Dedico este
trabajo a don Luis E. Otamendi
Al Prof.
Alejandro Re y a las hermanas Damore
Minucioso
trabajo de ese señero historiador que fue don Luis E. Otamendi [1]
para el número extraordinario del diario ‘El Sol’ de Quilmes realizado en
agosto de 1966 con motivo de los 300 años de la llegada de quilmes ya acalianos
a estas costas del Río de La Plata. Esta exhaustiva investigación la concretó
en los viejos distintos libros parroquiales de los que también resultaron sus
publicaciones “Origen de Quilmes” e “Historia de la Reducción”. [2] Un
trabajo que pone en salvaguarda viejos documentos que por el desgaste del
tiempo y la falta de cuidado se han deteriorado en forma alarmante sin que
hubiera iniciativa alguna de microfilmarlos o digitalizarlos. (Chalo Agnelli)
“El 20 de octubre de 1736 enterró con Cruz alta a María india, natural
de Salta (quilme) y al mismo tiempo tres hijos suios y me dieron de derechos
Quatro Bacas y una cabeza de Arado y serrojo y para qe conste lo firmo en esta Reducción
de Santa Cruz de los Chilmes.” Dr.
Franc° Xavier Navarra (1731- 1739) [3]
“En 30 de Henero del dho mes y año (1736)
enterró en esta Capilla a un alias esclavo del Sargto. Maior” (Cap.
Francisco López Osornio)
Más delante el Pbro. Navarra
documenta su queja contra los vecinos españoles del pago con la siguiente nota:
“Debo
advertir que en el entierro que hice de un esclavo del Sargento Maior aunque
pedí ocho pesos de derechos, no se me dieron más que … y la causa es qe como
sus amos los remiten a la Iglesia con recado o papel al Cura diciendo qe pagarán
los derechos y el resibo dividiendo lo legítimo, por ellos y respecto de que
asienta la partida despues pagan lo qe quieren y para qe no se me aga cargo. Ago
esta declaración y tambien declaro que en todo el tiempo qe he sido Cura de
este Partido jamás se a enterrado en esta Capilla vesino alguno de dho pago,
sino es solo la mujer de Ignacio Colares por ese motivo, no ay en esta capilla
novenarios ni Misas de difuntos y solo pobres que no tienen forma en enterrarse
en el Pueblo (Buenos Aires) vienen a esta Capilla y el segundo motivo es porque
tienen por cosa de menor valer el enterrarse en Capilla de indios.” (Textual)
El Cura Párroco
Dr. Juan Antonio de Espinosa (1739-1749)
se hizo cargo del Curato el diciembre 15 de Noviembre de 1739 “al tiempo que el Dr. Franc° Arca de Esparza
(cura interno) había reunido a la
feligresía para oír misa […] “En el
Pueblo de Sta. Cruz de los Quilmes en 20 días del mes de Mayo de 1740, yo el
infrascrito Cura, enterré en esta iglesia de los Quilmes a Diego, Indio, peón
del Cap. Giles con Cruz baxa, soletero qe según mostraba era rengo. Y pa qe
consta lo firmé. Ut Supra (el mismo que el anterior)”
A
fines de 1740 hay una nota que dice:
“Advertencia: Las
siguientes partidas son de los que mataron los Indios Serranos en este Pago de
la Magdalena el día 26 de Novbre deste año.”
