El Profesor Juan Manuel Cotta, en sus
funciones de director de la Escuela Normal Nacional Mixta de Quilmes, junto a
la Regente Cresencia O. López de Molina, Subregente Irene Rodríguez Garay,
Vicedirectora María Josefa Lombán de Casado, Jefa de celadores Adela Sormani, celadora
Haydée Coma, profesora Fulvia Veronelli y Laura Cotta (hija del director),
acompañan a los egresados promoción 1939, maestros: Isidro Colombo, Armando B.
Gonzáles, José García, Jorge Molina, Héctor Barbot, Oscar Fernández, Rodolfo
Fernández, Justo Sosa, Carlos Priani, Héctor Risso, Jorge Ibáñez, Esteban Mikita,
Carlos Ibañezé, Miguel Garbini, José Vázquez, Celia Crepaldi, Aurora Berango,
Araceli Musante, Otilia López, Margarita Echelini, Dominga Gianatoni, Susana
Albaytero, Jorge Irurzún, Lidia Sayonz, Julia Cavero, María Castro, Hebe
Mancedo (fundadora con su hermana Lía el Inst. Mancedo), Stella Maris
Segui-Huisi (fundadora de la Escuela Kennedy), Elisa Geronés, Lidia Elgue,
Yolanda Echelini, Juan Castro, Angélica Piñeyro, Estela Barrios, Nelly Silva,
Nelly Castellanos, Ana María Iturregui, María Teresa Geronés, Delia Vieytes,
Alicia López, Angélica Vieytes, Elsa Sartorio, Esther Bidart(luego de Giordano,
profesora de francés en el Instituto Inmaculada Concepción, Colegio Comercial y
Colegio Nacional de Quilmes, fallecida el 26/7/09), Martha Romero, Dorita
Armini, Emilia Servici, Celina Natoli, Yolanda Serra, Amanda Scuffi, Elva Gil,
Ilse Hager, Edith Mendiguibel, Silvia Riolffi, Nélida Castex, Hebe Díaz, Susana
Verdier, Susana Molina, Nora Visentaine, Nélida Lombardi, Roberto Secco
(profesor de geografía en el colegio Nazareth), Aníbal López Ochoa, Servando
Dozo, Silvia Baria, Juan Biant, Rosa Guarnieri, Irma Osella, Martha Ricagno
Barrera, Haydée Ortiz y Juan Cucorese.
PEDRO JUAN MANUEL COTTA (1)
MISIONERO DEL AULA
Investigación,
compilación y entrevistas Prof. Chalo Agnelli
Tomado de “Maestros y
Escuelas de Quilmes” 2º edición.
“Me parece verlo en medio del
patio grande: la cabellera muy blanca, las cejas pobladas y renegridas, la
corbata moñito despeluzada y torcida, el sobretodo gris aclarado por el tiempo,
con un brazo sujetando papeles y libros y siempre rodeado de alumnos. La
escuela era para él un semillero de esperanzas. Y sus alumnos una promesa a
hecha al futuro…” Estas palabras escribió su hija Blanca Cotta en un homenaje a
su padre, el maestros don Juan Manuel Pedro Cotta.
Además de la familia, nada fue
más claro en su vida que su vocación, la docencia, el amor a educar y el trato
siempre fresco y renovador con niños y jóvenes. Su enseñanza se fundaba, sobre
todas las ciencias, en observar y la valorar la grandeza de las cosas pequeñas:
el encanto de los cotidiano, la naturaleza, el disfruto de las etapas de la
vida, lo infinito e indescifrable del universo. Siempre estaba dispuesto al
elogio, al estímulo, aún a los más rezagados.
CHIVILCOY
Juan
Manuel Cotta nació en la localidad bonaerense de Chivilcoy el 4 de diciembre
de 1887, uno de los diez hijos de Claudiano y Casiana; matrimonio de origen
italiano, quizá de la provincia de Savona, en la región de la
Liguria. Tenía 5 años cuando murió su
padre y se unió a sus hermanos en los trabajos del campo, a la par de los
peones. Ese fue su primer aprendizaje, la bondad de la tierra, la recreación
incesante de la naturaleza; arar, sembrar, cosechar; el sudor del hombres
regando en el surco; los montes frondosos, los amaneceres de verano, las
puestas de sol en un horizonte sin fin, la amenaza del rayo y el olor a tierra
mojada después de la tormenta. Todo eso fue diseñando en su interior al poeta.
