UNA APROXIMACIÓN A LAS DEMARCACIONES DE LAS
PROPIEDADES UBICADAS EN EL SUDOESTE DE QUILMES EN EL SIGLO XIX
Lo
local es el espacio de la identificación:
el territorio, barrio, pueblo como lugar de vida
Pero no ha de ser un lugar de encierro sino
el punto nodal desde el que nos abrimos al mundo.
Héctor Olmos
PRESENTACIÓN
el territorio, barrio, pueblo como lugar de vida
Pero no ha de ser un lugar de encierro sino
el punto nodal desde el que nos abrimos al mundo.
Héctor Olmos
A nuestro entender el valor de la historia reside en la
capacidad de analizar las etapas recorridas que determinaron nuestro actual
presente. Un presente que rápidamente se transforma en parte del pasado, porque
el futuro es un destino inalcanzable, que viene predefinido por el ayer. Sin
embargo, es susceptible de ser modificado con lo que hoy podemos construir. De
la misma manera, permite observar los paradigmas que rigieran los distintos
procesos históricos que se plasmaron en las voluntades y decisiones.
Nuestro complejo carácter nacional hace que al revisar sucesos de la historia sea necesario remitirnos hasta la etapa de la conquista española que ocasionara un choque de culturas, dentro del cual se produjeron múltiples colisiones de creencias, tradiciones, sentimientos y valores. Esa dinámica de resistencias, apropiaciones, enajenaciones e imposiciones se conoce como Control Cultural (Batalla, 1982). A continuación, enumeraremos algunas de las que sean manifestado en nuestro distrito y que modificaron el entorno natural y la vida comunal:
Una política general de toda la conquista fue la resignificación de la propiedad reemplazando el sentido comunitario por uno individualista, el cual aún sigue vigente.
La introducción y ocupación del ganado vacuno de un nicho ecológico vació en la llanura pampeana (Brailovsky-Foguelman, 2007) y que años más tarde fuera materia prima de la industria ganadera. Tenemos en Melchor Maciel a un precursor local de vaquerías (Craviotto, 1969:43)
La apropiación del caballo: Excelente dominio por parte de las comunidades originarias que habitaban la llanura, proceso conocido como el Complejo Ecuestre (Martínez Sarazola, 1992: 125)
El alambrado y el ferrocarril fueron elementos incorporados al paisaje no sin poca resistencia y que generara la célebre frase de Domingo Faustino Sarmiento: Alambren, no sean bárbaros. Los medios de referencia y cercamientos de las propiedades durante el siglo XIX en nuestro distrito de Quilmes, tema que desarrollaremos.
Consideramos que el Quilmes de la Provincia de Buenos Aires posee un origen múltiple y ambiguo. Esta aseveración asienta su asidero en el hecho de que las causales del establecimiento, la elección del sitio y la forma administrativa en el que se implementó son características signadas por la corona española; mientras que los integrantes de la primera comunidad que forzadamente fueron establecidas aquí eran parcialidades Quilmes y Acalianas “extrañadas” de los Valles Calchaquíes. A su vez, se eligieron a estas comunidades para ser desterrada por dos motivos: por un lado para atender la demanda de mano de obra y por otro lado, como castigo a su rebelión ante la conquista española. Un antecedente similar fue la reducción de los Tubichaminis de la cual no se conoce la exactitud de sus integrantes, fecha y lugar de formación (García Belsunce: 2003, 43). Es oportuno mencionar y tener presente que lo que hoy conocemos como pampa húmeda, se encontraba habitada por comunidades nómades (Carlón, 2007)
El tema general del presente trabajo es la historia anterior a las comunidades en el Sudoeste del Partido Quilmes, haciendo foco en los métodos de señalamientos de las propiedades que aquí se asentaron durante el siglo XIX. Es donde hoy se asientan comunidades que no alcanza los 90 años: Villa La Florida fue reconocida en 1926; San Francisco Solano en 1949, La Paz y Los Eucaliptos en 1950 [1], entre las más antiguas. Es decir que nos ocuparemos del período rural de estas comunidades quilmeñas.
En el transcurso de período analizado observamos el desarrollo de elementos concurrentes a las propiedades, como las mejoras en los sistemas de cercados: zanjas, cercos vivos y alambrados, y la implantación del Sistema Métrico Decimal como régimen uniforme de pesos y medidas, en nuestro caso como hecho puntual se manifiestan en las conversiones de varas a metros que se registran en las mensuras más recientes.
Durante la etapa de recopilación de datos encontramos las propiedades de: Andrés Baranda, Wilfredo Latham, Ramón Echaire, Magdalena Urricart y Herederos de Brígida de la Cruz en Villa La Florida; Leonardo Pereyra, Gabriel Scannapieco, Carlos Sennewald y Manuela P. de Bozzano en La Paz; La familia Obligado-Claypole en Los Eucaliptos y San Francisco Solano. Se estimo conveniente no hacer tabla rasa sobre el límite del Partido de Quilmes, puesto que como afirma José Arocena la sociedad local puede o no coincidir territorialmente con el municipio. Para reconocer a una sociedad como tal, esta debe contar con relaciones de interdependencia socioeconómicas y una historia común (Burín – Heras, 2001:23). En esta zona son varios los elementos comunes, por este motivo no podemos dejar de lado a Leonardo Pereyra en el Barrio Santa Rosa, a los Hunt y Juan Fink en el Barrio 2 de Abril; los Oliva, Obligado, Rincón, Sandoval y Galigniana en Solano Brown.
Esta contribución a la historiografía Quilmeña pretende sumarse a las investigaciones anteriores, presentes y futuras de manera de contribuir a institucionalizar a la historia del partido como identidad municipal, dado que Quilmes posee elementos necesarios para posicionarse como el distrito histórico por excelencia de la Provincia de Buenos Aires: Material de estudio, extenso fondo bibliográfico, editoriales que imprimen esos trabajos, archivos locales (bibliotecas y hemerotecas), investigadores, etcétera.