Este fue un gran Malón
que invadió la parte norte del pago, desde el río Matanza y en las
Conchas se desplazó hacia el este con un frente desde San Vicente al arroyo del Gato (La Plata), al
mando del cacique Cangapol,[4] murieron muchos españoles, vecinos y
pobladores de las estancias y llevaron cautivos a mujeres y niños, arrearon de
20.000 vacunos y gran cantidad do yeguarizos. En los libros parroquiales hasta
siete meses después, figuran partidas de entierros
de muertos en este malón, mencionaremos algunas (textual):
27
Novbre 1740 Cap. Pedro Márquez, soltero, vecino del pago; Cap. Ignacio
Rodríguez un hijo suio, Féliz, español soltero que vino en una Fragata del
Rey; Atanasio Bogado, espl, casado; Francisco Ximenes, espl, solt. Pedro Moreira,
espl, solt; Santiago, indio misionero,
muerto en la Calera de Dn Juan Soria (La Calera de Soria estaba
situada. al norte de la estancia del Rincón del Salado o Rincón de López);
Pedro Indio misionero; Lázaro
Leguizamón y su muger María Biráz mestizos; Juan, el puntano indio viudo; Juan
Maciel y su muger Cecilia Cabanello y un hijo de ambos Pedro, españoles. El 28,
Juan José Moreno, espl, casado; Miguel Alvarado, espl, casado; Lorenzo,
español de los Reinos de España; Santos Maydana espl, casado; Lázaro, indio
casado. El 1° de Diciembre, Gabriel Theodoro Barragán y su hijo Ignacio. El día
2, Pedro Christaldo, esp, casado. El 12, Martín Gómez de Saravia, espl, solt. El 14 Miguel Gilés,
pardo, viudo y libre. El 16, los huesos de María Margarita Álvarez, muger de Valerio
González indio. El 18, los huesos de Gregorio ~: Giles, espl,
casado; los huesos de Luis, Ponze y su muger María y tres hijos suios, Miguel,
Raphael y Luis. El 20 Luis Díaz, espl, casado. El 29 de Marzo los huesos de un
indio peón del Cap. Xavier Giles; los huesos de un indio correntino, los huesos
de Francisco otro indio correntino. El 30 los huesos del Cap. Pedro Frías. El
12 de Mayo de 1741 los huesos de un indio juntamente a los de un párvulo que se
hallaron dentro de una laguna, se ignora cuio hijo sea de una cautivas, aunque
se a asegurado es hijo del Cap. Francisco López de cuia orden se trajeron (Ver “Don Clemente López- Vida del abuelo de Rosas
de Mario A. López
Ósornio) El 16 de Junio los
huesos de Lucas Sánchez, espl, casado: el 21 de Junio, los huesos de Roque Ximenes, pardo,
casado, cuia muger e hijos llevaron cautivos.
El cura párroco
Dn. Juan Isidro Illescas
(sustituto
del Pbro. Dr. Juan Antonio Espinoza) [5]en
1745, puntualiza los detalles:
“4 Octubre de 1745 1 7 45… di
sepultura
al cuerpo de un hombre viejo qe me envió el Cap. Dn
Franc° López, se llamaba Joseph y era natural de los Reinos de España.
“…un indio
santiagueño llamado Francisco qe mataron de una puñalada en la estancia de Dn
Domingo Pelliza…”
“22 Enero 1746... di sepultura con Cruz alta a un cuerpo qe
salió en este partido
aogado con señales de cristiano, se llamaba Francisco, soltero, hijo legítimo
del primer matrimonio de una señora llamada María la Cordovesa,
que vive en la esquina de la Residencia,
en el alto…”
“25 Enero 1746…di sepultura a Domingo Varela, natural del Reino de Portugal, que salió aogado a la Rivera de este Partido y se conoció evidentemte ser el dho por varias señales que conocieron sus parientes y su muger, era casado en
la Ciudad con Da. Josepha...”
El Dr. Dn León de Pessoa y Figueroa (1750-1753), [6] en algunas partidas es
parco, pero
en otras se explaya un poco más:
“29 Abril
1751...enterré un adulto ahogado que apareció en las inmediaciones de este Pueblo,
el qual no se conoció quien era.”
“17 Agosto 1751...con entierro
maior y posas a Gregorio Rivero Díaz Cavallero y se
le dijeron por su alma muchas misas resadas…”
“10 Octubre 1751...con entierro maior a Miguel indio
Santiagueño y qe falleció repentinamente de una puñalada.
“8 Novbra 1751… con
entierro maior un adulto ahogado qe arrojó el mar en las inmediaciones de
esta Iglesia, el qe no se conosió quien fuese por lo orrible Y espantoso de dho
cuerpo...”
Los indios, pampas o serranos hacían sus correrías
esporádicas, que sin llegar a ser malones de importancia, dejaban algunas víctimas
entre el vecindario del Pago de La Magdalena, según testifica en sus partidas el padre Joseph Ignacio Valladares (1754-1763):
“2 Junio
1755… enterré a un Paraguay llamado Juan qe mataron los Pampas en el pago de
la Ensenada, cuio apellido no supieron los conductores del cuerpo…”
“3 Septbre 1755… enterré a un mulato llamado
Bartholomé, con entierro menor y de limosna que mataron los pampas…”
"19 Agosto 1755...enterré
a Juan quien llamaban el Maturrango de resultas de una
puñalada que le dio un inglés estancias adentro...”
