"El Castillo"...
Colaboración del señor Domingo Araujo
De “Eliaq Magazine” julio/95
Enclavada en el corazón mismo del viejo barrio de Villa Cramer, dos pioneros, los hermanos Elizabeth y José Thenée, comenzaron a construir a principios de este siglo la que más tarde sería una de las más bellas residencias de nuestro Partido.
Habían traído desde su Alemania natal el pujante espíritu germano y la sensibilidad de un arte heredado de sus ancestros - la forja del hierro - y aquí desarrollaron su pasión logrando el éxito sólo reservado para los elegidos. Según el historiador Felipe Jorge Firpo, en su libro "Recuerdos del viejo Bernal", Thenee llegó a ser "el más renombrado de los herreros artísticos del país" y modestamente, yo el Duende, agrego "y de más allá de nuestras fronteras", tal como lo atestiguan los 19 premios internacionales con que fue galardonado.
Ya en 1908, el Chalet que más tarde sus vecinos llamarían "El Castillo", imponía su presencia allí, sobre la loma, hoy Ramella y Roca, exactamente donde comienza el declive de la barranca. Desde su mirador, el verde intenso de la zona baja y el follaje del monte daban marco a la vista del río, que a veces pardo, a veces azul, les hacía soñar con lejanos horizontes. Pero los Thenee nunca, o casi nunca, dejaron esta tierra a la que amaron como propia.
En la planta baja de esa magnífica construcción funcionaba el taller donde trabajaban 97 empleados.
Si consideramos que fue un taller de arte, podemos pensar: hubo, hay o habrá en el país un emprendimiento igual o similar?
En el primer piso, los Thenee instalaron su vivienda y en segundo, la exposición de sus obras.
Un detalle importante a destacar desde el punto de vista arquitectónico, para le época y aún para la actual: en el tercer piso construyeron la pileta de natación!
Qué decir del parque, que volcaba hacia la barranca el espectacular color de sus flores. Cada detalle de la mansión es una obra de arte, las puertas, las ventanas, las rejas, la decoración interior, los bancos, glorietas y cercas del jardín. Todo es una obra de arte que habría que salvar del olvido.
Los hermanos Thenee desarrollaron su actividad comercial en Buenos Aires. Tenían su negocio sobre la calle Carlos Pellegrini y al ampliarse la Av. 9 de Julio se trasladaron a la Av. Belgrano 783 esq. Piedras.
Fueron los elegidos de los más famosos hacendados del país, para decorar con sus obras los cascos de sus estancias, entre ellos Menditegui, Martínez de Hoz, Urtagubeitia, del Uruguay. Las rejas del portón central de la Cervecería Quilmes, son una de las obras admirables de este artista del hierro forjado.
La imaginación popular cree que la mansión, "El Castillo" está embrujada, pero este Duende, que por serlo algo sabe de eso, puede asegurar que no hay en él nada de brujería, más bien se puede decir que hay algo mágico por obra de sus dueños.
El Duende
Compilación, Chalo Agnelli
Compilación, Chalo Agnelli