INTRODUCCIÓN
A continuación se detalla sólo las mensuras que fueron utilizadas explícitamente en este trabajo:
Nuestro complejo carácter nacional hace que al revisar sucesos de la historia sea necesario remitirnos hasta la etapa de la conquista española que ocasionara un choque de culturas, dentro del cual se produjeron múltiples colisiones de creencias, tradiciones, sentimientos y valores. Esa dinámica de resistencias, apropiaciones, enajenaciones e imposiciones se conoce como Control Cultural (Batalla, 1982). A continuación, enumeraremos algunas de las que sean manifestado en nuestro distrito y que modificaron el entorno natural y la vida comunal:
Una política general de toda la conquista fue la resignificación de la propiedad reemplazando el sentido comunitario por uno individualista, el cual aún sigue vigente.
La introducción y ocupación del ganado vacuno de un nicho ecológico vació en la llanura pampeana (Brailovsky-Foguelman, 2007) y que años más tarde fuera materia prima de la industria ganadera. Tenemos en Melchor Maciel a un precursor local de vaquerías (Craviotto, 1969:43)
La apropiación del caballo: Excelente dominio por parte de las comunidades originarias que habitaban la llanura, proceso conocido como el Complejo Ecuestre (Martínez Sarazola, 1992: 125)
El alambrado y el ferrocarril fueron elementos incorporados al paisaje no sin poca resistencia y que generara la célebre frase de Domingo Faustino Sarmiento: Alambren, no sean bárbaros. Los medios de referencia y cercamientos de las propiedades durante el siglo XIX en nuestro distrito de Quilmes, tema que desarrollaremos.
Consideramos que el Quilmes de la Provincia de Buenos Aires posee un origen múltiple y ambiguo. Esta aseveración asienta su asidero en el hecho de que las causales del establecimiento, la elección del sitio y la forma administrativa en el que se implementó son características signadas por la corona española; mientras que los integrantes de la primera comunidad que forzadamente fueron establecidas aquí eran parcialidades Quilmes y Acalianas “extrañadas” de los Valles Calchaquíes. A su vez, se eligieron a estas comunidades para ser desterrada por dos motivos: por un lado para atender la demanda de mano de obra y por otro lado, como castigo a su rebelión ante la conquista española. Un antecedente similar fue la reducción de los Tubichaminis de la cual no se conoce la exactitud de sus integrantes, fecha y lugar de formación (García Belsunce: 2003, 43). Es oportuno mencionar y tener presente que lo que hoy conocemos como pampa húmeda, se encontraba habitada por comunidades nómades (Carlón, 2007)
El tema general del presente trabajo es la historia anterior a las comunidades en el Sudoeste del Partido Quilmes, haciendo foco en los métodos de señalamientos de las propiedades que aquí se asentaron durante el siglo XIX. Es donde hoy se asientan comunidades que no alcanza los 90 años: Villa La Florida fue reconocida en 1926; San Francisco Solano en 1949, La Paz y Los Eucaliptos en 1950 [1], entre las más antiguas. Es decir que nos ocuparemos del período rural de estas comunidades quilmeñas.
En el transcurso de período analizado observamos el desarrollo de elementos concurrentes a las propiedades, como las mejoras en los sistemas de cercados: zanjas, cercos vivos y alambrados, y la implantación del Sistema Métrico Decimal como régimen uniforme de pesos y medidas, en nuestro caso como hecho puntual se manifiestan en las conversiones de varas a metros que se registran en las mensuras más recientes.
Durante la etapa de recopilación de datos encontramos las propiedades de: Andrés Baranda, Wilfredo Latham, Ramón Echaire, Magdalena Urricart y Herederos de Brígida de la Cruz en Villa La Florida; Leonardo Pereyra, Gabriel Scannapieco, Carlos Sennewald y Manuela P. de Bozzano en La Paz; La familia Obligado-Claypole en Los Eucaliptos y San Francisco Solano. Se estimo conveniente no hacer tabla rasa sobre el límite del Partido de Quilmes, puesto que como afirma José Arocena la sociedad local puede o no coincidir territorialmente con el municipio. Para reconocer a una sociedad como tal, esta debe contar con relaciones de interdependencia socioeconómicas y una historia común (Burín – Heras, 2001:23). En esta zona son varios los elementos comunes, por este motivo no podemos dejar de lado a Leonardo Pereyra en el Barrio Santa Rosa, a los Hunt y Juan Fink en el Barrio 2 de Abril; los Oliva, Obligado, Rincón, Sandoval y Galigniana en Solano Brown.
Esta contribución a la historiografía Quilmeña pretende sumarse a las investigaciones anteriores, presentes y futuras de manera de contribuir a institucionalizar a la historia del partido como identidad municipal, dado que Quilmes posee elementos necesarios para posicionarse como el distrito histórico por excelencia de la Provincia de Buenos Aires: Material de estudio, extenso fondo bibliográfico, editoriales que imprimen esos trabajos, archivos locales (bibliotecas y hemerotecas), investigadores, etcétera.
