En el segundo libro “El
Momento” de Adela García Salaberry, editado por los Talleres Gráficos
L. J. Rosso en 1949, cuyos ejemplares fueron numerados y firmados por la autora
- el que posee la Biblioteca Popular
Pedro Goyena, donación de la artista teatral Carmen Lamas es el número 15 – uno
de los capítulos está dedicado a la
historia del voto femenino; larga lucha que venía emprendiendo Adela con
mujeres sufragistas, algunas del partido socialista y anarquistas, otras pocas
radicales y varias independientes. Finalmente el 23 de
septiembre de 1947, fue promulgada la denominada Ley de Enrolamiento Femenino N°13.010, que se puso en práctica en las
elecciones del 11 de noviembre de 1951. El proyecto de ley había sido presentado el 1 de mayo de 1946, con la vuelta a la democracia
y el 21 de agosto de ese mismo año, el Senado de la Nación le dio media sanción
a la ley sobre los Derechos
Políticos de la Mujer. Recién el 9 de septiembre de 1947, la Cámara de
Diputados la ratificó. Eva Duarte de Perón había hecho una fuerte
campaña a favor de esta ley, por
esta lucha fue ella quien por cadena nacional dio un discurso oficial,
promulgando la ley del sufragio
femenino en la República Argentina.
El siguiente artículo publicado
primero en el periódico ‘Renovación’, del que Adela fue
directora marca un momento de la historia argentina donde la mujer cobró un
protagonismo del que habla sido relegada hasta esa época.
También Adela hace visible el
viraje partidario que se produjo en su ideario al comprobar que se estaban
concretando varios de los causales de lucha que ella enarbolaba desde el
socialismo, pero que recién a partir de 1945, por falta de apoyo popular al PS,
comienzan a hacerse efectivos. (Chalo Agnelli, 8 de marzo de 2018, Día de la Mujer)
“EL
VOTO DE LA MUJER”
Seis preguntas sobre el futuro
femenino a las mujeres de América.
La dirección de Noticias
Gráficas
ha dirigido a unas cuantas mujeres representativas de América, las seis
preguntas siguientes, cuyo objeto es ir buscando una orientación en un problema
tan importante como el de la misión social y profesional femenina, después de
la actual guerra (Segunda Guerra Mundial), que no es guerra de ejércitos no
más, sino de pueblos también, sufrida igualmente por hombres por mujeres y
hasta por niños.
El 12 de junio de 1945, contesta
Adela García Salaberry que se distingue por el armonioso equilibrio de una
personalidad que, preocupada por todos los problemas de su tiempo, no se
sustrae, sin embargo, a la seducción del ensueño y se complace en la pura
emoción de la poesía lírica: ‘Momentos Sentimentales’, ‘Bruma-Hiedra’, ‘Rithme Serein’, etc., reúnen poemas en castellano
y en francés, pero posee, además, la virtud de una prosa pulcra y elegante. Y
nos ha dado, así, libros tan sugestivos como ‘Vidas’ (tres series), ‘Luz y Sombra’ y ‘El Momento’, este último escrito bajo
la advocación del nombre de Emile Verhaeren - el poeta belga cantor de las
grandes epopeyas del esfuerzo humano – y destinado a sustentar apasionadamente
los derechos de la mujer a su emancipación civil y política.
(La siguiente es la entrevista
que 'Renovación' le hace a Adela)
"Adela García Salaberry es, por otra
parte, periodista activa y ha colaborado en diarios y revistas de nuestro país
y de distintos países de América."
LAS
RESPUESTAS-REFLEXIONES DE ADELA GARCÍA SALABERRY
1ᵃ.- Sobre el supuesto de que
las democracias triunfaran en la actual guerra mundial ¿qué papel social y
profesional cree usted que estará reservado en la postguerra a la mujer como
consecuencia de la contienda?
- El
papel social que tiene reservado la mujer en la postguerra emana de un
principio ideológico y de una modalidad sentimental en el orden de las
relaciones sociales y de los privilegios naturales de la especie.
Debe ser de colaboración
justa en todos los órdenes de la vida y más útil a la sociedad en que forma el
ineludible complemento de la vida.
Sus atributos la han
proclamado digna aliada del hombre y destinada a arrostrar en el mismo plano
los embates y las alegrías de la existencia.
