Chalo Agnelli
Colaboración Ana María de Mena
Si
hay un educador de educadores que es imprescindible recordar y homenajear en la
historia educativa, cultural e historiográfica de Quilmes es el Director de la Biblioteca Pública Municipal Domingo Faustino Sarmiento
desde 1956 hasta 1974, Carlos Guillermo Maier.
Personalidad de influencia bienhechora para Quilmes. Generosamente dispuesto a dar y darse a toda iniciativa cultural, artística y educativa, pero sin ostentación ni personalismos, por el contrario, intentaba pasar desapercibido. Quienes concurríamos a esa sala de lectura sabíamos, previamente, que contaríamos con su guía, que nos facilitaba la complejidad de alguna materia de estudio, cualquiera fuera o todas.
Nació en Munderkingen, Alemania (estado de
Baden-Wurttemberg, cuya capital es Stuttgart),
el 13 de julio de 1922.
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Munderkingen |
Llegó a la Argentina
con sus padres Karl y Ana Krespach, con poco más de un año, Se radicaron en un
primer tiempo en Piñeiro y un par de años después en Don Bosco, partido de
Quilmes, donde aún vive su familia. Los estudios primarios y secundarios los
realizó en el Cangallo Schule.
Realizó estudios de idiomas y conocía, además del alemán materno, inglés,
francés, e italiano.
Concluido el bachillerato ingresó a la
facultad de Filosofía y Letras de la
UBA en la carrera de Historia, especializándose en
arqueología, etnografía y lingüística y en especial en la faz bibliotecológica
de esas disciplinas; cursando clases especiales con el prestigioso Prof.
Augusto Raúl Cortazar.
Se inició como bibliotecario en 1939 en la Biblioteca Popular
José Manuel Estrada de Bernal hasta
1945, continuando luego como asesor ad
honorem. En 1947 ingresó en la Biblioteca del Museo Etnográfico de Buenos Aires
hasta 1956, fecha en que fue designado Director de la Biblioteca Municipal
de Quilmes. Simultáneamente ejerció desde 1951 hasta 1959, el cargo de
Bibliotecario en la Mariano Moreno de Bernal.
Dictó cursos y tuvo una cátedra de
Bibliografía en la Escuela
de Bibliotecarios del Museo Social
Argentino, y similar en la Universidad de La Plata hasta 1968.
También enseñó idiomas y dio cursos para
bibliotecarios-maestros en la
Escuela Primaria N°6 de Bernal desde 1964 hasta 1971. Cada una de sus presentaciones incrementaba la pasión por la lectura a los que desde niños nos encontrábamos en los libros.
Fue integrante de la comisión
Municipal de Cultura desde 1956 hasta su muerte y secretario del Instituto
Sarmiento de Sociología e Historia que presidió durante muchos años el profesor Juan Carlos Lombán. Acompañó al Prof. Orlando Cella en la fundación del Instituto Cultural Sanmartiniano de
Quilmes. Colaboró en todos los medios gráficos quilmeños con artículos
culturales, históricos, bibliográficos, así como cuentos y poesía. Dio numerosas
conferencias en centros culturales de Quilmes y radiales, realizó traducciones
del alemán, el inglés y el griego.
Redactó
numerosos artículos para publicaciones especializadas y entre sus libros y
folletos es necesario destacar “Historia de la Enciclopedia”,
1953; “Bibliografía General de Arte”, 1963, “Bio-bibliografía de los
Presidentes Argentinos”, 1963; Guías y apuntes estructurados por programas
de la Escuela
de Bibliotecarios de la U.N.L.P,
1957-1963, “Padrón de los Quilmes en 1860”, 1939, de la Serie Archivos N°8, 1972.
Fue director del Colegio Alemán de Quilmes
desde el 1° de marzo de 1961 hasta 1966.
En su adolescencia incursionó en la
literatura y a instancias de sus amigos publicó en 1970 sus “Cuentos
ascéticos”; escritos para una publicación estudiantil varias décadas antes.
