“El retrato fotográfico es el arte de plasmar en un instante
lo que en siglos no se repite”
Claudio Schbib
Vemos que aún los abrumadores y pesados meses de pandemia en que el mundo todo debe preservar la salud y la vida por sobre todas las cosas, algunos seguimos trabajando con ahínco en aquellas cosas que nos identifican y nos hacen ser.
Y como ejemplo de esa premisa, tenemos una nueva producción, un ensayo-histórico-didáctico del multifacético quilmero Claudio Daniel Schbib: “El otro yo del retrato”.
Quizá no muchos saben que nuestro historiador de Ezpeleta, además de ex comandante de Bombero Voluntario de Quilmes, cronista y militante de la cultura fue, largo tiempo - aún lo ejerce con menos asiduidad - un riguroso fotógrafo; y entre la multiplicidad de posibilidades que permite la fotografía, en el pasado con cámaras, hoy con celulares y quién sabe qué vendrá después, pues nada de los avances de este tipo de tecnología asombra, su métier fue el retrato.
SUS CONOCIMIENTOS
Recorremos en “El otro yo del retrato” el camino del conocimiento transitado por Claudio: primero como aprendiz de los prestigiosos Jorge Blanco y con Susana Garófalo; luego como fotógrafo aéreo, más tarde en la Asociación de Fotógrafos Profesional de Quilmes y Berazategui junto a Rodolfo Malaver, instituciones de la que Schbib fue secretario de Comisión Directiva en 1987; luego como parte del accionar preliminar para la creación del Museo Fotográfico; lo que fue su trabajo con las figuras distintivas que lograron la apertura de esa Institución, que fue chapa, emblema para que en 1989 Quilmes fue designada, por la gobernación Capital Provincial de la Fotografía.
Y todas estas experiencias le permitieron tratar con personalidades como: con doña Irma G. Giles y Gaete de Mayol, Enrico Lanza, Alcibíades Rodríguez, Ariel Bucich, Abel Alexander, Carlos Scott, Cora Otamendi y muchos otros, muchas otras, que han aportado de distintas formas su energía para concretar lo que Quilmes tenga un lugar de relevancia en la historia de la fotografía.
Se puede aprender mucho en los libros, en la escuela, en la universidad, en la misma Internet, pero – además de todo eso y más quizás - un valor de aprendizaje enriquecedor, en suma, es tener la oportunidad, a lo largo de los años (y saberla encontrar), de tener trato, roce, asiduidad con aquellas personas positivas de las que se puede obtener experiencias incalculables. Y no necesariamente tienen que ser académicos, intelectuales de alto vuelo, artistas rigurosos, también un operario fabril, un carpintero impregnado de aserrín, pueden aportar conocimientos sustanciales, vitales. Esta es una característica que denota Claudio Schbib; que de todas las circunstancias, con armónico trato e inteligente disposición, sabe “sacar tajada”, no solo para su propio beneficio, sino también para otros, para las instituciones de las que es parte como lo fue de los Bomberos Voluntarios, y como hoy lo es en la Asociación Historiadores los Quilmeros, el Centro Cultural Hilda Perata, la Biblioteca Popular Pedro Goyena, la Junta de Estudios Históricos, el Museo Bibliográfico Documental Bibliotecario Carlos Córdoba” y varias otras.
“El otro yo del retrato nos presenta la personalidad destacada y olvidada del gran fotógrafo ruso-argentino que fue Anatole Saderman y desde él entramos en las posibilidades de la técnica, pasando a la parte didáctica del libro: “¿Qué se debe considerar en el retrato?”, “El secreto de la subjetividad”, “Nuestro origen y el retrato” y una pequeña “Galería de retratos” (propios y ajenos); pero ante nos da una síntesis en la que razona:
[…] Un retrato genera la necesidad de profundizar los misterios que vinculan el rostro con e! alma, debemos intentar descubrir las historias insólitas y singulares del retratado. […] Debemos captar el alma de! retratado y en el mismo instante descubriremos el misterio de la creación artística Existen fenómenos que movilizan la creación del artista mientras se realiza un retrato, por eso cuando se obtura la cámara eso fenómeno lo veremos reflejado en la imagen.
El retrato es un acto de inspiración, de técnica y de genialidad. El esfuerzo debe hacerse mediante una gran capacidad de observación a través de un gran esfuerzo. No existe lo simple y rápido para un artista del rostro mientras realiza un retrato. Debemos descubrir que nos delata el retrato. […]
Claudio Daniel Schbib nació en Bahía Blanca Provincia de Buenos Aires el 28 de febrero de 1959. Cuando tenía 2 años sus padres se mudaron a Quilmes Este donde vivió hasta 1969, posteriormente se radicó en Ezpeleta, donde transcurrió su infancia, su adolescencia y juventud. En 1988 volvió a su antiguo barrio de Quilmes Este (Villa Juanita). Es autor de los libros:
Fuego y Agua - Historia de la Sociedad Bomberos Voluntarios de Quilmes. Ed. Tiempo Sur – Quilmes, 2000.
Ezpeleta - Aportes para su Historia. Ed. Tiempo Sur. Quilmes, 2011.
Técnicas de Ceremonial y Protocolo en Instituciones Bomberiles.
Historia de Ezpeleta - Partido de Quilmes - Segunda parte - JARMAT – Bernal, 2020.
“Quilmes, 346 años y un Bicentenario” – “Villa Juanita, la historia de un barrio quilmeño” – Asociación Historiadores Los Quilmeros. Ed. Buenos Aires Books. 2012.
“Un Territorio, Tres Historias” – “Breve cronología histórica de Ezpeleta - Los principales hechos” - Asociación Historiadores Los Quilmeros. Ed. Jarmat. 2014.
“Introducción a la Industria Textil” - Seguridad e higiene en el trabajo - La Historia de la vida.” Ed. Buenos Aires Books. 2015.
“Quilmes, 350 años, un Bicentenario y un Centenario”. Ed. Buenos Aires Books. Agosto 2016.
“Quilmes 14 miradas que hacen historia”. Ed. Buenos Aires Books. 2020
Emblema de la Asociación Historiadores Los Quilmeros creado por Claudio Schbib |
Crónica-crítica Prof. Chalo Agnelli
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