sábado, 2 de mayo de 2020

LA COLECTIVIDAD VASCA DE LA PRIMERA INMIGRACIÓN

Muchos son los apellidos vascos del Iparralde que encontramos vinculados a Quilmes a partir de 1800: Dupuy, Duval, Barate, Luto (o Luteau), Lerdou, Lassalle, Bourlot, Amiel, Fleury, Larrullet, Larralde, etc.
En 1810 en el Correo de Comercio, según el Dr. José A. Craviotto, se anuncia que en la Ensenada de Barragán, perteneciente al pago de la Magdalena el Sr. Pedro Duval apoyó económicamente a don Roberto Staples para la instalación de un saladero. Este Pedro Duval tenía vinculaciones con Juan Isidoro Clark. Esta firma comercial Staples & Duval fue multada en noviembre de 1811 por irregularidades en la matanza de ganado. Para efectivizar esta sanción fue enviado a Ensenada un piquete de Dragones de la Patria [1]
Según un escrito de 1841 figuran, entre los empresarios saladeriles de la jurisdicción de Quilmes, los franceses: Juan Barate, propietario, y Julio Luto (o Luteau), con saladero en terreno arrendado [2]
Bernardo Lerdou, en 1852, donó, entre otros vecinos, $ 500 para la instalación de un nuevo cementerio donde hoy se halla el Hospital I. Iriarte. Se llegó a reunir $ 44.037 y las tareas concluyeron en 1855. Era propietario de la chacra que figura en el mapa de catastro de 1898 con N° 18, limitada por las calles República del Líbano, Urquiza, Lamadrid y Andrés Baranda.
La familia Lerdou fueron propietarios de la panadería “La Francesa” - que luego pasó a la sociedad Deprati/Rodiles - ubicada en Rivadavia y Moreno, junto a la casa de la familia con entrada sobre Moreno.
Mariana y Gregoria Lerdou, posiblemente hijas del anterior, en 1886,  integraron la Sociedad de Damas de Caridad de San José con el propósito de atender enfermos indigentes  y proporcionarles el auxilio necesario y no solamente el asilo. Con esta sociedad se encaró la organización de un verdadero hospital [3]
Alejandro Lassalle fue uno de los preocupados colaboradores en pro de la educación de los niños quilmeños; así figura en las fiestas patrias de 1858, en que por primera vez en la provincia se usaron delantales blancos. [4]
En 1875, el juez de paz Pedro Risso encomendó al Dr. Honorio Martel,  Felipe Amoedo y a Alejandro Lassalle gestionaran la creación en Quilmes de un Colegio Secundario. No prosperando la iniciativa por falta de recursos, ya que hubo que alimentar a la Guardia Nacional apostada en Quilmes que participó en la revolución de setiembre de 1874. [5]  En 1877 integró el jury de clasificación de patentes fiscales.
Ese mismo año, la niña Vicenta Lassalle, hija de Alejandro, fue premiada, entre otras,  como mejor alumna de la escuela que dirigían las señoritas Rivero y Echeverría; algunas de las demás eran: Elvira Risso, Soledad Quevedo, Avelina Tobal (luego de Huisi), Ramona Matienzo Dupuy, Ercilia Otamendi, Ana Murialdo, Ercilia Rubio, Juana María Cabrera (*1866; luego la maestra fundadora del la E.G.B. N° 7), Carmen Lanatta, Emilia Murialdo, etc. Todas con una edad que iba de los 10 a los 12 años.
Vicenta con su madre, María A. de Lassalle, integraron con las Lerdou, en 1886, la Sociedad San José mencionada anteriormente.
Bernardo Lassalle fue presidente del H.C.D. en 1893 e intendente municipal entre 1894 y 1895. Fue el que dispuso la plantación de casuarinas en el camino al río, a ambos lados de la avenida Otamendi, plantación renovada por el Dr. José Eduardo López en 1926. [6]