2ᵃ.-
¿Se verá
obligada la mujer a ser más hogareña según el concepto tradicional o tendrá
mayor actuación fuera de su casa?
- El
mundo entero ha comenzado a vivir las horas caóticas precursoras de los
alumbramientos en las renovaciones periódicas de la historia.
De la vida hogareña
racional en que la mujer debe ser centro de luz orientadora, surgirá toda la
responsabilidad moral que entraña para los seres que derivan de ella por su
naturaleza física y espiritual, sin ser esclava y basta participar en las
acciones elevadas de la lucha por la vida.
3ᵃ.- ¿Cree usted que aparte
de la maternidad, hay ocupaciones específicas femeninas y que la mujer que
limitarse a ellas?
- La maternidad es la
función específica de la mujer, luego por defecto de educación, por vicio
orgánico, no se le prepara con gran eficacia para la lucha en todas las actividades,
donde deberla triunfar.
4ᵃ.- ¿Reemplazará la mujer al
hombre o se equiparará a él en el ejercicio de profesiones y oficios que
la guerra le ha obligado a asumir?
- No es cuestión de
reemplazar al hombre atribuyéndole a ese concepto alcances desorbitados o
ridículos. Es afirmar que en profesiones y oficios en que tenga que actuar sería un oprobio para
la mujer no considerarla igual que al hombre.
5ᵃ.- ¿Aumentará o disminuirá
la intervención femenina en la política y, en general, en la dirección de la
sociedad?
- Deberá reconocerse sin
reparos los nobles privilegios de la justicia que le son debidos que tiene
asegurados todos los respetos a que es acreedora y allanadas todas las
dificultades que le hacen más amargas y peligrosas que al hombre las sendas de
la existencia, creándole una injusta situación subalterna y de dependencia
general.
6ᵃ.- Sea dentro de sus
funciones habituales, sea en una nueva misión, ¿podrá la mujer contribuir
eficazmente a la construcción de un mundo mejor?
- Sí, podrá la mujer
contribuir eficazmente a la construcción de un mundo mejor. La intuición y
abnegación heroica femenina es el cimiento positivo y de elevación en todos los
factores del vivir para que con decidida valentía contribuya a la formación de
una era mejor.
Al transcribir estas preguntas y
respuestas, es para confirmar las respuestas dadas en
1945. La evolución esta operada y las
fuerzas nuevas ocupan el lugar de las fuerzas viejas. La liberación se ha realizado. El pueblo argentino ha
comprendido la necesidad de una evolución sociológica-política, impulsada por
necesidades y exigencias económicas; el pueblo argentino, lo ha comprendido con
su intuición soberana ¡Ha querido fuerzas nuevas, anhelos de fe y de esperanzas
constructivas! En el sentido histórico, ha sido
una gran jornada de redención de las clases oprimidas que encarna el respeto a
los derechos ciudadanos de la República Argentina.
El 4 de junio de 1946, [1]
será considerado como histórico por nuestra Nación.
Comicios limpios, reconocidos por
todos los partidos políticos.
Comicios de enorme significado
para la patria: el advenimiento de las nuevas fuerzas.
Hombres y mujeres, sentíanse
invadidos de Dios, y fueron capaces de mirar la vida como un registro de los
pensamientos y aspiraciones de renovación.
EL
VOTO DE LA MUJER
La declaración del propósito de
otorgar el voto a la mujer, dentro de poco tiempo, nos trae el recuerdo del ‘Ensayo de Sufragio Femenino’ realizado
en el año 1920.
Fue en primer lugar una Asamblea
extraordinaria convocada por el diario ‘Tribuna
Libre’ a todas las instituciones femeninas del país.
En la redacción del diario: Maipú
73, acudieron delegaciones del
Consejo
Nacional de Mujeres;
de la Asociación Pro-Derechos
de la Mujer; Unión y Labor;
de la Unión Feminista Nacional;
del Centro Socialista
Femenino; de Mujeres Radicales; del Partido Feminista
Argentino; etc.
Era la primera vez que concurríamos
a una reunión de mujeres que aspiraban a su emancipación y que debatían sus
problemas y sus anhelos de progreso. Abundaban las estudiantes y obreras.