Cuenta su hija que un día llegó
al campo un periódico de Chivilcoy que anunciaba la fundación de una Escuela
Normal. Primero dudó, pues ya tenía 17 años y le resultaba embarazoso a esa
edad anotarse para cursar el 1° año. Pero la vocación fue más fuerte y contó
con el estímulo del Prof. Mathus, director del flamante establecimiento. Se
recibió en la
Escuela Normal Superior “Domingo Faustino
Sarmiento” de esa localidad, por donde luego pasaron alumnos y docentes de la
talla de Domingo Zerpa, Mariano Serafín, inspector de enseñanza de la
Provincia de Buenos Aires, Leonora Poch,
declarada “la mujer del año” por el Consejo Nacional de la
Mujer en la
Universidad de Morón, Delia Garibotti,
inspectora de educación inicial, declarada ciudadana ilustre por la
Municipalidad de Chivilcoy y el escritor
Julio Cortazar que ejerció en esa escuela como profesor normal en ciencias y
letras.
Inicia la carrera docente con
unas pocas horas en la escuela Normal de Dolores. Luego un amigo le ofrece la
posibilidad de fundar y dirigir una escuela Láinez. Estaba recién casado con Ángela
Natalia, porteña, hija de Natalio Zara y María Cuesta; una familia de clase
media acomodada que vivía en Pueyrredón y Paraguay en la
Capital Federal.
Su padre, italiano, era pastelero, dueño de la confitería América, ubicada en
la calle Santa Fe. Ángela notable ama de casa, compañera, amante y amiga,
acompañará fielmente a Juan Manuel en su extenso itinerario docente. El 26 de
julio de 1911, se inaugura oficialmente la
Escuela Nº
92 en Dolores; el primer pueblo fundado por el gobierno surgido el 25 de mayo
de 1810, por eso se lo llama "El Primer Pueblo Patrio".
Sólo contaba con el edificio,
todo lo demás contaba por cuenta del maestro-director: hizo los bancos, los
pizarrones, los borradores, junto a Ángela cosió guardapolvos para los más
necesitados, hasta se ocupó en cortar pelos y uñas. Ella hacía los pastelitos
criollos para las fiestas patrias y pan casero para las meriendas que les daban
a los alumnos a media mañana. Próxima a la escuela alquiló un terrenito para
hacer una huerta y consiguió un telar que les dio la primera Bandera Argentina
que se izaba todas las jornadas. La matrícula creció muy rápido y la escuelita
quedó estrecha de modo que comenzó el engorroso trámite para obtener otro
edificio. Una vez que lo logró la bautizó Profesor José Benjamín Zubiaur, (2)
un gran maestro que lo había alentado en su vocación.
LA
ESCUELITA DE COTTA
Lamentablemente por esa costumbre
que tenemos los argentinos de cambiar el nombre a calles y escuelas según sean
las modas o las pasiones de turno la
Escuela Láinez Nº
92 de Dolores (hoy N° 30) pasó a llamarse “Prov. de Misiones”. Sin embargo la
comunidad no lo aceptó y siempre la llamó “la escuelita de Cotta”, al
punto que hoy por resolución ministerial lleva su nombre: “Pedro Juan Manuel
Cotta”. También fue profesor de Historia en el Colegio Nacional de esa ciudad.
Su empeño y laboriosidad no pasan
desapercibidas para las autoridades del Ministerio de Educación de la
Nación y en 1923 lo trasladan a Tandil,
para asumir la dirección de la
Escuela Normal. El pueblo entero, con
banda de música inclusive, fue esperarlo a la estación del ferrocarril y lo
acompañó en pedagógica procesión, junto a su familia, hasta el hotel donde se
hospedaron.
Era una característica de las
escuelas Láinez que su personal lo era del Consejo Nacional de Educación.
Institución que podía desplazarlo o moverlo a cualquier sector de la provincia
o del país que comprendía su jurisdicción.
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Ángela Natalia Zara de Cotta con los
mellizos, Blanca a la derecha del observador y Roberto Horacio a la izquierda.
(gentileza Patricia Skilton)
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SANTA ROSA
Mientras tanto van naciendo los
hijos: Laura, Juan Ángel y los mellizos Roberto y Blanca. Cuando estos últimos
tienen dos años lo trasladan a La
Pampa, que todavía era Gobernación, para
hacerse cargo de la dirección de la
Escuela Normal
de Santa Rosa. En octubre de 1927, la
Escuela participó de los Juegos
Florales organizados por la
Asociación Sarmiento para el '12
de Octubre'. Se realizaron en el Teatro Español de Santa Rosa. En el
acto dirigió la palabra el director del Establecimiento Sr. Juan Manuel Cotta
como encargado de sustentar los juegos florales. El diario local "La
Antonimia" comentó sobre ese
discurso: ...la armonía, el timbre, la duración exacta de cada palabra ,
hace que el auditorio del Sr. Cotta, lo siga con interés creciente a través de
su discurso , viviendo cada pasaje y saboreando la dulzura de su verbo.”