“26 Septiembre
1755… a un viejo apellidado Espinosa, ciego de muchos años...”
“23 Marzo 1757… enterré a Juan
Troncoso, natural de Cádiz y de la dotación del navío nombrado Sta. Bárbara…”
“31 Agosto 1761…enterré dentro de la Iglesia a un moso natural de
Córdova, que en el juego que dicen del Pato cayó muerto de repente el día antes
a la tarde, de condisión español y me dieron catorze reales que en el concurso
que en dho día avian juntado de limosna. Nota. Murió, sin confesión por el
motivo ya dho en la partida”
* * *
Por esta partida nos enteramos que en Quilmes se jugaba al
Pato por esos años; siendo nuestra gente de campo tan de a caballo, el juego
del Pato se practicaba en toda la campaña de Buenos Aires y en otras regiones
del País; se requería ser buen jinete hacer gala de fuerza y baquía [7] y
destreza para jugar este viril y brutal deporte, que entre personas incultas y
otras que parecían no serlo generalmente traía como consecuencia natural accidentes
fatales; tal es así, que en varias épocas fue declarado juego ilícito y su
primera prohibición está consignada en las Actas Capitulares de Santiago del Estero con fecha 23 de febrero
de 1739; luego en Córdoba en 1784 y 1790 decretado por el virrey Sobremonte; después en Luján en 1796.
En 1811 la Primera Junta impone
100 pesos de multa y pérdida del caballo y recado y para los esclavos negros y
mulatos, azotes y multa a sus
amos; y por último durante el gobierno de
Martín Rodríguez refrendado por Rivadavia el 21 de junio de 1822 prohibió el
juego del Pato en todo el territorio de la provincia.
* * *
Otro cura que asienta las partidas con
mayores pormenores es el Padre
Santiago Báez y Apoin (14 de marzo de 1763 interino) [8]
“En este Real Pueblo
de Sta. Cruz de la Quilmes y partido de la Magdalena, en 11 de Mayo de 1763,
enterré con Cruz baxa de limosna a Mariano indio del Perú, soltero, peón que
se avia conchavado pa pasar por Mercenario de la Ciudad a este Pago y qe en estas
inmediaciones enfermó tan de repente de muerte qe no alcanzó más qe la Santa
Extremaunción, y pa lo qe lo recogí en esta Sala de Curas donde murió…”
‘‘9 Junio 1763… enterré
dentro de la Iglesia caída el cadáver de Bartolomé Tárpi, indio del pueblo de Sn Francisco Xavier, del cargo de los RR
PP Jesuitas, marido fue de María Josepha Buruyú, india del pueblo de Sn Francisco
de Borja del mismo cargo; el qual murió sin confesión en la estancia de Dn
Pasqual López distante algunas leguas de aquí, a mi no me llamaron, y aunqe
llamaron al P. Fr. Jph Santos Lindes de Orn de Ntra. Sra. Virgen de Mercedes, i ya lo halló muerto quando llegó. Nota: Es relación
qe me ha hecho el conductor del cadáver.”
“31 Julio 1763 enterré
con entierro maior en esta Parroquia los huesos de Domingo García, hombre
español, natural de San Martín de Moaña en el Reino de Santiago de Galicia,
hijo legítimo de Pedro García y María Brullón, dfta., el que aora año y medio
pereció en un naufragio, en esta costa de donde trasladó sus dhos huesos a
esta referida, parroquia, Gerónimo Martínez primo que fue del sobredicho dfto.
y pa qe conste, doy fe.
Y
así siguen casi todas las
partidas asentadas por el Padre Báez y Alpoin, pero sería muy dilatado
consignar en esta nota y aunque no exentas de interés narrativo.