Allí conocimos a: Doctora Elvira Rawson de Dellepiane; Doctora Alicia.
Moreau; Profesora María
Teresa de Basaldúa; escritora Adelia Di Carlo; a la Presidenta del Consejo
Nacional de Mujeres, doña Belén Tezanos de Oliver; a la secretaria de la misma
institución, señorita María Mercedes Moreno; doctora Julieta
Lanteri; profesora Emma
Day de Oliva; pintora Blanca
C. de Hume; Doctora Petrona
Eyle; profesoras Alicia. B. de Guillot y Justa
Gallardo de Zalazar Pringles; ingenieras Elisa B. y Elena Bachofen; escritora Juana
María Begino; doctoras Ángela
Costa y Brunilda Wien (esta
última fue delegada argentina al VIII° Congreso Internacional de la Alianza de
Mujeres en Ginebra); escritora Julia García Games; profesoras Berta
W. de
Gerchunoff y María
Mercedes de la Vega; publicistas María Josefa Varela y Clarisa C.
de Diego Arbó; profesoras Ada
Gandolfi y María Luisa Abrogado; poeta Lola S. de Bourguet; señora Josefina
L. de Mantecón; señorita Elvira Sáenz Hayes; doctoras Sara
Justo y Amalia
Antinori Silva, etc. Entre todas, estaba la poeta Alfonsina Storni.
De esa Asamblea surgió el “Comité Pro-Sufragio Femenino”. Y,
elegida la Junta Central, por las diferentes
delegaciones: doctora Alicia Moreau, señoritas Elvira Sáenz Hayes y Adela García Salaberry. Esta Junta, dio el siguiente Manifiesto dirigido a las mujeres de la Capital de la
República Argentina:
“El
7 de marzo de 1920, por primera vez en nuestro país, todas las mujeres sin
distinción, de creencias o tendencias políticas, podrán expresar en forma
colectiva, sus anhelos de emancipación, podrán afirmar sus deseos de una pronta
modificación de nuestras leyes que les permita entrar en forma activa en la
acción política, fundamental para los pueblos.
Invitamos
a todas las mujeres a concurrir a las urnas especiales, cuya ubicación se ha
hecho pública. Invitamos a todas, porque cualquiera sea su condición social,
tienen todas intereses que defender y derechos que afirmar.
Como
madres sus anhelos están concentrados en el mejoramiento de las condiciones de
vida de los suyos; mejores viviendas, mejores alimentos, mejores vestidos,
mejor educación para sus hijos.
Como
maestra, sus aspiraciones están en el perfeccionamiento de la escuela y de su
mecanismo directivo, en el cual debe tener una mayor intervención.
Como
obrera y empleada aspirar al mejoramiento de las condiciones del trabajo; mayor
higiene, mayor salario y afirmar ante todo el principio ‘a igual trabajo igual
remuneración’. Para llegar a la realización de estas aspiraciones, madres,
maestras, obreras, mujeres todas, concurrid al ensayo de votación. Su éxito
apresurará la conquista de nuestros derechos políticos, sin las cuales
nuestras aspiraciones serán desconocidas, aún durante largo tiempo, derechos
reconocidos hoy por los primeros países del mundo.
Concurrid
al ensayo del voto, por él afirmaréis vuestros anhelos tan justos, tan
legítimos que no pueden ser hoy negados por los hombres de buena voluntad.
Concurrid
al ensayo del voto, en la seguridad de que trabajaréis por el advenimiento de
una reforma necesaria, justa y útil para nosotras como mujeres y miembros de
una sociedad que progresa.”('La
Nación', marzo 6 de 1920)
Este ensayo de Sufragio Femenino
Argentino, fue apoyado por todos los Partidos Políticos y concurrieron: Doctor
Tamborini, presidente del Partido Radical; doctor Juan José Díaz Arana,
dirigente del Partido Demócrata Progresista; doctor Antonio Di Tomaso,
secretario general del Partido Socialista; mandaron sus representantes los
partidos: Reformista, Unitario, Feminista y Socialista Argentino.
Recordamos los textos de algunos
volantes de propaganda:
“Las
mujeres deben votar”
“¿El gobierno del pueblo, es
realmente del pueblo y para el pueblo? No. Porque las mujeres forman parte del
pueblo y ellas no han elegido representantes”
“¿Nuestro país es una democracia?
