miércoles, 22 de mayo de 2019

CLUBES QUE PASARON EN EL BARRIO "LA COLONIA"

La preservación de la memoria colectiva
por un grupo, aunque sea pequeño, es una
verdadera tabla de salvación para la 
comunidad entera."
OCTAVIO PAZ




Al crecimiento rápido que tuvo La Colonia, después del flujo genovés y canario de fines del siglo XIX, siguió hasta medidos del XX una aluvión inmigratoria de diverso origen.
Muchas fueron las instituciones que nacieron de la tendencia gregaria de esa gran inmigración. Instituciones sociales, culturales, educativas, deportivas, religiosas, comerciales, que colaboraron en el crecimiento del barrio. Unas desaparecidas, pero memorables, otras pasando por diversas etapas hasta hoy, cada una con su impronta.
 La historia de estas instituciones, de sus fundadores y seguidores es la historia del barrio porque fueron esos italianos, españoles, vascos, alemanes, franceses, polacos, lituanos, sirios, libaneses, armenios, judíos, griegos, sefardíes, que lo poblaron, los que sincretisaron sus costumbres y les imprimieron sello distintivo.
Por los desafortunados resquebrajamientos sociales que se dieron en las últimas décadas; la desaparición o empequeñecimiento de las redes de confianza y solidaridad; más la situación de jóvenes y adultos que dejaron de creer en la posibilidad de cambio, viejo motor de reivindicaciones; desde que se desperdigaron conceptos como ‘utopía’, ‘idealismo’, ‘compromiso’, ‘responsabilidad’; se impulsó a optar por el individualismo, el escepticismo, la tevecracia chavacana, que de últimas le da al pueblo trabajador el aliciente de una licuadora o un viaje a Disneyworld. La vida social y los espacios de su desarrollo fueron desfalleciendo y agonizando como tan vívidamente se pinta en la película “Luna de Avellaneda” del director Campanella.
JUVENTUD ALEGRE y LOS TREINTA QUILMEÑOS UNIDOS 
La Juventud Alegre formada por opositores de los Artesanos de la Colonia, poco después de 1895. Fue su presidente el ex comisario Santiago F. Lanatta. [1] No tuvo mucha duración. Más tarde, en las postrimerías del siglo XIX y amaneciendo el XX, algunos integrantes de la anterior, crearon la sociedad Los Treinta Quilmeños Unidos. Nada tenía que ver con los objetivos y fines de los Artesanos, en realidad era una agrupación de farristas. Una pintura exacta de la jocosidad de sus integrantes es una esquela que junto a una invitación se envió a las familias con motivo de una fiesta que pretendían hacer. Todas las copias de la nota como de la invitación estaban escritas con una elegante letra inglesa y, curiosamente, con tinta dorada:

