miércoles, 24 de febrero de 2016

“JUSTO BRANDZEN” PERSONAJE DESCONOCIDO U ORTOGRAFÍA FICCIONAL



Por Chalo Agnelli
En la web (http://www.justobrandzen.com.ar) del restaurante quilmeño “Justo Brandzen”- donde por cierto se come muy bien – se intenta dilucidar y justificar la confusión ortográfica de dicho nombre que adoptó con Z. Se nos ocurrió analizar un poco el argumento que presentan, aprovechándonos de que en esa página se nos nombra. Dice la web:
“Según el historiador J. A. Craviotto, en “Quilmes a través de los años,” el 17 de febrero de 1881, por medio de la sanción de la ordenanza número 1, quedaron bautizadas las calles comprendidas entre las actuales Conesa y Brandsen y W. A. Bell e H. Yrigoyen. Claro que, en la mención del historiador, la calle que da título a la nota está escrita con Z.
Hago aquí una salvedad antes de avanzar pues el texto del Dr. Craviotto en su libro “Quilmes a través de los años”, capítulo X, item 14, página 243, dice: “El 18 de febrero de 1883 se dictó la ordenanza Nº 1 del actual registro, por la que se designaban con nombres y números las calles comprendidas entre las actuales Conesa y Brandzen y entre W. A. Bell e H. Yrigoyen…” En primer lugar “Justo Brandzen” equivoca la fecha y efectivamente Craviotto escribe Brandzen, con Z. Pero sigamos con la página del restaurante.
“Difícil es hoy poder asegurar quién era aquel Brandzen. Si recurrimos al Quilmero, fuente fundamental para los buscadores del pasado local, no encontraremos mención alguna sobre el tema en la fecha señalada. Abona -no caben dudas- la confusión planteada, la ausencia del documento en la que quedó plasmada nuestra ordenanza primera.
Y hacemos otro alto para agradecerle a “Justo Brandzen” por la elogiosa mención de EL QUILMERO como una ‘fuente fundamental’, la evaluación nos halaga. Y continua la nota:
“Cobra así fuerza la idea de que un error ortográfico pudo haber asistido a inventar un personaje que nunca existió. La ficción o la equivocación, han amasado la piedra fundacional de un homenaje que podría haber terminado inventando a un inexistente homenajeado. Y en esta lógica, si Brandzen existe como calle, sin comprobaciones empíricas que refieran a alguien ¿Por qué su nombre no podía ser Justo?
Ese tipo de errores en nombres y apellidos, en la documentación histórica, son muy comunes. Errores que se prestan a nuevos errores. Craviotto seguramente sabía como se escribía ese apellido, pero lo transcribió tal cual figuraba en el libro de actas del H.C.D. donde se volcaba lo tratado en las sesiones y las ordenanzas. Dichas actas eran manuscritas; un secretario de actas era el encargado de redactarlas; ese año 1883, se iniciaba como tal el señor Roque Villa, quien sustituía al don José Andrés López quien lo había sido hasta el año anterior (luego intendente y padre de otra calle ‘Rodolfo A. López’) Seguramente el original, que deberíamos consultar en la Biblioteca Pública Municipal (Mitre y Alem), donde se hallan los antiguos libros de actas de la Municipalidad de Quilmes, figura Brandzen, con Z. Además ese año 1883, se inauguraba la Municipalidad separada del Juzgado de Paz creando el cargo de presidente municipal hasta 1886, en que se cambió por la función ejecutivo con el título de “intendente”; que lo fue, desde julio de ese año. don Felipe Amoedo. Esta digresión última no aporta nada a la confusión, es un abuso del historiador. Sigamos con el texto de la web:
“En realidad, esto no es así: en primer lugar, quien motorizó el emprendimiento pensó en los términos de aquel que llega a nuevas tierras y elige el lugar indicado, “justo ahí, justo en Brandsen”. Por otra parte, me permitiría plantear que en realidad, el receptor del homenaje debe haber sido el Coronel Carlos Luis Federico Brandsen, noble francés que combatió bajo el mando de Napoleón y que a partir de 1817 se sumó a la guerra de liberación llevada adelante por los ejércitos nacionales.
Sin lugar a dudas el homenaje fue para el Coronel Carlos Luis Federico Brandsen, quien desde el 21 de octubre de 1875, por ley provincial Nº 994 ya tenía una Partido con su nombre en la Provincia
de Buenos Aires, quien bien lo merecía por su actuación en las luchas por la Independencia (este año es el Bicentenario) Si bien el Coronel era francés, el apellido es holandés, nacionalidad de su padre, un médico emigrado a Francia, de modo que es común que en algunos documentos el apellido sea incluido como Brandzen y hasta como "Brandtzen". Para saber más de este prócer buscar la biografía escrita por Pablo Martín Agüero.
En fin, la decisión de titular de ese modo al restaurante es acertada pues no hubiera sonado intrigante “Justo en Brandsen”. Mientras que ese nombre y el apellido con Z colaboran con el comercio gastronómico pues generan una cadena de comentarios que brindan publicidad gratuita. Esta nota lo demuestra. Y concluye la web de “Justo Branzen”:
“Camarada de armas del general José de San Martín, el valiente militar murió en la batalla de Ituzaingó, el 20 de febrero de 1827, cuando a la cabeza del Regimiento Nº 1 de Caballería, atacó la infantería imperial brasileña. A pesar de la observación de Brandsen de la equivocación que aquello implicaba, el general Carlos Antonio de Alvear comandante general de las fuerzas argentino-uruguayas ordenó un segundo ataque frontal, que si bien llevó al anunciado triunfo, generó más muertes de las necesarias. De todas maneras, la torpeza condenatoria del comandante no evitaría que el francés afrontara su destino como debía, con aquella osadía e hidalguía que no consigue burlar a la muerte pero que hace inevitable el logro de la trascendencia: perdurar en el tiempo, Justamente, sería su destino."
En fin, Brandsen se escribe con S; suponemos que Craviotto fue fiel en la transcripción del original y por eso en su libro figura Brandzen; que no hubo hombre alguno - que sepamos hasta hoy - con ese apellido que se haya llamado Justo; que la fecha de la ordenanza fue 18 de febrero de 1883; y que la argucia publicitaria de elegir este nombre para la casa de comidas es acertada pues genera historias; como esta.
¡Ah! Podemos aportar algo a la confusión general, la hija del Coronel Brandsen se casó con un Santa Coloma, un apellido muy sonoro en Quilmes (Y no cobro nada por esta promoción...)
Chalo Añelli 
 