INTRODUCCIÓN
A continuación se detalla sólo las mensuras que fueron utilizadas explícitamente en este trabajo:
Partido
|
Número
|
Nombre
|
Agrimensor
|
Año
|
Almirante Brown
|
8
|
Raymundo, Pedro, José Tomás y Leonardo Oliva
|
Marcos Chiclana
|
1849
|
10
|
Testamentaria de Manuel Obligado
|
Germán Kuhr
|
1859
|
|
22
|
Encarnación Rincón
|
Pedro José Lezama
|
1866
|
|
40
|
Herederos de Carlos Sandoval
|
Christian Heusser
|
1875
|
|
70
|
Juan Finck
|
Jorge Meinecke
|
1889
|
|
75
|
Ramón Hunt y Otros
|
J. A. Palacios
|
1890
|
|
80
|
Ramón Hunt y Dionisia Rincón
|
Lorenzo Valerga
|
1892
|
|
Quilmes
|
1
|
Terreno consignado en enfiteusis a Juan Manuel Cabot
|
Feliciano Chiclana
|
1828
|
18
|
Sucesión Cristina Lucas de Latham
|
Edgardo Moreno
|
1884
|
|
54
|
Terrenos del Estado destinado a la Tablada del Sur
|
Pedro Benoit
|
1865
|
|
105
|
Terrenos de Propiedad de la Municipalidad de Quilmes sobre la Cañada
de Gaete
|
Paulino Silva
|
1876
|
|
178
|
Herederos de Magdalena
Urricart y Menta de Echaire
|
Jorge E. Hall
|
1896
|
|
189
|
Leonardo Pereyra
|
Cornelio Baca
|
1903
|
|
193
|
Gabriel Scannapiecco
|
Luis Monteverde
|
1906
|
|
203
|
Carlos Sennewald
|
Carlos Glade
|
1903
|
|
Florencio Varela
|
9
|
Herederos de Doña Brígida de la Cruz
|
Justiniano Lynch
|
1863
|
73
|
Sucesión de Don Andrés Hebbel y Doña Guillermina H. de Hebbel
|
Félix J. Romero
|
1906
|
Respecto a las propiedades
debemos mencionar factores las cuales debemos tener en cuenta al momento de
analizarlas:
La interminable llanura con leves ondulaciones y algunos arroyos (Craviotto, 1969: 37) y (Latham: 1867, 13) era un monótono paisaje que
carecía de referencias geográficas significativas lo que complicaba la
delimitación de las propiedades que se encontraban en el actual Gran Buenos
Aires.
Ausencia de elementos que permitan la construcción de cercos. Aquí los
propietarios debieron señalar los límites, primero con zanjas, luego con cercos
vivos y recién a mediados del siglo XIX los primeros y rústicos alambrados con
sus particularidades.
Los intereses para que las propiedades posean acceso a las aguadas han
generado divergencias entre vecinos, a fin de valorizarlas ó que las mismas
hidraten a la actividad ganadera. Un ejemplo de esta situación ocurrió cuando
Wilfredo Latham pretendía con su
propiedad llamada Segunda Chacra tener como límite el arroyo Las Piedras. (Mensura
N°18 Q: reverso foja 6)
Primitivos métodos y tecnología de orientación geográfica. También se
puede mencionar que en algunas mensuras se observan una mayor cantidad de
referencia
Administrativamente las distintas autoridades
dictaron Normas y decisiones que configuraron las propiedades de Quilmes:
24 de
octubre de 1580: Juan de Garay finaliza el reparto de propiedades entre sus
compañeros de campaña, incluida una extensa región que se inicia desde la boca
del Riachuelo hasta Ensenada.
Hacia
1818 El Director Supremo de las Provincias Unidas, Juan Martín de Pueyrredón
indica se disponga la traza y la delineación del pueblo en el mismo lugar donde
estuvo la Reducción
o en sus proximidades. Por lo que el Gobernador Intendente de Buenos Aires
Manuel Luis de Olidén elige a Francisco Mesura para realizar el trabajo. Mesura
delineó el trazado de Quilmes dentro del área que hoy forman las calles Guido –
Felipe Amoedo y Zapiola[2]
(Otamendi, 1968: 87)
El 28 de
septiembre de 1825 se dicta la ley de Enfiteusis mediante la cual quienes se
encontraban ocupando tierras fiscales deben gestionar en un plazo de seis meses
su concesión bajo enfiteusis bajo amenaza de desalojo. Esta legislación
permitió que extensos territorios de la provincia de Buenos Aires pasen a manos
de acaudalados propietarios.” (Passardi, 2007:57 y 58). Un agraciado por esta medida
fue Juan Manuel Cabot (Mensura 1 Q)
Ley del
24 de octubre de 1864 y reglamentada por Decreto del 25 de febrero de 1865,
mediante la que se fijan los límites del Partido de Quilmes, a partir de los
títulos de propiedad y la exactitud de estos (Craviotto, 1967: 147)
Desgarramientos
de Barracas al Sur en 1855; Lomas de Zamora en 1861 y Almirante Brown en 1873. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
A sólo 20 años de la segunda y
definitiva fundación de Buenos Aires, la política territorial mostraba
deficiencias, que con el correr de los años se acentuaría con la puja entre
ganaderos y agricultores. En 1606, el procurador general, Juan Díaz de Ojeda
dio en el cabildo una voz de alarma, respecto a que muchos pobladores no
trabajaban sus propiedades por no saber cuales eran. El gobernador Hernandarias
realizaría el primer amojonamiento serio al ejido de la ciudad de Buenos Aires,
operación que no alcanzó a las chacras y las suertes de estancias. Por el
contrario, el cabildo en 1610 adopta la tibia medida de disponer que los
propietarios de ganado vacuno hasta una legua en redondo lo declararen y que
los propietarios de caballos los mantengan con cuidadores.
Se estima que durante el siglo
XVIII la zanja fue el único medio de separar
los predios, luego complementará los otros métodos divisorios y esta
tarea de “zanjeador” fue desarrollada principalmente por irlandeses. Con el
tiempo se implementaron los cercos vivos los cuales requerían mayor tiempo
(velocidad de crecimiento) y más trabajo (plantación sistematizada). Su ventaja
respecto a la zanja radico en que el resultado era una barrera más firme y
duradera. Los cercos vivos eran armados en base a ñapindá, el espinillo,
cina-cina, la tuna, entre otras. Vale aclarar que se recomendaba la
implementación de dos tipos de cercos
vivos, “los mansos” llamados así por que estaban formados por arbustos
sin espinas para el interior de la propiedad y los que poseían espinas para el
perímetro.
Recién en 1845 Richard Newton
introduciría el primer alambrado en nuestro país, alambrando la huerta de su
estancia Santa María ubicada sobre la barranca de Samborombom a 10 leguas de
Chascomús luego de haber descubierto este sistema en Inglaterra. Sin embargo,
diez años más tarde fue Francisco Halbach el primero que rodeo una propiedad
con alambre, Los Remedios en Cañuelas.