Durante
el Curato del Padre. Nicolás Fernández
Escandón. (Entre 1764-1769. Tío carnal del
Dr. Juan José Paso, el secretario de la Primera Junta) en 1766 otro malón
asoló la campaña del pago por los “indios
infieles serranos”. Llegó hasta el Salado produciendo numerosas bajas:
23 de Julio 1766,
dos cuerpos de hombres forasteros; el 30 de agosto, Gerardo Martínez; el 6
Septiembre, Matheo Jorge, Miguel Galarza, Andrés Pabón e Isidora Cavrera; el 21, los guesos de
Francisco Lencinas, de Juan José Lara, Santiago capataz de Pedro Chavez,
Joseph Antonio Quadra,
Antonio Viera y Miguel Sapata; el
29 Juan Andrés Idalgo; muere también a manos de los infieles el Cap. Dn Francisco
López Osornio, nonagenario bisabuelo de Rosas, fue enterrado en Buenos Aires
“10 Mayo 1767…
di sepultura con Cruz alta y tres posas y misas de cuerpo presente a veinte y
cinco cadáveres que trajo la gente-de la Guardia del Sanjón del
campo donde finaron a manos de los indios, de los quales los más son forastero
y miserables sin saberse de sus nombres a ecepción de los siguientes:
Blas
Martínez mestizo
natural de Salta, sus cortos vienes se sabe se apoderó de ellos un pardo
llamado Francisco Sánches y hasta aora no se ha podido dar con su persona pa
satisfacción de los dos: Ramón Benítez, natural de las Corrientes, casado; allí
unos vienes me entregó Julián Santos, indio de este pueblo a mi invta (sic) qe
fueron tres fanegas de trigo sembrado en el (mes de) Agosto se recibo y se iso
pago dho indio Julián de las tres fanegas, dela semilla qe dixo averlas prestador
al dfto (difunto) y quedaron
liquidas dies y
seis fanegas y además cinco cavalos y seis pesos qe aun no se han cobrado qe
se le deben…”
28 Mayo 1767… enterré los huesos de siete cuerpos que murieron a manos de los indios el año próximo pasado, no se sabe quiénes son…”
El Padre Dn Bartholomé Márquez (1770-1772.-
actuó durante la licencia del cura propietario) es moderado en la
extensión de las partidas, pero compendioso:
“En 20 de Henero de 1770 di sepultura a
un adulto que el que lo trajo
no dio
más eñas que una bíbora lo había picado en la Hibernadas de Chapaco, [9] murió sin sacramentos
por la distancia y violentamente.
En
30 de Abril de 1770 di sepultura a dos náufragos adultos, el uno vestía Chupa [10]de
bayeta azul y calsado de chinelas y el otro con botas (…) y en el día 2 de Mayo
del mismo año de 17 setenta a otros dos más.
El
30 de Julio de 1777 de nuevo los indios invaden la Magdalena otro gran malón
que llegan hasta las
márgenes del río
Samborombón, siendo lanzeados siguientes vecinos: Francisco Lizondo, Lorenzo
de la Paz, Bartolomé Villareal, un hombre anciano que llamaban Maravilla, Matheo
peón de Ramón Massias. Joseph tucumano, peón de Phelipe Arroyo, Juan Esteban
Videla natural de Mendoza, un moso de 18 años blanco con una nube en un ojo,
Lorenzo natural del Valle de Catamarca; el 25 de Diciembre de 1778 muere
también por los indios Victoriano Varros, Pedro Ferreyra, Juan el Santiagueño y
Theodoro Roxas, y el 13 de Diciembre de 1783 otra indiada mata al Capitán Dn Clemente
López Osornio y a su hijo Andrés en su estancia El
Rincón del Salado, fue el destinos que grandes pobladores, tres generaciones,
murieran en defensa de la civilización.”
El
párroco Dn Phelipe Santiago
de San Martín (1773-1803) [11] también hace pequeños
comentarios en las partidas de muertes violentas, entre las que se encuentran,
de varios ahogados; un joben soltero
muerto por un rayo; Francisco García, por las mordeduras de un tigre; Joseph
Arrieta lo mató la rueda de una carret habiendo caido debajo de ella en el
tiempo de baxarse a alguna diligencia; León Gómez, por la coz de un caballo.”
Pero
el que se lleva la palma entre los párrocos cronistas es el Padre Dn Juan Marcos de Cora, (1805
hasta diciembre de 1806) describe los hechos con tanto realismo
que pareciera estuviéramos asistiendo a los acontecimientos consignados en
las partidas, veamos algunas:
“3 de Junio de
1803… un hombre haogado que hechó el agua de este Río de la Plata a las
márgenes de él cerca del arroyo de los Tapes y habiéndolos hecho reconocer con
el Alcalde del Pueblo, dixo que parecía hombre blanco como de quarenta años, cristiano por tener
Rosario, de nación Paraguayo y marinero por el vestido que era una camiseta do
vayeta azul y calzones
largos de lienzo y también dixo que el dho haogado era de algunos días por
estar el cadáver corrompido”
El 15 de Julio
de 1804 se enterró en el Campo Santo el cadáver de Juan Martínez, alias de los
Perros que me remitió en una carreta con un negro, Dn Martín José González,
Estanquero [12]
de la estancia grande de Predicadores de este Partido, con una esquela en la
que me decía que dho finado había amanecido el día antes muerto repentinamente
en la cocina de su casa en donde le tenía de limosna, que era natural de Cadix,
que hacía muchos años vivía vago en (…) estos campos y soletero, pobre de
solemnidad, que no tenía absolutamente nada
que me mandaba de limosna pa su entierro dos pesos y otro pa una Misa. No
recibió Sacramento ninguno, al parecer sería de edad de setenta años poco más
o menos.