“Señora:
La Comisión que suscribe al honrarse remitiendo a usted adjunta una invitación para la primera tertulia de ‘gala' que con la ayuda recíproca de los adherentes nos atrevemos a dar una explicación, para desvirtuar juicios erróneos sobre la palabra gala que estampamos en nuestra invitación.
Ella, señora, no quiere decir que las familias que nos enaltezcan con su presencia deban presentarse de guante blanco y demás distintivos de la alta aristocracia, pues considerándonos todos pobres, queremos divertirnos dentro de la cultura social y jamás aparentar lo que nuestras fuerzas no nos darían para ello.
Gala para nosotros equivale a esto: nuestra sociedad es hija del acaso, de las circunstancias y sobre todo de nuestro deseo. En este concepto la etiqueta desaparece y por lo tanto todo traje es adecuado.
Como sociedad no estamos constituidos, así es que para nosotros es estar de gala cuando podemos dar una tertulia. No quiere decir esto que no sepamos lo que quiere decir la palabra “gala”.
Con tal motivo nos es altamente satisfactorio presentar a usted nuestros respetos. S.S.S.”
Firman al pie: Osvaldo S. Castro, presidente; José Gaspar Cousillas, vicepresidente; Celestino Margni, Santiago T. Lanatta, Juan Díaz y Guillermo Roumieu.[2]
En el entrevero de las frases e ideas  se intenta disimular el humor sardónico de sus autores; advirtiendo de su distintivo, divertirse.
SDAD. COLOMBÓFILA QUILMES-BERNAL
Algunas sociedades se formaban por la afición común de sus promotores. La creación del Círculo Colombófilo de Berazategui, producida el 8 de febrero de 1923, marca el comienzo de las actividades de este deporte o afición en el Partido de Quilmes. Los fundadores fueron don Luis Lambruschini, Humberto y José Varino, Pedro Martiná y el Sr Castagnetto. Propietarios de los palomares “El Yacaré”, “Los inseparables” y “Santa Teresa”. Luego se sumaron los palomares “La Golondrina” de Jorge Ribeyrol; “El Competidor” de Nucíforo Rodríguez; “El Milagro” de Dante Corinberto; “Sol de Mayo” de Agustín Esteban; “Pluma de Oro” de Félix Pagano; “El Universal” de Horacio Calvete y otros.
El 1° de setiembre de 1930 se fundó en Bernal, con el nombre Sociedad Colombófila Bernalense una nueva entidad dedicada al mejoramiento de la paloma mensajera. La primera comisión directiva estaba integrada por los señores: A Reynaud, A.L. Morelli, A. Miguel; H. B. Boero, J. Schuvetti, C. Tirone, O. Bellot, O. Guillermón y S. Curelli.
Poco después el campo de acción de la nueva sociedad creció notablemente y se instaló en la calle Santiago Valerga, con el nombre Sociedad Colombófila “Quilmes – Bernal”, representando oficialmente a la Federación Colombófila Argentina dependiente del Ministerio de Guerra.
En 1935 componían la C. D.: el Dr. Federico M. Sívori, Luis Lafón, Helvio E. Patiño, Juan Manuel Durañona, Ángel Chirarandini, Aníbal Núñez, Fernando Zaiocco, Carlos Scotti, Mario Cosoli, José Santana y América Miguel.
QUILMES DE INVIERNO,
EL ESCUDO ARGENTINO
EL CLUB 21 DE FEBRERO
Desde 1925, existió una sociedad recreativa denominada “Quilmes de invierno”. Su objetivo era procurarse distracciones sociales en los meses invernales, cuando la escarcha se quebraba en las veredas por la mañana, el lodo y la oscuridad de la noche eran avatares a superar. El nombre se tomó de un tipo de cerveza que la Cervecería había lanzado al mercado en esos años.
Se realizaban tertulias literarias, representaciones teatrales, juegos de mesa en las viviendas con salones amplios; conciertos de guitarra, violín y piano en las pocas casas donde los había, o en el salón del cine La Paz, donde, también  realizaban té danzantes.
Constituían la comisión directiva en setiembre de 1927: presidente, Esteban Rangoño; vicepresidente, Dante Corimbeto, secretario, Emilio Cerruti; prosecretario, Juan Manini; tesorero, Ricardo Salas; protesorero, José F. Indarramendi; vocales, Pascual Brandi, Bartolomé Loggioco, Augusto Macchia; revisores de cuentas, José Góez [4] y Aurelio Domínguez.
Hubo también en el barrio otras instituciones denominadas El Escudo Argentino y el Club 21 de Febrero. En noviembre de 1927 la primera realizó un baile en el cine La Paz para obtener fondos para su caja social. Del mismo modo hizo en el mismo salón la segunda el 22 de marzo de 1928.[5]
Estas entidades sin bien tuvieron breve duración fueron campo de prueba para la creación de otras que perduraron hasta hoy.
EL SOCORRO DE QUILMES
En octubre de 1927 se creó la Sociedad Mutua El Socorro de Quilmes. Esta entidad fue un gran aliciente y estímulo económico para muchos trabajadores que obtuvieron de ella créditos para hacerse su casa. Estaba integrada por empleados y capataces de la Cervecería. Fue su presidente, Cánido García; vice, Antonio Torrado; secretario, Arturo Pérez; prosecretario, Miguel Gutiérrez; tesorero, Juan Carlos Pérez; protesorero, Antonio Formentelli; vocales: José Góez, Cristóbal Hernández, Ángel Montalvo, Manuel Iglesias; vocales suplente: Carlos Tocco, Fernando Díaz; revisores de cuentas: Marco A. Narizzano, César Benedetti y Julio Bessio. Como casi todas las instituciones que se iniciaban en el barrio, las primeras reuniones se realizaron en el salón del cine “La Paz”, gracias a la generosidad de su propietario Pedro Mergazzi.
SOCIEDAD RECREATIVA LA CENTRAL [6]
Desde diciembre de 1932 existió una sociedad recreativa así denominada. La comisión directiva estaba dirigida por Lorenzo Masnata, secundado por Juan Burger, Benjamín Gold, Juan Sosa, Manuel Pérez, Héctor Travieso, Abel Mesher, Dalmiro Rodríguez, Juan Di Nucci, Benito Masnata, Pablo Cardozo, Alfredo Messina. Contaba con una comisión de señoritas que encabezaba Germina Diez, acompañada por Elsa Achával, Elena Del Campo, Ma. Luisa López, Holanda y  Ana Messina, Rosa Rodríguez, Eusebia y Clotilde Sosa, María Luisa Travieso, Haydee Yori-Baunelle y otras. Las reuniones se alternaban entre las casas de las familias Masnata, Messina y Sosa; también realizaron té-danzantes en el cine “La Paz”.
LUZ EN LAS TINIEBLAS
En la calle Torcuato de Alvear 729 (v. n. casi 12 de Octubre) existió a partir de 1939, la Biblioteca Espiritualista y Centro de Estudios Psíquicos Luz de las Tinieblas. Se dedicaba al estudio de los fenómenos supranormales y al espiritismo. Fue su presidente a partir de 1940, don Armando Reyes y la integraban: Dolores P. de Reyes, Enrique y Rodolfo Moggio, Ramón Val, Roque, Raquel y Natividad D´Alessandro, M. I. de Pampinella, Adelina Larraudé, Juan Ruano, José Mella  y otros.

