PRIMER
ACONTECIMIENTO SOCIAL PUBLICADO EN EL SOL:
MARÍA
DE LAS NIEVES LLENSE Y EDUARDO COLOMBO FERRARI
Por
Chalo Agnelli
El 1 de
noviembre de 1928, el, ese año, novísimo diario El Sol, [1]
“Decano de la Prensa Regional”, informaba sobre un acontecimiento
social dejando históricos testimonios de época y costumbres. El primer número
del primer diario ilustrado de la mañana dio primerísima plana al casamiento de
María de las Nieves Llense (Neya) con el recientemente recibido doctor Eduardo
Colombo y - en la edición especial del año LXVIII/1994 - se menciona la intervención activa que tuvo la señora de
Colombo para que en la ciudad de París se emplazara un monumento al General San
Martín.
LA CRÓNICA
Una prueba del estilo imperante en los años de la década del veinte, es la crónica ampulosa de aquel casamiento que se llevó a cabo en el domicilio de la novia; cuyas partes salientes transcribo: “A la hora señalada para la ceremonia, hizo su entrada la novia a la sala en que se había dispuesto el altar donde una imagen religiosa entre tules y flores blancas arregladas con exquisito gusto por la señora Elena Castro. Vestía la novia un elegante traje de crepe satín blanco de irreprochable corte que realzaba la belleza de la desposada, llevando el velo de tul sujeto al peinado por una guía de diminutos azahares y un ramo de azucenas blancas y en la mano un ramo de claveles también blancos. Seguían a la novia las señoritas Aída Colombo y Santina Bianchi quienes la acompañaron hasta el altar, vistiendo elegantes trajes de crepe color blue, sombreros del mismo tono y ramos de rosas te en la mano. Una vez terminada la ceremonia religiosa, bendecida por el padre Banfi, los parientes e invitados pasaron al comedor donde se bebió una copa de champagne por la felicidad de los novios. Al día siguiente, los esposos LIense-Colombo partieron en viaje por una corta temporada.”
Eduardo Colombo (izq.) sus padres y su hermano Emilio |
Movido por
aquella publicación del diario El Sol, hago un sexto viaje
transmigratorio [4] al
Quilmes de 1994, en un cruce entre el juego ficcional del discurso literario y la escritura periodística. Llego a la casa de doña María de las Nieves Llense de la calle
Alsina, pocos días después del regreso de su viaje número veintiuno a Europa, para
hacerle una entrevista que, de manera previa había acordado por teléfono. Me
recibe con su natural afabilidad y sencillez. Después de los saludos, recorremos las páginas
amarillas del diario El Sol que la retrata y luego la insto a entrar en otros
detalles de su vida, pero primero me pregunta:
Neya. - Los otros días cuando me dijo su apellido, recordé
que hubo en el Hospital un médico de apellido Agnelli…
El Q.- Sí, traumatólogo, era primo
mío, hijo de un hermano de mi padre. Pero entrando en mi motivo de esta visita,
debe producirle una profunda emoción que venga a remontarla a ese noviembre de 1928,
¿Verdad señora María de las Nieves?
Neya. - Ni qué lo digas muchacho. Ya
pasaron… Pero llámame Neya que es más práctico y estoy más afianzada a ese
sobrenombre, como vos a Chalo.
El Q.- Cierto Neya. ¿Y cómo fue la vida después de esa rimbombante boda junto a
Eduardo Colombo?
Neya. - ¡Uy, hay tanto para contar! Eduardo fue un hombre
multifacético: desplegó una encomiable labor como médico, uno de los más
reconocidos del Quilmes de aquel entonces y mirá que los había y muy buenos
profesionales, por cierto. Por muchos años fue profesor titular de la cátedra
de Clínica Médica en la Universidad Nacional de Buenos Aires, además de atender
su consultorio quilmeño. Durante once años consecutivos fue campeón de ajedrez
en el Club que había fundado con su hermano Antonio, con quien creó la Academia
Florentino Ameghino en su casa de la calle Sarmiento, acompañado por su otro
hermano, Emilio, quien también fue un médico muy prestigioso. Fue cofundador
del Círculo Argentino de Quilmes y perteneció a su Comisión Directiva. En 1922, formó parte, junto con Antonio, de la Comisión Fundadora del Colegio Secundario
de Quilmes, luego Colegio Nacional.[5] Fue presidente del Rotary Club de Quilmes a poco
de su creación en 1937.[6] Incursionó con gran acierto en el campo de la
diplomacia, ocupando el cargo de Agregado Cultural de la Embajada Argentina en
Francia. Se ganó el respeto de toda la comunidad. - Hace un breve silencio que no me atrevo a
interrumpir, recorriendo con la vista las fotos que hay sobre una repisa - Y yo supe acompañar siempre su espíritu solidario
formando parte de muchas misiones de bien público y de servicio. Juntos
participamos activamente en la vida quilmeña, hasta su muerte en 1964.