Con sus mellizos: Blanca y Roberto Horacio
Efectivamente,
fue un notable conferencista, ameno y carismático. Pablo Pizzurno (3) le
escribió en una oportunidad, después de una conferencia de Cotta: “Leyendo su
eficiente disertación, se me ocurrió preguntarme; ¿Dónde, en qué Institución,
con qué profesor, en qué ambiente se ha formado este maestro? Me di la
respuesta, casi seguro de no equivocarme; ¡Este hombre es autodidacta, hijo de
sí mismo!...”
En
esta ciudad pampeana, llegó a ser después del gobernador y el obispo, la
autoridad con mayor consenso, por la natural actitud maleable y la apertura de
criterio que poseía para consustanciarse con las tradiciones y la historia de
lugar, así como con las necesidades y potencialidades de las familias. A los
que conocía a través de sus alumnos.
QUILMES
De Santa Rosa se trasladó a una
ciudad con nombre indio, creciendo junto al Río de La
Plata, muy dispar a las localidades de
predominio agrícola ganadero que había recorrido, Quilmes.
El director fundador José Sosa
del Valle se jubilaba y Cotta fue designado director de la
Escuela Normal
Nacional, cargo que desempeño desde 1932 hasta su jubilación. Durante este
período la escuela cumplió sus Bodas de Plata (1937) Cotta funda el Museo de
Historia Natural Ameghino, el gabinete de química, debidamente equipado, una
biblioteca general, 20 bibliotecas de aula y escribió la letra del himno de la
escuela.
Fue su última trayectoria en el
ejercicio de la docencia, no en el magisterio que ejerció hasta el último día
de su vida. Como en Dolores, en Tandil y en santa Rosa, dejó una huella muy
honda no sólo entre sus alumnos y colegas sino en toda la comunidad que lo vio
atravesar sus calles y detenerse en sus plazas. Al punto que hoy hay dos
instituciones que llevan su nombre, el Jardín N° 916 de La
Ribera y desde 1984, la escuela Nº 27,
ubicada en San Luis y Calle 390 del barrio “La
Primavera” en Quilmes Oeste.
También lleva su nombre la
Escuela Nº 24, ubicada entre las calles
Matheu y Fragata Sarmiento, Barrio San Luis de la localidad de José C. Paz en
la provincia de Buenos Aires.
Conferencia en el Salón Amarillo (hoy Salón de los Espejos) de la actual Casa de la Cultura de Quilmes (ex Municipalidad)
Redactó
en numerosas revistas, periódicos, publicaciones como en el periódico “El
Nacional” de Dolores, en “Fray Mocho”, “Nuestras escuelas”, “La Lectura” de
Quilmes con motivo de sus bodas de oro. El artículo se titulaba “La divina
docencia de Jesús”.
Fue un
imperioso promotor y propagandista de la lectura y su valor. La estimuló en sus
alumnos y maestros. Escribió varios textos escolares: “Pan” (para 1° grado); “Vuelo
inicial” (2° grado), “Un paso más” (3° grado), “Tierra hospitalaria” (4° grado)
“Surcos y alas” (5° grado), “El compañero espiritual” (6° grado) y “Perlitas”.
A estos se suman: “Ejemplos”, con el subtítulo “Lecturas para formar el
carácter de los niños” (1916); los libros de poemas: “Arpegios” (1918), “Poemas
heroicos” (dos ediciones, con juicios de Max Nordau, Joaquín V. González,
Rodolfo Senet y Ramón Melgar, (4) de 1923), “Líneas paralelas”, “Cambiantes
líricos”, “Laureles” (1913), "La mujer" (conferencia 1913)“Cartilla”,
“En Villa Azeta y Viñedo Franklin” (1920), “La ofrenda del maestro” (para los
niños, con prólogo de Víctor Mercante, 1923); las novelas “Mi amigo Ricardo”
(1916) y “¿Dios es amor?”. Y además: “Briznas" (colección de poesías y
poemas en prosa publicados en "Tribuna Libre" entre 1921 y 1922),
"La ofrenda del maestro" (poesías, monólogos, diálogos, alegorías,
etc., para los niños; prólogo de Víctor Mercante; aprobado en varias
provincias; 1923), "Poemas heróicos" (precedidos por algunas
opiniones que subscriben Max Nordau, Joaquín V. González, Rodolfo Senet y Ramón
Melgar), “Briznas, surcos y evocaciones” (compilación publicada en 1924)“La
abeja de oro” (1926), “Retazos de Pampa”, “Leyendas y episodios de La Pampa” y “Pedagogía
festiva” (Santa Rosa, La Pampa, julio de 1928) que subtituló “Memorias de un
jubilado”.