A continuación repasaremos los diferentes señalamientos y cercados que
se realizaron en el Sudoeste del Partido de Quilmes. Los mojones fueron los
primeros hitos convencionales que se utilizaron para señalar.
MOJONES
DE PIEDRA
Germán Kuhr registra cinco mojones de piedra fijados
en 1810 por Francisco Mesura con los cuales marcó el límite de las cabezadas
(Mensura 10 AB: reverso foja 5)
La mensura de la propiedad de Juan Finck realizada por
el agrimensor Jorge Meinecke toma como punto de inicio de la mensura a una
piedra, sin más detalle, a la que designa como A (Mensura N° 70 AB: reverso
foja 1). Esta propiedad tenía su frente sobre Donato Álvarez el cual se
expandía desde aproximadamente la hoy calle 814, punto A, hasta el cruce de la
avenida con el arroyo San Francisco, encontrándose este alambrado. Luego esta
propiedad se introducía al vecino Partido de Almirante Brown.
MOJONES
DE MADERA
En la mensura de Doña Encarnación Rincón del Partido
de Almirante Brown, la misma inicia desde un mojón esquinero “de palo”, el cual
es cuestionado por los Oliva (Mensura 22 AB: foja 2).
En 1892, Lorenzo Valerga realiza la mensura identificada
como Ramón Hunt y Otros en la que anota la presencia de dos mojones de madera y
estacas del mismo material, de los cuales uno de los esquineros fue colocado por
otro agrimensor: José A. Palacios. Los lotes 9 y 10 de esta propiedad fueron
adjudicados a Doña Liboria Hunt de Galigniana[3]
(Mensura N° 80 AB: reverso 11 y 12)
En la mensura de los herederos de Magdalena Urricait y
Juan Menta, el agrimensor Jorge Hall releva un mojón esquinero de madera
esquinero Norte y Este de Da A. J. L. L. de Kemmis y Da María
C. L. de Brown respectivamente (Mensura N° 178: foja 2)
El agrimensor Luis Monteverde menciona la existencia
de mojones de ñandubay y la colocación de uno de ellos (Mensura N° 193 Q: foja
7 y reverso)
Cornelio Baca registra que coloca dos mojones de
ñandubay separados, por 433,40
metros, en lo que es el frente del terreno medido
(Mensura N° 189 Q: reverso foja 12). En esta mensura se da cuenta de 5
propiedades de Leonardo Pereyra. Una en el Partido de Almirante Brown, de la
que nos ocuparemos más adelante y las otras cuatro dentro del distrito de
Quilmes en lo que fueran las chacras Nº 63, 68, 62 y otra que se extiende desde
esta última hacia la Cañada de Gaete.
En la mensura de Gabriel Scannapieco se marcaron con
mojones de ñandubay los vértices de los terrenos de Juan A. Escobar, Jerónima
Cárdenas y del sobrante municipal (Mensura Nº 193, Q. foja reverso 10.
El agrimensor que llevó adelante la medición de la
propiedad de Carlos Sennewald informó que en las esquinas en las que no se
halló mojón se colocó uno de ñandubay. El Departamento de Ingenieros aconseja
la desaprobación de esta mensura, dado que el agrimensor operante, Carlos
Teodoro Glade incluye en los terrenos del Sr. Carlos Sennewald el área
reservadas para calles (Mensura 203,Q, 14). Más allá de esto, la mensura dice
que hacia 1910 las chacras Nº 64 y 69 delineadas por Francisco Mesura en 1818
se encontraban en propiedad del Sr. Sennewald. Debemos mencionar que en la Nº 69 también tenían propiedad
Manuela P. de Bozzano y J. Felipe Hebbel.
MOJONES
DE PIEDRA Y HIERRO
En la mensura de la Testamentaria de
Manuel Obligado, realizado por Germán Kuhr en 1859, dice que: (…) dicho terreno
linda por el Este con la dicha Cañada que hoy se ha hecho arroyo, por el norte
con el mojón de los quilmes (…) (Mensura número 10 Q: foja 1). En 1866, el
agrimensor Pedro Lezama registra el mismo punto al que denomina “Z” de su
medición y lo describe como mojón de origen antiguo, esquinero y de “piedra y
fierro” (Mensura N° 22 AB: reverso foja 2). Un indicio que nos acerca a
imaginar el panorama del mes julio de 1866 en esta zona es el notar que entre
los abalizamientos de los mojones A, B y Z se menciona a la Chacra Bella Vista
(Mensura 22 AB: reverso foja 4 y 5) ubicada en lo que hoy es Avenida La Plata esquina Gutiérrez.
Esto era posible debido a las pocas edificaciones existentes, como así también
al declive hacia el cauce del arroyo Las Piedras.
MOJONES
DE HIERRO
En 1875, el agrimensor Christian Heusser para iniciar
la mensura se sitúa en el esquinero Norte de este terreno que es un mojón de
hierro establecido por Germán Kuhr, como esquinero Este del terreno que Don
Manuel Obligado compró a Don Agustín Zepeda, y costanero de otro terreno de
Obligado (Mensura N° 40 AB: reverso foja 1)
El agrimensor Justiniano Lynch asienta en la mensura
que estableció cinco mojones de “fierro, en esta zona”: T, V, X y Z (Mensura N°
9 FV: fojas 6, su reverso y 7). En cada uno de estos puntos el agrimensor
registra los abalizamientos cercanos como ser: las casas de Latham, Manuel
Benavente y Felipin ó la mismísima Chacra Bella Vista de la Familia Clark
(Craviotto, 1967:111 y 159). La Propiedad de los Herederos de Doña Brígida de
la Cruz fue parte un vasto territorio colonial que se extendía desde Florencio
Varela hasta aproximadamente la Avenida Isidoro Iriarte (828 Ex -San Martín) sobre
el margen de la localidad de San Francisco Solano, en cambio sobre el margen de
Villa La Florida hasta la avenida 844, estos límites los tomamos de los mapas:
Plano Catastral de los alrededores de Buenos Aires elaborado por los ingenieros
Adolfo Vital y Enrique Roux, y Registro Gráfico de las Propiedades Rurales de
la Provincia de Buenos Aires elaborado por el Departamento de Ingenieros.