Cinco cuentos religiosamente cristianos, que al decir de su prologuista, Juan
C. Lombán: “son obra de extrema juventud, pero de acabada pericia en la
técnica narrativa. Pero no de una juventud desaprensiva, sino que alienta a las
ideas nobles...” y agrega que entre el adolescente y el adulto que fue don
Carlos pervive inalterable: un espíritu sensible poseído por un inagotable
fervor por incitar, ayudar y orientar a toda obra de bien o inquietud creadora,
que se ofrece incondicionalmente y sin límites... Este es el que nosotros
conocimos desde las bancas de lectura de la Biblioteca Sarmiento.
Tuvo la oportunidad de viajar por Sudamérica, Europa y
África, que en el caso de don Carlos siempre fueron de conocimiento y estudio.
Y si hay una obra de envergadura de la que
Quilmes siempre va a estar en deuda con el Prof. Maier es la creación y edición
de la SERIE
DIVULGACIONES ARTES, LETRAS Y CIENCIAS, la SERIE ARCHIVOS Y FUENTES DE INFORMACIÓN y la SERIE MEDALLONES
BIOGRÁFICOS, que se editaron entre 1965 y 1971. Una colección de un valor
histórico y documental incalculable para la tradición quilmeña, pues permitió
que hombres como don Luis Otamendi, don Manuel Ales, el Dr. Craviotto, el Prof.
Lombán, José y José Abel Goldar y mujeres como Violeta Shinya y Lía Giordano de Campelo, nos dejaran sus
trabajos de estudio e investigación.
Lamentablemente la impericia y la
imprevisión, o quizá, en bien de ser benigno,
la falta de visión proyectiva que se percibe en tantos hombres públicos,
no permite a las actuales generaciones tener a su alcance nuevas ediciones de
obras de tal valor cultural y educativo.
En 1966 fue designado integrante de la Sub-comisión de Efemérides con motivo del
tricentenario de Quilmes, junto a José Abel Goldar, Luis Otamendi, Manuel Ales,
Lorenzo Tellería y Aníbal Vidal. Como tal encabezó el despliegue de una tarea
descomunal: con publicaciones y actividades trazadas con rigurosidad, que se extendieron desde 1965 hasta noviembre
de 1966. Todo Quilmes se cubrió con un manto festivo y de reconocimiento al
pueblo originario que nos dio toponimia y gentilicio.
Conformó
con los anteriormente nombrados y otras personalidades característicos de
nuestro Quilmes un cenáculo de cultores de lo local en el ámbito de la Biblioteca Pública.
Con una generosa disposición docente, dejaba su oficina de Director y se
acercaba a los estudiantes más asiduos que consultábamos bibliografía para
orientarnos, asesorarnos e, incluso, interiorizarse por nuestros progresos.
Carlos G. Maier, consecuente con su
espíritu literario inició un romance por correspondencia con Margarita Benítez,
rosarina, con quien se casó joven, en el histórico Convento de San Lorenzo. Se
prolongaron en tres hijos Carlos, Margarita y Roberto, docentes los dos últimos.
Roberto Martín Maier, sigue el sendero de su padre con quien se inició en la Sarmiento y hoy
es Director de Procesos Técnicos de la Biblioteca del Congreso
de la Nación.
Merecidamente una calle de Quilmes
del barrio “Parque Calchaquí”
lleva su nombre, la N°385, entre Luzuriaga (349) y la que recuerda a otro educador de vasto cuño, el Prof. José
Sosa del Valle (343) El 8 de febrero de 1975, prematuramente a los 52
años, don Carlos se marchó para catalogar libros de otros anaqueles eternos,
donde seguro se halla con todos los prohombres que sustentaron el Cenáculo de "La Sarmiento" y
también con Luis José de Chorroarín, Paul Groussac, Jorge Luis Borges...
Prof. Chalo Agnelli
publicado en el libro de quien suscribe, "Maestros y Escuelas de Quilmes",
Ed. Jarmat, Quilmes 2004
Colaboración periodística Ana María de Mena
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