LA
ABEJA DE ORO
"La
abeja de oro", un libro publicado en 1926 con 350 páginas. Dedicado a
su esposa y a sus hijos. Cotta lo firma en Tandil (Alem 209) y en el
subtítulo sintetiza la obra: "Al matar el ocio se acumularon estas páginas para los niños y los jóvenes".
Los
subtítulos son: Aleteos, Glosando mis versos, Recuerdos, Paginitas,
Cuentos y anécdotas, Poesías, Con el escalpelo, Folk - Lore, Notas de
viaje, Episodios y semblanzas y Para matar el ocio.
Carta de Juana de Ibarbourou a Juan Manuel Cotta: "Mi
distinguido amigo: He leído con el placer y el interés que me
despiertan sus libros, el último que se ha dignado enviarme, "La Abeja
de Oro". ¡Qué hermosa colmena nos brinda esta abeja y como en ella
beberán miel pura nuestros niños! Su libro tiene una organización
perfecta y el jalón sobre el cual lo ha realizado es verdaderamente
pedagógico, por más que Ud. no ha pretendido hacer un texto escolar.
Estas lecturas son realmente ideales. Lo felicito con efusión. Mis
cariños sobrados a su señora, a la que pido bese por mi a sus lindísimos
niños ¿Cómo van los preciosos mellizos? Le estrecha la mano su amiga y
colega Juana de Ibarbouru. Montevideo, agosto, 2 de 1926." (Ver en "EL QUILMERO EN LA GOYENA")
Fue
un poeta riguroso en cuanto a los cánones de la versificación y además
de su sustancia modernista se preanuncia en algunos de sus poemas el
testimonio y el compromiso social. Ejerció su condición de ciudadano
preocupado por los sinsabores del pueblo llano y los problemas que
aquejaban al país. Este soneto de 1955, que nunca se permitió publicar, “por falta de espacio”, según decía él, y que, Blanca, su hija leyó como primicia en una charla dada sobre su padre es muestra de su lira testimonial:
¡Arriba juventud!
Es izquierdista el corazón y manda:
¡Arriba juventud lozana y fuerte!
Qué es mejor irse en brazos de la muerte
Que ser el brazo de una acción nefanda.
¡Libertad! ¡Libertad! Es la demanda
Del que la libertad jamás pervierte.
Moreno, Rivadavia, Almafuerte,
junto a Jesús, exhortan. ¡Yérguete!... ¡Anda!
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Esta Patria enferma de cinismo,
Lucro, lujo y - ¡lo peor! – oscurantismo:
Ayer – como hoy – sacrílego botín.
¡Avanza, juventud, noble y serena
Hacia el surco, la cátedra o la arena…
¡Nos concitan Sarmiento y San Martín!
Juana de Ibarbouru le dijo en una
oportunidad: “Es usted cosa rara, pues esto raramente se ve junto: buen poeta y
buen escritor”. Y José D. Forgione, (5) en “Los maestros que escriben”, nota
publicada en el “Boletín del Consejo Escolar de Quilmes”, de mayo de 1921, que
editaba el Prof. Atanasio A. Lanz, recordaba: “Yo no escribo, como dicen
algunos para pasar el rato. Escribo versos cuando siento la necesidad de
escribirlos… Me decía Cotta una tarde, allá, bajo los sauces de las isla
Paulino, (6) a donde habíamos ido con Barroetaveña, Mercante, Zubiaur,
Jáuregui, Nelson, Melgar, Susini… en procura de un momento de expansión, lejos
del mundanal ruido”. Y continúa: “En efecto, leyendo la copiosa producción
literaria de Cotta, comprobamos sin mucho esfuerzo que ha escrito, porque el
espíritu, estimulado por sensaciones delicadas, tuvo que estallar en millares
de versos […] Ha cantado como pocos, el amor del hogar; mientras unos poetas
buscan asuntos en la inmensidad de la naturaleza Cotta los ha encontrado en la
vida íntima de su casa y nos ha brindado en sencillos y armoniosos versos, un
mundo de sutiles emociones […] Juan Manuel Cotta no ha vivido indiferente a las
corrientes modernas del pensamiento. En sus prosas de combate se define su
personalidad con rasgos precisos.”