El relevamiento realizado por Carlos Glade informa que
a 426,70 Mts. del punto A encontró un mojón de hierro al que denominó B
(Mensura N° 203 Q: foja 8)
Sobre la actual traza de la Avenida General
Mosconi, en 1896 Jorge Hall ubica un mojón de hierro que indica el camino
general de Buenos Aires a Chascomús (Mensura N° 178 Q: reverso 2)
Se registra el alambrado divisorio entre las
propiedades de Lino F. Cárdenas y Julia Obligado Ortiz de Claypole Smith como
así también de un mojón de fierro desviado 1,20 metros a la
izquierda (Mensura 73 FV: reverso foja 5)
ENCUESTA
A LEONARDO PEREYRA SOBRE SU MÉTODO DE AMOJONAMIENTO
En julio de 1875 la Sociedad Rural
Argentina designa una comisión especial para que redacte un proyecto respecto
al cercado de campos, en tal sentido la comisión circulo un cuestionario entre
algunos de sus socios, uno de los cuales era Leonardo Pereyra. A través de sus
respuestas tendremos una visión de las características que podrían haber tenido
los cercados de sus propiedades en esta zona:
Pregunta: ¿Qué clase de cercado conviene más para los
campos de Buenos Aires?
Pereyra: No he
empleado otra clase de cercado que el construido con postes de ñandubay y
alambre, barrenando los postes.
Pregunta: ¿A que distancia deben colocarse los postes
en los cercados de alambre?
Pereyra: Primeramente
construí los cercos poniendo los postes a cinco varas. Después adopté la
distancia de cuatro varas entre cada poste y me ha dado buen resultado.
Pregunta: ¿A qué distancia deben colocarse los postes
en los cercados en que se emplean varillas intermedias para sostener los
alambres?
Pereyra: No
tengo experiencia en esta clase de cercos.
Pregunta: ¿Cuántos alambres debe tener un buen cerco
para ganado mayor?
Pereyra: Cuatro
alambres y zanja.
Pregunta: ¿Conviene o no resguardar el cercado con
zanjas y en el primer caso qué dimensiones deben tener estas?
Pereyra: Es
indispensable la zanja para la conservación del cerco y prefiero una a cada
lado del alambrado, de una vara de boca por tres cuartas de profundidad. (Sbarra,
1964:82)
ZANJAS
Germán Kuhr y los linderos de la propiedad de la Testamentaria de
Obligado que asistieron a la mensura señalaron al mojón J, ubicado en la
esquina del zanjeado de Sourdeuax, como mojón esquinero de la Chacra de Quilmes (Mensura
10 AB: foja 7). En 1866 Pedro Lezama denuncia la presencia de lo que se conoce
como la zanja de Obligado la que se encuentra a 22 centímetros de
los mojones de inició y fin, por lo que se puede inferir que dicha zanja
acompañaba los 349,01
metros del límite Este de esta propiedad (Mensura N° 22
AB: foja 2)
En la foja 14, de la mensura N° 80(AB) en esta
medición Lorenzo Valerga escribe que la línea c d de 671,30 metros sigue
la dirección de una zanja.
Edgardo Moreno describe que una zanja ya borrada corre
paralelamente al alambrado de Echaire llegando hasta cerca del arroyo, sin
embargo establece su importancia dado que una vez que la calle se encuentre
abierta y entregada al servicio público el deslinde Noroeste de la propiedad de
Latham será precisamente la traza de esa zanja (Mensura N°18 Q: foja 10)
En la mensura N° 54 Q realizado por Pedro Benoit, aunque en la diligencia de mensura no
hace menciona alguna, se observa en el mapa el señalamiento de lo que
identifica como “zanja antigua” que se extiende paralela al límite Norte. A
través de la proyección que realizara Luis Otamendi en 1968 podemos ubicar que
esta zanja corría sobre el límite norte de las chacras Nº 61 y 67 hacia el
Este, sobre lo que hoy es la avenida Zapiola desde Donato Álvarez. Las mensuras
del Partido de Quilmes Nº 54 y 105 relevaron la misma superficie en distintos
años 1865 y 1876 respectivamente, comprendiendo el espacio fiscal que Francisco
Mesura había establecido para la zona que los arroyos Las Piedras y San
Francisco atravesaban el ejido de Quilmes.
Se toma nota de la utilización de zanjas paralelas en
propiedades vecinas dentro de cada y equidistante a 1,20 metros. En la
misma mensura se asienta que son dos las zanjas una exterior con la Sra. Manuela P. de
Bozzano de 248,60 y otra interior de 275,20 metros que dividía la propiedad
denominadas Título I de la
Título III ambas de Carlos Sennewald (Mensura Nº 203 Q: foja
9 y 10)
En la mensura de los herederos de Doña Brígida de la Cruz del año 1863 efectuada
por Justiniano Lynch menciona que el límite oeste de la propiedad de Wilfredo
Latham que se encuentra más al Sur, es un zanjeado ubicado a dos metros de la
esquina, donde colocó un mojón esquinero de hierro (Mensura N° 9 FV: reverso foja 6)
CERCO
VIVO
En la sucesión de Cristina Lucas de Latham, de 1884
realizada por Moreno toma nota de cercos vivos, uno de los cuales lo describe
de plantas de álamos. (Mensura Nº 18: reverso foja 8). Es por lo menos
sorprendente el fluido contacto con las diversas novedades tecnológicas que Wilfredo
Latham manejaba: Crianza de ovejas, sistemas de preservación de carnes,
etcétera. En su libro Latham, observa que los cercos interiores ó divisorios de
cinco alambres pueden reemplazar a las zanjas salvo que sea necesario el
drenaje del terreno (Latham: 1867, 154)
ALAMBRADO
Y CERCO VIVO
De toda la zona analizada, el uso del alambrado con el
cerco vivo sólo se concentró en las propiedades de Leonardo Pereyra y sus
adyacentes. En su mensura se observa la utilización combinada de alambrado y
cina-cina en una longitud de 426,70 metros. En la misma mensura registra otro cercado
de 277,90 metros.