Eduardo Colombo |
El Q.- ¿Y después?
Neya.
- Después, en lo posible, me
mantuve activa en las obligaciones sociales, continué transitando la huella que dejó
Eduardo, además de los viajes a Europa, donde, tras la larga
estadía que tuve con él mientras fue diplomático, establecí firmes amistades
que mantengo hasta hoy. En fin, he sido muy feliz en mi matrimonio. Tengo
cuatro hijos, diez nietos y tres biznietos y otros seis nietos… los de los dos hijos de Flavio.
El Q.- ¿Flavio…? - Aquí
hacemos un alto porque la circunstancia merece un párrafo aparte, la unión de nuestra
entrevistada con el señor Flavio Chanel que tiene contornos especiales que así
la cuenta su protagonista -
Neya. - Sí, mi actual compañero de
vida. Me refiero a Flavio Chanel – en este momento el
mencionado se une a la reunión – a quien conocía desde mucho
antes de casarme con Eduardo, porque éramos todos amigos de la juventud. Y un
día, estando ya casada con Eduardo, fuimos con mi amiga Eulalia Irma Taloud, profesora
de francés, a una fiesta de temporada[7]
en el Palacio Municipal y encuentro que Flavio había ido solo. Le pedí a
Eduardo que lo invitara a sentarse a nuestra mesa, aceptó y me las ingenié para
ubicarlo junto a mi amiga Irma. Congeniaron mucho y al año se casaron.
El Q.- ¡Un argumento para una novela!
Neya. -
Cierto. Pasaron los años, Flavio y Eduardo siempre fueron grandes amigos y
veinte años después de quedarme viuda, acepté la propuesta de Flavio, que también
había enviudado tres años antes…
Flavio Chanel.
- ¡Sí!...¡Así fue como me casó dos veces! - interviene con humor don Flavio, todos reímos.
El Q.- Advierto Neya, que habiendo
estado tantos años en Francia, no se le pegó el tonito galo.
Neya. - Para nada. Yo nací en Quilmes, en la calle Lavalle y me eduqué en el Colegio San José. Mis padres eran franceses. Llegaron a la Argentina de recién casados. Vivo en Quilmes y no pienso vivir en otro sitio, aquí nací y nacieron mis hermanos. Aquí mi hermano José, José Llense, hizo una carrera extraordinaria como escultor. Estudió en la Academia de Molinari y Martorel... Amo Quilmes, amo mi país. He sido siempre muy feliz aquí.
El Q.- ¿Eduardo también era
quilmeño?
Neya. - Eduardo proviene de una
familia numerosa, eran 10 hermanos, él era el sexto. Sus padres eran
inmigrantes, don Francisco, genovés, y doña Adela, de la Lombardía. Se
conocieron aquí, en Argentina, se casaron en Lobos y comenzaron a viajar de
pueblo en pueblo por toda la Provincia de Buenos Aires. Los hijos fueron
naciendo en distintos sitios, a él, a Eduardo, le tocó nacer en Mar del Plata,
pero para él también Quilmes era su lugar en el mundo.
El Q.- Y a ustedes los unió Quilmes.
Neya. - Sin lugar a duda… - Interrumpe
la charla una señora que entra muy sonriente con una gran bandeja con los
implementos del té y una fuente con Croissant que la
señora Neya dice orgullosa que fueron hechos por ella y se dispone a servir.
El Q.- También me enteré que tuvo
una actuación trascendente durante la Segunda Guerra Mundial.
Neya. - ¡Pero usted está en todo,
muchacho! Efectivamente durante esa espantosa guerra, convoqué a un grupo de
vecinas y vecinos y creamos el “Comité de Ayuda a Francia”, con la misión de
recaudar fondos, ropas y víveres imperecederos para enviar a ese país. Hacíamos
colectas, reuniones, kermeses, loterías, rifas y tuvimos muy buena respuesta
del pueblo quilmeño. Esto me ocupaba mucho tiempo, desde muy temprano en la
mañana hasta altas horas de la noche. Siempre acompañada por Eduardo.
El Q.- Los medios de prensa cuentan
que fue merecidamente reconocida por esa labor.