Con el profesor Luis Ricagno y el político Alfredo Palacios
Cuando
llega a Quilmes ya era una personalidad relevante en el mundo de las
letras y de la educación a nivel Nacional. Y la comunidad local lo
recibe como un premio que honraría la historia de sus instituciones y
por eso supo respetarlo y admirarlo.
Después de 32 años ininterrumpidos en la docencia y 14 en la Escuela Normal de Quilmes, el 30 de setiembre de 1944, el Prof. Cotta se jubiló. Cubrió su cargo la que hasta ese momento fue la vicedirectora, Prof. Ana Luther.
Festejo en el patio de la Escuela Normal, Cotta junto a la vicedirectora Josefa Lombán de Casado.
Comida de recepción del Maestro Cotta, al hacerse cargo de la dirección de la Escuela Normal de Quilmes (1932)
El 15 de noviembre siguiente, se
le realizó un homenaje en el Colegio San José y luego en ocasión de realizarse
los actos de fin de curso de la Normal, la presidenta de la Asociación
Cooperadora “Atanasio Lanz”, Silvia Cristy de Cella, le entregó un álbum de
recuerdos con gráficos, fotos y la firma de alumnos, docentes y padres. Cotta
en su discurso de despedida destacó que “… busco primordialmente armonizar a
unos con otros haciendo de las aulas un segundo hogar donde florecieran los
mejores sentimientos, para eso más que un director quiso ser un amigo de
alumnos y maestros.” Luego pasó a entregar personalmente los boletines de
calificaciones a los alumnos con mayores puntajes de cada sección.
Terminado el acto, pasado el
mediodía, colegas, amigos y ex alumnos le brindaron un almuerzo de despedida en
la confitería del hotel "Astrid". Asistieron lo más representativo de
la docencia quilmeña como Delia Altube, Fausta Sáenz, Hilda Sobrero, Elena
Castellanelli, María Ignacia Berbeni, Alicia B. de Elesgaray, Nélida I. de
Moodie, Silvia Cristy de Cella, Delia Martínez de Moltedo, Ignacia Lanz de
Berbeni; los ingenieros: José Casella y Edgardo Castro; los profesores Orlando
D. Cella, Alberto Iacobucci y León R. Naboulet; los doctores Carlos Ocampo,
Juan Domingo Pozzo y Oscar Echelini que tuvo palabras elogiosas para el
homenajeado. (7)
Se le hizo un nuevo homenaje en
la biblioteca “Luis C. García”, que se hallaba en el local social del Club
Argentino de Quilmes (Alem 432), cuadro de fútbol del que era seguidor. La
gratitud del Sr. Cotta no se hizo esperar y el 17 de noviembre envió a la
presidenta de Cooperadora “Atanasio Lanz”, una cálida nota por la colaboración
que le brindaron durante los 14 años que estuvo al frente de esa institución
educativa.
A partir de ese año, se requirió
su presencia como invitado destacado en cuanta actividad social, comunitaria,
cultural o educativa se realizaba en el Partido de Quilmes como el 7 de
diciembre a la inauguración de la Sala de Maternidad del Hospital de Quilmes y
el 12 a la inauguración de la I.M.P.A. Además, convocado por instituciones
locales, de los partidos vecinos, de La Plata y la Capital Federal, realizó un
incansable periplo de conferencias, recitales poéticos e integrante de jurados.
Nació educador y tras su jubilación siguió siéndolo activamente desde afuera de la escuela. Además de sus colaboraciones en los medios gráficos nacionales y locales tuvo un programa radial en Radio Provincia de Buenos Aires, titulado "Abuelo Juan", donde relataba cuentos y radioteatros para los niños, libretos escritos por él mismo. En el Museo Bibliográfico Documental de la Biblioteca Popular Pedro Goyena, donde hay mucha documentación de su vida y su obra, hay copia de esos cuentos y libretos infantiles.
Era un hombre sin estridencias ni ostentaciones.
Sencillo hasta en las más simples cosas. No era presuntuoso en el decir ni en el callar. En
el aula era un excelente creador de climas. Efectivamente, como maestro de
sangre, además de valiente luchador ante los imponderables, fue un visionario y
un minucioso guía en los caminos de la vida, con los instrumentos de la
libertad; ejemplo de honestidad, rectitud de ánimo, comprensión, desinterés,
sabiduría en el vivir y todo lo cimentó en el amor.(8)
Llevó
con estoicismo el dolor por la temprana pérdida de su hijo Juan Ángel, en un accidente
automovilístico, un notable artista plástico y caricaturista, ilustrador de
numerosos libros y publicaciones. Dejó a la cultura y a Quilmes el genio de la
gastronomía y de la palabra de su hija Blanca, tan querida y respetada en la
comunidad donde nació y vive.