CLUB "ROY ROGERS"
A la vuelta don Raúl Ithursarry, andaba tintineando su caja 'repelente' de jeringas y agujas; el enfermero del barrio que daba inyecciones sin dolor y con un humor imperecedero.  Los fondos de la casa de don Raúl y su esposa Rosa Uribarri daban al club. Allí había un galpón de chapas donde un día sus hijos, Rubén y Estela, y otros chicos de la cuadra le hicieron la competencia al “21” y crearon el Club Roy Rogers: Agnelli, Alonso, Arias, Babbicola, Dicorrado, Delgado, Denisiesko, Fiore, Grifa, Gago, Jambrina, Narizzano, Leonardi, Alonso, Oldani, De Toro, Unterstein; eran los apellidos que cargaban los hijos de los fundadores de una barriada asombrosa, apellidos de la imprevista  heterogeneidad de argentinos mixturados.
Desde esos fondos los chicos oían desentonar tangos a Anyulín en las noches de bailongo, acompañado por las risotadas de la muchachada, hasta que su hermana, Nuncia, lo increpaba desde la puerta del Club: “caminá pa´la casa”. Y ese era el momento esperado. Indefectiblemente cuando Anyulín se escabullía de su hermana y se lanzaba a gorgoritear imposibles hasta que ella lo interrumpía impiadosa arrojándole uno de sus increíbles zapatos abotinados número 45. 
CLUB S. Y D. AMOEDO
Surge alrededor de 1942. Se ubicaba en una propiedad de la calle Sáenz Peña 973 (numeración vieja) Tuvo poca existencia. Entre las reuniones bailables realizadas, en setiembre de 1943, se realizó un baile de primavera animado por la orquesta Los Quilmes con el vocalista Héctor Roberts. 
CLUB LA ESPUMITA 