Neya. - Sí. Cuando ya estábamos en Francia el general de Gaulle me entregó una medalla. – hace silencio - Pero no me gusta hacer mucha alaraca de eso. – Con cierta reticencia saca de un armario una caja de caoba lustrada y me muestra varias medallas – Esta es la Cruz Oficial del Mérito Social, esta otra la medalla de la República Francesa, una con la esfinge de De Gaulle y aquí ve la medalla de plata de la Ville de París.
El Q.- Debe haber
sido una labor de mucha responsabilidad la vida diplomática en Francia y una
experiencia extraordinaria.
Neya. - Sí y no. Por un lado, se extrañaba a la familia, los hijos: Carlos Alberto, Neyita, “Dito”, Liliana,[8] los amigos, en fin, ¡Quilmes! Pero por otro lado hubo satisfacciones muy grandes.
En una oportunidad visitamos con Eduardo, la ciudad de Boulogne Sur Mer para conocer la casa donde habitó el Libertador y su monumento que, en 1909, por iniciativa de esa población, a solicitud de los argentinos Tomás Viera y Jorge Navarro, se inauguró en su zona portuaria, en el boulevard Sainte Beauve, frente al mar. Quedé impactada por la magnificencia de esa estatua ecuestre y comencé a lucubrar la idea de que en París tendría que haber un monumento al General San Martín y, aprovechando mi situación en la Embajada Argentina, así se lo manifesté al embajador Alejandro Ceballos[9] que tomó mi proyecto con verdadero entusiasmo y decisión.[10]
Para acompañar al diplomático en la ardua tarea que se requeriría y alcanzar este fin, resolví organizar una fiesta para recaudar fondos destinado al anhelado tributo al Libertador y convoqué a otros argentinos, chilenos, peruanos, residentes en Francia y ministros, embajadores, funcionarios…
El Q.- ¿Y se
logró?
Neya. - En efecto. Allí, en el distrito 14, donde está el hermoso Parc Montsouris,[11] diseñado por Jean-Charles
Alphand e inaugurado
en 1875, uno de los jardines más lindos de París, ubicado en el noreste
de la ciudad en simetría al Parc des Buttes Chaumont que está en
el otro extremo de la ciudad, hacía el sur, se encuentra la estatua ecuestre del
Padre de la Patria, creo que el autor fue el escultor Van Peborgh.[12] La inauguración del monumento próximo al boulevard Jourdan se efectuó el 23 de junio de 1960 durante una visita del
Presidente Arturo Frondizi,[13] como parte de las actividades
evocativas del año en que se conmemoró el Bicentenario de la Revolución de
Mayo. Recuerdo que, ya en 1926, la antigua
ruta Fessart-Secrétan,
que atraviesa el parque, tomó el nombre del General San Martín, para
hacerle compañía a la avenida
Simón Bolívar que lo bordea.[14]
Le Parc Montsouris, París, Francia |
Neya. – Sí, sí, la que también sufrió mucha polémica. Todas las veces que voy a Francia visito Le Parc Montsouris, mi paseo favorito de París y coloco una pequeña corona de laureles al pie de la escultura.
El
Q.-
Pero tengo entendido que allí no termino la carrera diplomática de su esposo.
Neya.
- Efectivamente,
luego se le encomendó otra misión que nos llevó al Canadá y finalmente, como Eduardo
anhelaba desde hacía mucho tiempo, volvimos a la Argentina y retomó su
profesión y la vida sencilla a la que estábamos acostumbrados y que amamos.
El Q.- Pero volvamos más atrás, Neya ¿Qué
recuerda de aquellas épocas de su infancia y su juventud?
Neya. - Sobre todo los paseos a La
Ribera. En verano era placentero asistir a la proyección de películas en la
rambla. Mi padre me llevaba de niña caminando hasta la costa por la avenida Otamendi,
para hacer ejercicios, sinceramente, eso no me agradaba mucho, pero en
verdad mi padre tenía razón. En esa época no se cuidaban mucho las mujeres con
la comida y la falta de actividades físicas e inevitablemente aparecía la gordura, era muy común.
