Arte solicita, como valor superior del hombre.
El
dibujo como el color con fines artísticos deben ser emotivos y, América José Pampinella,
tiene en sus magníficos paisajes la mezcla de racional emotivo, en todos los
reflejos de sus luces y de sus sombras
Por el artista Pedro Ricci
Fue aquí mismo en Bernal y hace tiempo; el 14 de noviembre de
1943, para ser más preciso. Se inauguraba en la calle Belgrano 378, una Galería
de Arte que lamentablemente no prosperó, con una Exposición organizada por la
Biblioteca José M. Estrada. Yo realizaba mi primera muestra individual y'
Pampinella su segunda. Recuerdo que fue muy
emocionante para mí; contó con la
bendición del Párroco José Ochoa y las
palabras preliminares del doctor Domingo De
Carli, recién recibido en aquel entonces. Allí comenzó nuestra amistad real,
afectiva e inmutable, hasta que el Supremo Hacedor, lo llamara a su seno.
Los dos hacíamos nuestras primeras armas; yo formado
académicamente y él como un auténtico autodidacta. No se le conocieron
maestros; frecuentó si la amistad de Mollo, excelente pintor puntano y la del
genial Ingeniero y mejor pintor Armando Repetto.
Su admiración hacia ambos quizás haya influido en su oficio y
entusiasmo, pero de todos modos por su tenacidad y esfuerzo, adquirió un
dominio técnico sorprendente y extraño en quién sólo
con su alma, tuviera que
lograrlo todo. Esto le permitió y con éxito, consagrarse al paisaje de Pereira
y al difícil tratamiento del árbol. Encaró además la enseñanza
del dibujo y la pintura, cuyos frutos son hoy visibles en destacados plásticos
Bernalenses.
Su vida fue serena, ordenada y
feliz en un hogar cristiano donde reinó el amor. Su espíritu de servicio hizo
que se entregara por entero a las obras de Bien Público, donde se destaca como
admirable la abnegada y desinteresada dedicación que durante tantos años le
prodigara al Hospital Vecinal de Bernal.
Está formalidad de vida, esa sensibilidad de espíritu tan
evidente en su quehacer humano, está reflejada con fuerza en su obra de artista
y pintor. Optó decididamente por el respeto a la forma, que exige la corriente
figurativa que sin dejar de crear busca, principalmente de “recrear”
impregnando a su obra con el hálito de lo bello y lo poético.
No obstante lo duro que resulta hoy ser fiel a esta corriente,
obtuvo el reconocimiento general y su tarea llena de sinceridad y honestidad,
entró en los salones más importantes y en innumerables ámbitos familiares y
societarios. Escribió artículos, dictó conferencias sobre arte y artistas,
publicando generosamente juicios certeros de tantos y tantos colegas.
Fue docente toda su vida, ejerciendo la enseñanza con
responsabilidad y sapiencia y si es cierto lo que alguien dijo que ilustrar y
formar, es una de las más bellas pruebas de amor, no caben dudas que amó a los
jóvenes y a su escuela, contribuyendo de manera valedera a la elevación de su
patria.
Una conducta tan ejemplar y pródiga no pudo menos que crearle la
lógica popularidad en todos los ambientes donde se brindó, siendo así una
figura señera y prestigiosa que todos mirábamos con respeto y admiración,
cuando se
cruzaba en nuestro andar. Fue un artista capaz y
auténtico, un hombre sensible que siempre tendió su mano bienhechora.
Personalmente tengo el orgullo de haber sido su amigo y por sobre
todo de alternar con hombre tan especial, que mucho hizo por el arte y su comunidad.
El país le debe su reconocimiento y gratitud por su hermoso aporte a la vida.
Eso es lo que están haciendo ahora tan acertadamente los hombres de Bernal, que
le brindan este justiciero homenaje (1991)
FUENTE
“El
Tribuno”, periódico independiente Julio de 1991 “In Memoriam” de dos artistas
bernalenses Américo José Pampinella y Pedro Collavini
La Familia Salvati a través del
Dr. Ricardo Angelino donó al Museo Bibliográfico Documental de la Biblioteca
Popular Pedro Goyena, para su pinacoteca, el cuadro “Tolstoi” de Pampinella,
que posee fuerza expresiva en la firmeza de los trazos que dejan entrever lo
que fue el pensamiento crítico y humano de aquel genio ruso de la literatura
universal.
Compilación e investigación Prof. Chalo
Agnelli
Vice C.A. de la Biblioteca Popular Pedro Goyena
Quilmes, 2011-2018
FUENTES
*Revista del
Centro Comercial e Industrial de Bernal 1990/1991 (En celebración de las
tradiciones fiesta de Navidad y Año Nuevo 1990-1991, el centro comercial e
industrial de Bernal se complace en compartir con la comunidad, aspectos
históricos y culturales de Bernal)
*García
Salaberry, Adela. “Por Televisión
Argentina”. 2° Cuaderno. Talleres Gráficos Argentinos L. J. Rosso. Bs. As.
29/12/1960
* Museo Bibliográfico-Documental "Bibliotecario Carlos Córdoba"
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