por Chalo Agnelli
A fines de mayo de 1831, llegó a Quilmes una nota por la cual en las
escuelas debía seguirse “la política de la provincia, siguiendo el sistema
Federal”. De su cumplimiento dio cuenta el Juez de Paz Juan Manuel Gaete.
El 11 de mayo el ministro Anchorena ordenaba que empleados, maestros y alumnos
debían usar la divisa federal.
El preceptor Justino Rodríguez reemplazó a Rafael Venavente, que renunciara el 4
de enero de 1833, y que, según parece, no logra ejercer sus funciones por los
impedimentos antes mencionados
El 16 de octubre de 1834 Rodríguez entrega el cargo a Felipe Secondo de Vallona con el siguiente material: “Tres bancos útiles, cuatro bancos desarmados, pero completos, un banco inútil, una mesa con cajón, tres gramáticas útiles, siete gramáticas, inútiles, 37 catecismos inútiles, un volumen hojas de cartilla, cuatro pizarras grandes y doce chicas, un tarrito para agua, una soga para el pozo, 26 lápices, 13 nuevos y 13 viejos, 15 cuadernillos de papel blanco, 49 cuadernillos para escritura, inclusive 16 en servicio, 5 tinteros de plomo, un reglamento para la escuela, una cruz de madera, 2 plumas, un cortaplumas, tinta.” El preceptor Vallona hizo notar al margen: “Hago constar que lo que se dice inútil es enteramente inservible”.
FÉLIX JOSÉ MEALS
En 1835 al preceptor Vallona le sucede en el cargo el preceptor Félix José Meals (como Rosende, Vallona, se afincó definitivamente en Quilmes), pero en 1839 por falta de fondos dejó de funcionar oficialmente esta única escuela que era sostenida por contribución vecinal.
Volviendo a 1832, el
personal docente de las escuelas de la provincia no fue favorecido por los
aumentos de sueldo que se otorgaron a todos los cargos civiles y militares de
la administración, duplicándolos.
Los maestros varones ganaban
$ 900 y las maestras $600. En la campaña de la provincia que en ese entonces
era una reducida franja de no más de cien kilómetros desde la costa, que
llegaba desde San Nicolás hasta el río Salado, había 43 escuelas, en 1834
sólo funcionaban 20.
A partir de ese año debían mantenerse con los
recursos que los vecinos de cada pueblo pudieran reunir, de acuerdo al decreto
del 15 de diciembre de 1834. Fondos que debía recaudar y administrar las Juntas
Inspectoras, antes mencionadas, que en Quilmes integraban el Juez Juan Manuel
Gaete, el Párroco Camogli y el vecino Juan Bautista Otamendi.
La falta de fondos determinó
que el gobierno por decreto del 27 de
abril de 1838 suprimiera el pago de sueldos a los maestros. Las juntas
abrieron suscripciones para costear los gastos de las escuelas. El 8 de enero
de 1839,
En la comunicación se hacía
saber que “no ha dado lo recaudado más que para abonar 85 pesos al maestro,
10 al recaudador y no ha alcanzado para pagar los 50 pesos del alquiler de la
casa”.
Así y todo, la escuela de
Quilmes sigue su tarea hasta 1843, en que detuvo sus actividades, tanto por
falta de sueldos, de alquiler de local, como de gastos de mantenimiento
Félix José Meals siguió su tarea docente, recibiendo a cambio, de los padres de sus
alumnos que no podían abonar una cuota, productos de granja, frutas, harina,
huevos que le permitieron subsistir con otro emprendimiento, la fábrica de pan,
pasteles y tortas, “
Anuncio comercial publicado el 2 de mayo de 1875, en el periódico "El Progreso", primer medio de prensa de Quilmes creado por el Dr. José Antonio Wilde |
No hay comentarios:
Publicar un comentario