Estaba ubicado en la calle Corrientes casi Urquiza estaba abocada a apoyar y estimular el turismo de carretera. Fue iniciativa de un grupo  de entusiastas que acompañaban los éxitos y aventuras de Baltasar Alaimo en ese deporte, el chueco de Quilmes, como lo llamaban, remedando el apodo de Fangio mantenía tensos a los quilmeños en cada una de esas proezas de velocidad que realizaba por el mundo. El club surge alrededor de los años 50 y desaparece después de los 60. 
PROLIFERACIÓN DE CLUBES
En un artículo de setiembre de 1943 del diario El Sol se reflexionaba de siguiente manera con respecto a la proliferación de clubes barriales que nacían como hongos y como tales era el tiempo de subsistencia.
Es harto reconocido que en Quilmes, como ha de ocurrir en tantas otras partes, existe un marcado espíritu de asociación, así como un no menos evidente sentido individualista. Lo cual parece porque entre nosotros, y muy especialmente en el último decenio, han aparecido y se han multiplicado los clubes en forma notable.
Se funda un club con sinceros fines de asociarse para fomentar la cultura espiritual y física, la amistad, el arte, etc.; y apenas surge una desinteligencia, entre sus socios o dirigentes el club se divide y los separatistas forman otro repitiéndose luego el caso hasta el infinito.
Es como lo decimos al iniciar estas líneas, el pujar constante entre el espíritu de asociación y el individualismo, ambos se hallan presentes siempre y ambos predominan indisolublemente...
Esto ha sido una constante hasta nuestros días.
LAS INSTITUCIONES MÁS CERCANAS EN EL TIEMPO.
 Otras entidades tuvieron un único carácter de reunión. Unas cultural, algunas de servicio, otras fomentistas, frentes de defensa contra los riesgos del progreso o la desidia de los funcionarios responsables. 
GRUPO DE ARTE JOVEN
El Grupo de Arte Joven (GAJ) nace el 1 de septiembre de 1974 con la propuesta de difundir el arte, la cultura y a sus noveles exponentes. En momentos de plena ebullición política e ideológica, se definió en tal sentido como pluralista, integrador e imparcial, como así también ajeno a todo fin de lucro.
Durante sus cuatro años de vida promovió y actuó en eventos abiertos y participativos manteniendo siempre su independencia institucional respecto de estructuras políticas o ideológicas constituidas. Fueron sus fundadores Marta Alicia Armella, Alicia Beatriz Gatti, Mario Magú Antonio Gutiérrez, Jorge Eduardo Padula Perkins, y Cristian Andrés Viera (canario, hijo del mecánico don Juan Viera Díaz)
Su primera organización consistió en una coordinación general a cargo de Padula Perkins y cuatro secretarías bajo la responsabilidad de los restantes integrantes. Posteriormente, en marzo de 1975 y tras la aprobación de sus estatutos, fue elegida la primera comisión directiva que habría de presidir Padula Perkins. La práctica demostró que los sostenedores del grupo debieron asumir en forma rotativa distintas funciones directivas. De este modo, más tarde, Marta Alicia Armella también ejercería la presidencia.
La primera sede funcionó formalmente en el domicilio particular de Beatriz Gatti, entonces en el N° 1253 de la calle Larrea. Más tarde lo haría en el N° 342 de la misma calle y en Manuel Quintana 314, esquina San Luis. A poco de su nacimiento el GAJ fue reconocido como miembro pleno de la Federación de Entidades de Bien Público del Partido de Quilmes "Gral. José de San Martín" y más tarde el grupo se integró a la Coordinadora de Actividades Culturales del mismo distrito. En 1976 se integra como socio activo Chalo Agnelli y presidió el grupo en 1977.
Entre las actuaciones más destacadas de su corta pero prolífica trayectoria cuentan la Primera Muestra Juvenil del Poema Ilustrado (en sede de la Sociedad de Escritores de la Provincia, filial Quilmes), la muestra pictórica de Gatti, Gutiérrez, González y Ferrer (en sede el periódico Visión Sur), el Concurso Anual de Poesía (en reiteradas y consecutivas versiones), el libro "Imágenes y Palabras", en octubre de 1976, poesías ilustradas de los escritores y plásticos del grupo a los que se sumaron María Mercedes Di Benedetto y Roberto Messina. Coordinaron talleres literarios y, además, organizaron y participaron del ciclo de descentralización cultural en los barrios con recitales poéticos y poemas ilustrados, en esfuerzo conjunto con la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Quilmes, al frente de la cual se hallaba el Prof. Juan Carlos Lombán.
El 20 de octubre de 1978 y tras cuatro años de intensa labor, el grupo se fusiona con el Centro de Intelectuales de la Provincia, escisión de la Sociedad de Escritores de la Provincia que lideraba otro vecino de La Colonia, el Prof. Francisco Míguez.
ASOCIACIÓN BARRIO PARQUE LA COLONIA
Hoy los problemas ambientales causados por las napas freáticas y la falta de seguridad en la zona movilizaron a un grupo de vecinos que crearon esta asociación civil sin fines de lucro con el Registro N° 138.538. También se discute la solución de temas como barrido, iluminación, pluviales, etc. Son sus motivadores y propulsores, Graciela Rodríguez y Santiago Lionti. En un principio contaron con el ámbito del Club Alsina como sede para concretar sus reuniones que generalmente se realizaban los jueves o domingos. Hoy tienen un local propio frente a la plaza en Vicente López 1165 bis, en una propiedad de la Flia. Angeletti. Una de sus actividades es convocar a las autoridades policiales y municipales para buscar solución a todos los inconvenientes que se producen en un ámbito urbano en constante crecimiento.
Del libro “La Colonia de Valerga, historia social del segundo barrio de Quilmes” (2010) de Chalo Agnelli.
El “Tiempo Sur” Quilmes
NOTAS

[1] Hijo de Juan Lanatta, uno de los fundadores de la Sdad. Italiana Cristoforo Colombo y jefe de la estación de Quilmes, donde Santiago, siendo niño, cayó bajo las ruedas del tren y perdió una pierna lo que no lo privó de hacer una carrera policial notable. Cuando se jubiló se le hizo un homenaje en el cine La Paz. Fue uno de los primeros comisarios de la tercera de Quilmes. Lamentablemente la falta de colaboración del responsable de Relaciones con la Comunidad de dicha delegación no se pudo completar la nómina de comisarios que pasaron por el barrio.
[2] Trascripto de El antiguo barrio de la Colonia,  periódico El Plata. Número aniversario; julio de 1924
[3] El Plata. Pág. 59
[4] A lo  largo de este documento se repiten estos nombres y otros que fueron personalidades fundacionales desde sus humildes funciones sociales.
[5] “El Plata” de marzo de 1928.
[6]El Sol” miércoles 25 de marzo de 1953, en “Crónicas del viejo Quilmes” de Juan C. Buceta Basigalup.
 


 

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