El Prof. Víctor
Mercante (9) escribió: “La escuela de Cotta (...) en la tranquilidad luminosa
del arrabal, bajo el oro de la luz del sol, entre las alegorías de la brisa
pampeana (...) la modesta casa de amplio fondo en la que Cotta educa.” Qué
mejor que su propia letra para definir su pensamiento:
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“¡Dios te libre!”
¡Dios te libre, mujer
de la casa sin ruidos,
de la mesa sin manchas,
del patio arregladito,
de la sala en que yacen
los juguetes dormidos!...
¡Dios te libre! Cuando
eso
se consigue, no hay
niños:
la vejez ha llegado,
el ensueño ha partido
y en los bronces que
brillan
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y en los zócalos limpios,
se pasea el recuerdo
hecho sombra ¡Bendito
el desorden que es
Vida!...
¡Ah, si un día en
silencio
se quedara este nido
y yo viera todo eso,
clamaría al Altísimo:
¿Para qué tener oro?
¿Para qué haber vivido?
¿Para qué el sol y el
aire?
¿Para qué tú, Dios
mío?...
Juan Manuel Cotta
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Falleció el 20 de junio de
1964, en Quilmes, su ciudad por adopción a los 77 años, rodeado del afecto
entrañable de hijos, nietos y una comunidad que lo contempló con la admiración
y el respeto que se tiene a los hacedores, a los imprescindibles. Sus restos
fueron sepultados en domingo 21 en el cementerio de La Plata. (10)
DOLORES
Su paso por la localidad
bonaerense por Dolores dejó una huella que perduró varios lustros. La siguiente
nota del diario "El Tribuno", publicada 18 años después de su
muerte es fiel testimonios:
Jueves 9 de diciembre "El Tribuno", Dolores
JUSTICIERO HOMENAJE A JUAN
MANUEL COTTA
Horacio Mann
dejó escritas estas palabras: “Tened vergüenza de morir sin haber ganado jamás una victoria para la humanidad”. Juan Manuel
Cotta falleció el 20 de junio
de
1964 y al cerrar definitivamente sus ojos y al cesar de latir su noble corazón se pudo
apreciar, en la
dimensión de su valer, las numerosas
victorias logradas para el
país y para la humanidad por un hombre simple, lúcido,
transparente, con vocación de servicio, que sólo supo ostentar como titulo y blasón el nombre de maestro y su fresca inspiración de poeta.
Eso fue Cotta: Maestro y Poeta. Nuestra
ciudad lo recuerda con cariño por su obra ejemplar desarrollada desde la hoy Escuela N° 30 (ex Láinez
92),
de la que fuera director fundador en 1911 y, que no obstante ser denominada
oficialmente “Escuela Prov. de Misiones”, el pueblo la sigue llamando “Escuela de Cotta”, dada la gravitación de ese establecimiento en el quehacer educacional local a través de la acción y el sello inconfundible que
le impusiera su digno primer director.
Las
aulas de nuestro
viejo
y querido Colegio Nacional supieron igualmente de sus desvelos como orientador de adolescentes y jóvenes
dolorenses; y desde las páginas de los diarios locales “La Patria” y “El Nacional” volcó y
nos brindó su otra rica faceta de su personalidad: la de poeta. Versos y cuentos, siempre con una moraleja aleccionadora,
encontraron en las columnas de esos dos
importantes
órganos periodísticos, lugar de privilegio junto a las plumas de Melgar, Gez,
Senet, Selva, Palomeque, Vucetich, Rauschert y otros prestigiosos intelectuales
de entonces.
La labor educadora de Cotta se completa como Director de la Escuela Normal de Tandil; de la de Santa
Rosa (La Pampa) y de la de
Quilmes.
