jueves, 6 de noviembre de 2014

LOS PRIMEROS CERVECEROS


Faltan en esta reseña muchísimos nombres, muchos trabajadores que fueron la harina con la que se amasó la fortuna de los Bemberg. Inmigrantes de todo el mundo, nativos de nuestras provincias, quilmeños viejos y viejos quilmeños. Hombres y mujeres, y hasta niños en las primeras décadas. Casi todos llegaron a amar su trabajo, la fábrica cobró hasta el Centenario el perfil de una empresa familiar. Hasta tres o cuatro generaciones de quilmeños trabajaron en la Cervecería Argentina Quilmes. Fue - y quizá algo de eso aún conserva - la Gran Empresa de Quilmes.
LOS TRABAJADORES
La empresa contrató, sobre todo, técnicos suizos, alemanes y franceses, muchos de los cuales formaron sus familias con quilmeñas y se radicaron definitivamente aquí.

En los primeros años estos en su mayoría vivían en la Capital Federal o en La Plata. Para remediar este alejamiento del lugar de trabajo que en esos años el empresariado europeo lo creía contraproducente para el rendimiento del individuo, la empresa
otorgó  créditos hipotecarios a muy bajo costo para capataces, jefes y directores. Se proponía un estilo de casa llamado “colonial inglés”. La única existente hasta la actual sin modificaciones significativas es la que se halla en la esquina de las calles Lavalle y Matienzo, construida con este plan para don Armando Agnelli en 1919 (ver foto) Luego a partir de 1923 cuando se comenzaron a concluir las casas de Villa la Argentina cesó este plan hipotecario.
Entre sus directores y jefes más renombrados se recuerda a los señores: Arbert, Arnolds, Grunauer, Lodegar, Iojhens, Moncorvo, Steinhauser, Strattner, Jacobsen, Conde, Wassermann, Mart, Soppe, Lodgor, Silbermann, Ramos, Arnols, Beck, Donau, D´Abate, Vettes, Stamer, Wichmann, Juan y Werner Baenninger, Carlos Alberto Ludwig, Lem Maes, Agnelli, Rodolfo Ostry, Andrés Pressón, Juan Thormählem, Enrique Freyre, Pablo Camarini, Fishter, Hernández, el mayordomo Pedro Dreisch, el director de relaciones institucionales, Dr. Luis Spanggemberch, Ricardo Thiele que se retiró el 3 de marzo de 1940 con 80 años de edad después de 50 de trabajo en la empresa, desde el día de su fundación como jefe de sección “cabrería”  etc.
Una de las particularidades de los trabajadores que ingresaron en las primeras décadas fue que adquirieron propiedades en las proximidades de la fábrica o sus subsidiarias. Luego cuando se construye la Villa Argentina entre 1923 y 1927, año de su inauguración, los obreros calificados, capataces, jefes y directores se instalan allí.
En numerosas familias se dio que hasta tres y cuatro generaciones trabajaron en la empresa, una tradición que llenaba de orgullo.
 