El agrimensor Carlos Glade da cuenta de un límite de alambrado y cina-cina de
505 metros (Mensura N° 203 Q: foja 8 y reverso)
EL
ALAMBRADO
En 1845 Richard Newton introduce el primer alambrado a nuestro país. En
los años subsiguientes el paisaje bonaerense agregó este nuevo elemento que
también se expandió entre las propiedades quilmeñas.
En 1863 el agrimensor Lynch informa la existencia de
alambrados dentro de la propiedad de Wilfredo Latham (Mensura N° 9 FV: foja 6 y
reverso)
En 1865 el agrimensor Pedro Benoit toma nota del
alambrado de las propiedades del Sr. Adolfo Sourdeaux y da cuenta del alambrado
de Andrés Baranda (Mensura N° 54 Q: foja 1 y reverso). La propiedad de
Sourdeaux en el mapa de 1860
ha sido ubicada dentro de los límites de las viejas
chacras Nº 71 y 72, en la margen Norte del Arroyo San Francisco y Avenida
Donato Álvarez.
En la sucesión de Cristina Lucas de Lathan enumera un
alambrado de 920 metros
de longitud. En la foja 10 da cuenta del alambrado, calle de por medio del
vecino Ramón Echaire (Mensura N° 18 Q: reverso folio 9 y 10 respectivamente)
En lo que hoy es área comprendida por las avenidas 844
hasta casi Iriarte (Ex - San Martín) de Villa La Florida, descubrimos que
hacia 1896 la propiedad se encontraba alambrada en tres de sus cuatro
perímetros, para tener una idea el segmento AB medía 1.543,2 metros, el
CD 1.888 metros
y el DA 923,50 metros.
También registra cinco alambrados interiores, á 150, 851, 1.103, 1.467, y 1.675 metros, y seis
en la propiedad vecina de J Pickney a 365, 1.105, 1.198, 1.401, 1.422, y 1.518 metros que parten desde la línea limítrofe
Norte EF (Mensura N° 178 Q: foja 2 y reverso)
Cornelio Baca quien realizó la mensura del terreno de
Leonardo Pereyra registra que dos lados de este predio se encontraban
alambrados uno de 2.154 y el otro de 442 metros (Mensura número 189 Q: reverso
foja 13)
En la mensura realizada por Luis Monteverde en 1906
informa que todo el perímetro de la Propiedad de Gabriel Scannapieco, de 343 H 51 A 91 cm., se encuentra
alambrada (Mensura N° 193 Q: foja 8)
En la propiedad de Carlos Sennewald de 1910 se detalla
que los alambrados miden 172,50, 50,60, 230, 206 y 411 metros
respectivamente (Mensura N° 203 Q: reverso 8, 9 y 12)
El agrimensor Lorenzo Valerga registra el esquinero
del alambrado de los herederos de Flores (Mensura N° 80 AB: foja 12). Esta
propiedad poseía una forma triangular y se encontraba delimitada por la calle
Humberto Primero en Almirante Brown Avenida Charcas hasta las cercanías de 828
y regresando por Donato Álvarez.
RECONOCIMIENTO
DE SEÑALAMIENTOS ANTERIORES
Germán Kuhr registra que encontró el pozo del mojón
colocado por Marcos Chiclana para demarcar el frente de un terreno colocado por
Juan Fink a Juan Antonio Fernández. (Mensura 10 AB: foja 9)
En 1866 el agrimensor Pedro José Lezama reconoce que
el mojón esquinero Noroeste del terreno mensurado de Doña Encarnación Rincón
fue colocado por Marcos Chiclana en 1855 que practicó una medición para los
hermanos Oliva (Mensura Nº 22 AB: foja 2). El lado Noroeste del predio de los
hermanos Oliva se apoyaba aproximadamente sobre la Av. Donato Álvarez
entre el arroyo San Francisco hasta lo que hoy es la calle 831, para luego
introducirse al Partido de Almirante Brown. En 1875 Christian Heusser hace lo
mismo con el relevamiento realizado anteriormente por Marcos Chiclana. (Mensura
N° 40 AB: foja 2)
Edgardo Moreno asentó en lo documentos que el 13 de
marzo de 1884 comenzó la mensura reconociendo los tres mojones de hierro
existentes: A, B y C, colocados en 1863 por el Agrimensor Lynch en ocasión de
realizar la medición del terreno de los Herederos de Brígida de la Cruz, que se extendían desde
Florencio Varela hasta esta área (Mensura N°18 Q: foja 7). Los puntos A y B conformaban
el límite Oeste de la Chacra
Los Álamos, en tanto el punto C era el vértice Sudoeste de la Segunda Chacra. La
ubicación de las propiedades de la familia Latham, por orden de adquisición era
la siguiente: “La de Arriba” con una superficie de 934.745 M2,
en el actual Barrio Parque Calchaquí: Av. Craviotto, Av. Mosconi, Av. Calchaquí
y 835; “La Segunda”
con una superficie de 1.556.622 M2: Av. 844, Av. Mosconi, 835 y el
arroyo Las Piedras en un vértice. Por último “Los Álamos” con una superficie de
711.462 M2,
ubicada dentro de lo que hoy es Av. 844, Av. Mosconi, metros antes de
Monteverde y otros tantos antes del arroyo Las Piedras (Gullotta, 1994:143)
Finalmente Cornelio Baca colocó, en 1903, dos mojones
en los mismos lugares donde Paulino Silva lo había hecho en 1876. (Mensura N°
189 Q: reverso foja 12)
Dentro de los antecedentes del terreno de la mensura de
los Herederos de Carlos Sandoval se menciona que Germán Kuhr al practicar la
mensura del terreno comprado por Manuel Obligado a Agustín Zepeda detectó que
el agrimensor Marcos Chiclana equivocó la dimensión del terreno de este último,
quedando un terreno “sobrante” como de 300 varas de ancho entre Zepeda y
Sandoval[4].