Algo que yo evité siempre. Hoy con Flavio, tanto en invierno como en verano, si los días están
lindos, vamos por la tarde a hacer una caminata por el paseo del malecón de la
Ribera. Y hablando de caminatas recuerdo las retretas de los sábados por la
tarde en torno a la plaza, que hoy se llama San Martín. Los bailes de temporada
en el palacio Municipal. El primero en marzo o el 25 de mayo, seguía el de la
primavera el 21 de septiembre y la temporada se cerraba en diciembre con la
fiesta de la patrona de Quilmes, el 8 de diciembre. Eran muy divertidas las
cédulas de San Juan y las puestas teatrales que ofrecía, en el teatro Colón de
la Sociedad Italiana, el elenco de la inolvidable Dorita Barrera,[15]
en las que en ciertas oportunidades participó Emilio,[16]
el hermano menor de Eduardo y otros amigos: Luis Setti, José Camarero, Elena y
Quica Gualtruzzi... También en ese magnífico teatro, se presentó
Alfonsina Storni y se hacían los conciertos y recitales de los jóvenes estudiantes de la Academia Williams.[17]
Y, qué decir de los Carnavales que eran fiestas populares a las que nadie
faltaba. Quilmes no tenía nada que envidiarle a la Capital y, por el contrario,
de todo se gozaba con más tranquilidad y libertad, si sabíamos sortear las
dificultades que presentaba la poca iluminación de las calles y el barro tras
las abundantes lluvias que siempre fueron parte del paisaje quilmeño.
Ж
Estas
y muchas anécdotas más, rememorando los tiempos de su juventud con serena
nostalgia, constituyen su vida plena. Ya anocheciendo me
despido de la anfitriona y de su esposo el señor Chanel que permaneció en completo
mutismo toda la entrevista, atento al relato de su compañera.
La
charla con mí entrevistada, para quién no cuentan los años, me ovilló fascinado,
este martes 1 de noviembre de 1994. Vuelvo a mi actualidad, 60 años después del
emplazamiento de la estatua ecuestre del Libertador en París, y se me ocurre
que María de las Nieves Llense podría haber sido considerada, con justicia, una
embajadora más de nuestro Quilmes en el mundo, dada la riqueza de su espíritu.
Una quilmeña, que fue primera tapa del diario El Sol en 1928, pero sobre todo una
sanmartiniana activa.
Ya tengo que
cerrar mi viaje transmigratorio y volver a este Quilmes que hoy tenemos, con el
que… no me une el amor, sino, el espanto y será por eso que lo quiero tanto…
Prof.
Chalo Agnelli / junio 2020
Fotos
Dr. Jorge Colombo
Colaboraciones:
Eduardo Emanuel García Caffi, presidente del Instituto Nacional
Sanmartiniano; Lic. Roberto D. Negri secretario de la Asociación Cultural Sanmartiniana de
Quilmes “Sable de Gloria” y el abogado Guillermo Arbert.
Varias de las fotos se hallan en la fototeca del Museo Bibliográfico Documental "Bibliotecario Carlos Córdoba"
BIBLIOGRAFÍA
Diario “El Sol”
- 1 de noviembre de 1994
Estatua ecuestre
de San Martín en el Parque Montsouris en Paris. AGN. Dpto. Doc. Fotográficos.
Inventario 229.
Colombo March,
Jorge Augusto (2013) “Quilmes, mi memoria oculta”. Ed. Buenos Aires
Books. CABA. Pp.183 - ISBN 978-987-28525-4-2
NOTAS
[1] Ver en el Blog EL QUILMERO del miércoles, 19 de noviembre de 2014 Diario
El Sol el decano de la prensa regional
[2] Ver en EL QUILMERO del domingo, 19 de
febrero de 2012 Fotos de la revista “Quilmes en
el recuerdo 1949 – 1987” - Segunda parte
[3] Ver en EL QUILMERO del jueves, 26 de septiembre de 2013 "Quilmes, mi historia oculta" Nuevo
libro de Jorge Colombo.
[4] Ver en EL QUILMERO las anteriores Transmigraciones:
·
sábado, 17 de enero de
2015 Francisco Soto, entrevista en el pasado –
1936
· viernes, 18 de septiembre
de 2015 Santiago Goñi – Una nueva entrevista transmigratoria
(1936/2015) Retrospectiva al pasado
· domingo, 22 de noviembre
de 2015 Santos Angeletti – Tercera entrevista
transmigratoria (1936/2015)
· viernes, 4 de diciembre de
2015 Guillermo Ithursarry - Cuarta entrevista
transmigratoria (1936/2015)
· miércoles, 3 de febrero de
2016 La Cochería Escobar, entrevista a don José
Escobar en los 25 años de Quilmes Ciudad / 1916-1941
[5] Ver en EL QUILMERO del miércoles, 7
de octubre de 2009 El Colegio Nacional de
Quilmes - Origen
* jueves, 13 de septiembre de 2012 Colegio Nacional de Quilmes en el periódico "La
Zona" 1943
[6] Ver
en EL QUILMERO del domingo, 3 de noviembre de 2019 Rotary Club De Quilmes - 1937
[7] Llamaban “fiestas de
temporada" las que organizaba una Comisión Municipal de Fiestas integrada
por particulares. Se hacían en el Salón Amarillo del palacio Municipal (hoy
Casa de la Cultura), por lo general, dos: una en marzo, “Apertura de Temporada”
y la otra en septiembre “Baile de la Primavera”. Algunos años se hicieron,
además, un festejo en mayo, “Fiesta Maya” o en el mes de julio “Baile de la
Independencia”. También en los carnavales se hicieron bailes de disfraz en el
Salón Amarillo, estos sí los organizaba la Dirección de Cultura de la Municipal
con dicha Comisión y se otorgaban premiso a los mejores disfraces. Esta
costumbre perduró hasta 1945 aproximadamente. Por supuesto que en la semana de
Carnaval había bailes en todos los clubes de Quilmes, aun los más modestos.