No. Porque si concede a todos los hombres iguales derechos políticos, sin
perjuicio de clase, los niega a la mujer por prejuicio de sexo.”
“¿Pueden las leyes nacionales ser
aplicadas con justicia a las mujeres? No. Porque ellas no delegaron poder a
quienes las sancionaron.”
“La mujer debe votar:
Ø
Porque
soporta tanto como el hombre las consecuencias de los buenos o malos gobiernos.
Ø
Porque
soporta tanto como el hombre las leyes del país. Debe tener el derecho de
designar a los que las sancionan.
Ø Porque
contribuye con su trabajo a la creación de la grandeza nacional, debe elegir a
los que sancionan el presupuesto.
Ø Porque
paga impuestos debe designar a quienes los impone y gastan el producto de los mismos”.
Este
Comité Pro-Sufragio Femenino fue de absoluta libertad de ideas y, durante
la campaña electoral, se invitaba a todas
las mujeres argentinas y extranjeras naturalizadas a volar por los candidatos de
todos los partidos políticos.
“Toda mujer - se afirmaba - será
libre de votar de acuerdo con sus convicciones, por el partido cuya plataforma
le parezca mejor, más inteligente, más útil. Invitamos por lo tanto a las mujeres a estudiar
detenidamente esas plataformas para votar con conciencia. Todas las mujeres
deben unirse para la conquista de sus derechos políticos. Las primeras
naciones del mundo lo han concedido.
¡DE TODO
ESTO HAN PASADO 27 AÑOS!
Sin embargo, a partir de la
creación de la Comisión Interamericana de Mujeres, instituida por la VIᵃ
Conferencia Interamericana de La Habana de 1928, confirmada por la VIIᵃ Conferencia
Interamericana de Montevideo, y consagrada sobre bases permanentes en Lima en 1958, no han sido pocos los países americanos que han
acordado los derechos políticos a la mujer: Ecuador en 1929; Brasil en 1952; Uruguay en el mismo año;
Cuba en 1954; El Salvador en 1939; la República Dominicana
en 1942; y, últimamente, Panamá, Guatemala y Colombia.
En el 1920, en el Ensayo de Sufragio Femenino Argentino, votaron
4.000 mujeres.
‘La Unión’ de fecha 8 de marzo de 1920, anunciaba en sus páginas:
“Esta
tarde se constituyó solemnemente la junta. Escrutadora: Doctora
Elvira Rawson de Dellepiane, presidenta; Josefina L. Mantecón,
vice-presidenta; y las señoritas Adela García Salaberry y Elvira Sáenz Hayes,
como secretarias. Tales fueron las personalidades políticas femeninas que tomaron
a su cargo la grave tarea de escrutar los sufragios del electorado feminista
que actuó ayer en 20 mesas
ubicadas en todos los barrios.”
¿Cuándo se salvará esta omisión? Tenemos fe, que se cumplirá una orientación
histórica de convicciones y la mujer se incorporará a la vida cívica argentina
como un elemento de progreso.
Un núcleo de mujeres luchadoras “Pro Sufragio Femenino”,
despidiendo a la Doctora Brunilda Wien (graduada en nuestra facultad de Filosofía
y Letras) que partía como delegada al VIII° Congreso Internacional de la Alianza
de Mujeres en Ginebra. Entre la doctora Alicia Moreau, Adela García Salaberry (la segunda sentada en silla desde la derecha, a su derecha Wein),
Elvira Sáenz Hayes, Josefina L. de Mantecón, Elisa y Elvira Bachofen, Julia García
Games, Ángela Costa, Juana Casenave, Dorila Mantecón, Marla Consuelo de García,
Berta Gerchunoff, Eda Valleggia, Ada Gandolfi, Carmen Fernández, E. García Mellid,
etc. (“Golf”, marzo 21 de 1920)
En el mencionado Congreso, concurrieron
delegadas de: Gran Bretaña, Alemania, Checoeslovaquia, Estonia, Francia,
Grecia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Mecklemburgo,[2] Sterlitz, Noruega.
Polonia, Suecia, Serbia, Turquía, Uruguay, Estados Unidos, Wurtemburgo, [3]
Bulgaria, Hungría, Irlanda, Rumania, Sudáfrica, Australia, Italia, Argentina,
India, China, Japón, etc.