Sobre don Orleáns Larralde, quizá también un vascofrancés venido después de Labourt dice José Andrés López, “Cada comercio valía de acuerdo con la eficacia que del espíritu del mostrador que lo animaba, emanaba. El señor Labourt, por ejemplo, culminaba la curva de sus éxitos cuando lo animaba el espíritu comercialmente amable, culto y atrayente del señor Orleans Larralde, y su decadencia se iniciaba con la desaparición de este.” [7]
Pedro Amiel, en 1892, era propietario de una carpintería en Ezpeleta llamada la Bouvette Francaise.
Pedro Fleury, en San Francisco (Berazategui) tenía un almacén, billar, café y cancha de bochas. [8]
Esteban Bourlot, en 1891,  fue uno de los vocales de la Comisión Directiva que integraban Félix Bernal, Antonio Tasso, Santiago Marengo, Enrique Meincke, Agustín Pedemonte, etc, para la fundación del colegio y templo salesiano de Bernal. [9]
Sintetizando, miembros de esta colectividad que ocuparon cargos políticos locales, algunos ya nombrados, fueron: concejales: Francisco Labourt, entre 1857 y 1858; Alejandro Lassalle en 1865 y consecutivamente entre 1872 hasta 1881; Bernardo Lassalle entre 1893/94; Juan Ihuralde entre 1871 hasta 1875 consecutivamente y entre 1880 y 1881; Julio I., 1893/94 y 1898/99; Juan I. (h), 1909; Horacio I. 1909; Raúl I., 1929/30/32/33; Orleáns Larralde, 1869/70/71. Fue secretario del departamento ejecutivo de la municipalidad don Rodolfo Labourt desde 1902 hasta 1908.
CASA DE LOS VASCOS - EUSKAL ECHEA
“En el pueblo de Quilmes, a los 6 días de Enero de 1901, reunidos en el 'Hotel Universal' calle Alvear esquina Garibaldi, se reúnen los señores Santiago Goñi, [10] Domingo Iparraguirre, Miguel Nazábal, José Larralde,[11] Pedro Etchevertz, [12] José Almirantearena, Jaime Bazterrica, Juan Bazterrica, [13] Joaquín Elortondo, José Jourequi, Fermín Melchor, Tomás Barreneche, Pablo Ibarra, Francisco Candia, Francisco Arrieta, Basilio Amondarain, Julián Meñaca y Agustín Goñi; el señor Iparraguirre expuso el objeto de la reunión y que era de acuerdo a su convocatoria constituir una sociedad entre los vascongados e hijos residentes en el distrito...” Así comienza el acta fundacional de la Casa de los Vascos. Fue inscripta en la municipalidad con el Nº 369. Luego se consiguió establecerse en una sede propia en la esquina de Brown y 25 de Mayo.
Agrega el diario El Sol del martes 7 de octubre de 1980: “La colectividad vasca gozó siempre en el país, de las mayores simpatías. Honesta y laboriosa con gran sentido de la responsabilidad altamente solidaria con nuestros problemas y fácilmente asimilable a nuestras costumbres, ha sabido ganarse un lugar de privilegio en el corazón y en el afecto de los argentinos.
No es de extrañar, entonces, que sus instituciones representativas hayan contado siempre con el apoyo popular. La Euskal-Echea (‘Casa de los Vascos’), por ejemplo, cuyo desarrollo ha abarcado los puntos más importantes del territorio nacional. Quilmes también la tiene, está instalada en 25 de Mayo y Brown, y es precisamente en ella donde se obtuvo en el año 1940 esta nota gráfica, con motivo del viaje a Europa del señor José María Sarriés, caracterizado miembro de la comunidad vascongada.”