Como autor, recordamos sus obras: “Arpegios”, “Cambiantes líricos". “Líneas
Paralelas”, “La ofrenda del Maestro”,
“Poemas Heroicos”, “Evangelio Escolar", “Laureles”, “Briznas, surcos y emociones”, “Pedagogía festiva”,
“Retazos de
pampa”, entre
otros muchos;
como así
también su precioso
legado
a la niñez argentinas, sus emotivos libros de lecturas, entre ellos: “Pan"
(1° inferior), “Perlitas” (1° superior); “Vuelo inicial'’ (2°
grado);
“Un paso más”
(3° grado),
“Tierra hospitalaria
’ (4°
grado), “Surcos y alas
(5°
grado) y “El
compañero
espiritual” (6° grado)
La valiosa labor educativa y poética,
ligeramente reseñada, es la victoria de Cotta sobre el tiempo. De ahí que en justo homenaje, su nombre ilustre luce desde el
3 del corriente mes (diciembre) en el salón de actos, caja de resonancia espiritual de la Escuela
N° 30 de nuestra ciudad (Dolores) que lo recuerda como al más brillante de sus ex
vecinos dilecto. JOSÉ FERNANDO SELVA (TEXTUAL)
LEGADO
Dejó
sus hijos y sus nietos, multitud de alumnos, sus amigos, colegas; dejó
todas sus palabras, contundentes, dulces, palabras para la vida; dejó
emociones, sueños realizados; la plenitud de haber logrado una obra con
la herramienta más efectiva, el amor. Fue un educador, ejemplo magnífico
de la Escuela Pública Argentina, un fundador del conocimiento, de
vocaciones, de empresas gloriosas y fortuitas, porque vivió con el
objetivo de ser en otro ser. Ese era Pedro Juan Manuel Cotta.
El 3 de diciembre de 1980, se
impuso al Jardín de Infantes N° 917 de Quilmes, ubicado en La Ribera, pasaje
Marinero López, el nombre de "Juan Manuel Cotta" por la resolución N°
000122 de la Secretaría de Educación de la provincia de Buenos Aires. La
resolución fue enviada a la Dirección del Jardín por la Secretaría de la Unidad
Administrativa Única, como se denominaba la Secretaría de Inspección, por esos
años; firma la notificación la responsable de esa entidad Sra. María Plana de
Odut.
(La que se adjunta en una copia
de un facsímil del original, que estaba en poder de la Sra. Blanca Cotta, hija
del ilustre Maestro, quien en 2016, la entregó al Museo Bibliográfico
Documental de la Biblioteca Popular Pedro Goyena, cuyo Director creyó oportuno
que se entregara al Jardín Juan Manuel Cotta y lo recibió su directora, Sra.
Mariana Suárez de Simonetti en mayo de 2017)
Investigación, compilación y entrevistas Prof. Chalo Agnelli
Colaboración Sras. Blanca Cotta de Geronés y Graciela Skilton Cotta
Fotos Cristina Secco
Biblioteca Popular Pedro Goyena
Museo Bibliográfico Documental "Bibliotecario Carlos Córdoba"
REFERENCIAS
1.- Reseña elaborada gracias a la documentación y
colaboración de las señoras Blanca Cotta y su hija Graciela Skilton. Las
extensas notas al pie son un referente que muestra la calidad de las
personalidades que frecuentaba el maestro Cotta.
2.-
El Dr. José Benjamín Zubiaur fue un pedagogo nacido en la provincia de Entre
Ríos. En 1889, viaja a Europa, específicamente a París, con el objeto de
informarse sobre el modelo educativo francés a los efectos de aplicarlo en
Argentina. Tomó contacto con Pierre de Coubertin, quien trabajaba como profesor
de la
Sorbona y en el área educativa gubernamental;
compartía con él los mismos ideales de expansión del deporte en el sistema
educativo. Había apoyado la práctica deportiva escolar siendo Rector del
Colegio Nacional de Concepción del Uruguay. En este colegio, y por su
iniciativa se jugó el primer partido de fútbol en la provincia y fue el
promotor de la primera regata escolar. A él se deben los monumentos al fundador
del establecimiento, el General Urquiza y a los dos directivos más
representativos Alberto Larroque y Jorge Clark que realizó el escultor Lucio
Correa Morales. Zubiaur murió en Buenos Aires en 1921.
3.-
Pablo Pizzurno nació en Buenos Aires el 11 de julio de 1865. Fue uno
de los más destacados pedagogos argentino del siglo XX. En 1882, recibió el
diploma de maestro normal e, inmediatamente, comenzó a dictar clases en la
Escuela Normal de Profesores. En 1884,
fue designado director de escuela, en un establecimiento de Balvanera (en la
Capital Federal) Murió en Buenos Aires el
24 de marzo de 1940. Ocupó distintos cargos relativos a la gestión educativa en
el ámbito nacional y provincial, y desarrolló una vasta trayectoria como
conferencista y ensayista. De estos trabajos surgieron muchas de sus obras
escritas: Pininos, un texto de lectura para escuelas primarias (1922); tres
tomos de los Textos de lectura corriente; Consejos a los maestros (1906); La
educación común en Buenos Aires (1910); El Instituto Superior Nacional de
Educación Física (1914); El profesor secundario (1915); Vacíos de la educación
primaria (1916); La escuela y el progreso social (1928); Educación General
(1938), entre otras.