Este sobrante fue el objeto de la convocatoria de una nueva mensura (Mensura Nº
40 AB: foja 1)
CURIOSIDADES
El pequeño cauce y la poca pendiente del terreno por
donde corren los arroyos San Francisco y Las Piedras dificultaba un rápido
drenaje de sus aguas (Vera, 2006:70) En al menos dos mediciones reflejaron esta
problemática. Hacia el año 1865, Pedro Benoit no eligió una época propicia para
realizar la mensura encargada por el Municipio dado que describe al terreno
como intransitable e imposible de medir (Mensura N° 54 Q: reveso foja 2). Años
Más tarde en 1903, A
Cornelio Baca le sucedió algo similar al realizar la medición de las
propiedades que poseía Leonardo Pereyra ya que alega que comenzó a triangular
los dos puntos más cercanos al arroyo San Francisco a causa “del mucho bañado y
paja” (Mensura N° 189 Q: foja 13) La realización de esta mensura se encuentra
en línea con una política urbanística que durante la segunda parte siglo XIX se
implementó en Quilmes que consistió en una etapa de expansión hacia el Este y
el Oeste del partido la cual se verifica con:
Obras
como la construcción del camino hacia el Río en 1867, un puente sobre el arroyo
Las Piedras y el saneamiento de la Cañada
de Gaete (Mensura 105 Q: Foja 2). En el plano de la mensura 105 (Q) se observan
un puente, el cual estimamos es el que se inauguró el 8 de julio de 1867
(Craviotto, 1867: 150). En 1906, el
agrimensor Luis Monteverde lo describe como un puente de madera y lo toma como
punto de inicio de su mensura (Mensura N° 193 Q: foja 6)
Ventas de
terrenos en zonas que hasta el momento habían sido estimadas como no aptas para
actividades productivas. Ya en 1580, al Este del distrito, la zona de la ribera
era considerada de esta manera, razón por la cual las propiedades fueron
medidas desde la barranca. Trescientos años después, en 1885 la municipalidad
autoriza la venta de terrenos anegadizos sobre la ribera (Salustio, 2009:62).
Con respecto a la zona de la
Cañada de Gaete, en 1818 cuando Francisco Mesura diagramó el
pueblo dejando un espacio libre fiscal en ambas márgenes del arroyo Gaete, al
juzgarlos como terreno
inepto para labores rurales por ser bañado susceptible a inundaciones (Otamendi, 1968: 87). Ya en el siglo XX continuaron
las obras, hecho que se comprueba al observar el puente de hierro que se
encuentra sobre Cno. Gral. Belgrano altura 812, hoy en desuso dado que
actualmente el cauce se encuentra 500 metros al Norte.
DETECCIÓN
DE FRACCIONES NO DECLARADAS
Con el correr del tiempo las mediciones fueron
perfeccionándose lo que significó un control más severo de las dimensiones de
las mismas. Esta mayor precisión detectó que algunos propietarios extendieran
sus terrenos (Mensura N° 178 Q: foja 3), En el caso de Carlos Sennewald admite
un exceso de 20.375,15 metros2, pero lo justifica argumentando más
de 40 años de posesión de su familia. (Mensura N° 203 Q: reverso foja 10). O
acomodaban las dimensiones de sus posesiones a sus necesidades, al quitarle una
porción a uno y sumársela a otro, cuando en los títulos de propiedad se expresa
lo contrario. (Mensura Nº 9 FV: Foja 6 y frente de la 7)
CONCLUSIONES
Luego de este trabajo
estamos en condiciones de afirmar que a fines del siglo XIX esta zona se
encontraba surcada por una gran cantidad de alambrados y cercos vivos, y en mucha
menor medida de zanjas, con lo cual se infiere que ya en aquellos tiempos
existía una explicita apropiación del sitio. El desarrollo que han tenido los cercamientos en está
área, contemporáneo al del resto del país permite confirmar que en esta etapa
la historia local se encuentra fundida con la nacional (Gullotta, 1994: 85)
Quilmes no escapó al enorme influjo de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que sus primeros caminos se trazaron en concordancia a las necesidades de aquella: Norte-Sur y mínimos fueron los construidos Este-Oeste (Vera, 2006, 59 y 102). Recién a mediados del siglo XX con la inauguración del Camino General Belgrano en 1915, del Ferrocarril Provincial en 1927 y de la Avenida Tomás Flores Ex Pasco en 1939 comienza la transición del paisaje rural al urbano. Se observa que algunos caminos por su antigüedad y utilidad fueron directrices de propiedades:
Quilmes no escapó al enorme influjo de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que sus primeros caminos se trazaron en concordancia a las necesidades de aquella: Norte-Sur y mínimos fueron los construidos Este-Oeste (Vera, 2006, 59 y 102). Recién a mediados del siglo XX con la inauguración del Camino General Belgrano en 1915, del Ferrocarril Provincial en 1927 y de la Avenida Tomás Flores Ex Pasco en 1939 comienza la transición del paisaje rural al urbano. Se observa que algunos caminos por su antigüedad y utilidad fueron directrices de propiedades:
El Camino Real de Barracas a Chascomús se ubicaba
al este de la Cañada
de Gaete, conformado el límite sudeste de las propiedades de Latham y Echaire,
entre otros.
Al Oeste de la Cañada de Gaete El Camino de las
Tropas Charcas (Almirante Brown) – Donato Álvarez (Quilmes) junto con la
anterior fueron las únicas vías de comunicación. Por otra parte,
Estratégicamente a la vera de estos caminos se ubicaron establecimientos
agropecuarios.
Avenida José Andrés López (844) es interesante lo
que sucedió con esta arteria debido a que se abre camino desde lo que hoy es Villa
La Florida,
no sin cierta oposición (Ales, 1968:16) se interna en lo que era la Propiedad de la Familia Obligado,
hoy San Francisco Solano, la particularidad reside en que esta localidad tiene
su origen de una corriente poblacional proveniente del Partido de Almirante
Brown.