"20
de Diciembre de 1804. Ayer enterré en el Campo Santo a los cuerpos ahogados al
parecer, que había arrojado el Rio a sus márgenes de esta Playa, y los encontró
Juan de la Cruz Márquez, indio de este Pueblo, y habiéndomelo noticiado le
mandé conducirlos en compañía de Gerónimo Cabral, y habiéndolo verificado en
el mismo día y héchose por el Alcalde de Hermandad el reconocimiento de los
cadáveres, que uno eran sólo los huesos; y el otro ahogado, qe se conocía por el
vestido era Marinero por los calzones largos de Lienzo Brin; su estatura de
dos varas y quarta; barba rubia y combado de piernas ...”
“30
de Mayo de 1805 Habiendo tenido noticias que &e hallaban en la playa del
Rio dos cuerpos ahogados, mandé sacarlos y conducirlos a la Iglesia y échose
el reconocimiento por el Alcalde de Hermandad del Partido y haberme informado
no tener heridas ni golpes alguno, sino qe se reconocían se ahogados les di
sepultura Eclesiástica, al día siguiente con Cruz baja y entierro menor rezado
en la Iglesia, sin haber podido adquirir noticia de los nombres, y solo que el
adulto, como de edad de 25 años era Portuguez, que venía de la Ensenada para
la Ciudad por la Playa, y el otro como de seis años de edad qe estaba
conchabado con unos Pescadores, que también se ahogaron con una creciente
extraordinaria que hubo dos días antes y qe tenía padre y madre en la ciudad,
pero no supieron dar razón de sus nombres…”
“En
27 de Febrero de 1807, yo Dn Juan Marcos de Cora, Cura y Vicario excusador de
la Santa Cruz de los Quilmes, jurisdicción del Obispado del Río de la Plata;[13]
di sepultura al cadáver de José Gito, que se halló muerto en la sanja de la
quinta de Dn Francisco Antonio González Balverde, ayer a la madrugada, le
depositó en su casa, y por los informes y diligencias que hize, averiguó el
nombre, la patria, estado y causa de su muerte; que se llamaba como queda
referido: que era natural de Buenos Ayres, de estado soltero, de edad de 38
años, y vivía en uno de los quartos de alquiler de Dn Nicolás Suárez, que
hacía como quatro o cinco meses que estaba en el Hospital enfermo, y en el
mismo día de su salida determinó salir al campo a convalecer a casa de Da Juana
Bentura Gómez qe tiene su estancia y residencia en este Partido, qe le conducía
en una carretilla trayendo un recao viejo y unas gergas (¿?) un negro llamado
Francisco Medina, que habiendo llegado como a las diez de la noche al lugar
donde se halló muerto, le dijo al referido negro carretillero, que lo dejara
allí con sus muebles, pa dormir bajo el Ombú, qe por la mañana pediría un
caballo para pasar a su destino, y qe el dho negro, por la sofocación qe le
sintió en el pecho de resulta de una apostema [14]
qe sabía tenía en el pecho, más de dos años, le instó a que llamase al dho Dn
Francisco, se resistió diciendo qe no quería incomodar, pues por el silencio
conocía qe estaban recogidos con 1a familia, qe entonces se retiró a la
Ciudad con la carretilla dejándole en el referido sitio; qe por el propio qe hizo
el exponente a Dn Nicolás Suárez, este se apoderó de la llave del cuarto en que
vivía el finado y se hizo cargo de los muebles y dos carretillas de caballo ke
tenía contestándole qe le enterrasen de limosna, pues cuanto tenía no
alcanzaba pa cubrirse de los alquileres vencidos. De qe doy fe.- Juan Marcos
de Cora”
Con
lo expuesto hemos querido confirmar que a través de simples partidas en los
libros parroquiales se han reproducido en nuestra imaginación
acontecimientos que en su tiempo tuvieron resonancia en la tranquila y
apacible existencia del pequeño villorrio que era la reducción de la Exaltación
de la Santa Cruz de los Quilmes, y que pertenecen á la tradición quilmeña.