 

INAUGURACIÓN DEL PARQUE "DERECHOS DE LA ANCIANIDAD" - 1950 (COLABORACIÓN)


El 24 de febrero se cumplen 66 años de la visita a Berazategui del entonces Presidente de la Nación Juan Domingo Perón. Lo hizo en ocasión de la inauguración del "Parque los Derechos de la Ancianidad".
Estuvo acompañado junto a su esposa María Eva Duarte de Perón y el Gobernador de la provincia de Buenos Aires Domingo Mercante, además estuvieron presentes ministros de los ejecutivos nacional y provincial, representantes diplomáticos, legisladores y ministros de la Corte Suprema.
Desde la estación Quilmes partieron trenes especiales y colectivos, en combinación con otros medios de transporte hasta el parque. También salieron varios coches pulman con maestros y delegaciones femeninas e infantiles. La concurrencia estimada fue de unas 20.000 personas. Para el acto fue levantado especialmente un palco y la orquesta del Sindicato de Músicos de la República Argentina ejecutó el Himno Nacional.
El que inicio los discursos fue el Secretario General de la CGT José G. Espejo, quien expresó que hablaba en nombre de 4.000.000 de trabajadores que apoyaban a Perón y a su esposa. Luego habló Domingo Mercante, quien en su carácter de Gobernador, inauguró el parque y dejo abierto al uso público unas 800 ha, de la ex Estancia Santa Rosa de los Pereyra Iraola.
Luego tomo la palabra María Eva Duarte de Perón, quien durante todo su encendido discurso motivó una prolongada ovación y diversas aclamaciones. Para finalizar Perón pronunció un vibrante discurso sobre temas de actualidad, destacando la obra del Gobernador y anunciando nuevos e importantes acontecimientos públicos en beneficio de los trabajadores. 

Habla durante el acto de inauguración del Parque "Derechos de la ancianidad" el gobernador de la provincia Domingo Mercante. 
PARQUE 
El nombre del Parque hace referencia a que el 28 de agosto de 1948, Eva Perón anunció el Decálogo de la Ancianidad que comprendía derechos de asistencia, vivienda, alimentación, vestido, cuidado de la salud física, cuidado de la salud moral, esparcimiento, trabajo, tranquilidad y respeto hacia los adultos mayores.
La historia comienza el 7 de enero de 1948, cuando el presidente de la Nación Juan Domingo Perón, en su discurso ante el Congreso, anuncia la expropiación de las estancias San Juan y Santa Rosa, con el objetivo de: "Salvar este tesoro forestal y artístico estratégicamente implantado entre Buenos Aires y La Plata y realizar una vasta obra cultural, social, científica y turística que incluyera institutos experimentales, laboratorios, viveros y parques zootécnicos".
El 28 de enero de 1949 se expropia a la familia Pereyra Iraola y a otros pequeños propietarios una superficie de 10.138 ha y el 11 de marzo otras 110 ha.

Ese mismo día se cumplían 4 años de las elecciones presidenciales que darían triunfo a Juan Domingo Perón, quien encabezó la fórmula del Partido Laborista y 3 años en que el presidente proclamaba Los Derechos del Trabajador en un acto realizado con la CGT. 
CAMBIO DE NOMBRE
El gobierno militar el 25 de octubre de 1955 con el Decreto-Ley 701/55 derogó la denominación dada por el gobierno de Perón, restituyendo el de sus antiguos propietarios denominándolo parque "Parque Pereyra Iraola".

El diputado Juan José Mussi presentó un proyecto de ley, que fue probado en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires y aguarda su sanción definitiva en el Senado para restituir el histórico nombre "Parque de los Derechos de la Ancianidad"
 
Trabajo de investigación del ingeniero David Iurescia 
y profesor Claudio Egisti Staniscia integrantes la
Asociación Orígenes de Berazategui.