Chalo: he leído tus cuentos, y he disfrutado de la filigrana de tu prosa. La Tramoya me recuerda a la pluma de Manucho en Misteriosa Buenos Aires, esos detalles de época, esas palabras que en su momento deben haber sido cotidianas y ahora son tan evocativas y tan poéticas. Uno ve, siente, paladea, cuando lee estos textos tuyos. Son muy buenos. ¡¡¡Quiero más!!! 2008 María Mercedes Di Benedetto
“Historias de más acá” es un libro publicado por Ed. Dunken en marzo de 2003, donde reuní 10 cuentos que recorren la historia quilmeña desde 1666 hasta 1940. En la nota de este Blog del jueves, 16 de julio de 2009, bajo el título “Historias de más acá – Cuentos”, doy cuenta de los orígenes, las motivaciones y la trayectoria de esos relatos, más que cuentos, porque cada uno transcurre sobre hechos o con personales reales y en un espacio físico existente sobre los que tracé una ficción a partir de 1970. Transcribo aquí el prólogo que el profesor Juan Carlos Lombán, principal motivador del libro hizo en 1984, cuando le entregué los bocetos o borradores de 17 de los relatos para obtener su opinión que ya había tenido unos años antes de quien fuera mi profesora, la poeta y escritora Angélica Lacunza.
Prólogo
He aquí un libro que a mi juicio constituye una enérgica requisitoria para que perseveremos en la búsqueda de nuestra más entrañable identidad, compuesta por diez relatos ambientados en el fascinante y azaroso pasado quilmeño, por un autor al que no le interesa encasillarse en los estrechos límites de un género determinado. Pero si parece evidente que a Chalo le ha importado - y mucho - rescatar aspectos de una historia rica y aleccionadora como es la de Quilmes, mediante una doble síntesis esencial: la amalgama en un todo inescindible su amor al terruño con sus ideales de universalidad y, asimismo, la que combina lo real con lo imaginario. Y a fe que lo ha logrado en páginas a la vez densas y amenas, profundas y sin embargo de fácil y placentera lectura.
La fervorosa revalorización de lo telúrico y de nuestras raíces amerindias - no exenta de altos valores literarios - le lleva a Chalo Agnelli a poner en boca de uno de sus personajes, esta terrible y exacta reflexión: “Y estaremos como extranjeros en nuestra propia tierra”. Pero ello no lo desbarranca hacia el abismo sin fondo del resentimiento, la xenofobia y el antieuropeísmo, lo cual hubiera sido - y de hecho lo es en ciertos ultranacionalistas - otra forma de traicionarse. Creo que conviene detenerse en el análisis de esa extranjería que el autor le hace comentar a un indígena siglos atrás, pero que acaso haya querido advertírnosla a nosotros ahora. Personalmente estoy persuadido de que con distintas características los argentinos seguimos siendo, en no poca medida, extranjeros en nuestra propia tierra, por un cúmulo complejo de circunstancias culturales, económicas, sociales y políticas que no puedo analizar en esta oportunidad y que nos ha conducido a diversos tipos de desarraigos y de falta de participación.
En lugar de repudiar con ampulosa fraseología las deformantes influencias del exterior empeñadas en mantenernos dependientes de sus intereses - dependencia sin duda ha existido, existe y seguirá existiendo si no reaccionamos y alternamos totalmente la metodología de nuestro accionar - urge que ataquemos las causas profundas y comencemos por el principio: nuestra regeneración moral como pueblo, para decirlo con las palabras de Ortega y Gasset, quien hace ya muchos años nos formuló a los argentinos un enérgico llamado al fondo auténtico de nosotros mismos.
Ese primer paso, esencial e imprescindible, de afirmación de nuestra identidad más profunda sin esquematismos simplistas ni mutilaciones emprobrecedoras, exaltando el complejo mestizaje que nos caracteriza y que nos enriquece, va a ser mucho más decisivo para la liberación argentina, que el aparatoso ataque a la confabulación de los intereses extranjeros. La agresión de estos perderá toda efectividad, tan pronto como hayamos asumido plenamente nuestra más entrañable identidad colectiva y logrado la permanente participación activa de todos, en la elaboración de nuestro destino nacional. Nuestro problema esencial no está afuera, está adentro de nosotros mismos. Creo que esto es lo que en el fondo nos está sugiriendo Chalo Agnelli en este libro tan estimulante y cuya lectura tanto me ha enriquecido.
Juan Carlos Lombán Exaltación de la Santa Cruz de los Quilmes agosto de 1984
Presentación en la Feria del Libro 2004 |
Ver EL QUILMERO del jueves, 16 de julio de 2009 “Historias de más acá –cuentos”