En la primera fila, sentados de   izquierda a derecha, aparecen entre otros los señores: Juan Zoroza, Pedro Arán, Martín Artajo, José María Sarriés, el cura párroco Dr. Ángel Banfi, el Dr. Isidoro G. Iriarte, el R. P. Juan Bernardino Lértora, capellán de la Escuela Naval; el R. P. Julio Argentino Gatica y Agustín L. Rocca; en la fila del centro: Cosme Arrastoa, Saturnino Iriarte, Pascacio Iriarte, José M. Goes, Eleodoro Moyano (se le ve sólo la cabeza), el profesor Doroteo Yoldi, Martín Sarriés, Pedro Bazterrica, Domingo Urcola, José Gorostieta, Julián Ochera, Secundino Iribarren, Enrique Martínez, Julián Ithúrbide, Eduardo Arguindegui, Martín Ourracarriet y Marcial Michelena; última fila: Luis Antonio Borro, Daniel Sarriés y Martín Sarriés (h) (Fotografía reproducida por Alcibíades Rodríguez; texto, Víctor Alberto Giordano)

PERIÓDICO EL PLATA DE MAYO DE 1927 – QUILMES
“Lucidos contornos alcanzó la fiesta realizada el sábado 14 del corriente, en el local de la Sociedad Euskal Echea con motivo de con­memorarse el 26 aniversario de la fundación de dicha institución.
A la hora de la cena, tomaron asiento, alrededor de ochenta comen­sales, que hicieron los debidos ho­nores al menú preparado.
 Finalizada esta se dio comienzo al baile familiar, que reunió a nu­merosas familias, prolongándose la danza hasta las 5 de la mañana del domingo, sin que decayera un solo instante, el gran entusiasmo y camaradería que reinaba entre to­dos los concurrentes.
En uno de los intervalos del bai­le, los hermanos Aspitía, componen­tes del dúo nacional Aspitía-Sarry, hicieron oír varios números de su nutrido repertorio, mereciendo los aplausos de todos los oyentes.
La tiranía del espacio, nos impi­de publicar la nómina de las familias asistentes, como es nuestro deseo, pero la nota gráfica que in­tercalaremos en domingo próximo y en la que figuran parte de las señoritas  asistentes, dará una idea al lector de lo  concurrida  que estuvo esta fiesta.”
NOTA AL CONSEJO ASESOR DE COLECTIVIDADES DE QUILMES, 2001
“La Euskal Echea existente en nuestra ciudad, ya cuenta 100 años de existencia. En esa época, los socios con su presencia, con sus historias de vida y su sentido de pertenencia eran quienes mantenían activas la entidad. Pero en los últimos años de debieron incrementar denodadamente los esfuerzos para construir una relación institucional perdurable creando canales fluidos de asistencia, que renovaran la vigencia societaria y mantuvieran despierto el interés de los socios, argentinos en su gran mayoría, sin experiencias inmigratorias, pero con sentido de pertenencia al pueblo de sus ancestros. La Casa de los Vascos existente en Quilmes, por la casi nula actividad de los descendientes euskaros quilmeños en estos últimos años, se fue dispersando y perdiendo figuración en la colectividad vasca local.”

TRES ESCUDOS EN EL FRONTIS DE LA EUSKAL ETCHEA [14]
En el frontis de la ochava de la antigua sede de la Euskal Etchea (Casa Vasca) en la esquina NE de 25 de Mayo y Brown hay tres escudos que labraron allí los fundadores de esta institución difusora de la cultura vascongada. El señor Armando Velasco nos envió la descripción de esos escudos y su simbología heráldica.
El más pequeño, entre medio de los dos de abajo dice: “AÑO 1901 - ENERO 6”. Fecha de fundación este Centro Vasco que es una de los más antiguos de la República Argentina.
Detrás del mismo hay una cinta que corona los dos escudos que tiene inscripto: sobre el escudo de la izquierda: “EUSKAL HERRIA” (País Vasco en euskera, lengua vasca) y sobre el de la derecha: “REPÚBLICA ARGENTINA”.
El escudo de la derecha visto de frente, tiene en el centro una alegoría que representa las actividades principales del pueblo vasco y la fe. EL ÁRBOL DE GERNIKA (Gernikako Arbola) - árbol que simboliza las libertades tradicionales (fueros) de Vizcaya y los vizcaínos, por extensión de todos los vascos -; [15] además contiene un “SOL” que es dios, una “VACA”, un “CABALLO”, una “BALLENA” - este animal recuerda que en tiempos no demasiado lejanos se practicaba la caza de ballenas en toda la costa y varias ciudades tienen en su emblema una lancha con sus remeros persiguiendo esos cetáceos -,  un “ANCLA” recordando los pequeños astilleros donde se construían naves pesqueras. Rodeando todos estos símbolos están los nombres de las siete provincias vascas: “ALABA, GIPUZKOA, NABARRA, BIZKAYA” - dentro del Reino de España – “LAPURDI” (Labourt en francés), “BENABARRA” (Basse-Navarre en francés), “SUBEROA” (Soule en francés) – dentro de la República Francesa - . Abajo del escudo, el lema, “ZAZPIA-AK-BAT” (Las Siete Una)
El escudo de la izquierda  representa la “CASA DE JUNTAS DE GERNIKA”, con el roble tradicional, al pie del cual está “EL LIBRO DE LOS FUEROS”, sobre el cual  los Señores de Bizcaya estaban obligados a jurar para poder ser reconocidos como tales. El árbol está rodeado por los “JUNTEROS” cuidando que las libertades, que amparaban absolutamente a todos los vizcaínos por igual, no fueran transgredidas. Abajo del escudo, el lema, “DENAK-BAT” (TODOS UNO). Los nombres vascos figuran escritos con ortografía vasca.


 
Investigación, compilación y notas Prof. Chalo Agnelli
Director del Blog
[9] Ver. Craviotto, José Alcides. “Quilmes a través de los años”. 1° ed. Agosto de 1966. Quilmes. Pág. 171
[10] Idem. Craviotto, pág. 174
[11] Idem. Craviotto, págs. 249 y 250
[12] Craviotto, José A. y Barrera Nicholson, César. “La conmemoración del aniversario patrio en el pasado de Quilmes”. La Verdad, Quilmes, 23 de mayo de 1939; ídem, “Delantales blancos en las escuelas de Quilmes”, El Sol, 29 de abril de 1955.
[13] Idem. Craviotto, Págs. 237 y 327
[14] Idem. Craviotto, Págs. 257 y 258
[15] López, José Andrés “Quilmes de antaño”. Edición única. 1930. Quilmes (capítulo “Su comercio”; Pág. 251)
[16] Ídem. Craviotto, Pág. 257
[17] Ídem. ant. Pág. 254

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