Quilmes, Agosto de 1966 LUIS E.
OTAMENDI
Compilación, tipeado y notas argumentales Prof. Chalo
Agnelli
Ver en EL QUILMERO del lunes, 5 de agosto
de 2019 “Curas Párrocos de la Inmaculada Concepción e Iglesia
Catedral 1666 – 2009”
NOTA
[1] Ver biografía en
EL QUILMERO del domingo, 13 de noviembre de 2011
“Luis Eduardo Otamendi - La tradición y el arte”
[2] * Otamendi, Luis E. “Historia de la Reducción. 1666-1812” Serie Archivos y… Dirigida
por don Carlos G. Maier. Municipalidad de Quilmes. 1970.
* Otamendi, Luis
Eduardo. "Historia de la Reducción
1666 - 1812". Actualidad Quilmeña - año III - N° 27 - "301 años
de Quilmes". Agosto de 1967.
* Otamendi, Luis E.
“Origen de Quilmes: La Reducción de la Exaltación
de la Santa Cruz”. Serie Archivos y Fuentes de Información. Municipalidad
de Quilmes. 1978.
[3] Francisco Javier Navarra había sido
designado en 1730, cura propietario se hace cargo del mismo el año siguiente;
ya había sido interino en 1727. Permanece en el mismo hasta 1739; le sucedió el
Dr. Juan Antonio Espinoza entre 1739-1749.
[4] Ver en EL QUILMERO
del lunes, 22 de julio de 2019, “Cangapol”
[5] Dr. Juan Antonio Espinoza, cura
propietario desde el 15 de noviembre de 1739, quien permanece hasta mediados de
1749. Durante su administración fue sustituido transitoriamente por Pbro.
Sebastián Cordovés, suplente en 1944 (G. Sors no lo nombra, si lo hace don Luis
Otamendi) Juan Isidoro Illescas, en 1745 y en 1749 y también en esta última
fecha: Fray Pedro Llerías y Fray Martín González
[6] Dr. León Tomás de Pessoa y Figueroa recibe de Illescas la
posesión del cargo de cura propietario el 1 de marzo de 1750, quien actuó hasta
fines de 1753. Venía del departamento correntino de Lagunas Saladas, en la
provincia de Corrientes donde, en 1730, se había creado un curato en la iglesia
que en 1721 había comenzado a construir el vecino Gutiérrez de Valladares. El 19 de
noviembre de 1731, inició sus funciones al frente de ese curato como primer
párroco. Sus familiares, los Maciel y los Home de Pessoa, poseía estancia y un
oratorio en el Pago de La Magdalena.
[7] Conocimiento del terreno
[8]
Estuvo un solo año desde el 14 de marzo de 1763,
Santiago Báez (o Vaz) de Alpoim, era interino. Lo sustituye también
interinamente Vicente Chaparro, teniente cura, probablemente el primero en este
cargo; hasta que asume el Dr. Nicolás Fernández Escandón y Astudillo, párroco
propietario desde el 4 de marzo hasta 1769.
[9] Pastar el ganado en campos apropiados durante la época
de engorde.
[10] Prenda de vestir que cubre el tronco del cuerpo, a
veces con faldones en la cintura y con las mangas ajustadas; era una prenda que
se llevaba debajo de una casaca o directamente como chaqueta.
[11] Dr. Santiago Phelipe de San Martín y Cabral, nombrado interino
el 7 de noviembre de 1773 y propietario el 2 de mayo de 1774, actúa como tal
hasta su muerte en 1803.
[12] procede de estanco,
tienda en que se vende aguardiente.
[13] El vicario excusador es quien apoya al párroco de una parroquia, bajo
la autoridad del obispo, encargado de cobrar un impuesto consistía en
que los diezmos que a dicha hacienda le correspondería ceder a la Iglesia eran
pagados al Rey, con lo cual el hacendado quedaba excusado, en este caso
la Reducción, de hacerlo a la Iglesia. Por extensión, se daba también el nombre
de excusado al parroquiano tributario de este impuesto
[14] Absceso de pus
que supura.
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