[8] Eduardo, “Dito”, fue médico psiquiatra,
Carlos Alberto, “Cato”, vive en Quilmes es médico anestesista, “Neyita”, de
casada radicada en España con hijas, falleció en ese país, y Liliana, falleció
en CABA.
[9] Alejandro Ceballos (Buenos Aires 26/4/1885
- íb. 29/12/1973) Médico egresado de la UBA) Entre enero y mayo de 1958 fue
ministra de Relaciones Exteriores y Culto (canciller) de la Nación.
Posteriormente el presidente Arturo Frondizi lo nombró embajador en Francia.
[10] “La agenda de Frondizi estuvo llena de
compromisos: la inauguración de una estatua del general San Martín, resultado
de los buenos oficios del embajador Alejandro Ceballos, en el parque Montsouris
frente a la Casa argentina de la Ciudad Universitaria (…)” (En: Pelosi, Hebe C. y
Machinandiarena de Devoto, Leonor. “Las relaciones internacionales en
la presidencia de Frondizi: desarrollo, integración latinoamericana y paz
mundial”. Saarbrücken: Lap Lambert Academic Publishing;Editorial Académica
Española, 2012. Disponible en:
http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/libros/relacionesinternacionales-presidencia-frondizi.pdf; página 114).
[11] En el parque
Montsouris (Monte de los ratones) de Paris, se encuentra la ciudad universitaria con los
edificios de los países que albergan a sus estudiantes becados. Nuestro San
Martín está enfrente de la Casa Argentina y se puede ver entre el follaje de
añosos árboles desde la ventanilla del tranvía que recorre el Boulevard
Jourdan, que separa los dos predios, y que tiene la parada justo frente a la
estatua ecuestre. La placa de bronce reza: “Homenaje permanente al virtuoso
patriota argentino y sudamericano que vivió largos años en Francia y murió en Boulogne
sur Mer el 17 de agosto de 1850”. El Litoral por Miguel Ángel Bolcatto Edición del Lunes 16 de
agosto de 2010
https://www.ellitoral.com/
[12] Adriana Kreiman “El animado Parc Montsouris,
antigua cantera” https://sobreparis.com/
[13] El presidente constitucional Arturo Frondizi gobernó
entre 1 de mayo de 1958-29 de marzo de 1962, en que fue destituido por un golpe
de estado cívico-eclesiástico-militar, el 4° en la historia argentina del siglo
XX.
[14] Un interesante artículo sobre la Casa
Argentina de la Ciudad Universitaria de París, inaugurada en 1928 durante la
presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear, refiere en su párrafo inicial: “Con
la presencia del presidente Arturo Frondizi, el 23 de junio de 1960 se
inauguraba el monumento a San Martín en el Parque Montsouris de París, ubicado
en un extenso predio del sur de la ciudad por el que atravesaba el camino que
el viejo general debía recorrer para ir desde su residencia en la calle
Saint-Georges hasta su casa de campo. En ocasión de la ceremonia, el escritor y
teórico francés André Malraux pronunció un discurso en el que mencionaba las
lecturas de Epicteto del libertador de América, conjeturó una huella de la
Marsellesa en su imaginación política, y les adjudicó la mayor grandeza
deparada a los hombres: ‘olvidar el poder’.” (“La presencia de
todos esos años de gente”. En: “Clarín – Revista Ñ Ideas”, 1 de agosto de
2012).
[15] Ver en El QUILMERO del jueves, 4 de
agosto de 2011 Historia Del Teatro Quilmeño –
3ª parte - Dora Barrera Nicholson De Ricagno - Elenco "Los Mirasoles"
[16] Ver en El QUILMERO del martes, 7 de febrero de 2012 “Velada artístico-dramática en Quilmes – 1926
[17] Ver en El QUILMERO del lunes, 23 de noviembre de 2009 El Conservatorio Williams
No hay comentarios:
Publicar un comentario