Se
impusieron a 10 principios después de agitados debates:
El
derecho al voto;
la independencia personal y económica en el matrimonio;
supresión de la autoridad;
derecho de conservar su nacionalidad;
acceso libre
a toda función e instrucción científica y profesional;
trabajo igual, salario
igual;
igualdad de principios en la legislación del trabajo, pero protección
excepcional acordada a la mujer;
reconocimiento del valor social y económico
de la maternidad;
protección a la madre no casada;
moral única para ambos
sexos.
Reproducirnos a continuación, el
texto del proyecto sancionado definitivamente por la Cámara de Diputados, que
lo convirtió en ley, por el cual se acuerdan los derechos políticos a la mujer:
Artículo 1°.- Las mujeres
argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas
obligaciones que les acuerdan a los varones argentinos.
Art. 2°.- Las mujeres extranjeras
residentes en el país, tendrán, los mismos derechos políticos y estarán sujetas
a las mismas obligaciones que les acuerdan o les imponen las leyes a los varones
extranjeros, en caso que éstos tuvieren, tales derechos políticos.
Art. 3°.- Para la mujer regirá la misma ley electoral
que para el hombre, debiéndosele dar su libreta cívica correspondiente como un
documento de identidad indispensable para todos los actos civiles y
electorales.
Art. 4°.- El Poder
Ejecutivo, dentro de los dieciocho meses de la promulgación de la presente ley,
procederá a empadronar, confeccionar e imprimir el padrón electoral femenino de
la Nación, en la misma forma en que se ha hecho el padrón de varones. El Poder
Ejecutivo podrá ampliar este plazo en seis meses más.
Art. 5°.- No se aplicarán a las
mujeres las disposiciones ni las sanciones de carácter militar contenidas en la
ley 11.586. La mujer que no cumpla
con la obligación de enrolarse en los plazos establecidos, estará sujeta a una
multa, de cincuenta pesos moneda nacional o la pena de quince días de arresto
en su domicilio, sin perjuicio de su inscripción en el respectivo registro.
Art. 6°.- El gasto que ocasione
el cumplimiento de la presente, ley, se hará de rentas generales, con
imputación a la misma.
Art. 7°.- Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
[…]
UNA
EVOCACIÓN...
“La Razón”, Buenos Aires, 25 de agosto de 1919.
“En la muy pacífica ciudad de La Plata,
se ha presentado, al distrito militar de la sección, la señorita Adela García
Salaberry, solicitando su enrolamiento. No tuvo éxito, pero ha sentado un
precedente que habla bien alto en pro del entusiasmo reinante en las falanges
feministas, ya movilizadas, en marcha hacia la conquista de sus derechos
políticos. La señorita García Salaberry es un elemento destacado del Partido
Feminista Argentino, siendo actualmente Secretaria General del Comité de La
Plata.
Pertenece
al Banco de La Nación Argentina, excepción en el Reglamento del Personal, única
mujer por voto unánime del Directorio
y es, además, una poeta de mérito, cuyas producciones fueron juzgadas
favorablemente por la crítica”.
Hace de esto 30 años. Hoy Adela García Salaberry tiene
su libreta cívica matrícula N° 5.145.856
Compilación y compaginación Chalo Agnelli
Quilmes, 8 de marzo de 2018, Día de la Mujer
FUENTE
Biblioteca Popular Pedro Goyena
FOTOS
EL Momento II
Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires
Archivo General de la Nación
NOTAS
[1] El 24 de mayo la Asamblea
Legislativa designó presidente y vicepresidente de la Nación para el período
que comenzaba el 4 de junio de 1946 a la fórmula triunfadora integrada por Juan Domingo Perón y J.
Hortensio Quijano.
[2] Mecklemburgo (en alemán: Mecklenburg) es una región del norte de Alemania que comprende la parte
occidental y la mayor parte del estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
[3] Wurtemberg(en alemán: Württemberg), antiguamente
Wirtemberg, es un territorio histórico y un antiguo Estado de Alemania. Se
trata de una región ubicada en Suabia, en el suroeste del país germano. Su
capital tradicional era Stuttgart, pero durante cortos períodos lo fueron
Luisburgo y Urach.