Andrés Presson (París el 4-5-86 / 31-7-39) [1] había llegado de pequeño a la Argentina con sus padres y sus hermanos Ernesto y Alejandro. Su padre había sido contratado por
Bemberg como técnico en maquinaria de destilería, alambiques, trituradores de hierbas, tinas de maceración. Andrés fue jefe de mecánicos; luego su hijo Eliseo, notable bandoneonista,  ingresó como obrero, otro de sus hijos, Aníbal (Lili) se jubiló como capataz (tenía una florería en A. Baranda y Triunvirato) Sus hermanos también trabajaron en la empresa y su hermana se casó con Duplat, también trabajador de la CAQ; como Luis Camporotando, cuñado por parte de su esposa, que vivió hasta los 100 años a media cuadra de la entrada de la Villa Argentina. [2]
 La creciente necesidad de mano modificó en pocos años la demografía de esa parte de Quilmes. Así creció el comercio: fondas que utilizaba el personal media hora a la mañana y dos horas durante el almuerzo (como la ubicada donde hoy está el Policlínico, frente a la entrada de la fábrica), corralones de materiales de construcción, tiendas, panaderías (El Modelo), carnicerías, almacenes (Gago. Del Campo), soderías (Gandolfo, Agnello) y artesanos: peluqueros, sastres, modistas, zapateros.
Tour de visitantes a la Cervecería en los vehículos apodados "bañaderas"
A partir de 1921, en que se abrió el Consultorio Médico para empleados y obreros, estos percibían su jornal completo durante 8 días de licencia por enfermedad. Pudiendo obtener este beneficio tres veces al año, extendiéndose luego a 80 días hábiles. También percibían su jornal completo cuando se trataba de un accidentado por los días que le llevara recuperase. Adelantándose casi 25 años a las conquistas sociales que los trabajadores obtuvieron a partir de 1945.
Entre las familias alemanas que trabajaron en la cervecería y se afincaron definitivamente en Quilmes están los apellidos:
Begh, Steiner, Strattner, Burger, Juan Friedmann, [3] Steinglein, Pfisterer, Starner, Hesse, Federico Kahn, etc.  Ricardo Otto Thiele, casado con Adela Rosa Petersen,  fue uno de los fundadores de la iglesia evangélica y del Colegio Alemán en 1939. 
Juan Biotti ingresó a la CAQ a los 12 años el 4 de noviembre de 1916, como peoncito. Había nacido en Quilmes el 8 de
setiembre de 1893. Pasó por todos los rincones de la fábrica. En 1933, lo nombraron gerente de la sucursal Rosario. Luego, la empresa atenta a su capacidad de trabajo, su ingenio e iniciativa lo envió a Europa a comprobar los avances que se estaban haciendo en la industria cervecera. En 1937 fue subgerente en Quilmes y al año siguiente pasó a ocupar el cargo de Director-gerente hasta su jubilación el 5 de mayo de 1852, después de 36 años de trabajo. Biotto, desde la empresa, fue un activo benefactor de la comunidad; fue un intermediario entre los empresarios y los quilmeños. Motivó la colaboración para la construcción del pabellón de maternidad del Hospital de Quilmes, logró que se apoyara económicamente a la Federación de Cooperadoras escolares. A su vez fue rotaryo, perteneció a la comisión de la Sociedad Hospital de Quilmes, miembro vitalicio del Club Social y presidente desde 1943 a 1946. Falleció a los 75 años, el 1º de noviembre de 1968. 
 Equipo de fútbol de obreros cerveceros
Werner Alfredo Baenninger nació en Montevideo el 15 de junio de 1892 Era hijo de Juan Baenninger nacido en Zurich, Suiza, el 31 de agosto de 1863 y fallecido en Quilmes el 23 de
diciembre de 1919 y de Rosette W. de Baenninger, nacida en Berna el 29 de marzo de 1869 y fallecida en Quilmes el 22 de diciembre de 1945. En 1927 fue vocal del directorio del Banco Popular de Quilmas. Como trabajador de la CAQ y como vecino de Quilmes, entre las décadas del 30 y 40, se comprometió con la realidad social de los cerveceros e integró y fue cofundador de varias entidades de bien público.  Murió en Ranelagh el 13 de junio de 1954.[4] 
Hasta la década del 50 no había familia en La Colonia que no tuviera un miembro trabajando en la CAQ. Algunas como los Firpo hasta 15 miembros, Castro, Vidal, Andragnez, Ramos, Ruesta,  Merani. Yori, Gargiulo, Gandolfo, Manini, Bautista, Orengo, Biondo, Marchese, Stankaitis, Trapani,  etc., son algunos pocas apellidos de esas familias. Ejemplo de duración fue don Andrés Pressón, que había comenzado como albañil cuando se empezaron a levantar los muros del edificio fabril y luego pasó a operario, capataz, jefe, a lo largo de 40 años. Murió en 1939.
Los cerveceros contaban con una proveeduría que vendía comestibles en general y productos suntuarios a precios económicos. Fue uno de los primeros autoservicios que tuvo Quilmes, le siguió el supermercado Llaneza en Rivadavia y San Martín, [5] al estilo de los actuales. La Proveeduría, como la llamaba la comunidad, se hallaba en la esquina SO de Córdoba y Gran Canaria.
Trabajadoras de la Tapas Corona (SAFAC) en el recreo de obreros cerveceros de la Ribera festejando el fin de año
 (circa 1930)
Particularizar con alguna figura puede ampliar la pintura que se intenta plasmar sobre los trabajadores de esta empresa. Juan Perregrinni, a los 88 años le contaba al periódico “El Periodista” en 1985, [6] que empezó a querer a la Cervecería antes de trabajar en ella, cuando venía a caballo a la escuela de Cousillas, en la esquina de Vicente López y Perón, “entraba
por la calle central de Cervecería en aquellos tiempos calle abierta y atando al animal en los alambrados del cerco, contemplaba el movimiento de la fábrica, concentrando su atención en las zorras eléctricas que tiraban las vagonetas metálicas, con que se transportaba el carbón de las grandes pilas ubicadas sobre la entada, al lugar de consumo, las calderas.” Perregrinni, aún niño, “trabajaba en el almacén de Borzi, que quedaba por el Camino Carretero (hoy Calchaquí) por donde está ahora Orbea”. Ingresó a la Quilmes el 28 de diciembre de 1914. Tenía 18 años: “... el 6 de junio de 1914 me enrolé, me dieron la libreta de enrolamiento N° 494 y la cédula personal N° 161 y enseguida entré en la fábrica.”. Perregrinni trabajó en la Cervecería durante 40 años, hasta su jubilación en 1954.
Los inmigrantes transformaron y renovaron la economía
argentina. Produjeron el movimiento obrero organizado como resultante de las ideas socialistas y anarquistas traídas de Europa. Después de la década de 1870 aparecieron los primeros sindicatos.
En 1878 la Unión Tipográfica realizó la primera huelga en la historia de nuestro país, en lucha contra la jornada de 12 hasta 14 horas diarias que tenían los trabajadores, las condiciones de salubridad, el trabajo de niños y mujeres y los salarios insuficientes. Después de 1880 se crearon las sociedades de panaderos, carpinteros y yeseros.
En 1882, inmigrantes alemanes crearon el Club Vorwarts de fundamentos socialistas democráticos que originaron el socialismo argentino. En 1887 se creó La Fraternidad.
 (Foto colaboración Alberto Moodie Imizcoz)
                            Sede la de Sociedad de Oberos Cerveceros del Partido de Quilmes levantada en 1912, en la calle Olavarría e/ las vías del ferrocarril e Hipólito Yrigoyen.
Investigación Chalo Agnelli
1969 - 2009
Del Libro “La Colonia de Valerga” 
Ed Tiempo Sur. Quilmes, 2011

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