4.-
Max Nordau. (29/7/1849-22/1/1923) Médico, poeta, sociólogo, novelista e
historiador, nacido en Hungría. Graduado de médico, se estableció en París,
interesándose en el campo de la psiquiatría. Fue un gran deportista; jugaba al
fútbol en un equipo de Viena. Apoyó a Teodoro Hertzl en pro de la creación de
un Estado Judío. Escribió, no sólo obras sociológicas, sino también novelas,
piezas teatrales, cuentos, poemas. Entre sus obras más famosas deben citarse:
"Mentiras convencionales", "Paradojas", "El mal del
siglo", "Nostalgia" y "Degeneración". Murió en
Argentina a los 74, sus restos fueron trasladados a Tel-Aviv en el año 1926.
Joaquín V. González , Rodolfo Senet (29/3/1872- 15/10/1938) Pedagogo y psicólogo.
Profesor de matemática y francés. Ramón Melgar (31/8/1872-13/12/25) Educador y
periodista. Bajo el seudónimo “El Maestro” editó numerosos trabajos
literarios, textos escolares y biográficos. Director del Colegio Nacional de
Dolores desde su fundación hasta 1924. (Cutolo T.IV Pág. 513)
5.-
José D. Forgione Docente, autor de entre otros varios libros de texto: “Por
la pureza del habla” (1925, 2° Ed. 1932) “Armonía” : texto de
lectura para 4to grado (1938) “Historia antigua y medieval” : para 1°
año del ciclo básico. Ed. Estrada 1956; “Nuestro idioma” : gramática,
Ed. Kapelusz. 1958
6.- A solo 9
kilómetros de la ciudad de La
Plata frente a la localidad de Berisso se
encuentra esta isla de algo menos de 20
kilómetros cuadrados. Posee costa
frente a los ríos de La
Plata y Santiago. La zona es visitada por
turistas y pescadores. La une al continente un puente cuyo destino es el
balneario Palo Blanco. Formó parte de la
Isla Santiago, que se extendía entre el
Río homónimo y el de La
Plata. Con la construcción del Canal de
Acceso al Puerto, la isla quedó dividida en dos: Isla Santiago Oeste en el
partido de Ensenada, e Isla Santiago Este, en el de Berisso. Esta última fue
conocida luego con el nombre de uno de sus primeros pobladores y empresario
turístico, Paulino Pagani.
7.-
Diario El Sol del 18 de noviembre de 1944.
8.-
Estos conceptos fueron elaborados partiendo de la memoria de su hija Blanca y
de quines lo conocieron directamente como maestro y director, el Prof. Orlando
Cella y la
Sra. Marta Ísola de Cella.
9.-
Víctor Mercante nació en Merlo, provincia de Buenos Aires, el 21 de Febrero de
1870. Se recibió de maestro en el Normal de Paraná y comenzó su carrera en la
provincia de San Juan. Sus preferencias pedagógicas fueron las teorías
positivista y experimentalista. Publicó "Museos escolares argentinos y
la escuela moderna" (1893) Le siguió “Metodología"; "La
crisis de la pubertad y sus consecuencias pedagógicas"; "Cultivo y
desarrollo de la aptitud matemática del niño"; "Maestros y
educadores" y una serie de artículos publicados en Archivos de
Pedagogía y Ciencias Afines. Organizó la
Sección Pedagógica en la
Universidad de La
Plata, base de la actual Facultad de
Humanidades y Ciencias de la
Educación. Fue Inspector General de
Enseñanza Secundaria, Normal y Especial del Ministerio de Justicia e
Instrucción Pública de la
Nación. Fue
criticado por enfocar la problemática educativa sólo desde el punto de vista
psicológico, olvidando el aspecto social. Murió en Los Andes (Chile) el 20 de
Septiembre de 1934. www.nalejandria.com/maestros-americanos/bios/mercante.htm.
10.-
El Sol, miércoles 24 de junio de 1964.
BIBLIOGRAFÍA
Biografías: PROYECTO AMEGHINO. Los orígenes de la
ciencia argentina en Internet.-
Instituto de Estudios Sociales de la
Ciencia y la
Tecnología (IEC) Universidad Nacional de
Quilmes http://www.planetariogalilei.com.ar/ameghino/biografias/merc.htm
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