El Mojón de los Quilmes, ubicado sobre la Avenida Donato
Álvarez en su intersección con el arroyo San Francisco, es el único hito de su
tipo que se encontró señalado en un mapa de mensuras en el Archivo General de la Dirección de Geodesia de
la Provincia
de Buenos Aires junto a otras referencias propias del Siglo XX como la estación
de trenes del Ferrocarril Provincial, Camino Gral. Belgrano, etcétera [5].
En línea con lo establecido por la ley referida a los
límites de Municipios del año 1864, se observa que la ubicación de algunas
propiedades decididamente configuraron los actuales municipios. Un exponente de
esta situación es el área que hoy ocupa el Barrio Santa Rosa de Lomas de
Zamora, la cual era propiedad de Leonardo Pereyra (Mensura 51,LdZ),
permaneciendo en posesión de esa familia desde mediados del siglo XIX y hasta
al menos el año 1935 (Gualco – De Paula,1988:62). La propiedad tenía su vértice
Sudeste en lo que hoy es la
Av. Donato Álvarez (Quilmes) esquina Juan de Garay en
Almirante Brown-Lomas de Zamora, evidentemente fue determinante para
convertirse en punto divisorio de los tres partidos mencionados.
Otro ejemplo del cumplimiento de esta ley en el
Partido de Quilmes es la porción triangular: Arroyo Las Piedras, Av. Donato
Álvarez y Monteverde que fuera de
la familia Obligado-Claypole. Donde se halla el punto más austral del Partido
de Quilmes, conjuga varios factores/hechos como ser: Es un área que se conservó
Quilmeña seguramente por la combinación de la ley citada, pero también por el
imperio de las dimensiones de las propiedades establecidas por Juan de Garay en
1580. En ambos ejemplos gravita la avenida Donato Álvarez como límite colonial.
El análisis de algunas de estas mensuras brinda
información suficiente que amerita investigaciones dedicadas de cada una de
ellas. Indicio auspicioso que se suma al potencial de temas a investigar en
todo el distrito con el cual se enriquecerá la historiografía Quilmeña.
Lic. Juan Corvalán
Miembro de la Asociación Historiadores Los Quilmeros y de la
Biblioteca Popular Pedro Goyena
Miembro de la Asociación Historiadores Los Quilmeros y de la
Biblioteca Popular Pedro Goyena
BIBLIOGRAFÍA
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Archivo General de la Dirección de Geodesia de la Provincia de Buenos Aires.
Mapoteca de la Biblioteca Nacional
NOTAS
NOTAS
[1] Del
patrimonio histórico de estas zonas del Partido de Quilmes solo se han ocupado
(Barbieri, 1984 y 2006) y (Gullotta, 1994); las investigaciones posteriores al
respecto son extractos de estas.
[2] Esta decisión tiene su origen en la Declaración de Quilmes Pueblo libre la cual a su vez, encuentra fundamento en el cambio de la política económica habilitada por los Austrias desde su asunción a la Corona Española y acentuada en el libre comercio adoptado por la Junta de Mayo de 1810, generando un aumento el valor de la tierra provocado por las ansias de propiedades necesarias para la expansión ganadera (Levoratti, 2000:71)
[3] Esta Sra. conjuga en su nombre dos familias y aunque no tengamos elementos que prueben el y/o tipo de vínculo que los une es una dato que no deberíamos dejar pasar por alto. El apellido Hunt nos remonta al plano general del Sudeste de Buenos Aires, realizado por Francisco Mesura, donde muestra la propiedad Nº 38 D.n Hunt. Por el otro lado, Lucas Galigniana es el nombre del juez que en 1855 actuó como representante de los herederos de Carlos Sandoval (Mensura 3,AB, foja reverso 4) y que en 1875 comprara el lote 1 de 200.736m2 (Mensura 40, AB, Foja 3)
[4] La familia Sandoval es calificada como la más antigua del Partido de Almirante Brown. Las constancias la remonta al año 1750 (Gorriti, 1966: 25)
[5] Número 5 del Catastro Partido de Quilmes Lámina 1. Construido con los datos de las mensuras judiciales y administrativas existentes hasta la fecha en el Archivo de esta Dirección Geodesia, Castro y Mapas. Construido por Julio Tarantet, dibujado por Antonio Manganaro y Revisado por Francisco Marrazzo.
[2] Esta decisión tiene su origen en la Declaración de Quilmes Pueblo libre la cual a su vez, encuentra fundamento en el cambio de la política económica habilitada por los Austrias desde su asunción a la Corona Española y acentuada en el libre comercio adoptado por la Junta de Mayo de 1810, generando un aumento el valor de la tierra provocado por las ansias de propiedades necesarias para la expansión ganadera (Levoratti, 2000:71)
[3] Esta Sra. conjuga en su nombre dos familias y aunque no tengamos elementos que prueben el y/o tipo de vínculo que los une es una dato que no deberíamos dejar pasar por alto. El apellido Hunt nos remonta al plano general del Sudeste de Buenos Aires, realizado por Francisco Mesura, donde muestra la propiedad Nº 38 D.n Hunt. Por el otro lado, Lucas Galigniana es el nombre del juez que en 1855 actuó como representante de los herederos de Carlos Sandoval (Mensura 3,AB, foja reverso 4) y que en 1875 comprara el lote 1 de 200.736m2 (Mensura 40, AB, Foja 3)
[4] La familia Sandoval es calificada como la más antigua del Partido de Almirante Brown. Las constancias la remonta al año 1750 (Gorriti, 1966: 25)
[5] Número 5 del Catastro Partido de Quilmes Lámina 1. Construido con los datos de las mensuras judiciales y administrativas existentes hasta la fecha en el Archivo de esta Dirección Geodesia, Castro y Mapas. Construido por Julio Tarantet, dibujado por Antonio Manganaro y Revisado por Francisco Marrazzo.